Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.


ArribaAbajoContigo



   Espíritu que no hallas tu camino,
que hender quieres el cielo cristalino
y no sabes qué rumbo
has de seguir, y vas de tumbo en tumbo,
llevado por la fuerza del destino:

   ¡Detente! pliega el ala voladora:
¡buscas la luz y en ti llevas la aurora;
recorres un abismo y otro abismo
para encontrar al Dios que te enamora
y a ese Dios tú lo llevas en ti mismo!

   ¡Y el agitado corazón, latiendo,
en cada golpe te lo está diciendo,
y un misterioso instinto,
de tu alma en el obscuro laberinto,
te lo va noche a noche repitiendo!

   ...¡Mas tú sigues buscando lo que tienes!
¡Dios en ti, de tus ansias es testigo,
y, mientras pesaroso vas y vienes,
como el duende del cuento, Él va contigo!

Septiembre, 7 de 1915.




ArribaAbajoCorazón...



   Corazón, sé una puerta cerrada para el odio:
de par en par abierta siempre para el amor.
Sé lámpara de ensueños celestes, y custodio
de cuanto noble germen nos prometa una flor.

   Corazón, ama a todos, late por todo anhelo
santo, tiembla con todo divino presentir;
da sangre a cuanto impulso pretenda alzar el vuelo;
calor a todo intento de pensar y vivir.

   Sé crátera de vino generoso, que mueva
a los grandes propósitos. Sé vaso de elección,
en donde toda boca sedienta la fe beba.
Sé roja eucaristía de toda comunión,
corazón.

Septiembre, 8 de 1915.




ArribaAbajoCallemos...



   ¡Cuánto, cuánto se habla
sin ton ni son, qué declamar perpetuo
de retóricas nulas!
¿No es mejor por ventura el silencio?

   Que el ESPÍRITU selle nuestra boca
con sus siete sellos,
y florezcan en paz nuestros enigmas...
¡Callemos, callemos!

   ¡Oh! la estéril balumba... ¡Y ser la VIDA
tan honda como es! ¡ser el misterio
tan insondable!
Triste afán de ruido que mancilla lo ETERNO
que palpita en nosotros... ¡Callemos, callemos!

   Los ángeles vendrán a reposarse
en las ramas del árbol mudo y quieto,
como divinos pájaros de nieve.
¡Hay tantas cosas que callar con ellos!

   Debe callarse todo lo sublime,
todo lo excelso.
Hasta los nombres que a las cosas damos,
empañan el espejo
del SER, en que se mira
el ARQUETIPO, trémulo
de luz, de santidad y de pureza.
¡Callemos, callemos!

   En el callar hay posibilidades
sin límite, hay portentos
celestes, hay estrellas, más estrellas
que en todo el firmamento.

   El alma y Dios se besan, se confunden
y son una sola alma en el inmenso
mar del éxtasis, manso, inalterable...
   ¡Callemos, callemos!

Octubre, 10 de 1915.




ArribaAbajoHarmonía


Nous ne voyons jamais qu'un seul côté des choses.


V. H.                



   Así como nos muestra sólo una faz la luna,
de la propia manera no vemos más que una
sola faz de las cosas, como pensó el poeta.
La otra está en la sombra... Y por ser incompleta
la visión, ve asperezas en donde hay harmonía,
y noche en el nublado que disimula el día.

   San Agustín nos dijo que el mundo es un dechado
visto al revés; encima, Dios borda; al otro lado
multicolores hebras, con su red caprichosa,
despistan nuestros juicios... Oh labor misteriosa
del bordador divino, ya todos te veremos,
cuando en nuestra ascensión milenaria lleguemos
al vértice del ángulo final, de cuyo punto
se abarca la sublime plenitud del conjunto.

   Entre tanto, poeta, no murmures. Tu verso
sea uncioso, cual salmo de amor al universo.
Quien trazó el plan del Cosmos, no puede a la razón
naciente de los hombres dar una explicación
que convenza: su lógica, no es la tuya de hormiga.

