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Carlos de Gante

Carlos de Gante


Carlos de Gante: apuntes sobre su vida privada

Claudia Möller Recondo


     En el Palacio de Ten Walle de Gante, del lunes a martes, 25 de febrero(1), día bisiesto de Santo Matías Apóstol, nacía a las tres y media de la mañana, Don Carlos, llamado así en honor a su abuelo paterno, Carlos el Temerario(2).

     Don Carlos, Carlos I de España y V del Imperio, ha cruzado los siglos y ha vencido el tiempo, un tiempo y un nuevo siglo que como otrora, hoy está plagado de conmemoraciones que recuerdan aquel día de su nacimiento.

     Su historia de vida y la de su familia, es en gran medida la historia de la Europa moderna, y la historia de la España imperial, y con razón hoy por hoy ríos de tinta corren para hablar de su persona, vida, obra y aportes, a pesar de que la historiografía sobre él adoleció de grandes ausencias, con las claras excepciones que vienen a confirmar la regla(3).

     Carlos vino al mundo casi un día como hoy, era el 1500 ¿fin de siglo, comienzo de siglo? Sin dudas año especial, y tal vez más que hoy, porque hacía poco tiempo que la vieja Europa se había dado cuenta de que compartía el mapa del mundo con un inmenso continente: las Indias.

     La época que le sirve de contexto es el Renacimiento(4), no podía ser de otra manera. Es un momento especial, desde todos los puntos de vista: asistimos a la consolidación de las «naciones» o por lo menos a un proceso avanzado en la consolidación de los estados modernos; presenciaremos las primeras revoluciones; la vieja sociedad estamental e inamovible de la Edad Media empieza a ver sus primeros vaivenes con la aparición de la burguesía, y la aparición en los estamentos, de la nobleza de los letrados, por ejemplo. Los saberes empiezan a multiplicarse, la ciencia avanza, las universidades son centros de debates de temas actuales, no hay más que ver las reflexiones realizadas por la escuela teológica de Salamanca, de la mano del P. Vitoria, cuyos escritos en torno a los indios de América inspirarán buena parte de la Declaración de los Derechos Humanos; comienzo a formarse la opinión pública; con la imprenta, la cultura escrita recibirá un impulso impensable hasta entonces. La aparición de Lutero, pero antes que él de los llamados alumbrados españoles, anuncia el fin de una teocracia encubierta, y no tanto, y el principio de las luchas religiosas por la tolerancia hacia la diferencia. El descubrimiento del Nuevo Mundo, traerá consigo una inimaginable explosión económica y social: nuevas gentes, nuevos alimentos, nuevas creencias... Aparece el otro, pero un otro que debe ser integrado: no es el moro ni el bárbaro. Pero también ésta es una época de censura, de Inquisición, de hambre, de endeudamientos, de guerras, de paces...al tiempo que define al gran arte, con hombres increíbles, verdaderos sabios renacentistas que saben pintar, esculpir el mármol, escribir, inventar...

     En el marco de esa Europa conmocionada por el descubrimiento de un nuevo mundo, nace Carlos. A simple vista, nada hacía prever que tan pronto el destino le tendría reservado el más grande poder que haya existido sobre la tierra.

     Al principio remarcaba que la historia de vida del Emperador, y con él la de su familia, es en gran medida la historia de Europa. Hijo de Juana de Castilla -la loca-, y de Felipe I el Hermoso; nieto por parte materna de Isabel la Católica y Fernando de Aragón, y por parte paterna de Maximiliano de Austria, el Emperador. Así, por una seguidilla de muertes, tal vez inesperadas, llega Carlos a ser rey y emperador.

     Cuando tenía 4 años, muere su abuela Isabel la Católica y es reconocido Príncipe de Castilla; en 1505, cuando muere su padre se convierte en duque de Borgoña; y en 1507 ya es soberano de los Países Bajos. Con 17 años, llegará a Tazones de Villaviciosa en Asturias, exactamente el 17 de septiembre, para hacerse cargo de la corona española. Las fuentes de la época describen al joven Carlos:

El nuevo rey, un muchacho increíble y disparatadamente joven, con una mandíbula muy pronunciada, no causó una impresión favorable en su primera aparición en España. Aparte de que miraba como un idiota, tenía el defecto imperdonable de que no sabía ni una palabra en castellano. Además ignoraba totalmente los asuntos españoles y estaba rodeado de un grupo de rapaces flamencos.

     Esta descripción, evidentemente proviene del partido fernandino, ya que debemos recordar que a la muerte de Isabel, Fernando de Aragón pretende asumir la dirección de los asuntos españoles y para ello realiza una campaña en contra de su nieto, y en favor del hermano menor de Carlos, Fernando, a quien El católico había nombrado regente de los reinos en su testamento de Burgos.

