Jornada tercera |
|
Salen
MANFREDO y
JULIA.
|
|
|
MANFREDO | Pues ¿por qué no la tuviste? | |
|
|
JULIA | Porque muy mal se resiste | | un determinado intento. | | Apenas abrí la puerta, | 5 | cuando dijo: «Amigo mío, | | yo sé que mi desvarío | | en ninguna cosa acierta. | | No digas al duque nada, | | pues sé que no ha de importar, | 10 | y es mejor el acabar | | con mi muerte esta jornada. | | ¡Quédate a Dios!» Y
salióse, | | sin podella resistir; | | y, aunque la quise seguir, | 15 | al punto desparecióse. | |
|
|
MANFREDO | Mucho descuido has tenido. | | ¿Por dó se fue? |
|
|
|
MANFREDO | ¿Que es posible que se fue? | |
|
|
JULIA | Del modo que he referido. | 20 | Mas, si no la puedes ver, | | mejor es que no esté en casa. | |
|
|
MANFREDO | ¿No sabes ya lo que pasa? | |
|
|
JULIA | Más de lo que he menester. | | [Aparte.] | ¡Ay de mí, cómo me veo, | 25 | puesta en dudosa balanza, | | esperando la esperanza | | cuando revive el deseo! | |
|
|
|
JULIA | No, nada: | | sólo digo que va tal, | 30 | que será el fin de su mal | | acabar desesperada. | |
|
|
MANFREDO | En eso echarás de ver, | | Camilo, bien claramente, | | que apenas hay acidente | 35 | que sea bueno en la mujer. | | Quieren do han de aborrecer, | | vanse de adonde han de estar, | | temen donde han de esperar, | | esperan do han de temer. | 40 |
|
|
JULIA | Pues si la vuelvo a encontrar, | | ¿quieres, señor, que la diga | | |
-fol. 159v-
| que te duele su fatiga? | |
|
|
MANFREDO | A nadie supe engañar; | | mas dile lo que quisieres, | 45 | como hagas que la vea. | |
|
|
JULIA | De modo haré que así sea, | | si haces como quien eres. | |
|
|
MANFREDO | ¿Qué es lo que tengo de hacer? | |
|
|
JULIA | Ni reñilla, ni afrentalla, | 50 | ni al padre suyo envialla. | |
|
|
MANFREDO | No sé cómo podrá ser. | | Sin duda, te dejó el pecho | | blando Julia con su llanto. | |
|
|
JULIA | Tanto, que, a entender tú el cuánto, | 55 | ya la hubieras satisfecho. | | ¿Lágrimas eran aquellas | | para no ablandar un canto? | | Y ¿hay cielo que se alce tanto | | do no alcancen sus querellas? | 60 | ¡Ah, señor Manfredo! |
|
|
MANFREDO | A fe, | | Camilo, que estás rendido. | |
|
|
JULIA | Tengo el corazón herido | | de lo que en Julia noté. | | El agradable reposo, | 65 | las razones tan sentidas, | | aquellas perlas vertidas | | por aquel rostro hermoso; | | los desmayos, los temores, | | la vergüenza y sobresaltos, | 70 | el darle el corazón saltos, | | en fin, el morir de amores, | | con otras cosas que, a vellas | | tú, señor, como las vi, | | así como han hecho a mí, | 75 | te ablandaran sus querellas. | |
|
|
MANFREDO | Vamos; que, pues ya se fue, | | no hay della tratarme más; | | mas si vuelve, le dirás... | |
|
|
|
MANFREDO | ¡Por Dios, que no sé qué! | 80 | Dicen que dejan hablar | | ya a la presa Rosamira. | |
|
|
JULIA | Esa cuerda es la que tira | | de tu gusto y mi pesar. | |
|
|
MANFREDO | Y he de procurar, si puedo, | 85 | hablalla, porque me importa. | |
|
|
JULIA | [Aparte.] | ¡En fin, mi ventura es corta; | | no hay que esperar en Manfredo! | | Mas, antes que el fin funesto | | llegue que temo y deseo, | 90 | yo echaré de mi deseo | | en la plaza todo el resto. | |
|
|
|
(Éntranse
JULIA y
MANFREDO.)
|
|
(Sale
ROSAMIRA con el vestido y rebozo de
PORCIA, y
PORCIA sale con el de
ROSAMIRA, con el manto hasta cubrirse todo el
rostro.)
|
ROSAMIRA | Abrázame, y a Dios queda, | | y de mi palabra fía. | |
|
|
PORCIA | Advertid, señora mía, | 95 | que es variable la rüeda | | de la Fortuna, y que es bien | | que a la prisión no volváis; | | porque, aunque sin culpa estáis, | | hasta agora no veo quién | 100 | os defienda. |
|
|
ROSAMIRA | Yo haré en eso | | lo que a entrambas más importe. | |
|
|
PORCIA | Dad en vuestras cosas corte | | sin temor de mi suceso: | | que a mí no me han de matar | 105 | por hacer tan buena obra, | | y yo sé que mi alma cobra | | en ella un bien singular, | | y en que vos no parezcáis | | está este bien escondido. | 110 | Idos, que siento rüido. | |
|
|
|
|
[Vase.]
|
|
-fol. 160r-
|
|
(Entra el
CARCELERO, en la mano un manto, la mitad de arriba abajo
de tafetán negro, y la otra mitad de tafetán verde.)
|
CARCELERO | ¡Vais norabuena, labradora hermosa! | | Si de volver gustáredes, prometo | | de daros puerta franca a todas horas, | 115 | y aun a todos aquellos que quisieren | | comunicar con mi señora. |
|
|
|
CARCELERO | No, sino no le den al delincuente | | procurador, y niéguenle abogado, | | ciérrenle los caminos y los medios | 120 | de su defensa, tápenle la boca; | | quedarse ha a buenas noches de la vida. | | ¡Oh señora! ¿Aquí estabas? Yo te
hacía | | en el otro aposento, donde sueles | | en ciega obscuridad pasar los días. | 125 | Orden es de tu padre que te pongas | | mañana, cuando salgas a la plaza, | | al triste, temeroso, amargo trance, | | este manto que ves, de dos colores. | | Ha ordenado también que te acompañen | 130 | la mitad de su guarda con insignias | | de dolor y tristeza, y que asimismo | | vaya la otra mitad de gala y fiesta. | | Al lado izquierdo has de llevar, señora, | | al verdugo, blandiendo el terso acero, | 135 | instrumento mortal que te amenace | | a muerte irreparable si, por dicha, | | venciere Dagoberto en tu deshonra. | | De verde lauro una corona hermosa | | al diestro lado ha de llevar un niño, | 140 | para que del suceso que resulte, | | alegre o triste, o ya el cuchillo corra | | por tu bella garganta, o ya tus sienes | | del vitorioso lauro veas ceñidas. | | Esto vengo a decirte, y no otra cosa. | 145 | ¿No me respondes? Pues a fe que sabes | | la voluntad que tengo de servirte, | | y que, como el soltarte no me pidas, | | |
-fol. 160v-
| porque, en fin, soy leal al señor mío, | | que no habrá cosa que por ti no haga, | 150 | y así, una pura voluntad te ofrezco. | | ¿Qué me respondes? |
|
|
|
|
(Éntrase
PORCIA.)
