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91

M.: «asiome». (N. del E.)

 

92

189-9. El Dr. Huerta, en su versión de la Historia Natural, de Plinio (anotación al cap. 41 del libro VIII), escribe:

«Ay otros perros fuertes y grandes, que acometen a jaualies y toros, y a otros animales ferozes; a los quales solemos llamar lebreles o alanos, por auer venido de aquella region de Scitia, llamada Alania. Estos son mas robustos que los galgos; pero menos ligeros: el hozico romo, el mirar espantoso, la frente ancha y levantada, y el cuello corto, ancho y gruesso. Son estos de tanta fuerça, que, asiendo de la oreja a vn toro, no la sueltan hasta rendirle. Pelean animosamente en defensa de sus amos, principalmente auiendolos enseñado a ayudarlos, y assi, por otro nombre, los llaman perros de ayuda



(N. del E.)

 

93

M.: «asirme». (N. del E.)

 

94

M.: «asirme». (N. del E.)

 

95

M.: «agora». (N. del E.)

 

96

M.: «exagerar». (N. del E.)

 

97

190-22. Vendeja parece tener aquí el sentido de «cargazón para la venta». El P. Juan Mir, en su Rebusco de voces castizas (Madrid, 1907; pág. 748), trae la forma vendija, citando este pasaje de Tomás Ramón: «Pensó que estaba segura con las vendijas que de todo el mundo venían de diversas mercancías.» Vid. Vendagium en Du Cange. El texto: Verdexa.

«A fe os prometo que tuuimos bien que contar de la vendeja y grangeria de la feria.»


(Guzmán de Alfarache; I, lib. 1.º, cap. 7.º)                



   «A buen puerto aveys llegado,
vendeja de daca y toma.
Satanás os dió el consejo;
no pudo ser otra cosa.»


(Pinto de Morales: Maravillas del Parnaso; Lisboa, 1637; pág. 5.)                


(N. del E.)

 

98

190-24. En el sentido de extranjero. (Véase Luis Vélez de Guevara: El Diablo Cojuelo; edición Bonilla; Madrid, 1910; pág. 118.) Correas trae el refrán: «Contra puta y bretón, no basta razón.» Pero aquí bretón tiene el sentido de rufo o rufián, porque el vocablo, además de su significación natural de «natural de Bretaña», y del sentido de «extranjero», que tiene en Cervantes, tuvo, desde muy antiguo, aquella acepción germanesca, estrechamente emparentada con brete o cepo. Así resulta, con la mayor evidencia, del Gracioso razonamiento, en que se introducen dos rufianes, el uno preguntando, el otro respondiendo en germanía, de sus vidas y arte de vivir, de Rodrigo de Reinosa (en el Ensayo, de Gallardo; IV, col. 1418), donde yendo juntos los dos rufianes Picaño y Pizarro,


«andando el camino, empieza decir
el fiero Picaño al otro bretón:
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
en una clarea me sé yo piar,
salido del brete mis dos cuatropeos.»



(N. del E.)

 

99

M.: «redemian». (N. del E.)

 

100

M.: «Colindris». (N. del E.)