     Lo que sí es verdad, es que llegó rodeado por un séquito de flamencos que pronto se harían odiar no sólo por la Corte de Tordesillas, que acompañaban a la reina Juana, y por la nobleza castellana en general, sino también por toda España. Uno de los cronistas del Emperador, Pedro Mártir, los denominó las «esponjas chupadoras», y ellos eran en orden de importancia en el entorno de Carlos, Guillermo de Croy -Señor o Monsieur de Chièvres-, Adriano el cardenal, Jean Le Sauvage y Mercurino Gattinara.

      Así, estando Carlos en España, se entera de la muerte de su abuelo Maximiliano, por lo tanto deben comenzarse las gestiones por la elección del Imperio, ya que debemos recordar que el imperio alemán, o mejor el Emperador, era elegido por los electores, y si bien su abuelo había dejado todo debidamente negociado para que su nieto preferido fuera su sucesor, el archienemigo de Carlos, Francisco I de Francia, era uno de sus más firmes competidores. Pero, y gracias por un lado, a las gestiones de su tía Margarita de Austria, apoyada en los banqueros Fugger y Wesler, Gualterotto, Fornari y Vivaldi, y al gran pacto con los más importantes electores alemanes, y por el otro, al apoyo económico que -a regañadientes- le dio España y en especial Castilla, Carlos logra ser elegido emperador, en Francfort, en 1519.

     A partir de aquí, es fácil imaginar la cantidad de coronas que se ciñeron sobre su cabeza: en Europa lo vemos coronado en Aquisgrán, Rey de Romanos y Emperador Electo; en 1530 es coronado en Roma con la corona de hierro de los Reyes Lombardos; y en el mismo año en Bolonia, y por segunda vez, con la corona del Imperio, por Clemente VII. Pero esto no es todo, sólo veamos uno de los tantos documentos donde en el encabezado se enuncian todas sus posesiones:

     DON CARLOS, por la diuina clemençia, Emperador semper augusto, Rey de Alemania, de Castilla, de León, de Aragón, de las dos Çeçilias, de Iherusalen, de Nauarra, de Granada, de Toledo, de Valençia, de Galizia, de Mallorcas, de Seuilla, de Cerdeña, Córdoua, Córcega, de Murcia, de Jahén, de los Algarues, de Algezira, de Gibraltar, e de las yslas de Canaria, de las Yndias, yslas e tierra firme del mar océano, conde de Barcelona, señor de Vizcaya e de Molina, duque de Athenas e de Neopatria, conde de Ruysellón y de Cerdania, marqués de Oristán e de Goçiano, archiduque de Austria, duque de Borgoña e de Brauante, conde de Flandes e de Tirol, etcétera, administrador perpectuo de la orden de cauallería de Calatraua por actoridad apostólica(5).

     Ahora bien, hasta aquí no nos hemos salido de una época, y de unas posesiones, hemos descrito el aspecto general de Carlos a su llegada a España y el séquito que lo rodeaba. Siguiendo con su entorno, cumplen un papel fundamental las mujeres, sus mujeres. Algunas muy conocidas, otras menos conocidas. Por eso propongo al lector, una breve referencia a ellas.

     En primer lugar su madre, doña Juana. A ella prácticamente no la conocerá en sus primeros años, porque parte hacia España muy temprano, y Carlos queda bajo la crianza de su tía Margarita. Así, cuando Carlos llega a España, va a verla a Tordesillas:

     En 1517 el monarca Católico partió de Villanubla para Tordesillas, y aunque solicitado por algun grande para ser festejado en su casa, se dirigio, de un tirón, a Tordesillas con Doña Leonor, alojándose ambos en Palacio.
     La Reina (Doña Juana) había hecho adornar los departamentos respectivos. La Cámara, con tapices bíblicos, el comedor con un dosel y tapices de oro y seda, el dormitorio de tisú de oro de tres colores, uno tirando el carmesí, otro, terciopelo verde, otro, con figuras blancas, sobre oro; que resultaba muy rico, el retrete con tapicería esquisita de oro y seda con la Coronación de la Virgen, la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo, la adoración de los Reyes Magos con personajes de la ley antigua.
     El Departamento de Doña Leonor su hija (la hermana de Carlos), había sido preparado por la Reina à saber: la sala donde debía comer estaba tendida de tapices de boscage y con un dosel de terciopelo carmesí, bordado de tela de oro, trabajado a la italiana, segun bien se veia. El dormitorio estaba todo tapizado de paño de oro, de muy buen efecto, sobre todo de noche a la luz de las antorchas.
     Habia otra Camara, entre la del Rey y la del Señor de Chièvres, tapizada con la Historia de los milagros de Nuestra Señora, mencionados en el evanjelio(6).