|
CARCELERO | ¡Estraño silencio es éste! | | ¡Mucho me da que pensar! | | ¡Mas téngola de ayudar, | 155 | aunque la vida me cueste! | |
|
|
|
(Entran
ANASTASIO y
CORNELIO.)
|
CORNELIO | De un mozo no conocido | | fiarte así, ¿quién tal vio? | |
|
|
|
|
ANASTASIO | ¿Hase de ir así vestido? | 160 |
|
|
CORNELIO | Con todo, digo que fue | | error conocido y claro. | |
|
|
ANASTASIO | A lo hecho no hay reparo. | | Mas, ¿no es éste? |
|
|
|
|
(Sale
ROSAMIRA con el embozo.)
|
ANASTASIO | Él es. Vengas en buen hora, | 165 | Rutilio, mi buen amigo. | |
|
|
CORNELIO | Tal estás, que afirmo y digo | | que eres pura labradora. | |
|
|
ANASTASIO | No porque estemos los dos, | | vayas el caso encubriendo. | 170 |
|
|
ROSAMIRA | Hermanos, yo no os entiendo; | | dejadme, y andad con Dios, | | que no soy la que pensáis. | |
|
|
ANASTASIO | No es de Rutilio la habla. | | ¡Mal mi negocio se entabla! | 175 | ¿Pues quién sois? ¿Adónde vais? | | O ¿quién os dio este vestido? | | Porque le conozco yo. | |
|
|
|
ANASTASIO | Y el vendedor, ¿quién ha sido? | 180 | Porque hasta que lo digáis, | | no habéis de pasar de aquí. | |
|
|
ROSAMIRA | ¡Desventurada de mí; | | mal término es el que usáis! | | No me quitéis el embozo, | 185 | porque a fe que os cueste caro. | |
|
|
ANASTASIO | ¡En amenazas reparo! | | Venga el vestido, o el mozo. | | ¿Qué dije? Muy mal hablé: | | este vestido os demando. | 190 |
|
|
|
(Sale
DAGOBERTO y un criado suyo.)
|
DAGOBERTO | Alza los ojos, mirando | | si la ves. |
|
|
ROSAMIRA | Ya me escapé; | | porque aquéste es Dagoberto, | | a quien yo vengo a buscar. | |
|
|
ANASTASIO | Pues qué, ¿piénsaste escapar? | 195 |
|
|
ROSAMIRA | Tenga; si no, juro, cierto... | |
|
|
DAGOBERTO | ¿Qué pendencia es ésta, amigos?
| |
|
|
ROSAMIRA | Príncipe, hablarte quisiera | | a solas, si ser pudiera, | | o no con tantos testigos. | 200 | Y, para facilitallo, | | mira quién soy. |
|
|
|
(Descúbrese
ROSAMIRA a sólo
DAGOBERTO.)
|
DAGOBERTO | ¿Qué es aquesto? | | Amigos, váyanse presto. | |
|
|
ANASTASIO | En gran confusión me hallo: | | que éste no es Rutil[i]o; no, | 205 | |
-fol. 161r-
| puesto que trae su vestido. | |
|
|
CORNELIO | Algún mal le ha sucedido. | |
|
|
|
|
ANASTASIO | Yo he de hablar a Rosamira, | | y della lo he de saber. | 210 |
|
|
|
DAGOBERTO | Señora, el verte me admira. | | ¿Cómo vienes deste modo? | | ¿Quién te puso en este traje? | |
|
|
[ROSAMIRA] | El tiempo, que es corto, ataje | 215 | el darte cuenta de todo. | | Sólo vengo a que me lleves | | luego a Utrino. |
|
|
|
ROSAMIRA | Y lo ordenado hasta aquí, | | ni lo intentes, ni lo pruebes. | 220 | No quiero en un cadahalso | | verme puesta, hecha terrero | | del vulgo bajo y grosero, | | ni a ti juzgado por falso. | |
|
|
DAGOBERTO | ¿Tienes más que me decir? | 225 |
|
|
|
|
|
DAGOBERTO | Mi aldeana hermosa, | | mal me sabéis persuadir. | | Vamos; que yo daré medio | | a lo que más nos importe. | 230 |
|
|
ROSAMIRA | Yo no sé otro mejor corte. | |
|
|
DAGOBERTO | Mil tiene nuestro remedio. | |
|
|
|
(Éntrase
ROSAMIRA,
DAGOBERTO y su criado.)
|
|
(Salen el
CARCELERO,
MANFREDO y
JULIA.)
|
CARCELERO | Señor, yo os pondré con ella; | | y, pues venís por su bien, | | a los dos nos está bien: | 235 | a mí, mostralla; a vos, vella. | | Si la prisión os he abierto, | | es que me da el corazón | | que tiene poca razón | | el príncipe Dagoberto. | 240 | Esperad aquí un poquito; | | entraré a llamalla yo. | |
|
|
|
CARCELERO | No, no; | | estése aquí el pajecito: | | que mejor es que haya gente, | 245 | por carecer de sospechas. | |
|
|
|
(Éntrase el
CARCELERO.)
|
JULIA | ¡Ay triste, con cuántas flechas | | me hiere Amor inclemente! | |
|
|
|
JULIA | Digo | | que es Julia muy desdichada. | 250 |
|
|
MANFREDO | No anduvo en irse acertada. | |
|
|
JULIA | Fue huyendo de su enemigo. | |
|
|
MANFREDO | Ésta es la duquesa; calla. | |
|
|
JULIA | ¡Qué cubierto el rostro tiene! | |
|
|
CARCELERO | Digo, señora, que viene | 255 | a hacer por vos batalla; | |
(Sale
PORCIA y el
CARCELERO.)