   No juzgues, pues, adórale y deja que prosiga
sus intentos arcanos, su labor portentosa.
Que rice en espirales de luz la nebulosa;
que prenda sus translúcidas caudas a los cometas;
que plasme entre sus manos de titán los planetas;
que encienda las divinas antorchas estelares;
que empine las montañas y que ahonde los mares...

Octubre, 19 de 1915.




ArribaAbajoNo todos...



   No todos los muertos contemplan a Dios.
¿Tú piensas que basta morir para ver
ese gran misterio del que vas en pos?
¿Que el velo de Iris habrás de romper?
¡Iluso creer!
¡No todos los muertos contemplan a Dios!

   ¡En cambio, las almas austeras y grandes,
en vida -si saben «subir»- le verán,
como ven el alba florecer los Andes,
cuando aún los llanos en la noche están!

Octubre, 27 de 1915.




ArribaAbajo¡Oh dolor!



   ¡Oh dolor, buen amigo, buen maestro de escuela,
gran artífice de almas, incomparable espuela
para el corcel rebelde... hiere, hiere hasta el fin!
¡A ver si de ese modo,
con un poco de lodo
forjas un serafín!

Noviembre, 6 de 1915.




ArribaAbajo¡Oh muerte!


Morir es un verdadero acto filosófico.


Novalis                



   ¡Oh muerte, tú eres madre de la filosofía!
Tú ennobleces la vida con un ¡QUIÉN SABE! y das
sabor a nuestras horas con tu melancolía.
En todo lo que es grande: dolor, amor, tú estás.

   Arco triunfal de mármol negro, por donde pasa,
dignificada, el alma que sin cesar luchó,
cual héroe taciturno; regalo, abrigo, casa,
de quien desnudo y sólo la dura fierra holló...

   Tú avaloras las vidas más vacuas y vulgares:
Sancho Panza agoniza y hay en él majestad.
Tú perfilas los rostros con líneas singulares,
¡mirífica escultora de la Serenidad!

   Es tuyo todo el oro del silencio. (La plata
de la elocuencia dejas para el necio vivir.)
¡Más dice fu mutismo que nuestra catarata
verbal de milenarios, en su vano fluir!

   La puerta de la estancia cierra tu mano pálida
y ya no vemos nada, ya no sabemos más.
¿Se metamorfosea detrás una crisálida?
¿Qué alquimia portentosa se realiza detrás?

   ¡Oh muerte, creadora del misterio, tú hiciste
que la inquietud volase por vez primera en pos
del Ideal. Mirando fu faz augusta y triste,
el hombre alzó los ojos y se encontró con Dios!

Noviembre, 1915.




ArribaAbajoEl vaso



   Pobre amigo, ya pronto se vaciará tu vaso.
No pienses que fue un vaso más grande que los otros.
Hay en el mundo tanto dolor, que toca mucho
a cada alma; la tuya recibió su porción
bien servida... mas ¡ay! cuántas almas mejores
padecieron la dura preferencia de Cristo,
que sólo a los más grandes concede el privilegio
de los grandes dolores.
   Pero vacío el cáliz, ya no es dulce ni amargo.
El paladar no tiene memoria de sabores,
y al salir del letargo,
¡quién piensa en lo bebido!
-¿Morir, es por ventura como no haber vivido?
-¡Morir es un olvido
de todas las espinas... recordando las flores!

Noviembre, 25 de 1915.




ArribaAbajoSicut naves...


Ships that pass in the night...


Longfellow                



   Los hombres son cual naves que pasan en la noche...
¡Adonde van, adonde!
¡Qué negro está en redor
el mar! Chocan las olas con el casco y producen
un plañido monótono... Hace frío. Los astros
se recatan; el viento su látigo implacable
chasquea entre las sombras.
El pobre nauta tiembla de miedo... Las heladas
garras de un gran enigma su corazón oprimen;
sus esperanzas gimen
solas y abandonadas,
uniendo a los plañidos del agua su reproche.
¡En redor cuantas cosas hostiles e ignoradas!
Los hombres son cual naves que pasan en la noche...