     Al otro día de llegar:

     ... al entrar, el Rey hizo una profunda reverencia a su madre y lo mismo Doña Leonor que iba a su izquierda. Al ir a besarla la mano, la Reina la retiró y abrazó y besó a su hijo, como también a Doña Leonor. El rey la dirigio palabras de cariño y respeto. La Reina le tomo las manos con afecto. ¿Pero sois mis hijos? Cuánto aveis crecido!, y despues de otras muestras de cariño les dijo: Alabado sea Dios que os veo y pues que de tan lejos aveis venido, estareis fatigados. Retiraos a descansar, con lo cual todos se retiraron a sus Camaras(7).

     A partir de allí, muchas veces Carlos visitó a su madre en el encierro de Tordesillas, más de lo que se cree. Juana, en palabras de Manuel Fernández Álvarez, fue una víctima del poder de dos hombres: su padre, Fernando el Católico, y su marido. Lo que empezó siendo una depresión se transformó en una enajenación mental. No hubo compasión, pero sí la tuvo Carlos, y de derecho a pesar del estado de su madre, gobernó con ella los reinos de España; de hecho su madre murió un año antes que él, y un año antes de que Carlos abdicara definitivamente en su hijo Felipe.

     Sus hermanas también tuvieron un papel importante en su vida, y también son parte de la historia de Europa. Con Leonor tuvo una relación entrañable, de hecho se criaron juntos; su otra hermana es Catalina, a quien le negocia su casamiento con el rey portugués, don Manuel el Afortunado. La historia que lo vincula a su hermana María da muestras de la parte humana del Emperador: primero la casa, siguiendo la línea de alianza con Portugal, con Juan III, luego con Luis II, quien muere en una batalla, luchando contra el Turco. En este momento le ofrece el gobierno de los Países Bajos, pero al rey le llegan noticias de que María está triste, que no sale de su cámara. Carlos le escribe unas cartas bellísimas, que M. Fernández Álvarez ha encontrado en Bruselas, animándola a superar su pena.

     La Emperatriz es otra de las mujeres importantes de su vida. Princesa portuguesa, bellísima, su busto que se encuentra en el Museo del Prado, es el que inspiró a Tiziano para su retrato, ya que el pintor no llegó a conocer a la Emperatriz, y la tristeza del Emperador era tan grande cuando ella murió, que le encargó al pintor el retratarla y lo único que tenía a mano era ese busto, que aún hoy nos muestra la belleza de doña Isabel.

     Entre las peticiones que le hacen las Cortes y también los comuneros, al ver al rey tan extranjerizado, se encuentra el que se case con princesa portuguesa. Finalmente, y anulando un compromiso de boda con María Tudor, en 1526 Carlos se casa con Isabel de Portugal, y pasarán la luna de miel en la Alhambra de Granada, donde dicen, será concebido el futuro Felipe II.

     La relación con la Emperatriz será entrañable, ese matrimonio de conveniencia acaba siendo un matrimonio de amor, la promesa que se hacen si uno muriese, la resume el siguiente pasaje:

     Mostro cierto celo por las obras, los buenos deseos que años avia tenia puestos en el Alma. Como lo dijo al Prior de Granada Lupe y fray Martin de Angulo delante de su Confesor fray Juan de Regla de como estando casado con la Serenisima Emperatriz su muger tenia comentado entresi de Recogerse ambos, ella en un Monasterio de Monjas y el de frayles y como se murio la Emperatriz y a el se ofrecieron tantos embaraços (segun parece por su Cronica) en ninguna manera pudo verse libre dellos para cumplir tan santo proposito. Porque a dejarlos entonces se pudriera la Cristiandad.
     Desto es lo que quiso decir en aquellas palabras del Codicilio que hico en Yuste al fin de su vida(8).

     Además, la Emperatriz era muy querida por el pueblo, fue una lugarteniente perfecta, la que gobernaba durante las ausencias del rey. En momentos conflictivos, como cuando el Emperador requería a un profesor de la Universidad de Salamanca, y esta se oponía, porque decía que se estaban llevando a los mejores sabios del Estudio, era la Emperatriz la que escribía y la Salmantina, jamás le negó un pedido, cuestión que no se dio con el Emperador. Veamos por ejemplo el caso del doctor Salaya.