| y es de gentil contenencia | | y de persona despierta. | | Yo me quiero ir a la puerta, | | por si viene su excelencia. | 260 |
|
|
|
(Vase el
CARCELERO.)
|
MANFREDO | Aunque de quien sois se infiere | | y nace seguridad | | que no os toca la maldad | | que os ahíja el que no os quiere, | | será bien que vuestra lengua | 265 | descubra lo que hay en esto, | | porque su silencio ha puesto | | a vuestro crédito en mengua. | | Quien lleva en el desafío | | |
-fol. 161v-
| a la razón de su parte, | 270 | de hombre tierno, se hace un Marte; | | de flaco y torpe, con brío. | | Si estáis sin culpa, no os pene | | que Dagoberto sea tal, | | que el mundo no le dé igual | 275 | en cuantos valientes tiene; | | porque sabed, Rosamira, | | que los filos de verdad | | cortan con facilidad | | las armas de la mentira. | 280 | Y si acaso estáis culpada, | | y de amor la culpa fue, | | asimismo probaré | | con el contrario mi espada: | | que en fe de que él no hizo bien | 285 | en descubrir lo secreto, | | de mi vitoria os prometo | | que os den más de un parabién. | | Y soy persona que puedo | | prometer esto y aun más. | 290 | ¿Para qué en silencio estás? | | Habla: desecha ya el miedo. | |
|
|
PORCIA | Esta noche, y no durmiendo, | | porque entre el sueño y mis cuitas | | nunca el reposo hizo treguas, | 295 | ni de veras ni de burlas, | | digo que, estando despierta, | | desvelada en mis angustias, | | se me ofreció ante mis ojos | | de ti mesmo una figura. | 300 | Las razones que aquí has dicho | | dijo aquel tú, y otras muchas, | | que todas se encaminaban | | a desear mi ventura. | | Dijo que le asegurase | 305 | de mi inocencia o mi culpa, | | aunque, de cualquier manera, | | se ofrecía a darme ayuda. | | Yo, sepultada en silencio | | y con el miedo confusa, | 310 | hice lengua de los ojos, | | por tener la lengua muda; | | con ellos le di a entender | | ser traidor el que me acusa, | | y que mi silencio nace | 315 | de considerada astucia. | | Ya la visión se volvía, | | cuando vi, sin poner duda, | | entre el sí y el no una sombra; | | ¿qué digo sombra?, a la luna | 320 | vi y al sol en dos mejillas | | de una doncella importuna | | que, arrodillada a tu imagen, | | tales razones pronuncia: | | «Yo soy -dijo-, señor mío, | 325 | la desventurada Julia, | | que, cual Clicia, voy siguiendo | | esa luz del sol y tuya. | | Soy quien te ha entregado el alma | | con la fe más tierna y pura | 330 | que vio Amor en cuantos pechos | | ha rendido a su ley justa. | | Tú ofreces favor a quien | | ni te quiere ni te escucha, | | y niegas de dar oídos | 335 | a quien te sigue aunque huyas. | | Promete, acorre, defiende, | | ofrece, trabaja y suda: | | que amor tiene decretado | | que al fin fin yo he de ser tuya». | 340 | A estas sentidas razones | | acompañaba una lluvia | | de vivas líquidas perlas, | | correos de su tristura. | | Tu imagen se le humilló, | 345 | y aun le dijo: «Estad segura, | | señora, que he de ser vuestro, | | a pesar de la fortuna». | | Si esto es así, ¿qué me ofreces? | | |
-fol. 162r-
| ¿Para qué siempre procuras | 350 | otro bien, si te da el cielo | | el mayor, dándote a Julia? | | Mas, ¿con quién hablo, cuitada? | | La misma visión, sin duda, | | es aquesta que vi anoche, | 355 | o en muy poquito se muda. | | Del varón, ésta es la imagen; | | la de aquéste, la de Julia. | | ¡Oh visiones amorosas, | | dejadme en mi desventura, | 360 | idos a buscar verdades, | | y no os curéis de mis burlas; | | haced cierto lo que amor | | os da a entender por figuras! | | ¿No os vais? Por Dios que dé gritos: | 365 | que mis ojos no acostumbran | | a ver visiones, aunque éstas | | más alegran que atribulan. | | ¿No os vais? A fe que dé voces. | | ¿No hay ninguno que me acuda? | 370 |
|
|
MANFREDO | Ya nos vamos; calla un poco. | | ¡Ella está loca, sin duda! | |
|
|
JULIA | Antes parece profeta. | | ¿Quién le ha dicho lo de Julia? | |
|
|
MANFREDO | ¡Calla, que su guarda vuelve! | 375 | ¡El alma llevo confusa! | |
|
|
|
(Vanse
MANFREDO y
JULIA, y entra el
CARCELERO.)
|
CARCELERO | Otro Cipión está abajo, | | que, si aqueste no os contenta, | | por sacaros desta afrenta, | | se pondrá en cualquier trabajo. | 380 | Vestido trae de villano; | | pero a fe que es caballero: | | que el lenguaje no es grosero | | y el brío es de cortesano. | | Dice que os quiere hablar, | 385 | y yo estoy puesto en que os hable. | | Hablad más, mostraos afable, | | que os mata tanto callar. | |
|
|
|
(Vuelve a salir el
CARCELERO.)
|
PORCIA | Si fuese Anastasio... ¡Ay cielos! | | ¿Qué he de hacer si acaso es él? | 390 | ¿He de estar muda con él, | | o hele de decir mis duelos? | | ¡En gran confusión me veo! | | Ingenio, cielos, ayuda: | | que no es posible estar muda | 395 | con tan parlero deseo. | |
|
|
|
(Entra
ANASTASIO y
CORNELIO, su criado, y el
CARCELERO.)
|
CARCELERO | Despachad con brevedad, | | no os suceda algún desmán, | | que estos negocios están | | de muy mala calidad. | 400 | Que el silencio desta dama | | tiene a Novara suspensa, | | y no imagino en qué piensa | | la que no piensa en su fama. | | Yo estaré con ojo alerta | 405 | por algún pequeño espacio, | | mirando si de palacio | | alguno llega a esta puerta. | |
|
|
|
(Éntrase el
CARCELERO.)
