281
Véase el comentario y referencias de Riquer en su introducción, pp. li-lxxix, especialmente pp. lxi-lxiii, y los de Fernando García Salinero en la suya, Clásicos Castalia, 41 (Madrid: Castalia, 1972), pp. 19-20, y su «El lenguaje es aragonés...», Anales Cervantinos, tomo 16 (1977), 247-48.
282
Análisis verbal del estilo. Índices verbales de Cervantes, de Avellaneda y del autor de «La tía fingida», Anejo 57 de la Revista de Filología Española (Madrid 1953).
283
Eulalia Hernández Sánchez, «Pérez de Hita y Avellaneda: Algunos aspectos léxicos de la maurofilia», pp. 857-64, y Manuel Muñoz Barberán, «Posibles alusiones a la persona y la obra de Ginés Pérez de Hita en los libros de Cervantes», pp. 865-77, de Cervantes. Su obra y su mundo. Actas del I Congreso Internacional sobre Cervantes, ed: Manuel Criado de Val (Madrid: Edi-6, 1981). Muñoz Barberán también defiende la teoría de la autoría de Pérez de Hita en La máscara de Tordesillas (Barcelona: Marte, 1974).
284
Nicolás Marín, «Piedra», p. 259, ha obtenido los mismos resultados de un examen de otros capítulos.
285
Revue Hispanique, tomo 55 (1922), 311-446. Basándose en esta edición José María de Cossío incluyó la Vida de Passamonte en las Autobiografías de soldados (siglo XVII), Biblioteca de autores españoles, 90 (Madrid: Atlas, 1956), pp. 5-73, con una introducción en las pp. vii-x. Hago referencia a capítulos, y no a páginas, para facilitar la consulta de las dos ediciones.
286
Alois Achleitner, «Passamonte», Romanische Forschungen, tomo 62 (1950), 77-79, traducido en Anales Cervantinos, Núm. 2 (1952), 365-67; Olga Kattan, «Algunos paralelos entre Gerónimo de Passamonte y Ginesillo en el Quijote», Cuadernos Hispanoamericanos, Núm. 244 (abril, 1970), 190-206.
287
«El Quijote y los libros», Papeles de Son Armadans, Núm. 54 (1969), 5-24.
288
Riquer, «Libros», p. 22; más extensamente, Cervantes, Passamonte y Avellaneda, pp. 105-13.
289
Ángel Rosenblat, en La lengua del «Quijote» (Madrid: Gredos, 1971), pp. 116-30, propone que «los sinónimos voluntarios» se refieren al uso de Cervantes de parejas de palabras similares, una característica frecuente de su estilo. No obstante este recurso estilístico, común a muchos escritores, como el mismo Rosenblat admite (p. 120), no explicaría la cólera de Avellaneda.
290
Para una discusión más extensa de las características aragonesas tanto de Avellaneda como de Passamonte, véase Riquer, Cervantes, Passamonte y Avellaneda, pp. 141-58 y 161.