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181

(5) DON FRANCISCO DE MENDOÇA.- Si tenemos en cuenta que Cervantes loa a este personaje, llamándole «caballero ilustre» y enalteciendo «sus hechos», no será desatinado conjeturar que la alusión se refiere al don Francisco de Mendoza, hijo del tercer marqués de Mondéjar, almirante de Aragón, que «comenzó á servir á Su Magestad dos años antes de la guerra de Granada, y lo continuó en ella, y después en los Estados de Flandes, donde hizo a vuestra Magestad servicios de consideración, en Embajadas á Alemania, Francia y Polonia, y en la guerra, siendo de los consejos de Estado y Guerra, y General de la caballeria ligera, y Gobernador del Ejército de vuestra Magestad en las ausencias del archiduque». (Memoria presentada a Felipe III por Iñigo López de Mendoza, quinto marqués de Mondéjar; apud A. Morel-Fatio, L’Espagne au XVIe et au XVIIe siècle; Heilbronn, 1878; pág. 62). A este D. Francisco de Mendoza va dedicado El Perfecto regidor, de Juan de Castilla y Aguayo (Salamanca, 1586). En el libro de Juan Bravo Piedrahita, De curandi ratione per medicamenti purgantis exhibitionem libri III (Salamanca, 1588) hay versos latinos (Epigramma) de D. Francisco de Mendoza, «duque de Veragua y almirante de Aragon».

De un «don Francisco Ramírez de Mendoza» se conserva cierto soneto al principio de la primera parte de La Araucana, de Ercilla. Otro «don Francisco [Lasso] de Mendoza, señor de Yunquera», escribió un soneto para El Pastor de Philida, de Gálvez de Montalvo (Madrid, 1582). (N. del E.)

 

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(6) DON DIEGO DE SARMIENTO Y CARUAJAL.- Tanto La Barrera como Menéndez y Pelayo, sospechan que este personaje pueda ser el «don Diego de Carvajal, Correo Mayor de los reynos del Piru», del cual hay dos sonetos, uno de ellos con estrambote, en la Primera parte de la Miscelánea austral, de D. Diego d’Avalos y Figueroa (Lima, 1602).

Otra composición de D. Diego de Carvajal puede leerse en el raro folleto del capitán D. Hipólito de Olivares y Butrón, Concepcion de Maria Pvrissima (Lima, 1631). (N. del E.)

 

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(7) DON GUTIERRE CARUAJAL.- No se infieren otros datos de la estrofa cervantina, sino que D. Gutierre era mozo, y hábil poeta en las lenguas toscana y castellana. ¿Pertenecería al linaje de los Carvajales de Plasencia, entre los cuales se contaba en 1555 el obispo D. Gutierre de Carvajal? El obispo D. Gutierre tuvo dos hermanos, entre otros: Diego de Vargas, del hábito de Santiago, y Francisco de Camargo, gentilhombre de la boca del Emperador. (Fray Alonso Fernández, Historia y anales de la ciudad y obispado de Plasencia; Madrid, 1627; página 193.) (N. del E.)

 

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(8) DON LUYS DE VARGAS [MANRIQUE].- Como se ha visto, uno de los sonetos preliminares de La Galatea pertenece a D. Luis de Vargas, poeta muy celebrado por Cervantes y sus contemporáneos. Fue hijo del secretario de Carlos V Diego de Vargas y de D.ª Ana Manrique Buitrón. Nació hacia 1566, y había muerto en 1630 (ahogose en el mar Tirreno), según se infiere de los sentidos versos que Lope de Vega le dedica en el Laurel de Apolo.