|
|
|
PORCIA | ¿El que envió este papel? | 410 |
|
|
ANASTASIO | Señora, yo soy aquel | | que ha mucho que el alma os di; | | soy quien por vuestra desgracia | | a más desventuras vino | | que las que vio en su camino | 415 | |
-fol. 162v-
| el gran músico de Tracia; | | soy aquel que alegre piensa, | | fiado en vuestro valor, | | poner la vida y honor | | y el alma en vuestra defensa. | 420 |
|
|
PORCIA | ¿No leístes la respuesta | | que os llevó la labradora? | |
|
|
ANASTASIO | No la he visto más, señora, | | y harto el buscarla me cuesta. | |
|
|
PORCIA | Quizá, como forastera, | 425 | debió de errar la posada. | | ¡Pues a fe que es avisada, | | y que os fue buena tercera! | | En efeto, correspondía | | con justos comedimientos, | 430 | que vuestros ofrecimientos | | con el alma agradecía, | | y que de mi honestidad, | | que ahora la infamia lleva, | | hiciésedes vos la prueba | 435 | que os mostrase la verdad. | | Jurábaos que Dagoberto | | jamás en dicho o en hecho | | pudo ver cosa en mi pecho | | que apruebe su desconcierto. | 440 | En vuestros brazos valientes | | me resignaba, y ponía | | en ellos la suerte mía, | | segura de inconvenientes. | | Ofrecía, finalmente, | 445 | de tomaros por esposo: | | señal de que es mentiroso | | Dagoberto, y yo inocente. | |
|
|
ANASTASIO | ¡Oh dulce fin de mis males | | y principio de mis bienes, | 450 | cielo que en la tierra tienes | | glorias que son sin iguales! | | Vesme rendido a tus pies; | | dispón a tu voluntad | | con toda seguridad | 455 | de cuanto valgo. |
|
|
PORCIA | ¿No ves | | que soy tuya y que a ti toca | | disponer de mí a tu gusto? | |
|
|
ANASTASIO | ¡Alma, ahora sí que es justo | | que os vuelva este gusto loca! | 460 |
|
|
CORNELIO | Déjate desas sandeces; | | haz, señor, lo que has de hacer: | | que no es tiempo de expender | | el tiempo así todas veces. | | Recíbela por esposa; | 465 | acaba, y vamos de aquí. | |
|
|
|
PORCIA | Sí, y me tengo por dichosa. | |
|
|
ANASTASIO | Pues dadme esa hermosa mano, | | y tomad mi fe y la mía. | 470 |
|
|
|
(Danse las manos.)
|
PORCIA | Veisla ahí; que una porfía, | | cualquier risco vuelve en llano. | |
|
|
ANASTASIO | Ya, pues, que hasta vuestro cielo | | levantaste mi caída, | | sed, mi señora, servida | 475 | de alzar dél el negro velo, | | para que las luces bellas | | vea cúyos rayos fueron | | los que han hecho y deshicieron | | las nubes de mis querellas, | 480 | y para que, con su llama | | alentado el corazón, | | de la esperada quistión | | se prometa triunfo y fama. | |
|
|
PORCIA | No verán ojos mortales, | 485 | destos que vos amáis tanto, | | levantado el negro manto, | | ni más alegres señales, | | hasta que mi fama obscura, | | a pesar de Dagoberto, | 490 | vuelva por vos a buen puerto | | limpia, alegre, clara y pura. | | |
-fol. 163r-
| Y perdonadme, señor, | | negaros la primer cosa | | que pedís a vuestra esposa. | 495 | Echad la culpa a mi amor. | |
|
|
ANASTASIO | Dadme un abrazo siquiera. | |
|
|
|
CORNELIO | Vamos, y espere mañana | | vuestro invierno primavera. | 500 |
|
|
|
(Vanse
ANASTASIO y
CORNELIO.)
|
PORCIA | Hasta ahora, en popa el viento | | lleva mi barca amorosa. | | ¡Oh Fortuna poderosa, | | condúcela a salvamento! | |
|
|
|
(Éntrase
PORCIA.)
|
|
(Sale
JULIA con una rica rodela y una espada, todo en la mano;
sale también
MANFREDO.)
|
JULIA | En fin, ¿las armas son éstas | 505 | que señaló Dagoberto? | |
|
|
|
JULIA | Él está en lo cierto; | | que son livianas y prestas, | | y él tiene fama de diestro | | y de ligero además. | 510 |
|
|
|
(Toma
MANFREDO la espada y la rodela.)
|
MANFREDO | Muestra, Camilo, y verás | | cómo soy dellas maestro. | |
|
|
JULIA | Pues ¿con quién te has de probar? | |
|
|
|
|
GÜÉSPED | ¡Ah, Camilo, pesia mí! | 515 | Venid, que os ando a buscar | | más ha de un hora. |
|
|
JULIA | Pues bien, | | ¿qué hay de nuevo? |
|
|
GÜÉSPED | Que os espera | | vuestra mujer allí fuera. | |
|
|
|
GÜÉSPED | Y aun de bien, | 520 | según su traje. |
|
|
|
MANFREDO | Si Julia es, | | hazla entrar. |
|
|
JULIA | ¿Qué harás después | | de entrada? |
|
|
MANFREDO | Yo determino | | de hablarla y ver qué es su intento. | 525 |
|
|
JULIA | ¿Y enviarásla do dijiste? | |
|
|
|
JULIA | No; que la triste | | no puede más, según siento. | | ¡Oh, a qué buen tiempo llegaste! | | Güésped, yo os lo serviré. | 530 | ¿Y el vestido que ordené? | |
|
|
|
|
(Éntrase
JULIA a vestirse de mujer lo más breve que se
pueda.)
|
MANFREDO | Si otra rodela tenéis, | | id por ella, y volved luego. | |
|
|
GÜÉSPED | ¿Queréis probar en el juego | 535 | lo que en las veras haréis? | |
|
|
|
GÜÉSPED | Yo vuelvo presto | | con una que es de provecho. | |
|
|
|
(Éntrase el
HUÉSPED.)
|
MANFREDO | El corazón en el pecho | | me da saltos. ¿Qué es aquesto? | 540 | Mas, si anuncia que es verdad | | lo que Rosamira dijo, | | por vanas cuentas me rijo. | | ¿No tengo yo voluntad? | | ¿Cómo? ¿Sentidos no tengo? | 545 | ¿No tengo libre albedrío? | | ¿Pues qué miedo es éste mío? | | ¡Mal con mi esfuerzo me avengo! | | ¿Con qué, para que me venza, | | Julia me ha obligado a mí? | 550 | Pues no es señal verla aquí | | |
-fol. 163v-
| de amor, mas de desvergüenza. | | ¿A dicha, solicitéla? | | ¿Dónde vee ricos despojos? | | ¿Viéronla jamás mis ojos, | 555 | o, por ventura, habléla? | | No, por cierto. ¿Pues qué cargo | | me puede Julia hacer? | | ¿Que me quiere y es mujer? | | No me faltará descargo. | 560 |
|
|
|
(Vuelve a entrar el
GÜÉSPED con una rodela.)
