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881

La languidez y el silencio y los suspiros ahogados dentro del pecho. HORACIO, Epod., XI, 9. (N. del T.)

 

882

Cogen violentamente el objeto de sus ansias, le golpean y le muerden en los labios, subyúgales el deseo de hacer daño a aquello mismo que tan rabiosamente les excita. LUCRECIO, IV, 1076. (N. del T.)

 

883

Deja lo que está a su alcance y se esfuerza por atrapar lo que se lo escapa. HORACIO, Sat., I, 2, 108. (N. del T.)

 

884

Si dejas de vigilar a tu amada no tardará en olvidarse de mí. OVIDIO Amor, II, 19, 47. (N. del T.)

 

885

A ti te molesta lo que te sobra, y a mí lo que me falta. TERENCIO, Fornito, act. 1, esc. III, v. 9. (N. del T.)

 

886

Si quieres ser amado largo tiempo no hagas caso de la amante. OVID., Amor. II, 19, 33. (N. del T.)

 

887

Desdeñad, amantes, que así oy conseguiréis lo que os negaron ayer. PROPERCIO, II 14 19. (N. del T.)

 

888

Se esconde presurosa entre los sauces, procurando antes ser vista. VIRGILIO, Églog., III, 65. (N. del T.)

 

889

A veces hizo de un traje una fortaleza contra mis designios. PROPERCIO, II, 15, 6. (N. del T.)

 

890

Lo que nos está permitido nos es poco agradable; lo prohibido es lo que con más fuerza nos atrae. OVIDIO, Amor, II, 19, 3. (N. del T.)