Compuso Vargas Manrique cierto librillo de sonetos y canciones (entre las cuales hay una, dedicada a la profesión de Fr. Pedro de Padilla), con el título de Christiados, o libro de los hechos de Christo (Madrid, 1589). Contienen, además, versos suyos: el Cancionero de López Maldonado (Madrid, 1586); la Primera parte de Cortés valeroso y Mexicana (Madrid, 1588), de Gabriel Lasso de la Vega; Las Trecientas... en defensa de Illustres mugeres, manuscrito citado por Gallardo (Ensayo, III, col. 249) y que aparece dedicado por su autor, Luis Hurtado de Toledo, a la madre de D. Luis de Vargas Manrique, del cual cuenta que recitó «una elocuentísima oración..., con voz sonora y dulcísima rectórica..., en defensa de las Ilustres Mugeres»; el Florando de Castilla de Jerónimo de Güerta (Alcalá, 1588); y La Austriada de Juan Rufo (Madrid, 1584). Según La Barrera, hállanse poesías de Vargas Manrique en un códice de la Biblioteca Colombina (Sevilla).

Lope de Vega le menciona en la Arcadia (lib. V, ad finem) y en La Dorotea (Madrid, 1632; acto IV, scena II), y le dedica un soneto en la primera parte de las Rimas (fol. 49 verso de la edición de Madrid, 1609, reproducida por Mr. A. M. Huntington en 1903), soneto impreso anteriormente en la Segunda parte de las Rimas, que va con La hermosura de Angélica en la edición madrileña de 1602. También hay alusión a D. Luis de Vargas, como autor de romances, en el Proceso de Lope de Vega (edición Tomillo-Pérez Pastor; Madrid, 1901; página 41), donde aquél presta declaración como testigo. Según este mismo Proceso (pág. 164), Vargas tenía fama de autor dramático. (N. del E.)

 

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(9) DOCTOR [FRANCISCO DE] CAMPUÇANO.- En este personaje comienza la loa de los ingenios que Cervantes clasifica como de «la ribera del Tajo».

El Dr. Francisco de Campuzano fue médico del Rey. Testó en Madrid, a 21 de abril de 1583 (vid. Pérez Pastor, Bibliografía madrileña, III, 341). Hay versos suyos en el Jardín espiritual de Pedro de Padilla (Madrid, 1585); en el Cancionero de López Maldonado (Madrid, 1586; trae una Epístola del Doctor, en la cual éste se dice morador de las riberas del Jarama); y en El Pastor de Philida, de Luis Gálvez de Montalvo (Madrid, 1582). El Sr. Fitzmaurice-Kelly (Galatea, traducción Oelsner y Welford; Glasgow, 1903; pág. 257, n. 9) afirma que hay versos del Dr. Campuzano al frente del Galateo español (1594) de Gracián Dantisco; pero no los hemos hallado en ninguna de las ediciones por nosotros consultadas. Lope de Vega, en la Dorotea (acto IV, escena II) menciona al Dr. Campuzano entre los que llama «grandes poetas de esta edad».

Acerca de los Campuzanos, véase el erudito Prólogo del canónigo Juan Antonio Mayans a la edición del Pastor de Philida impresa en Valencia, el año 1792 (páginas LXXVI y siguientes). En opinión de Mayans, Campuzano figura en El Pastor de Philida con el nombre poético de Campiano. En cierta edición de Barcelona, 1595, del Galateo español, de la cual hay ejemplar en la Biblioteca de la Hispanic Society of America (New York), figura un soneto «del doctor Francisco de Campuçana» (sic). En el mismo libro hay sonetos de Galvez de Montalvo y de Lope de Vega.185.1 (N. del E.)

 

185.1

II, 308-11. [«En cierta... Vega.» añadido del apéndice «Adiciones a La Galatea» de op. cit., p. 326 (N. del E.)]

 

186

(10) DOCTOR SUAREZ DE SOSA.- No es segura la identificación de este personaje, a quien Cervantes presenta como varón doctísimo en letras clásicas. La Barrera supone que aquel doctor pueda ser el Francisco de Sosa, natural de Medina del Campo, mencionado por Nicolás Antonio como autor de un libro acerca Del arte como se ha de pelear contra los Turcos (1549), donde dice haber acabado otro De las ilustres mugeres que en el mundo ha habido. Añadiremos por nuestra parte que este Dr. Sosa parece ser también el autor del rarísimo y original Endecálogo contra Antoniana Margarita (Medina del Campo, 1556; cons. Pérez Pastor, La imprenta en Medina del Campo; Madrid, 1895; páginas 139 y siguientes). No obstante, aminora considerablemente el valor de esta hipótesis la circunstancia de ser este Dr. Sosa natural de Medina del Campo, y no de la «ribera del Tajo», como da a entender Cervantes.