|
|
MANFREDO | Toma tu espada, | | y vente hacia mí con ella. | | Muy mejor fuera no vella. | |
|
|
|
|
|
MANFREDO | Poco importa; desenvaina. | |
|
|
GÜÉSPED | Más seguro es con la vaina. | |
|
|
MANFREDO | ¡Mucho me das que pensar, | | Julia! |
|
|
GÜÉSPED | Mas yo desenvaino. | | ¿Estoy bien puesto? ¿No entiendes, | 570 | señor? ¿De qué te suspendes? | | Si no te ensayas, envaino. | |
|
|
MANFREDO | No vella fuera mejor, | | digo otra vez y otras ciento. | | Vente a mí. |
|
|
GÜÉSPED | ¡Dios ponga tiento | 575 | en sus manos! |
|
|
MANFREDO | ¡Las de amor | | son las que me desatientan! | |
|
|
GÜÉSPED | ¿Qué es lo que entre dientes hablas? | |
|
|
MANFREDO | ¡Mal tus negocios entablas, | | amor, cuando al fin afrentan! | 580 | Ponte en aquesta postura, | | la rodela junto al pecho, | | y parte con pie derecho. | | ¡Estraña desenvoltura | | ha sido la desta loca! | 585 |
|
|
GÜÉSPED | ¿Qué es lo que dices, señor? | |
|
|
MANFREDO | ¡A qué locura, oh Amor, | | tu locura me provoca! | | No hay piloto tan famoso | | que en tus mares no se ahogue; | 590 | hieres, amor, como azogue | | penetrante y bullicioso. | |
|
|
GÜÉSPED | Cordura será dejarte, | | mejor sazón aguardando: | | que estás del Amor tratando, | 595 | cuando has de tratar de Marte. | |
|
|
|
|
MANFREDO | Si él aquesta treta tienta, | | bien sé yo la contra della. | 600 | ¡Válate Dios, la mujer, | | cuál me tienes sin porqué! | |
|
|
|
(Entra
TÁCITO.)
|
TÁCITO | Señor güésped, oígame, | | que una merced me ha de hacer, | | y es que me preste su haca | 605 | para ver el desafío | | mañana. |
|
|
GÜÉSPED | A la fe, hijo mío, | | ya no puede andar de flaca. | |
|
|
TÁCITO | No importa: que poco peso | | y no he de estar mucho en ella. | 610 |
|
|
GÜÉSPED | Sobre su espinazo está | | subido un palmo de hueso. | |
|
|
TÁCITO | Haréle la silla atrás | | o adelante, si es que importa. | |
|
|
GÜÉSPED | ¿No sabéis que es pasicorta, | 615 | y que es rijosa además? | |
|
|
TÁCITO | Yo le tiraré del freno | | y me pondré desviado | | de otras bestias. |
|
|
GÜÉSPED | Hale dado | | torozón de comer feno. | 620 |
|
|
TÁCITO | Tendréla yo sin comer | | dos días y sanará. | |
|
|
GÜÉSPED | Para comer, sana está; | | pero no para correr. | |
|
|
-fol. 164r-
|
TÁCITO | ¿Yo corrella? ¡Ni por lumbre! | 625 |
|
|
GÜÉSPED | Digo que está ciega y manca. | |
|
|
[TÁCITO] | Eso no importa una blanca. | | ¿No sabe ya mi costumbre? | | Que correré sobre un palo, | | sin pies y manos, si quiero. | 630 |
|
|
MANFREDO | ¡Qué gracioso chocarrero! | |
|
|
GÜÉSPED | No es el jinete muy malo, | | que no acaba de entender | | que no la quiero prestar. | |
|
|
TÁCITO | ¡Acabara yo de hablar! | 635 |
|
|
|
TÁCITO | Pues présteme seis reales | | para alquilar un rocín. | |
|
|
GÜÉSPED | ¿Yo prestar? ¡Ni aun un cuatrín! | |
|
|
TÁCITO | ¿Tanto era, pesia mis males? | 640 | ¿Pedíalo algún chocante | | o algún mozuelo ordinario, | | sino un mero bacalario, | | diestro músico estudiante? | |
|
|
MANFREDO | Veislos aquí. Andad con Dios, | 645 | que vuestro donaire fuerza | | a que os den más. |
|
|
TÁCITO | Y esme fuerza, | | señor, llevar otros dos | | para alquilar un pretal | | de cascabeles. |
|
|
|
TÁCITO | Vuestra liberalidad | | es de persona real. | | ¡Oh, si al pretal se añadieran | | un par de espuelas! |
|
|
|
GÜÉSPED | Pedí un puño de esmeraldas. | 655 |
|
|
TÁCITO | ¿Qué mucho que las pidieran? | | Tan aína este señor | | las tuviera aquí a la mano. | |
|
|
GÜÉSPED | Idos en buen hora, hermano. | |
|
|
TÁCITO | Prospere el cielo tu honor, | 660 | y a tu haca dé salud, | | y a mí gracia de corrella. | |
|
|
GÜÉSPED | ¡No echaréis la pierna en ella, | | por vida de Cafalud!, | |
(Vase
TÁCITO.)
| que éste es mi nombre. |
|
|
MANFREDO | Camina, | 665 | que me importa quedar solo. | |
|
|
GÜÉSPED | Encubierta trae este Apolo | | su angélica faz divina. | |
|
|
|
(Vase el
GÜÉSPED y entra
JULIA muy bien adrezada de mujer, cubierta con su manto
hasta los ojos, y pónese de rodillas ante
MANFREDO.)
