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941

Yo no compro la esperanza con dinero. TERENCIO, Adel., acto I, escena III, v. 11. (N. del T.)

 

942

Hay que remar con un remo en el agua y el otro en las arenas de la orilla. PROPERCIO, III, 3, 23. (N. del T.)

 

943

En la mala fortuna seamos audaces para elegir un nuevo camino. SÉNECA, Agamemnón, acto II, esc. I, v 47. (N. del T.)

 

944

Sea su dulce destino alcanzar la palma de la victoria sin recurrir al estruendo de la lucha. HORACIO, Epíst. I, 1, 51. (N. del T.)

 

945

Es vergonzoso echarnos encima un peso superior a nuestras fuerzas para caer de rodillas antes de dar un paso. PROPERCIO, III, 3, 5. (N. del T.)

 

946

En nuestro tiempo si un amigo no os niega el depósito que le confiasteis, si os devuelve la vieja bolsa con las monedas cubiertas de herrumbre, hay que proclamar su rasgo admirable de honradez, inscribirlo en mármoles y bronces e inmolar una oveja en celebración de tan glorioso suceso. JUVENAL, III, 60. (N. del T.)

 

947

Nada es tan popular como la bondad. CICERÓN, pro Ligario, c. 12. (N. del T.)

 

948

Máxima favorita de Luis XI. (N. del T.)

 

949

Cuanto más grandes son la habilidad y la destreza de un hombre, es mayor el odio y la sospecha que le siguen al perder su nombradía de probidad. CICERÓN, de Offic., II, 9. (N. del T.)

 

950

Estoy tan lleno de grietas que por todas partes me salgo. TERENCIO, Eunuch. acto I, esc. II, v. 25. (N. del T.)