   Pero de pronto el nauta mira al cielo: ¿es de un astro
ese rayito pálido que desgarró la nube?
Fue la visión tan breve... Mas un sutil instinto,
un no sé qué, en lo hondo del conturbado espíritu,
le dice: «No estás sólo. La noche es un engaño.
Dios hizo las tinieblas para obligar al triste
a que cierre los ojos y mire en su interior
la verdad escondida.
¡Si los ojos abiertos son para ver la vida,
con los ojos cerrados es como ve el amor!».

   «La rosa del arcano tiene invisible broche;
pero tenaz perfume, que denuncia el camino.
Los hombres son cual naves que pasan en la noche;
¡mas en el alma llevan un timonel divino!».

Diciembre, 17 de 1915.




ArribaAbajoYa no tengo impaciencia...



   Ya no tengo impaciencia; porque no aguardo nada...
Ven Fortuna, o no vengas, que tu máquina alada
llegue al toque del alba, llegue al toque de queda;
con el brote abrileño, con la hoja que rueda...
Ya no tengo impaciencia, porque no aguardo nada.

   Al fulgor de las tardes, del balcón anchuroso
de mi estancia tranquila, con un libro en la mano,
yo contemplo el paisaje, siempre austero y hermoso,
y mi espíritu plácido, con fervor religioso,
tiende amante las alas de oro en pos del Arcano.

   Nadie turba las aguas deste lago dormido
de mi ser, deste lago de caudal puro y terso.
No hay afán que me inquiete; nada quiero ni pido,
y del cáliz de mi alma, cual aroma elegido,
brota candido, undoso y apacible mi verso!

Diciembre, 1915.




ArribaAbajoMe marcharé...



   Me marcharé, Señor, alegre o triste;
mas resignado, cuando al fin me hieras.
Si vine al mundo porque tú quisiste,
¿no he de partir sumiso cuando quieras?

   ...Un torcedor tan sólo me acongoja,
y es haber preguntado el pensamiento
sus porqués a la Vida... ¡Mas la hoja
quiere saber dónde la lleva el viento!

   Hoy, empero, ya no pregunto nada:
cerré los ojos, y mientras el plazo
llega en que se termine la jornada,
mi inquietud se adormece en la almohada
de la resignación, en tu regazo!

Diciembre, 22 de 1915.




ArribaAbajoOh Cristo



   «Ya no hay un dolor humano que no sea mi dolor;
ya ningunos ojos lloran, ya ningún alma se angustia
sin que yo me angustie y llore;
ya mi corazón es lámpara fiel de todas las vigilias,
¡oh Cristo!».

   «En vano busco en los hondos escondrijos de mi ser
para encontrar algún odio: nadie puede herirme ya
sino de piedad y amor. Todos son yo, yo soy todos,
¡oh Cristo!».

   «¡Qué importan males o bienes! Para mí todos son bienes.
El rosal no tiene espinas: para mí sólo da rosas.
¿Rosas de Pasión? ¡Qué importa! Rosas de celeste esencia,
purpúreas como la sangre que vertiste por nosotros,
¡oh Cristo!».

Enero 6, 1916.




ArribaAbajoPecar...



   En la armonía eterna, pecar es disonancia;
pecar proyecta sombras en la blancura astral.
El justo es una música y un verso, una fragancia
y un cristal.

   En la madeja santa de luz de los destinos,
pecar es negro nudo, tosco nudo aislador.
Pecar es una piedra tirada en los caminos
del amor...

   Pecar es red de acero para el plumaje ingrávido;
membrana en la pupila que quiere contemplar
el ideal, parálisis en el ensueño, ávido
de volar.

