471
El temor mismo del peligro hace a veces que nos precipitemos en él. El hombre valeroso es el que desafía los males cuando es preciso, o los evita cuando está en su mano. LUCANO, VII, 104. (N. del T.)
472
El miedo de la muerte inspira con frecuencia a los hombres tal repulsión la vida que los humanos vuelven contra al sí mismos sus manos crispadas, olvidando que el temor de la muerte era el único origen de sus males. LUCRECIO, III, 79. (N. del T.)
473
Nada hay que temer de la desgracia cuando no se existe en el tiempo en que puede sobrevenir. LUCRECIO, III, 874. (N. del T.)
474
[ en el original (N. del E.)]
475
475.1 salida razonable, que decían los estoicos. (N. del T.)
475.1 |
[ en el original (N. del E.)] |
476
Tendido en la arena el vencido gladiador espera todavía, aunque por la señal acostumbrada el pueblo ordena que muera. PENTADIO, de Spe. Virg. Catalecta, ed. Scaligero, p. 223. (C.)
477
Tal ha habido que sobrevivió a su verdugo. SÉNECA, Epíst., 13. (N. del T.)
478
El tiempo, los sucesos encontrados trajeron consigo cambios favorables; caprichosa en sus juegos, la fortuna hunde a veces a los hombres para levantarlos luego con mayor esplendor. VIRGILIO, En., XI, 425. (N. del T.)
479
Libro segundo de los Macabeos, XIV. (N. del T.)
480
Estepa la Vieja, en la provincia de Sevilla. (N. del T.)