CRONOLOGIA
|
|
S. I. a.C.
Año 25 a.C. Fecha más probable de la fundación
de la Colonia Augusta Emerita, tras la toma de Lancia por los ejércitos
romanos en la guerra mantenida contra cántabros y astures,
para asentar a los legionarios veteranos “veterani legionari”.
El encargado de llevar a cabo la fundación por orden de Octavio
Augusto, fue el legado Publio Carisio. Las razones de esta fundación
hay que buscarlas en el enclave estratégico que ocupaba el
terreno, que venía marcado por el paso del río Anas
en un lugar favorable para su vadeo, lo que pondría en comunicación
la provincia de la Bética con las del noroeste peninsular,
y las tierras de la franja más meridional de Hispania con
el Oeste (Olissipo).
La nueva colonia iba a organizarse siguiendo los parámetros
romanos de planificación urbana, organización territorial
y enclave administrativo, desde donde poder desarrollar la romanización
en este extenso territorio del occidente peninsular.
Año 16-15 a.C. Se inaugura el Teatro romano de Mérida,
que se verá embellecido con sucesivas remodelaciones a lo
largo del siglo I d.C. Está considerado como el más
importante de la Península, donado al pueblo por Marco Agripa
para conmemorar la creación de la provincia de La Lusitania.
Augusta Emerita es designada como capital de la nueva provincia,
por este motivo se llevan a cabo grandes obras de adecentamiento
y planificación urbanística siguiendo el modelo de
Roma. Destaca la creación de su Foro municipal, con un templo
dedicado al culto imperial ? símbolo de la Pax romana alcanzada
en la península. A partir de esta fecha la nueva provincia
lusitana contaría con tres conventus: Scallabitanus (con
cabecera en Scallabis, Santarem), Pacensis (Pax Iulia, Beja) y Emeritensis
(Augusta Emerita, Mérida), con jurisdicción este último
sobre gran parte de la actual Extremadura.
Año 8 a.C. Se inaugura parte del edificio del Anfiteatro,
en cuyas tribunas de grandes dinteles de granito se puede leer “El
emperador Augusto, hijo del Divino César, Pontífice
Máximo, Cónsul por undécima vez, Emperador
por decimocuarta, ejerciendo la potestad tribunicia por decimosexta”.
Gracias a esta mención honorífica se puede determinar
que el Anfiteatro de Mérida fue inaugurado durante ese año,
aunque estudios recientes retrasan la construcción del edificio,
al menos en su fisonomía actual, a mediados del siglo I d.C.
|
Inicio
|
S. I d.C.
Mediados del siglo I d.C. Inicio de las obras de marmorización
del Foro de la provincia en época Claudia, período
de crecimiento económico en toda la Hispania romana. El ámbito
del foro provincial de Augusta Emerita estaba delimitado por construcciones
porticadas, según se desprende de los últimos hallazgos
realizados, a las cuales pertenecería el tradicionalmente
conocido en Mérida como “Arco de Trajano”, y
cuya interpretación correcta sería la de puerta de
acceso al propio foro provincial.
Año 69 d.C. El legado en la Lusitania Otón es proclamado
emperador en medio de un ambiente de guerra civil por un breve período
de tres meses.
Año 70 d.C. La época de los flavios supone para la
capital lusitana un momento de esplendor, llevándose a cabo
obras de remodelación urbana (zona del Anfiteatro, Circo,
etc.)
|
Inicio |
S. II-III d.C.
El cambio de siglo supone para toda la Península un momento
de esplendor, que la provincia lusitana no va dejar escapar. Se
produce el auge definitivo de la ciudad bajo la influencia de los
emperadores hispanos, Trajano y Adriano, que relanzarían
el patrimonio social, monumental y económico, paralelo a
la iniciativa particular que, al amparo del desarrollo económico,
edificaría sus moradas con un lujo y magnificencia que en
nada tenían que envidiar a la de otras áreas geográficas
del Imperio. Así queda constancia en la arquitectura doméstica,
con las “casas de la Alcazaba” y del “Mitreo”,
así como en los proyectos de reforma que se llevan a cabo
en sus zonas más monumentales, y la configuración
definitiva de otras.