   Oh mi alma, ya no empañes tu pura esencia ignota;
no te rezagues de la bandada, que, veloz,
traza una gran V. trémula en la extensión remota.
Oh mi alma, une al gran coro de los mundos, la nota
de tu voz...

Enero, 15 de 1916.




ArribaAbajoSi tú me dices «¡Ven!»



   Si tú me dices: «¡Ven!» lo dejo todo.
No volveré siquiera la mirada
para mirar a la mujer amada...
Pero dímelo fuerte, de tal modo,
que tu voz, como toque de llamada,
vibre hasta en el más íntimo recodo
del ser, levante al alma de su lodo
y hiera el corazón como una espada.

   Si tú me dices: «¡Ven!» todo lo dejo.
¡Llegaré a tu santuario casi viejo,
y al fulgor de la luz crepuscular;
mas he de compensarte mi retardo,
difundiéndome, oh Cristo, como un nardo
de perfume sutil, ante tu altar!

Enero 20, 1916.




ArribaAbajoLa mejor poesía



   Silence is deep as Eternity, speech
is shallow as Time.

Carlyle                



   «No escribiré más versos, oh misteriosos númenes,
no imprimiré más vanos y sonoros volúmenes»
-el poeta decía-.
«De hoy más, sea el silencio mi mejor poesía.
De hoy más, el ritmo noble de mis actos diversos,
sea, celestes númenes, el ritmo de mis versos.
De hoy más, estos mis ojos, de mirar claro y puro,
cerca de cuya lumbre todo verso es obscuro,
traduzcan lo inefable de mis ansias supremas,
mejor que las estrofas de los hondos poemas...».

«Y lo que su silencio no supiere expresar,
leedlo en las estrellas, las montañas, el mar;
en la voz temblorosa de una amante mujer
(siempre y cuando su enigma sutil sepáis leer);
en las brisas discretas, en el trueno salvaje
y en la nube andariega que siempre va de viaje».

«¡Oh diáfano hilo de agua, lo que yo callo di!
¡Oh rosa milagrosa, haz tú versos por mí!».

Febrero, 4 de 1916.




ArribaAbajoMúsica



   Dijo el poeta al numen: «Ya que inspirarme quieres,
inspírame algo nuevo,
que jamás por los hombres haya sido pensado...
   »Ancho es el Cosmos, numen, tan ancho, tan profundo,
que ni siquiera logra la razón asignarle
un límite... Y en este semillero de soles,
de mundos, de cometas, de nebulosas tenues
como mantos de hadas,
como la tela misma del ensueño, ¿no puedes
tú, invisible potencia, mente sutil y pura,
cosechar el gran lirio
de un pensamiento nunca por los hombres pensado?
Tiende las alas, numen,
las alas impalpables.
Boga como un gran soplo sobre el mar de las causas.
Contempla los jardines místicos que florecen
en lejanos planetas;
escucha al ave de oro que derrama sus trinos
en los bosques de Venus,
al borde de los anchos canales del rojizo
Marte o en los milagrosos anillos de Saturno.
Salva nuestro sistema, y al ALFA del CENTAURO,
sol duplo y el más próximo
de nuestro sol, acércate.
Llega a Sirio si puedes: ígneo coloso azul,
cuyo "punto de vista" preocupaba a Renan...
Escucha a los filósofos
que en algún manso valle de algún remoto mundo,
departen de las cosas arcanas y esenciales.
   »¡Y cuando vuelvas, todo salpicado del trémulo
y diamantino polvo de las constelaciones,
numen, dime al oído tu hallazgo prodigioso,
a fin de que expresándolo, me torne yo inmortal!».
   Y el numen le responde: «¡La idea que codicias
existe y yo te diera sus divinas primicias;
pero tú no eres músico y ella es toda orquestal!».
   »Sólo las claves, sólo las pautas y las notas,
revelarán al mundo sus bellezas ignotas.
Platón oyó a los orbes su concierto ideal
y Beethoven, a veces, lo escuchó en el mutismo
nocturno. Todo es música: los astros, el abismo,
las almas... ¡y Dios mismo
es un Dios musical!».

