1241
Tal ese mono remedador del hombre a quien un niño cubre riendo con vistosa tela de seda; pero le deja el trasero al descubierto regocijando así a los invitados. CLAUDIANO, in Eutrop., I, 303. (N. del T.)
1242
La mayor virtud de un príncipe es el perfecto conocimiento de sus súbditos. MARCIAL, VIII, 15. (N. del T.)
1243
Los destinos se abren camino. VIRGILIO, Eneida, III, 395. (N. del T.)
1244
Encomienda los demás a los dioses. HORACIO, Od., I, 9, 9. (N. del T.)
1245
La disposición del alma cambia constantemente; cuando una pasión la agita, la mutación del viento hará que otra la arrastre. VIRGILIO, Geórg., I, 420. (N. del T.)
1246
Si os eleváis por el favor de la fortuna, todos alabarán vuestra habilidad. PLAUTO, Pseudo., II, 3, 13. (N. del T.)
1247
No basta oír lo que todos dicen, hay que examinar además lo que piensa cada cual y por qué lo piensa. CICERÓN, de Officis, I, 41. (N. del T.)
1248
Esta obra, todavía imperfecta, ha sido retirada del telar. OVIDIO, Trist., I, 6, 29. (N. del T.)
1249
Los beneficios son gratos mientras pueden ser remunerados, mas si sobrepujan nuestros medios de reconocimiento, nos aparecen odiosos. TÁCITO, Annal., IV, 118. (N. del T.)
1250
Porque quien como vergonzoso considera el no devolver, quisiera que nadie hubiera a quien estar obligado SÉNECA, Epíst. 81. (N. del T.)