Año 155 d.C. La colonia Augusta Emerita fue un importante
foco de mitraismo, como muestran los restos escultóricos
hallados muy cerca de la plaza de toros los cuales constituyen uno
de los conjuntos hispanos de mayor entidad junto al localizado en
Igabrum (Cabra) en la Bética. Así mismo, se producen
casos claros de evergetismo, emprendiéndose la ejecución
de diversos complejos de carácter religioso como el “templo
de Marte”, merced a la iniciativa de la piadosa Vetilla, esposa
de Páculo, prócer emeritense de ascendencia itálica,
según consta por la inscripción reutilizada en época
moderna para la construcción de un monumento conmemorativo
dedicado a la mártir Santa Eulalia.
Año 254 d.C. Testimonio escrito por el cual puede fecharse
la carta que el obispo de Cartago, San Cipriano, remitió
a los fieles de Emerita, en la que anima a negar su obediencia a
los obispos Basílides y Marcial. Este dato revela la existencia
de una temprana comunidad cristiana establecida en la ciudad.
Año 291-305 d.C. Persecuciones contra los cristianos bajo
los emperadores Diocleciano y Maximiano Hercúleo, que tuvieron
una especial relevancia en la ciudad emeritense, con el martirio
de Eulalia. Texto conocido gracias a la obra del poeta cristiano
del siglo IV, Aurelio Prudencio. Este hecho motivaría el
fortalecimiento de la comunidad cristiana de la ciudad, solidaria
y emprendedora, como muestra el hecho de levantar un tumulus en
honor de la santa.
|
Inicio |
S. IV d.C.
Año 305 d.C. Con las reformas administrativas llevadas a
cabo por el emperador Diocleciano en todo el Imperio, Augusta Emerita
se convierte en una de las ciudades españolas, junto a Sevilla
y Tarragona, a la que se le confiere la dignidad metropolitana y,
en una de las ciudades más señeras del mismo, residencia
de la máxima autoridad política de la península
(Vicarius), y nudo de calzadas que forjaban el poder de Roma.
Año 313 d.C. Tras el edicto de Milán (313), promulgado
por el emperador Constantino, se celebra el concilio de Iliberis,
primero de la Iglesia hispana, donde se tiene constancia de la participación
del metropolitano de Mérida (Liberio), junto a otros obispos
de la Tarraconense y la Bética.
Año 333-335 d.C. Se lleva a cabo la última restauración
del Teatro romano de Mérida en plena época constantiniana.
Año 337-340 d.C. 9 de septiembre del 337 y marzo/abril del
340. Aparición de una lápida que recuerda la restauración
del Circo de Mérida bajo T. Flavius Laetus, comes Hispaniarum,
cargo administrativo equiparable al vicarius en algunos aspectos.
Esta restauración en fecha tan tardía es buena muestra
del favor de los habitantes de la ciudad y su territorio por este
tipo de espectáculos.
Año 380 d.C. El obispo de Mérida, Hydacio, asiste
al concilio de Caesaraugusta para ocuparse de la herejía
priscilianista, muy extendida por el territorio emeritense; teniendo
al final de esta centuria un papel muy destacado en la lucha entre
ortodoxos y herejes.
Año 381 d.C. Aparece por primera vez en Augusta Emerita la
era hispánica en inscripciones abiertamente cristianas, siendo
uno de los primeros conuentus hispanos en producirse hallazgos de
este tipo.