Febrero, 16 de 1916.




ArribaAbajoSi eres bueno



   Si eres bueno, sabrás todas las cosas,
sin libros... y no habrá para tu espíritu
nada ilógico, nada injusto, nada
negro, en la vastedad del universo.

   El problema insoluble de los fines
y las causas primeras,
que ha fatigado a la Filosofía,
será para ti diáfano y sencillo.

   El mundo adquirirá para tu mente
una divina transparencia, un claro
sentido, y todo tú serás envuelto
en una inmensa paz...

Marzo, 6 de 1916.




ArribaAbajoDios te libre, poeta



   Dios te libre, poeta,
de verter en el cáliz de tu hermano
la más pequeña gota de amargura.
   Dios te libre, poeta,
de interceptar siquiera con tu mano,
la luz que el sol regale a una criatura.

   Dios te libre, poeta,
de escribir una estrofa que contriste;
de turbar con tu ceño
y tu lógica triste
la lógica divina de un ensueño;
de obstruir el sendero, la vereda
que recorra la más humilde planta;
de quebrantar la pobre hoja que rueda...;
de entorpecer ni con el más suave
de los pesos, el ímpetu de un ave
o de un bello ideal que se levanta.
   Ten para todo júbilo, la santa
sonrisa acogedora que lo aprueba;
pon una nota nueva
en toda voz que canta,
y resta, por lo menos,
un mínimo aguijón a cada prueba
que torture a los malos y a los buenos.

Marzo de 1916.




ArribaAbajoUna y otra



   Tan misteriosa es la vida
como la muerte, poeta.
   Esta inmersión del espíritu
en la materia
(o en lo que así llamamos) estos grillos,
esta ceguera;
este gran desfilar de las cosas
y la inconsistencia
de todo lo que amamos;
este adiós sin remedio que nos da cuanto alienta:
¿no son acaso un enigma
y un gran enigma, poeta?

   Este rodar de los años,
este arder de las estrellas,
esta ley inexorable del número y el espacio
que al cosmos liga y sujeta,
¿no son más inexplicables,
si bien se piensa,
que el persistir de tu yo,
que la simple vida etérea
y sutil de nuestras almas,
su vibración que no cesa,
en los planos invisibles
de la REALIDAD ETERNA?

   ¡Tan misteriosa es la vida
como la muerte, poeta!

Marzo, 5 de 1916.




ArribaAbajoEl dolor vencido



   ¡Dolor, pues no me puedes
quitar a Dios, qué resta a tu eficacia!
«¡Dónde está tu aguijón!».
Huyen las horas
y entre sus alas lleva cada una
cierta porción de tu energía negra.

   ¡Oh dolor, tú también eres esclavo
del tiempo; tu potencia
se va con los instantes desgranando:
mientras que el Dios que en mi interior anida,
más y más agigántase, a medida
que más le voy amando!

Marzo, 15 de 1916.




ArribaAbajoBenedictus



   Dios os bendiga a todos
los que me hicisteis bien.
   Dios os bendiga a todos
los que me hicisteis mal, y que a vosotros,
los que me hicisteis mal, Dios os bendiga
más y mejor que a los que bien me hicieron;
porque éstos, ciertamente,
no han menester de bendición ninguna,
ya que su bien en sí mismo llevaba
toda la plenitud y todo el premio.
   ¡Vosotros, sí, los de mi mal autores,
necesitáis la bendición del Padre
que hace nacer el sol para que alumbre
por igual a los malos y a los buenos!
   Que se derrame, pues, en vuestras almas
la más potente de las bendiciones
divinas, y os dé el don por excelencia,
el don de comprender...

Marzo, 28 de 1916.