|
JULIA | Si no halla en tu valor | | disculpa mi atrevimiento, | 670 | en las disculpas no siento | | que la puede haber mejor; | | y si no tiempla el rigor | | de tu indignación mi pena, | | acabaré esta jornada | 675 | culpada y desesperada, | | como mi suerte lo ordena. | |
|
|
MANFREDO | Levanta, señora mía, | | que esta tu tamaña culpa | | el deseo la disculpa | 680 | que en tus entrañas se cría: | | que de Amor la tiranía | | a peores cosas fuerza, | | y sé yo por experiencia | | que no hay hacer resistencia | 685 | a los golpes de su fuerza. | | Pues ya Amor me ha descubierto | | tus pasos, tu intento y celo, | | descúbreme tú ese cielo | | que traes con nubes cubierto; | 690 | y si lo ignoras, te advierto | | que son seguras verdades | | las que la experiencia apura: | | que es parte la hermosura | | para mudar voluntades. | 695 |
|
|
-fol. 164v-
|
JULIA | Harélo, como es razón; | | mas, ¡ay de mí!, que barrunto | | que ha de llegar en un punto | | mi muerte y tu admiración. | | No te espante esta visión | 700 | ni este nunca visto estilo; | | que el amor que en mí se esmera, | | de Julia la verdadera | | hizo un fingido Camilo. | |
|
|
MANFREDO | Gran desenvoltura es ésta, | 705 | Camilo, y pensando voy | | por qué te burlas si estoy | | más de luto que de fiesta; | | y es cosa muy descompuesta | | burla de tal proceder | 710 | en tiempo turbado y triste; | | y el que de mujer se viste, | | mucho tiene de mujer. | |
|
|
JULIA | Julia soy la desdichada, | | y, entre mi pena crecida, | 715 | más siento el no ser creída, | | que siento el ser mal pagada. | | Como no repara en nada | | aquel que llaman Amor, | | quiere que sus hechos cante | 720 | Julia vuelta en estudiante, | | que primero fue pastor. | | Soy la que vio Rosamira | | en visión ante tus pies; | | soy, señor, la que no es | 725 | en los ojos de tu ira; | | soy la que de sí se admira, | | viendo las muchas mudanzas | | que Amor en sus trajes pone, | | y que en ninguno dispone, | 730 | el fin de sus esperanzas. | |
|
|
MANFREDO | Yo te creo, pues tus ojos | | no pudieran fingir tanto | | que mostraran con su llanto | | entregarme tus despojos. | 735 | Pon ya tregua a tus enojos, | | Julia hermosa, y ven conmigo: | | que quizá en estos rodeos | | descubrirán tus deseos | | que no es Amor tu enemigo. | 740 | Servirásme de padrino | | en la batalla que espero: | | que por gentileza quiero | | ponerme en este camino; | | y si el cielo y el destino | 745 | ordenan que yo sea tuyo, | | no por salir a este trance | | se ha de borrar este lance, | | y más si yo no le huyo. | | No te arrodilles; levanta, | 750 | que eres mi igual, y aun mejor. | |
|
|
|
(Éntrase
MANFREDO.)
|
JULIA | De hoy más diré que es, Amor, | | tu rigor blandura santa; | | ya [a] mi pena se adelanta | | mi gozo; ya me contemplo, | 755 | libre del mar de mis penas, | | colgar, ¡oh Amor!, las cadenas, | | en los muros de tu templo. | |
|
|
|
(Éntrase
JULIA.)
|
|
(Suenan trompetas tristes: sale el
DUQUE DE NOVARA con su acompañamiento y dos
jueces; siéntase en su trono, que ha de estar cubierto de luto, y
dice:)
|
-fol. 165r-
|
DUQUE | Traigan a Rosamira de aquel modo | | que yo tengo ordenado. |
|
|
UNO | Ya ella viene, | 760 | según lo dice el triste son que suena. | |
|
|
|
(Sale
PORCIA cubierta con el manto que le dio el
CARCELERO, acompañada de la mesma manera que
dijo, con la mitad del acompañamiento enlutado y la otra mitad de
fiesta; el
VERDUGO al lado izquierdo, desenvainado el cuchillo, y
al siniestro, el niño con la corona de laurel; los atambores delante
sonando triste y ronco, la mitad de la caja de verde y la otra mitad de negro,
que será un estraño espectáculo. Siéntase
PORCIA, cubierta, en un asiento alto que ha de estar a
un lado del teatro, desviado del de su padre; entran asimismo
DAGOBERTO y
ROSAMIRA, como peregrinos embozados, [y
TÁCITO].)
|
DUQUE | ¿Cómo no viene Dagoberto? ¿Espera | | que se le pase el día, pues ya es hora? | |
|
|
JUEZ | Sin duda, debe ser éste que viene: | | que el actor es costumbre se presente | 765 | antes que el reo en la estacada. |
|
|
DUQUE | Es claro. | |
(Entra
ANASTASIO, y
CORNELIO por padrino, y
ANASTASIO viene cubierto el rostro con un
tafetán; viene con sus atambores; serán los mismos que trujeron a
PORCIA.)
| ¿No es éste Dagoberto? |
|
|
ANASTASIO | Ni aun quisiera | | serlo por la mitad de todo el mundo. | |
|
|
|
ANASTASIO | Su enemigo, sólo en cuanto | | lo es de la duquesa Rosamira, | 770 | cuya defensa tomo yo a mi cargo. | |
|
|
|
|
DUQUE | Cajas oigo sonar; él es, sin duda. | |
|
|
|
(Entra
MANFREDO con un tafetán por el rostro; trae a
JULIA por padrino, que asimesmo viene embozada.)
|
-fol. 165v-
|
JUEZ | Tampoco es éste Dagoberto. |
|
|
DUQUE | El talle | | no nos dice que es él. |
|
|
JUEZ | Sin duda, pienso | 775 | que ha de tener de sobra defensores | | la duquesa. |
|
|
|
JUEZ | ¿Quién sois o a qué venís, buen
caballero? | |
|
|
MANFREDO | El saber quién yo sea importa poco; | | saber a lo que vengo, sí que importa: | 780 | a defender a la duquesa vengo. | |
|
|
|
ROSAMIRA | No los conozco | | ni sé quién puedan ser. |
|
|
ANASTASIO | A mí me toca | | por derecho y razón esa defensa, | | pues fui el primero que llegué a este punto. | 785 |
|
|
TÁCITO | Razón tiene el primero, o yo sé poco | | desto de desafíos y estacadas. | |
|
|
JUEZ | A la duquesa toca el declararse | | cuál quiere de los dos que la defienda. | |
|
|
|
ANASTASIO | Y yo por tal la tengo. | 790 |
|
|
MANFREDO | Y yo también: que no me queda cosa | | por saber de las leyes de la guerra. | |
|
|
DUQUE | Pregúntenselo, pues, y vean qué dice | | mi hija. ¡Oh nombre dulce, cuando el cielo | | quiso que sin escrúpulo llegase | 795 | a mis oídos! |
|
|
|
UNO | El duque, mi señor, dice, señora, | | que estos caballeros han venido | | a ser tus defensores, y que escojas | | cuál quieres de los dos que te defienda. | 800 |
|
|
PORCIA | En Dios y en el primero deposito | | mi agravio, mi inocencia y esperanza. | |
|
|
DAGOBERTO | ¿Labradora es ésta? Mejor me ayude | | el cielo que la crea. Ya se tarda | | mi criado. |
|
|
ROSAMIRA | Confusa estoy, amigo. | 805 | No sé en qué ha de parar tan grande enredo. | |
|
|
JUEZ | Bien se oyó lo que dijo; a vos os toca, | | señor, su defensa. |
|
|
MANFREDO | Tener paciencia | | es lo que más importa en este caso; | | basta que se ha mostrado al descubierto | 810 | mi voluntad. |
|
|
DUQUE | El cielo así os lo pague | | como yo os lo agradezco. |
|
|
JUEZ | No hay disculpa | | que pueda disculpar ya la tardanza | | |
-fol. 166r-
| de Dagoberto. |
|
|
|
TÁCITO | Ciégale, San Antón; quémale un brazo; | 815 | destróncale un tobillo; nunca acierte | | a venir a este sitio; salga en palmas | | nuestra buena duquesa, que es un ángel, | | una paloma duenda, una cordera, | | que no tiene más hiel que cuatro toros. | 820 |
|
|
|
(Entra un
CORREO con una carta.)