     El 28 de febrero de 1527, consta lectura en claustro de un requerimiento Real, según el cual se solicita que el doctor Salaya, que ocupa la cátedra de astrología, intervenga en el Consejo de la Inquisición, y también se solicita se mantenga su cátedra de propiedad. Se le conceden tres años de permiso y su cátedra queda convertida en media multa(9). Vencido el plazo del permiso, la Universidad recibe una provisión de la Reina, solicitando la renovación del permiso:

     mi protomédico y catedrático de Astrología en esa Universidad que me sirve de medico en el Consejo de la Santa General Inquisición(10).

     La carta de la Reina llega en momento de elección de rector, por lo que se toma la decisión de que quedase para hablar de ello, cuando hubiera nuevo rector. Nombrado éste no se retoma el tema hasta que, en diciembre, la Reina nuevamente envía una carta urgiendo la concesión del permiso que le es renovado, pero a los tres años se envía una nueva carta con pedido de renovación, pero esta vez es sometido su tratamiento a votación y nuevamente concedido el permiso.

     El Emperador sólo se casó una vez, y de su relación con la Emperatriz, nacieron sus hijos, Felipe (el futuro rey sucesor), María (que sería reina de Bohemia), y Juana (reina de Portugal). Dos hijos más conformaron su prole, Margarita, nacida antes de su boda y de una relación que tuvo con Juana Van der Gheyst, y de su relación con Bárbara de Blomberg, luego de la muerte de la Emperatriz -exactamente seis años después, nace Don Juan de Austria.

     Las relaciones entre Felipe y Carlos, eran de verdadero afecto. El hijo ve al padre como una figura de sublime grandeza, aunque él enfocará la política de otra manera. Siguió de cerca su educación, vivió su crianza -dicen que Felipe era muy consentido y de muy mal carácter, pero su padre, siempre que podía en las grandes fiestas de Palacio, le hacia montar un sitio donde el niño pudiera jugar, y él pudiera verlo-. Y sobre todo se preocupó de dejarlo «arropado» frente a la herencia que le legó. Creo que son las Instrucciones Secretas(11), las más interesantes de ver. En este sentido dejemos ahora hablar al Emperador, en esta magistral descripción de los personajes del entorno de poder y de sus maneras de ejercerlo y de cómo evitar la formación de un campo de contrapoder:

     El cardenal...(12) entrará con humildad y santidad, honradle, creedle en cosas de virtud, que él os aconsejará bien... en lo demás no os pongáis en sus manos solas...porque luego dyran que sois gobernado y por ventura que serya verdad(13)...
     El duque...(14) quisiera entrar con ellos, y creo que no fuera de vando syno del que le convyniera... De ponerle a él ni a otros grandes muy adentro en la governación os haveys de guardar, porque por todas vias que él y ellos pudyeren os ganarán la voluntad, que después os costará caro...
     A Covos tengo por fiel; hasta agora ha tenydo poca pación; agora paréceme que no le falta, no es tan trabajador como solía...El tiene experiencia de todos mis negocios y es muy informado dellos.
     En lo de don Joán haurá poco que dezir, porque le conoceys. Y aunque él se os figura algo áspero, no se lo deveys de tener a mal, antes deveys de tener muy cierto que el amor que os tiene, deseo y cuydado... y por eso no deveys de dexar de quererle mucho y honrarle y favorecerle...

     Hasta aquí, la descripción de lo que en realidad el entorno de poder es. En función de la premisa que sostiene que el poder no se tiene sino que se ejerce, es dable observar que si bien Carlos deja para su hijo «un equipo de gobierno impresionante» en realidad no es, a juzgar por lo que planteara en las Instrucciones Personales, que son anteriores en dos días, el perfil ideal para los Consejeros de un príncipe heredero.

     Entonces, ¿cuál ha de ser el perfil de los Consejeros, y por lo mismo cómo se «debería» caracterizar «el» entorno de poder del príncipe? El «deber ser» del poder es enunciado por Carlos en las Instrucciones Personales:

     Vuestro acompañamiento principal ha de ser de honbres viejos y de otros de edad razonable, que tengan virtudes y buenas pláticas y exenplos... y más adelante señala Apartad de vos todo género de gente deste arte y lisongeros, y hvyd dellos como del fuego, porque son mas peligrosos y entran por muchas maneras. Y por eso haueys de ser muy cauto en conocerlos, pronto y diligente en apartarlos de vos.

     Se observa un empeño especial en poner en evidencia que Felipe deberá evitar la pasión y la corrupción en sus acciones y en las de su entorno. Todos los asuntos contenidos en las Instrucciones los deberá mirar con el cardenal de Toledo, el Presidente(15) y Covos. De las cosas de la guerra, debe usar del duque de Alba, tener cuidado en el nombramiento de los corregidores siempre con acuerdo del entorno mas próximo, también deberá hacer todo lo que le dijera don Joan y por supuesto sin perder de vista la función de un verdadero príncipe cristiano: tener a Dios por sobre todas las cosas y ser justo y misericordioso.