ArribaAbajoSoledad



   Soledad, yo he sorbido todos tus éxtasis
y toda la rudeza del cáliz tuyo,
que los fuertes tan sólo beber osaron.
   El hombre a quien tu piedra de toque prueba,
o siente que zozobran en la locura
sus débiles potencias, o que su espíritu
adquiere la suprema prerrogativa
de estar en paz, ajeno por siempre a todo
tedio, a toda tristeza, y a todo beso
mordente y despiadado de neurastenias.
   Soledad, yo conozco tus amarguras
también: ¡tus amarguras, en cuyo fondo
hay siempre inesperadas gotas de miel!
   Soledad, yo he bebido todos tus goces...
Soledad muda y sabia, tú a Dios conoces:
¡llévame a ÉL!

Abril, 9 de 1916.




ArribaAbajoHasta la médula



   ¡Te amo hasta la médula de mis huesos, Dios mío!
¿Por qué tu faz me ocultas con persistente y honda
lobreguez? No permitas, Señor, que se me esconda;
¡sin ella mi pobre alma se me mucre de hastío!
   Te amo hasta la médula de mis huesos, y fío
al poderoso instinto con que ese amor ahonda
en la noche, tu encuentro, y a fin de que responda
tu voz, con mis clamores voy poblando el vacío.
   Tengo la enfermedad sutil de lo absoluto:
por eso ni la fama, ni el amor que conquisto,
colman mis danaidescas ansias; y tal escruto
los abismos recónditos, que habré de hallarte...
Mientras,
pregunto a cada estrella fugaz dónde te encuentras
y a cada errante y pálido cometa, si te ha visto.

Abril, 18 de 1916.




ArribaAbajoDe ti podrá decirse...



   De ti podrá decirse:
«Tuvo un incandescente
anhelo, una gran ansia
de santidad. Quería
llegar a la excelencia
cristiana; ser perfecto
como el Padre Celeste
es perfecto; soñaba
con devolver caricias
a quien clavó el colmillo
de sus malevolencias
en él, hasta cebarse».
«Amaba a Dios, acaso
como pocos le aman
(Dios que lo ve, lo sabe).
Mas fue tal su miseria,
su endeblez para el vuelo
divino, que las pobres
alas lo traicionaron...».
«Y se quedó en el fondo
de su charca... Miraba
pasar aves y nubes,
con blando volar quedo,
y le decían: "¿Subes?"
y él gemía: "¡No puedo!"».

Abril, 23 de 1916.




ArribaAbajoInaccesible



   Dios es inaccesible al instrumento
científico, al crisol, a la retorta...
Pero es siempre accesible para el alma.
   Nunca despejarán su inmenso enigma
la suficiencia y el orgullo humanos,
cual si fuese ecuación. El telescopio
no habrá de sorprenderle entre los orbes,
ni la lente del ultramicroscopio
le encontrará en las células.
   Él dio su ley al universo, y calla,
recatando su faz en lo absoluto.
Pero que el triste y conturbado espíritu
le busque como al summum de los bienes,
y allá en lo más profundo de sí mismo,
la voz maravillosa del ABISMO,
le dirá con amor: ¡AQUÍ ME TIENES!

Mayo, 7 de 1916.




ArribaAbajoLa lección



   Ya te acercas al final:
tu lección está aprendida
y tu gema fue pulida
y dio rosas tu rosal.
Una esfera de cristal
es, por su unidad, tu vida.

   Ya pasó la turbulencia
de tu atolondrado día.
Hay una melancolía
mansa y grave en tu existencia
y cobra una transparencia
celeste tu poesía.

   Goza, pues, tu atardecer,
con sosiego, sin temor.
Dile a tu amigo el dolor:
«¡anda en paz, sombra de ayer!».
Y vuelve a Dios el amor
que pusiste en la mujer.

   En ÉL está el embeleso
de la rubia y la morena;
En ÉL está la urna llena
de los deleites del beso;
ÉL es la fuente serena
e inmortal de todo eso...