|
CORREO | Es de tanta importancia este despacho | | que traigo, ¡oh buen señor!, que me es forzoso | | dártele aquí; que así me lo mandaron, | | porque es de Dagoberto, y que te importa. | |
|
|
DUQUE | ¿De Dagoberto? Muestra cómo es esto. | 825 | ¿Cómo toma la pluma por la espada? | | ¿Tiempo es éste de cartas? |
|
|
|
JUEZ | Vuestra excelencia vea | | lo que la carta dice. |
|
|
|
DAGOBERTO | Parece que se turba el duque. |
|
|
ROSAMIRA | ¡Ay triste! | 830 | ¡Cuánto mejor nos fuera habernos ido | | y esperar desde lejos el suceso | | deste tan grande enredo y desventura! | | ¡Temblando estoy! |
|
|
TÁCITO | ¿Carticas a tal tiempo? | | Apostaré que no llega esta danza | 835 | a hacer con las cindojas el tretoque. | |
|
|
DUQUE | ¿Hay cosa igual? Leed aquesa carta | | en alta voz, que es bien que la oigan todos. | |
|
|
|
(Después de haber leído el
DUQUE la carta, se la da al
JUEZ, que la lee en alta voz.)
|
|
[JUEZ]
(Carta.) La presta
resolución que tomaste de entregar a Manfredo por esposa a tu hija
Rosamira me forzó a usar de la industria de acusalla, por evitar por
entonces el peligro de perdella. La mejor señal que te podré dar
de que es buena es el haberla yo escogido por mi legítima mujer.
Considera, señor, antes que del todo me culpes, que soy tan
-fol. 166v-
bueno como Manfredo, y que tu hija escogió lo
que quizá tú no le dieras casándola contra su voluntad. Si
con ella usare[s] término de piadoso padre, usaré yo contigo el
de obediente hijo; aunque, de cualquier manera que me trates lo habré de
ser hasta la muerte.
Tu hijo Dagoberto.
|
ANASTASIO | ¿Hase visto maldad tan insolente? | | A no estar seguro deste hecho, | 840 | ¿saliera Dagoberto fácilmente | | con el embuste que forjó en su pecho? | |
|
|
DUQUE | Si esto permite el cielo y lo consiente, | | ¿qué puedo yo hacer? Ello está hecho; | | gócela en paz. |
|
|
ANASTASIO | Aqueso es sin justicia | 845 | y contra todo estilo de milicia. | | Según tu bando, mía es Rosamira: | | porque tú prometiste de entregalla | | por legítima esposa al que la mira | | pusiese en defendella y libertalla. | 850 | Lo que el de Utrino dice es gran mentira, | | y podrá la experiencia averigualla; | | luego en este momento yo he vencido, | | pues mi contrario al puesto no ha venido, | | y la escusa que da no es de importancia, | 855 | porque es todo al revés de lo que cuenta. | |
|
|
MANFREDO | Venciste; pero mía es tu ganancia, | | si aquí al buen proceder se tiene cuenta. | | Si de otro es Rosamira, es ignorancia | | pensar que ha de ser tuya. |
|
|
ANASTASIO | ¡No consienta | 860 | el Cielo que mi esposa de otro sea! | |
|
|
MANFREDO | Esta verdad haré que aquí se vea. | |
|
|
|
MANFREDO | En que soy Manfredo, | | de Rosamira, por concierto, esposo. | | Que la has librado tú, yo lo concedo, | 865 | no más de porque yo fui perezoso. | | Por cuatro pasos, bien decirlo puedo, | | que llevaste a los míos, fin dichoso | | has alcanzado en la dudosa empresa; | | |
-fol. 167r-
| mas no por esto es tuya la duquesa: | 870 | que la razón que así te da el
derecho, | | por primer defensor que llegó al puesto, | | la turba, según siento, estar ya hecho | | conmigo el casamiento antes de aquesto. | |
|
|
PORCIA | ¡Saltando el corazón me está en el pecho! | 875 |
|
|
JULIA | ¡Válame Dios! ¿En qué ha de parar
esto? | |
|
|
|
|
|
DUQUE | ¿Ha visto caso semejante el suelo? | |
|
|
ANASTASIO | Quedaos, amor, un poco aquí arrimado; | | venid en su lugar, honra, conmigo. | 880 | Oye, Manfredo, güésped mal mirado, | | ladrón de paz y engañador amigo: | | ¿dó están las ricas prendas que has
robado? | | ¿Por qué tan sin porqué, como enemigo, | | usando en la amistad tan mal decoro, | 885 | a mi padre robaste su tesoro? | |
|
|
|
ANASTASIO | Anastasio, el heredero | | de Dorlán, y de Julia único hermano, | | de Porcia primo, por las cuales quiero | | probar que eres ladrón torpe y villano. | 890 |
|
|
MANFREDO | Si como eres valiente caballero | | fueras más atentado, claro y llano, | | vieras que esas razones afrentosas | | se fundan en quimeras fabulosas. | | Yo no robé a tu hermana ni a tu prima; | 895 | mas de alguna sabrás, como tú hagas | | que a la quistión primera se dé cima, | | con que tu gusto al mío satisfagas. | |
|
|
DAGOBERTO | La honra de mi hermana me lastima. | |
|
|
ROSAMIRA | ¿Dónde vas, Dagoberto? No deshagas | 900 | el buen principio que la suerte muestra | | de dar buen fin a la desdicha nuestra. | |
|
|
DAGOBERTO | Sabe que soy Dagoberto, | | Manfredo, y sabe que soy | | aquel que agraviado estoy | 905 | de tu infame desconcierto. | | ¡Dame a mi hermana, traidor, | | de fe falsa y alevosa! | |
|
|