     Podríamos enumerar todos y cada uno de los temas, problemas y cosas que sucedieron en el reinado de Carlos, sus relaciones con otros monarcas, las guerras ganadas y las perdidas. Pero he querido mostrar justamente la vida indiscreta de Carlos, y sobre todo he querido más que hablar de Carlos V, dejar que sea él quien les hablase.

     Su vida puede resumirse en sus propias palabras, cuando abdica:

     Nueve veces fui a Alemania la Alta, seis he pasado en España, siete en Italia, diez he venido aquí a Flandes, cuatro en tiempos de paz y de guerra. He entrado en Francia, dos en Inglaterra, otras dos fui contra Africa, las cuales todas son cuarenta, sin otros caminos de menos cuenta que por visitar mis tierras tengo hechos. Y para esto he navegado ocho veces el mar Mediterraneo y tres el Oceano de España y agora sera la cuarta que volvere a pasarla para sepultarme por manera que doce veces he padecido las molestias y trabajos de la mar. Y no cuento con estas la Jornada que hice por Francia a estas partes, no por alguna ocasion ligera, sino muy grave, como todos sabeis(16).

     Según el Marques de Valparaíso, el Emperador, ya en su retiro de Yuste, llevaba una vida austera:

     Su vida verdaderamente fue un dechado... vivia tan pobremente que mas parecian sus aposentos rovados por soldados que adornados por tan gran Principe. Solo avia en todos ellos unos paños negros como de luto y no en todos sino solo en los que Su Magestad dormia y una sola silla de caderas que era tan bieja y ruin que si se pusiera en venta no dieran por ella quatro Reales.
     Los vestidos de su persona eran harto humildes, Lo que tenia de mas valor eran quatro trincheros de plata para su servicio, claros que no avian en ellos una pieça dorada ni curiosa(17).

     Y es, precisamente en ese retiro voluntario de Yuste -cuando decide prepararse para la muerte- donde encontramos algunas anécdotas curiosas que nos muestran a Carlos «de entre casa»:

...De mas de lo dicho sucedio que estando un dia bueno en la cama, siete o/ocho dias antes de la enfermedad de que murio, affeytarle su Barvero criado antiguo de su casa (que gastava buen humor) dijole, Nicolas (que assi se llamaba) Saveys que estoy pensando? Respondio, qué Señor? Que tengo ahorrados dos mill coronas y tanteo como hacer con ellos mi funeral. El Barbero Replico, no cuyde su Magestad de esso, que si muriere y vivimos aca le haremos las onras. Mal lo entendeys, dijo El Cessar, ay grande differencia que caminar bien en llevar la luz detras o delante... De manera que el mayor caudal y ahorro del Cessar que tantos millones avia tenido en esta vida, eran dos mill escudos(18).

     Era muy amigo de la música:

     ... y que en dijeran los officios en canto de organo con tal que no cantasen sin frayles. Si bien eran catorce o quince los musicos. Respecto de aver llevado alli los monjes de la Orden conocia si entre ellos cantava otro y si erravan decia, fulano erro, tanto que unas visperas vino un contra/alto de Plasencia muy bueno, llegose al fascistal con los cantores, canta con ellos un verso muy bien pero no volvio a cantar el segundo. Porque vino luego uno de los Barberos corriendo y dijo al Prior que echase aquel Cantor fuera del Coro y uvo de callar. Entendia bien las musicas sentia y gustava della, que muchas veces le escuçhaban los frayles detras de la Puerta que salia al altar mayor. Le veian llevar el compas y cantar a consonancia (con los que cantavan) y si alguno errava, decia consigo mismo, aquel erro.
     Un maestro de Capilla de Sevilla presento a un cantor (que se decia Guerrero) un libro de Motetes que avia compuesto y misas, acavada la misa, el Emperador mando a llamar al Confesor y le dijo, que sutil ladron es ese guerrero, tal paso es fulano y tal de sutano, de que quedaron todos los cantores admirados(19).

     Tenía también algunos ratos de entretenimiento con sus criados, no menos graciosos y honestos:

     ...hacia llamar al Cocinero deciale ven aca Adriano no eçhaste con tal manjar la canela que avia menester. Respondia El Adriano Señor el Mayordomo tiene la culpa porque compra canela aneja que no tiene tanta fuerça como avia de tener. deciale ó Adriano que de dias ha que te conosco que siempre sus culpas quienes eçhar a otro y el gusto a donde estava?(20).