   De todo eso que encanta
nuestra peregrinación;
de cuanta noble ilusión
nos reconforta, de cuanta
mental transfiguración
al éxtasis nos levanta.

   Este mundo, Él lo pensó.
ÉL, saliendo de sí mismo,
la identidad del ABISMO
con formas diferenció.
ÉL la gran malla tejió
del espacio y del guarismo.

   Y aunque es el DIOS ESCONDIDO
tras persistente capuz,
hay dos escalas de luz
que ÉL, al alma le ha tendido:
LA ORACIÓN... y aquel gemido
intercesor de la CRUZ.

   No hay grito al que no responda
ni angustia que le hable en vano.
Echa, espíritu, la sonda
de tu amor, en ese Arcano
del DIVINO AMOR: ¡cuan honda
su vastedad de océano!

   ¡Cuán bella su plenitud,
que ningún alma es capaz
de medir! ¡Cuán eficaz
contra el dolor, su virtud!
¡Cuán inmensa su quietud!
¡Cuán misteriosa su paz!

   Ya te acercas al final;
tu lección está aprendida
y tu gema fue pulida
y dio rosas tu rosal.
Una esfera de cristal
es, por su unidad, tu vida.

Mayo, 51 de 1916.




ArribaAbajo¿Qué estás haciendo rosa...?



   -¿Qué estás haciendo, rosa?
-Estoy en éxtasis.
-Agua, ¿qué estás haciendo?
-Aparta, aparta:
no perturbes mi espejo con tu imagen...
Estoy copiando un ala.
Estoy copiando un ala peregrina,
¡blanca, muy blanca!

   -Inmóviles follajes de los olmos,
¿por qué están silenciosas vuestras arpas?
Se dijera que en vez de dar conciertos,
los escucháis...
-¡Por Dios, aguarda, aguarda!
que estamos aprendiendo melodías
misteriosas, que pasan
en la quietud augusta de estas noches
estivales; son almas
que revuelan cantando...
¡Si tú escuchar pudieras lo que cantan,
ya no más a las músicas terrestres
les pedirías nada!

Junio, 15 de 1916.




ArribaAbajoEl puente



   -Dime, ¿has estado en éxtasis alguna vez? ¿Sentiste
uno de esos instantes en que el pensar no existe;
porque -lo dijo Wordsworth- «expiró en la alegría»?
En que mueren las dudas, en que se explica todo:
la excelencia del astro, la ignominia del lodo,
y el mundo es como un símbolo de sutil poesía?

   ¡Qué blanduras entonces nos ofrece el camino!
Tienen seres y cosas un sentido divino,
amoldándose a una misteriosa justicia.
El dolor para siempre nos parece proscrito
y se anegan las almas en un mar infinito
de suprema delicia.

   Para tales momentos fue creado el poeta:
es el sólo que puede traducir la secreta
concordancia del hombre con su Dios siempre ignoto.
Es el mágico puente de fulgor dulce y tenue,
arrojado en el piélago de la noche perenne
como el trémulo rayo de un lucero remoto...

Julio, l.° de 1916.




ArribaAbajoEspacio y tiempo



   ...Esta cárcel, estos hierros
en que el alma está metida!

Santa Teresa                



   Espacio y tiempo, barrotes
de la jaula,
en que el ánima, princesa
encantada,
está hilando, hilando, cerca
de las ventanas
de los ojos (las únicas
aberturas por donde
suele asomarse lánguida).
   Espacio y tiempo, barrotes
de la jaula:
ya os romperéis, y acaso
muy pronto, porque cada
mes, hora, instante, os mellan,
¡y el pájaro de oro
acecha una rendija para tender las alas!

   La princesa, ladina,
finge hilar; pero aguarda
que se rompa una reja...
En tanto, a las lejanas
estrellas, dice: «Amigas,
tendedme vuestra escala
de luz sobre el abismo»...
   Y las estrellas pálidas,
le responden: «Espera,
espera, hermana,
y prevén tus esfuerzos:
¡ya tendemos la escala!»