MANFREDO | Restituye tú a mi esposa | | antes el robado honor. | 910 | No te desmiento, porque | | de aquí a bien poco verás | | en el engaño en que estás | | y la bondad de mi fe. | |
|
|
ANASTASIO | Primo -mas quédese aparte | 915 | el parentesco hasta ver | | |
-fol. 167v-
| si del justo proceder | | os dio el cielo alguna parte-, | | ¿vos decís que es vuestra esposa | | Rosamira? |
|
|
|
ANASTASIO | ¿Tenéis otra claridad | | deste hecho no dudosa, | | como es el decirlo vos? | |
|
|
|
|
DAGOBERTO | Pues no se diga | 925 | más contienda entre los dos | | ni entre los tres, que yo haré | | que ella lo declare al punto. | |
|
|
DUQUE | El bien me ha venido junto | | cuando menos lo pensé. | 930 | Escoja mi hija, y haga | | su gusto: que todos tres | | son iguales. |
|
|
|
MANFREDO | Bien cierta tengo la paga, | | pues tan de su voluntad | 935 | se entregaba por mi esposa. | |
|
|
ANASTASIO | No está mi suerte dudosa, | | si es que es firme la verdad. | |
|
|
DAGOBERTO | ¡Qué engañados
quedarán | | los dos en este suceso! | 940 |
|
|
JULIA | Cerrado está ya el proceso; | | mirad qué sentencia os dan, | | corazón. ¡Ay de mí, triste, | | que el miedo crece, y desmengua | | la esperanza! Callad, lengua, | 945 | que mal tal, mal se resiste. | |
|
|
PORCIA | [Aparte.] | ¿Si es tiempo de descubrir | | la verdad de mi mentira? | |
|
|
MANFREDO | Señor, manda a Rosamira | | diga a quién quiere admitir. | 950 |
|
|
|
PORCIA | Digo | | que es Anastasio mi esposo. | |
|
|
|
ROSAMIRA | Lo que tú dices desdigo: | | que Dagoberto es mi bien. | 955 |
|
|
ANASTASIO | Y vos, señora, mi gloria. | |
|
|
MANFREDO | Tragedia ha sido mi historia. | |
|
|
JULIA | Aún quedan glorias que os den. | | ¿Tuya no soy, pena vuestra? | |
|
|
|
(Tome la mano
ROSAMIRA a
DAGOBERTO y
ANASTASIO a
PORCIA, y a este instante se declaren
entrambas.)
|
TÁCITO | ¿De qué Anastasio se admira? | 960 |
|
|
|
ANASTASIO | ¡Ay suerte airada y siniestra! | | ¿Quién eres? |
|
|
PORCIA | Soy la que quiso | | el Cielo, en todo piadoso, | | sacarla de un riguroso | 965 | infierno a tu paraíso; | | soy la que, en traje mudado, | | trayendo amor en el pecho, | | procurando tu provecho | | he mi gusto procurado; | 970 | soy aquélla a quien tú diste | | de esposa la fe y la mano; | | soy quien tiene amor ufano | | por ver que no se resiste; | | soy de Dagoberto hermana | 975 | y soy tu prima, y soy quien, | | cuando me falte tu bien, | | no soy más que sombra vana. | |
|
|
|
PORCIA | Señor, | | yo sé que la verás presto. | 980 |
|
|
JULIA | ¿Podré esperar, según esto, | | blandura de tu rigor? | | Mira con qué mansedumbre | | Anastasio a Porcia mira; | | mira que es de Rosamira | 985 | ya Dagoberto su lumbre; | | mira que yo sola quedo | | en los brazos de la muerte, | | si tu clemencia no advierte | | que soy Julia y tú Manfredo. | 990 |
|
|
-fol. 168r-
|
MANFREDO | Levanta, pues que ya el Cielo | | tus deseos asegura, | | gracias a tu hermosura | | y a mi siempre honrado celo. | | Anastasio, mira agora | 995 | con gusto y admiración | | que yo nunca fui ladrón | | ni de condición traidora. | | Aquésta es Julia, tu hermana, | | y ésa, tu prima, cual dice, | 1000 | con las cuales nunca hice | | traición ni fuerza villana. | | Ellas te dirán después | | del modo que aquí vinieron; | | basta que el fin consiguieron, | 1005 | y es gusto de su interés. | | Tu industria y el cielo han hecho | | que les seamos esposos; | | ellos son lances forzosos; | | no hay sino hacerles buen pecho. | 1010 | Quien se pudiera quejar | | de Rosamira era yo; | | mas si el Cielo esto ordenó... | |
|
|
|
|
|
DAGOBERTO | ¡Buenos pasos son aquéstos! | |
|
|
PORCIA | Nunca pasos descompuestos | | ganaron lo que yo gano. | |
|
|
ANASTASIO | Más es tiempo de aliviallas | | aquéste, que de reñillas. | 1020 |
|
|
DUQUE | Aquéstas son maravillas | | dignas solas de admirallas. | |
|
|
ANASTASIO | En fin, mi hermana es tu esposa. | |
|
|
|
ANASTASIO | Y Porcia es mía, | | si no lo impide y desvía | 1025 | ser mi prima. |
|
|
DUQUE | Fácil cosa | | es haber dispensación | | en caso tan importante. | |
|
|
TÁCITO | Hoy del campo de Agramante | | he visto la confusión, | 1030 | y la paz de Otavïano | | he visto en espacio breve. | | ¡No hay camino que amor pruebe, | | difícil, que no sea llano! | |
|
|
DUQUE | Entremos en la ciudad, | 1035 | donde despacio sabremos | | destos no vistos estremos | | toda la puntualidad, | | y allí se harán regocijos | | y desposorios honrosos | 1040 | de los seis tan venturosos | | que ya los tengo por hijos. | |
|
|
TÁCITO | Éstas son, ¡oh Amor!, en fin, | | tus disparates y hazañas; | | y aquí acaban las marañas | 1045 | tuyas, que no tienen fin. | |
|
|