1271
Pláceme que mi imagen se refleje en los platos y en los cristales. HORACIO, Epíst., I, 23. (N. del T.)
1272
Soportaría estos tiempos inferiores al siglo de hierro, en que los crímenes no tienen nombre, y que la naturaleza no puede designar con el de ningún metal. JUVENAL, XIII, 28. (N. del T.)
1273
En que lo justo y lo injusto son tergiversados. VIRGILIO, Geórg., I, 504. (N. del T.)
1274
Armados, se trabajaba la tierra; se vive de rapiñas, y todos se complacen en el bandidaje. VIRGILIO, Eneid., VII, 748. (N. del T.)
1275
Tal como le veas, ama el Estado: si es monarquía, ama a realeza; si pequeño o comunidad, ámalo también, porque Dios en él hizo que nacieras. (N. del T.)
1276
Que buscan menos el cambio de gobierno que la ruina del ya existente. CICERÓN, de Offic., II, 1. (N. del T.)
1277
¡Ay, nuestras llagas, nuestras guerras parricidas nos cubren de vergüenza! Hijos del siglo, ¿a qué culpa no somos acreedores? ¿que estragos dejamos de cometer? ¿Hay alguna cosa santa que nuestra juventud haya respetado, algún altar que no haya profanado? HORACIO, Od., I, 35, 33. (N. del T.)
1278
Aun cuando la diosa Satus lo quisiera, sería impotente pala salvar a esta familia. TERENCIO, Adelph., act. IV, esc. VII, v. 43. (N. del T.)
1279
Las palabras precedentes explican el sentido de este verso de PLAUTO, Captiv., 22. (N. del T.)
1280
La suerte no quiso confiar a ninguna nación de cuidado de vengarla de los dueños del mundo. LUCANO, I, 82. (N. del T.)