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221

36-7. S.: «le». (N. del E.)

 

222

36-9. S.: «su». (N. del E.)

 

223

36-12. S.: «de los dos». (N. del E.)

 

224

36-15. S.: «Salen dos mercaderes.» Sobra, en realidad, la acotación del manuscrito, porque se repite inmediatamente en forma más clara. Además, hay otra confusión aquí. La primera acotación no dice nada de ningún Mamí, y debe de ser la verdadera; bien pudo el copista que puso la segunda acotación gratuita («Un Pregonero, Mamí», etc.) haber leído Mamí por M. 1.º y 2.º (Mercaderes) o por Mo. (Moro), como se puso después. Y luego añadió «soldado cosario». La acotación de S., que no menciona a Mamí, es más lógica («Salen dos mercaderes»). Después del diálogo, muy al principio de esta escena, no vuelve a hablar ningún Mamí en todo el drama; pero sí los dos mercaderes hasta el final de la escena, de los que el uno es designado varias veces como «Moro». La confusión pudo arrancar de que el Mercader 2.º quiere dar el nombre de Mamí a Francisco. Pero nada significa aquí, porque lo pide la rima. En todo el drama la confusión en los nombres es grande. Véase también la segunda nota más adelante: en vez de Mamí, se llama el cosario Aydar. (N. del E.)

 

225

36-18. «Hurto frecuente y pequeño», según Eguílaz. «... diciendo que aquéllas le servirían otra vez de traer otra galima, que con este nombre llaman ellos (los turcos) a los despojos que de los cristianos toman.» (Cervantes, La española inglesa.) «De la presa que hazen, a que ellos llaman galima -los cautivos y mercaderias-, todas son del propio arraez señor del vajel, y juntamente de los que le ayudan a armarlo, y lo mismo es del dinero y joyas que se toman y saquean.» (Haedo, op. cit., fol. 17 r., col. 2.) (N. del E.)

 

226

36-19. Así el manuscrito. Pero debe leerse, «AYDAR», como trae S. (N. del E.)

 

227

36-19.: S.: «Si, y». (N. del E.)

 

228

36-20. S.: «segun salió en la». (N. del E.)

 

229

36-21. S.: «Dicen,,. (N. del E.)

 

230

36-22. Repetidas veces alude Cervantes a «las galeras de Nápoles», las cuales estuvieron durante algún tiempo bajo el mando del famoso D. Sancho de Leiva. (Véase a Persiles y Sigismunda en estas obras completas, II, pág. 103, y La Galatea, II, pág. 297.) (N. del E.)