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Cervantes' description of the mare's trappings as «asimismo de morado y verde» is considered by Clemencín to be an oversight. The critic notes that, «Sólo se había hablado de paño 'verde' y de terciopelo 'leonado'; esto es, 'rojizo' como el de la piel de los leones» (Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha, [Madrid: Castilla, 1967], p. 1596, n. 8).

Percas de Ponseti, on the other hand, observes that «el adverbio 'asimismo' en la frase 'el aderezo de la yegua era... asimismo de morado y verde,' indica que también viste morado su dueño». Professor Percas finds this to be significant, since «en cuanto al morado, color de la penitencia en el folklore español de ayer y hoy, así como en el simbolismo eclesiástico, sugiere la degeneración de los valores espirituales de Don Diego...» (Cervantes y su concepto, II, 338). The argument for symbol-metaphor is, however, displaced by Monique Jolie's recent finding:

Le Trésor de César Oudin apporte la preuve de ce que l'emploi d'asimismo est ici pleinement justifié face à leonado ou leonino color, ce fin traducteur donne en effet les quatre essais de définition qui suivent: 'fauve, de la couleur du lion, leonnin, il se prend aussi pour tanné'; tandis que morado color lui inspire cet autre commentaire: 'violet, pers, et selon aucuns c'est le gris brun ou le tanné obscur'. Le harnais de la jument reprend donc bien, dans une tonalité qu'on peut simplement imaginer plus sourde, le contraste bicolore du couvre-chef et du manteau».


(«Sémiologie», p. 55)                


 

62

Percas, Cervantes y su concepto, II, 395.

 

63

Rinconete y Cortadillo, p. 135: «Traía el uno montera verde de cazador»; D. Q. II, 30, p. 1152: «llegándose cerca, conoció que eran cazadores de altanería...; [hacanea] adornada de guarniciones verdes y con un sillón de plata. Venía la señora asimismo vestida de verde»; D. Q. II, 34, pp. 1185-86: «Diéronle a don Quijote un vestido de monte y a Sancho otro verde, de finísimo paño»; D. Q. II, 36, p. 1201: «Ahí te envío un vestido verde de cazador...».

 

64

Persiles, p. 712: «Periandro, con casaca de terciopelo verde y calzones de lo mismo, a lo marinero»; Las dos doncellas, pp. 381-82: «de parte de los que más se señalaban de las galeras lo hacía gallardamente un mancebo... vestido de verde, con un sombrero de la misma color adornado...»

 

65

D. Q., II, 31, p. 1077.

 

66

La Galatea, p. 173. It may be argued that the «mantellina de... vistosa tela verde» which «Princess Micomicona» puts on symbolizes the trickery and deceit in which Dorotea is engaged (See Percas, Cervantes y su concepto, II, 387). However, the narrator is careful to specify that, «Todo aquello, y más dijo que había sacado de su casa para lo que se ofreciese», implying that Dorotea's motivation in carrying such formal, green attire on her journey was the possibility of an eventual reunion with and marriage to Fernando. Moreover, narrative emphasis is on the costliness of Dorotea's garb, thus reflecting her status as the daughter of a wealthy farmer: «con que en un instante se adornó de manera que una rica y gran señora parecía», (D. Q. I, 29, p. 690).

 

67

La española inglesa, p. 180.

 

68

Persiles, p. 563.

 

69

Persiles, pp. 810-11.

 

70

Persiles, p. 815.