     Otras veces llamaba al panadero:

     deciale ven aca Pelayo, como tienen cuydado de Emborracharte siete veces cada semana, no le tendras en hacer buen pan para que yo pudiesse comer? (Porque tenia falta en los dientes(21).

     Carlos ingresa en el Monasterio de Yuste el 3 de febrero, y el 12 de noviembre el Emperador quiso visitar en persona las obras de acomodo que se realizaban, bajo la dirección de fray Juan de Ortega; todo lo encontró muy a su sabor. Mientras tanto vivió en Jarandilla, en el palacio del Conde de Oropesa. Finalmente llegó el día, y llegó la comitiva imperial a las cinco de la tarde: el Emperador fue hasta las gradas del altar mayor llevando a sus lados al conde de Oropesa y a don Luis de Quijada. Se siguió el Te Deum con órgano en la iglesia muy iluminada, el besamanos de la comunidad y el discurso obligado del P. Superior, que en su aturdimiento habló de paternidad al Emperador, hasta que discretamente, avisado por otro fraile, comenzó a tratarlo de Majestad... las campanas se hundían, y parece que sonaban más que otras veces e impedían gozar de la fiesta, cuenta un anónimo jeronimita(22).

     Carlos, el V Emperador, nos ha dejado un gran mensaje: supo abandonar el poder a tiempo, algo poco frecuente tanto ayer como hoy. Esto para él es un acto de exigencia moral: no puede ser un rey viajero, ni un rey soldado, y sobre todo, teme perjudicar a sus súbditos si sigue gobernando. No es fácil que un político llegue a esa conclusión, ni encontrar en la historia muestras de tanta lucidez. Su decisión de abdicar, que anuncia en Bruselas, no cae bien ni en Flandes ni en Roma, pero en Castilla se ve como lo que es: un signo de grandiosidad.

     Quienes se aferran ciegamente al poder no comprenden que una renuncia puede ser la mejor victoria de un hombre sobre sí mismo:

     El Emperador viéndose morir, ordenó que se trajese el crucifijo con que había muerto la Emperatriz, su querida esposa Isabel. Desde hacía tiempo lo guardaba en su cámara para este efecto, así como nueve velas blancas, probablemente procedentes de Montserrat, reservadas igualmente para el momento...

     Todos le acompañaban con sus candelas encendidas y el Emperador con pleno juicio, tomó en una mano su candela y en la otra el crucifijo, diciendo «Ya es tiempo... y cuando dio la última boqueada, dijo Jesús, de forma que todos lo oyeron...»(23).

     Eran las dos y media de la madrugada del 21 de septiembre de 1558, miércoles y fiesta de San Mateo.




1.       Según Ana Carabias, aquel 25 de febrero no equivale a nuestro actual 25 de febrero, porque nosotros contamos ahora según la reforma del calendario establecida por el papa Gregorio XIII, en el año 1582. En el año 1500, se contaba en Europa de acuerdo con la reforma del calendario ordenada por Julio César (elaborada por el astrónomo alejandrino Sosígenes) en el año 45 antes de C. Esta ordenación, provocaba un adelanto lento del tiempo del calendario respecto del ritmo «real» del Sol, de forma que en 1582 la reforma gregoriana se vio obligada a eliminar 10 días completos, de forma que el día 5 de octubre, aquel año sucedió el 15 del mismo mes. Por eso cabe pensar que, en función de nuestra forma de contar hoy los días, Carlos nació el equivalente a un 15 de enero, por lo que, el verdadero centenario en términos matemáticos habría que haberlo celebrado el 15 de enero de 2000.

2.       Nació en Gante Carlos, hijo de Felipe Archiduque de Austria, e de Doña Juana Princesa de Castilla a 25 de hebrero que fue bisexto y dia de San Mathias. Las cosas de cuyo tiempo acontecidas en diversas partes del mundo especial en España desde su nacimiento hasta que renuncio a todos sus Reinos y señorios en su hijo Don Felipe nuestro Señor escrivo aqui en suma por años cuento solamente de los años de nuestro Redentor Jesus Christo, por que assi como es mejor contar, tambien es mas cierto, Y no pongo mas del año sino pocas vezes, por que hasta para sumario, y ansi por que allo gran diferencia, y contrariedad en los dias, y aun en los mezes de los mas negocios.

Era Papa entonces, Alexandro sexto que celebro Jubileo con pocos peregrinos a causa de las guerras, y pestilencias de Italia.

Estavan los cavalleros de san Juan en la cumbre de sus fuerças y oficio, siendo gran maestre Pedro de Abuson, mas despues que perdieron a Rhodas, y lo que tenian en Grecia, en Inglaterra, y Alemania decayeron mucho.