Agosto, 15 de 1916.




ArribaAbajoEn las heladas cumbres...



   En las heladas cumbres
del propio vencimiento,
del dominio absoluto
de sí mismo, radía
un sol perenne, sol
que lo ilumina todo
sin calentarlo, sol
que te torna visibles
y palpables las cosas
más obscuras y arcanas.
   ¡Duro ascender!
Cual Sísifo,
cuando llevas la roca
de tu anhelo más alto,
miras que se despeña,
y hay que empezar de nuevo...
¡Oh! las blancas sirenas
de este mar de la vida,
¡cómo cantan!
Unánimes
te buscan... ¡Qué promesas
hay en sus verdes ojos!
   A veces, tú no puedes
ya más y de la altura
te arrojas a sus brazos.
Pero la voz aquella
implacable, que dice:
«¡arriba!» y el azote
que tortura tus lomos,
te fuerzan... ¡Es preciso
recomenzar! La ruta
serpentea a lo largo
de la montaña:
Sube
pues, ¡desdeña el momento
ilusorio y fugaz!
¡Salva el zarzal hirsuto!

   Más allá de la nube
que opaca el firmamento,
te aguarda lo ABSOLUTO
con su divina paz...

Septiembre, 5 de 1916.




ArribaAbajoColaboración



   Ayuda con tus obras al intento divino
de mejorar el mundo, sé colaborador
de Dios; ¡ve despejando de zarzas el camino
de su divino amor!

   Siendo quien es el PADRE: Fuerza y Gracia infinita;
siendo quien es el PADRE: toda eficacia y
Potencia, tu alma libre su voluntad limita;
¡Dios necesita de ti!

   ¡Ayúdale! ¡Si vieras qué bello es el programa
celeste! ¡qué estupendos y prodigiosos los
trazos del arquitecto! ¡qué inmenso el panorama!
¡Labora y ama
con Dios!

Septiembre, 15 de 1916.




ArribaAbajoSimplicitas



   ¡Es tan llano entenderlo todo
cuando lo oímos con humildad!
¡Es tan fácil mirarlo todo
cuando se marcha en la soledad,
dispuesta y ágil la conciencia
para escuchar la confidencia
de cuanto nos rodea
y a través de la transparencia
de la ingenua y simple natura,
que como niña se delata,
contemplar toda la hermosura
que ella jamás recata!

   ...Pero nos complicamos
con palabras, con clasificaciones,
y así sucede que ignoramos
todo, menos las expresiones
con que al fenómeno llamamos.

   Viene el orgullo a complicar
luego el magín, y a poco andar
sale un mirífico señor,
profundo en eso de ignorar
(por lo cual llámanle doctor...).

   ¡Pónese a disparatar
sin tregua, y, como el calamar,
nos va empañando en rededor
la claridad de nuestro mar
con su negror!

   ¡Cómo castigas con cegar
a quien no quiere verte, AMOR!

Octubre, 1916.




ArribaAbajoSecuritas



      Murieron los QUIÉN SABE,
   callaron los QUIZÁ:
el corazón es copa de amor, en donde cabe
todo el divino vino que la esperanza da.

   No ignora ya la nave
qué rumbo seguirá
ni desconoce el ave
dónde su nido está.

   Murieron los QUIÉN SABE,
callaron los QUIZÁ.

   Oh misterioso y suave
AMANECER, no habrá
sombra que menoscabe
tus esplendores ya...

   Cuando una luz acabe,
otra se encenderá
dentro del alma grave...

   Murieron los QUIÉN SABE,
callaron los QUIZÁ.

Noviembre, 3 de 1916.




ArribaAmén

Lector: Este libro sin retórica, sin «procedimiento», sin técnica, sin literatura, sólo quiso una cosa: elevar tu espíritu. ¡Dichoso yo si lo ha logrado!

Diciembre, de 1916.