Año 395 d.C. Por esta fecha se pueden datar los restos de
una bandeja conmemorativa de plata maciza (missorium), aparecido
en el término municipal de Almendralejo (Badajoz) a finales
del siglo XIX, donde se representa la corte de Teodosio. Se trata
seguramente de un presente del emperador al vicarius de la diócesis
Hispaniarum.
|
Inicio |
S. V d.C.
Año 409 d.C. En esta fecha hacen su aparición en la
Lusitania los pueblos bárbaros del Norte: Suevos, Vándalos
y Alanos, que en sucesivas oleadas se presentarán a las puertas
de Augusta Emerita.
Año 429 d.C. El rey Suevo Hermegario invade la ciudad en
este año, llevando a cabo la profanación del tumulus
de Eulalia.
Año 442 d.C. El suevo Rechila ocupa Mérida después
de derrotar al ejercito imperial, fijando en la ciudad su capital
y afianzando su poderío al derrotar a los visigodos años
más tarde cuando intentaban recuperar la ciudad para la administración
romana.
Año 450 d.C. Por los restos epigráficos hallados y
estudiados en la ciudad, se tiende a generalizar desde este año
el formulario cristiano que aparece en las inscripciones funerarias,
y que denominamos típico de Mérida y su territorio:
“ N....famulus Dei, uixit annos (o annis) tot requiuit in
pace die tot, era tot”
Año 456 d.C. El rey godo Teodorico elige la ciudad de Mérida
para invernar en Hispania, donde seguiría hasta la primavera
del 457.
Año 468 d.C. Por Hydacio sabemos de la presencia en la ciudad
de elementos visigodos, una vez desaparecida completamente la autoridad
romana, aunque no sabemos ni en que número, ni si terminaron
de instalarse definitivamente en la capital lusitana.
Año 483 d.C. Inscripción que fecha la reconstrucción
del puente romano de Mérida sobre el Guadiana, bajo los auspicios
del obispo Zenón y del dux de la Lusitania Salla, durante
el reinado del visigodo Eurico. También se llevan a cabo
la restauración de las murallas de la ciudad, como han puesto
de manifiesto las últimas excavaciones en la Zona arqueológica
de Morería, cercana a la Alcazaba islámica, y en el
mismo recinto de la fortaleza maridí.
|
Inicio |
S. VI-VII d.C.
Durante estas dos centurias, concretamente entre los años
530-630, se pueden considerar los cien años más relevantes
de Mérida durante la Antigüedad Tardía, período
del pontificado de Paulo, Fidel, Masona y Renovato.
Año 530 d.C. Obispado de Paulo, médico de origen griego,
en la metrópolis emeritense. Momento en el que da comienzo
la etapa de esplendor de la iglesia lusitana.
Año 549-555 d.C. Durante tres años el rey visigodo
Agila convierte la ciudad emeritense en su plaza fuerte, viéndose
involucrado en continuas sublevaciones contra los cordobeses, siendo
posteriormente asesinado por sus propios seguidores en la ciudad
de Mérida.
Año 560-571 d.C. Obispado de Fidel, considerado el período
más floreciente del edificio basilical de Santa Eulalia,
que se ve ampliado siguiendo modelos estilísticos de claras
connotaciones orientales. Este tipo de arquitectura y escultura
religiosa es un ejemplo único implantado en la península.
Año 582 d.C. Leovigildo toma la ciudad de Mérida en
la lucha mantenida contra su hijo Hermenegildo, que se encontraba
en ese momento en poder del príncipe cristiano trinitario.
Año 589 d.C. Triunfo definitivo de la iglesia cristiana trinitaria
en el III Concilio de Toledo, en el que estuvo presente el metropolitano
de Mérida, Masona. Acuñación de moneda en Mérida,
trientes de Recaredo.
Año 571-605 d.C. Durante este período tiene lugar
el obispado de Masona, luchador infatigable por el mantenimiento
de la ortodoxia cristiana trinitaria frente a la cristiana unitaria
arriana, enfrentándose a las pretensiones de Leovigildo de
que abrazara la causa arriana al frente de la iglesia lusitana.