Era Emperador y Rey de Romanos Maximiliano, Abuelo de Carlos, floreciendo entonces Alemaña en letras y christiandad, la qual ha perdido quasi del todo despues aca con las heregias de Lutero, y de otro falços y viciosos Doctores.

Reinava en Castilla, y en Aragon Los Catholicos Reyes Don Fernando, y Doña Isabel Abuelos de Carlos que sin duda entendieron bien el arte de Reinar. Tenian pas a la sason en toda Hispaña sino en Granada que se Alborotaron algunos moros, por lo qual les mandaron los Reyes que se christianassen, ose fuessen de sus Reinos aconsejo de Frai Hernando de Talavera primer Arçobispo de Granada y de Fray Francisco Ximenez de Cisneros Arzobispo de Toledo, confesores de la Reyna, continuavan la guerra de Berberia, y el descubrimiento, conquista y conversion de los yndios, y ayudaron a los venecianos contra turcos, que todo era loable, y santo, florecian en España entonces las armas, la justicia la religion, y otras buenas cosas justamente con letras, todo lo qual haido de bien en mejor pro gracia de Dios, y bondad del emperador, y assy tambien yra de aqui adelante por verdad del Rey Don Phelippe nuestro Señor. Ay empero gran diferencia de aquel tiempo aeste en muchas cosas, como es en gasto, y precio de cosas, de causa, sigun mi huizio de la mucha plata, y oro que de las yndias anos han venido.

Muere en Granada el Principe Don Miguel hijo del Rey Don Manuel Rey de Portugal, y de la Reyna Princesa Doña Isabel, que avia Ser Rey de Portugal, y Castilla.

Casa Doña Maria infanta de Castilla con Don Manuel Rey de Portugal, los quales engendraron seis hijos que fueron Juana, Luis, Fernando, Alonso, Enrique, Duarte, y Doña Isabel, que fue nuestra Emperatris, y a Doña Beatris Duquesa que fue de Saboja.

Gonçalo Hernandes de Cordoba que merecio renombre de gran capitan fue a ganar la çefalonia con armada española en compania de la veneçiana que llevo Benito de Pessaro capitan tambien excelente.

Reynaba en Cusco y Quito y otras infinitas provinçias del Peru Guayna Capa Rey riquissimo guerrero, y ydolatra.

Era Rey de Navarra Don Juan que perdio despues el Reino por Schismatico el qual vino a Sevilla estando alli este año los Reyes catholicos, y en Portugal, y Guinea Don Manuel que hizo por sus Capitanes grandes cosas en Assia por traer a Lisboa la especiaria.

Reinaba en Francia Luis XIJ, el qual teniendo pacifico su Reyno hazia guerra en Italia contra el Duque de Milan, y amenazava al Rey de Napoles.

Estava Inglaterra bien adelante Reinando Enrique VIII empero ha recevido aquella Isla muchos vanezes despues aca por dexarla verdadera Religion christiana, bien que la han restaurado nuestro Rey Don Phelipe, y la Reyna Doña Maria Su muger, y nuestra Señora.

Era Rey de Ungria, y de Boemia Vladislao, y tenia paz con el Turco, que no era poco, y de Polonia Alexandro que no tuvo hijos.

Y de Moscovia vasallo que acresento la Religion christiana tomando la costumbre y ritos de Roma.

Y de Dinamarca, y Noruega, Juan Padre de Christierno que perdio sus Reinos en los quales son ya lutheranos.

Y de Escosia Jacques el qual nombre han servido cinco Reyes uno tras otro.

Reinava en Napoles Fadrique que perdio el Reyno partiendolo entre si Luis, y Fernando, venecianos cuyo Duque a la sazon era Agustin Barbarrico favorecian al Rey de Francia, contra el Duque de Milan, y tenian guerra en Grecia con Baiazer que les puso en gran miedo y gasto.

El Duque de Milan Luis Sforza, perdio y cobro su estado, y fue preso aquel mismo avia, y llevado a Francia, donde murio despues que fue su pago por aver muerto a su sobrino Juan Galeaço, Mario Esforça, el qual era verdadero Duque.

Estava Genova por Françia, y avia muchos bandos en ella, pero despues ha mudado muchas vezes unas de Françeses y otras de Españoles, que como importa mucho de entrar en Ytalia, y para las cosas de mar todos la quieren, Ha enriquesido sobre manera con la amistad del Emperador nuestro Señor, Rey, aun que tambien ha perdido a Bonifacio con gran parte de Corcega.

Florençia era libre agora tiene Señor por soberbia de sus ciudadanos que se preciaron de françeses no estimando al Papa Leon, ni al Papa Clemente, sus vesinos, ni al Emperador Carlos V. Su superior sera que se governava por si, no esta libre agora.

