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Exploradores y viajeros por España y el nuevo mundo

1511-1563, Francisco de Villagra

Estuvo al servicio del conde de Benavente y del marqués de Astorga; peleó en Túnez. En 1537 pasó al Perú, participando en la campaña contra Almagro y más tarde en las expediciones a los Mojos, los Chunchos y los Chiriguanos. Combatió en la conquista de Chile junto a Valdivia, quien le nombró en 1541 regidor del cabildo de Santiago al fundarse esta ciudad y en 1547 lugarteniente general. Más tarde, viajó al Perú para pedir más refuerzos. A la vuelta a Chile (sobre 1551) pasó por la meseta boliviana y se internó por el oeste de la actual Argentina y regresó a Chile, tras obligar a su paso a que los nativos reconocieran la autoridad de Valdivia. Continuó luchando contra los araucanos y asistió a la fundación de Valdivia (1552) y Villarrica. En 1552, Valdivia le envió a descubrir el país al otro lado de los Andes. Al morir Valdivia (1553), Villagra se encontraba en el sur, procediendo a la fundación de Osorno y requerido por el cabildo de Concepción, se hizo cargo del gobierno de Chile. Marchó a vengar la muerte de Valdivia pero sufrió una fuerte derrota en Marihuenu a manos de Lautaro. Concepción fue también destruida por los indios. Con los pocos fieles que le quedaban, Villagra se dirigió a Santiago pero este cabildo se negó a reconocer su autoridad (enero de 1554), disponiendo al año siguiente la Audiencia de Lima que cada ciudad de Chile asumiera su propio gobierno.

Villagra volvió a emprender otra campaña contra los temibles araucanos pero, una vez más, Lautaro se opuso a sus deseos impidiéndole la reconstrucción de Concepción avanzando hacia el norte con el ánimo de destruir todo lo colonizado por los españoles. Villagra le sorprendió en el río Mataquito y acabó con la vida del caudillo indígena. Cuando ya había sido reconocido como corregidor y justicia mayor de Chile, el virrey del Perú nombró gobernador a su hijo, García Hurtado de Mendoza, quien desembarcó en 1557 y envió preso a Villagra a Lima, a pesar de su prestigio entre los viejos conquistadores, junto con su rival Francisco de Aguirre. En 1558, el Rey nombró a Villagra gobernador en lugar de Hurtado de Mendoza, tomando posesión en el año 1561. De inmediato estalló una rebelión indígena en el Purén, que se extendió por todo el país araucano, y de nuevo en Marihuenu hubo un levantamiento indio en el que pereció Pedro de Villagra, hijo del gobernador. Villagra introdujo el sistema de declarar a los sublevados judicialmente rebeldes y traidores a Dios y al rey, condenándolos a muerte y confiscación, pero no se calmó así aquella perpetua guerra. Francisco de Villagra moriría en 1563, sucediéndole su primo Pedro de Villagra, su teniente general.

Bibliografía básica

  • VV. AA. Diccionario de Historia de España. Madrid: Alianza Editorial, 1979, 1981 y 1986. Tomo III, pp. 999-1000.
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