Durante este período se llevan a cabo obras de remodelación
de la ciudad, como las edificaciones del xenodochium (hospital y
albergue de peregrinos), basílicas repartidas por el entorno
urbano, monasterios, etc., que conferirán al escenario de
la ciudad un definitivo aspecto cristiano.
Año 653 d.C. División diocesana de la Iglesia hispánica
después de las últimas rectificaciones habidas tras
la incorporación del reino suevo. La provincia Lusitana quedaría
de este modo: metrópoli, Augusta Emerita (Mérida);
sufragáneas: Pax Iulia (Beja), Olissipo (Lisboa), Ossonoba
(Faro, Olhao ?), Egitania (Idanha), Coimbra, Viseo, Lammego, Caliabria,
Salamanca, Ávila, Evora, Coria; total, 13.
Año 630-680 d.C. Se concluye durante este intervalo de tiempo
la obra cumbre de la hagiografía hispana tardoantigua, La
Vitas Sanctorum Patrum Emeritensium, documento de inigualable interés
para el conocimiento de la vida política y eclesiástica
de la ciudad, y en general de la monarquía visigoda.
Año 666 d.C. El 6 de noviembre de este año tiene lugar
el concilio provincial celebrado en la iglesia metropolitana de
Santa María de Jerusalén, donde se manifiesta la preocupación
por constituir en torno al obispo una serie de clérigos vinculados
a él por lazos de carácter feudal. Muchos de los cánones
descritos en este concilio, tendrán su repercusión
en los sucesivos concilios celebrados a nivel nacional por la iglesia
hispana.
|
Inicio |
S. VIII-IX.
Año 713 d.C. 94 H. Toma de la capital de la Lusitania por
las tropas de Musa Ibn Nusayr, durante un largo asedio que se prolonga
durante siete meses. Tras este tiempo, y firmada la capitulación
de la ciudad mediante un pacto similar al llevado a cabo con Teodomiro,
noble visigodo del S.E. peninsular, efectivos árabes se asientan
en su solar.
Año 743 d.C. Sublevación de elementos beréberes
acantonados en el alfoz de la ciudad contra el gobernador de al-Andalus
Ta‘laba b. Salama, siendo posteriormente derrotados y puestos
en cautiverio por tropas árabes.
Año 788 d.C. A la muerte del primer emir de al-Andalus, ‘Abd
al-Rahman I al-dhajil ( el inmigrado), sabemos por la historiografía
hispanomusulmana, que su hijo Hisam, próximo emir Omeya de
al-Andalus, se encontraba como gobernador en Marida.
Año 835 d.C. Por la inscripción que aparece en la
puerta de la Alcazaba de Mérida, sabemos la fecha exacta
de la construcción de ésta. Fue mandada edificar por
el emir ‘Abd al-Rahman II b. Al-Hakam, para servir de refugio
a las tropas fieles a Córdoba, ante los repetidos levantamientos
de los emeritenses (muladíes y beréberes) durante
todo el primer tercio de este siglo.
Año 862 d.C. Presencia del obispo de Mérida Ariulfo
en el concilio celebrado en Córdoba para tratar de solventar
el movimiento escatológico mozárabe.
Año 868 d.C. El quinto emir de al-Andalus, Muhammad I, después
de tomar el puente romano de la ciudad, lleva a cabo el arrasamiento
de las murallas, tras lo cual muchos emeritenses marcharán
al exilio a Córdoba y, posteriormente a Badajoz.
Año 874 / 261 H. Fundación de la ciudad de Badajoz
por el caudillo emeritense ‘Abd al-Rahman b. Marwan al-Yilliqi,
perteneciente a una saga familiar de muladíes enfrentados
a Córdoba. Durante todo este final de siglo y primer cuarto
del siguiente la ciudad de Mérida se encontrará en
manos de tribus beréberes. Mérida entrará en
una progresiva decadencia, política, administrativa y cultural,
que se prolongará hasta bien entrado el siglo XVI.
|
Inicio |
|