Era Duque de Savoya Philiberto mas ya es deshecho aquel estado que tenia cinco ciudades principales y ...no tales y villas cercadas.

Reynava en Tunes Mahumet el qual tuvo muchos hijos en diferentes mugeres, que fue causa de grandes guerras.

Biblioteca Nacional de Madrid. Francisco López de Gomara, Anales del Emperador Carlos V. ( Ms. 1751. Papeles tocantes al emperador Carlos 5º, fol. 1-42).

3.       No puedo dejar de citar al iniciar este trabajo, la incansable labor que sobre la figura del emperador ha realizado de manera permanente del Prof. Don Manuel Fernández Álvarez. Así, entre la enorme producción en cantidad pero no en permanencia, podemos citar lo realizado por: C. Ranke, K. Brandi, P. Rasow; R. Menéndez Pidal, C. Sánchez Albornoz, R. Carande, J. Maravall, A. Domínguez Ortiz, F. Chabod, P. Chaunú, F. Braudel, J. Elliot, J. Lynch y B. Anatra, por resumir al extremo los estudios, en función de diferentes perspectivas que sobre Carlos V se han construido.

4.       Sería falaz y pretensioso el intentar hacer un análisis de las cuestiones relativas al Renacimiento y al Humanismo, cuando la bibliografía al respecto rebasa ya casi las posibilidades de trabajo de toda una vida -como ha demostrado Kristeller-. Véase especialmente: BURCKHARDT, J.: La cultura del Renacimiento en Italia. Barcelona. 1979 (2º edic.); KRISTELLER: The Renaissance. A reconsideration of the theories and interpretations of the Age. Madison. 1964; HAUSER, A.: Historia social de la literatura y el arte. Madrid. 1969; ROMANO, R.-TENENTI: Los fundamentos del mundo moderno. Edad Media tardía, Renacimiento y Reforma. Madrid. 1970; VON MARTIN, A.: Sociología del Renacimiento. México. 1974; FERNÁNDEZ ÁLVAREZ, M: La sociedad española del Renacimiento. Madrid. 1974; GARIN, E.: Medioevo y Renacimiento. Roma. 1990; y El hombre del Renacimiento. Roma. 1993; y HALE: La civilización del Renacimiento en Europa. (1450-1680). 1996. Con respecto al Humanismo español y a pesar de las teorías en contra de su existencia, sobre todo la de GIL FERNÁNDEZ, M: Panorama social de Humanismo español 1500-1800. Madrid. 1981; l Renacimiento en España es un hecho incuestionable: Ver FERNÁNDEZ ÁLVAREZ, M.: La sociedad española en el siglo de oro. Op. cit.; y BOUZA ÁLVAREZ, F.: El humanismo español. Madrid. 1996.

5.       Archivo Ducal de Medinaceli. Carlos V, rey de España y emperador de Alemania, vende a su secretario, don Francisco de los Cobos, la villa de Sabiote con sus vasallos, castillo y pertrechos de guerra. Monzón, 21 de noviembre de 1537. Sección Sabiote, legajo 1, documento 22. Fragmento.

6.       Biblioteca Nacional de Madrid. 1534, Carlos I de España y V de Alemania. Varias noticias y documentos para su historia. (Ms. 3825, fol. 336 y ss.)

7.       Ibidem.

8.       Biblioteca Nacional de Madrid. El Perfecto Desengaño, por el Marques de Valparaíso, del Consejo de Guerra de S. Magestad, Comendador de Villoria en la Orden de Santiago. 1638. Ms. 1161.

9.       Ibidem.

10.       Archivo de la Universidad de Salamanca. Claustros, 9 fol. 192.

11.       Instrucciones Secretas de Carlos V a Felipe II. Palamós, 6 de mayo de 1543. (Instrucciones confidenciales y secretas en las que el Emperador informa a su hijo de las cualidades y defectos de los principales ministros que deja a su lado, advirtiéndole de los peligros e incluso maquinaciones en que podría entrar).

12.       El Cardenal de Toledo

13.       Instrucciones Secretas. Op. Cit.

14.       El duque de Alba

15.       Fernando de Valdés

16.       Discurso de abdicación de los Países Bajos. Bruselas. 25 de octubre de 1555.

17.       El Perfecto Desengaño, Op. Cit.

18.       El Perfecto Desengaño, Op. Cit.

19.       Ibidem.

20.       Ibidem.

21.       El Perfecto Desengaño, Op. Cit.

22.       Biblioteca Vallicellana de Roma. Tratado inédito De recta spe filiorum Adae, de fray Bartolomé de Carranza.

23.       Ibidem.

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