Hay noticias de otro Dr. Sosa, que fue médico de cámara en Palacio y que había fallecido en 1610. (Consúltese a M. Serrano y Sanz, Apuntes para una Biblioteca de escritoras españolas, &.ª; Madrid, 1903; tomo I, página 91.)

Y no sería inverisímil que se tratase en la estrofa cervantina de otra persona, distinta de las dos anteriores: el licenciado Alonso Suárez, médico, vecino de la villa de Talavera, autor de una Recopilacion de los más famosos autores griegos y latinos que trataron de la excelencia y generacion de los caballos, &.ª (Toledo, 1564; cons. Pérez Pastor, La imprenta en Toledo; Madrid, 1887; pág. 120). Entre los documentos de la Inquisición de Toledo, hay uno de «el doctor Suárez de Sosa, médico. Sobre expurgación de ciertos libros que tenía.» (Vide Archivo Histórico Nacional. Catálogo de las causas contra la fe seguidas ante el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición de Toledo; Madrid, 1903; página 239.) El expediente (legajo 190, núm. 34) consta de una sola hoja en folio, escrita por una cara. Es instancia autógrafa del Dr. Suárez de Sosa, y dice así:

«Muy Illustres Señores:

»El Doctor Suarez de Sosa, medico, digo: que yo tengo vn Arnaldo de Vila Noua, y vn Amato Lusitano, y vnas Apotegmas de Erasmo, expurgados conforme a como lo manda el Catalogo nueuamente impreso.

»A vs. mds. pido y suplico manden remitir estos libros a quien vea si estan bastantemente expurgados, etc.

El Doctor Suarez
de Sosa
.

(Rúbrica.)»



En el ángulo superior izquierdo se lee, de distinta letra: «Presentada en 30 de Abrill de 1561 ante los Sres. Inquisidores don Juan y don Lope.» Después del escrito del doctor figura, de distinta letra, este decreto: «Que los vea el Padre fray Pedro Caxcales, y, estando expurgados conforme al Expurgatorio, los subscriua.»

De todos los «Sosas» mencionados en la página 308 del tomo II de nuestra edición de La Galatea, éste es el que ofrece más probabilidades de ser el aludido por Cervantes.186.1 (N. del E.)

 

186.1

II, 309-4. [«Entre... Cervantes.» añadido del apéndice «Adiciones a La Galatea» de op. cit., p. 326 (N. del E.)]

 

187

(11) DOCTOR BACA.- Todas las ediciones de La Galatea traen el nombre del Dr. «Baza» o «Baça» en esta estrofa del Canto de Caliope. Sin embargo, examinada con atención la palabra, que figura en la última línea del folio 321 de la primera edición, se echa de ver que los editores han confundido una mancha tipográfica con la cedilla de la c, sin fijarse en que, siempre que en dicha edición se emplea la cedilla, se hace uso de un signo perfectamente claro, y de mayor tamaño que la mancha citada. Esta última, en el caso del supuesto «Doctor Baça», es exactamente igual a otras que se observan al pie de cc o de ee en líneas finales de verso o de prosa, como acontece en las siguientes: «alcanço (folio 3 v.); braços çomo (43 v.); çomençaua (50 r.); çoraçon (249 r., 252 r., 300 r.); çarças çambroneras (305 v.)» y en cien más que podríamos citar. De todo esto, y de la absoluta falta de noticias acerca de ningún Doctor Baza en aquellos tiempos, inferimos que la verdadera lección debe ser: «Baca», o sea, en ortografía moderna, «Vaca». No ha de sorprender que este apellido aparezca escrito con B, puesto que con tal letra se lee, en el mismo Canto de Caliope, el del licenciado Geronimo Baca y de Quiñones.

Esto supuesto, nada de extraño tendria que el tal «Doctor Vaca» fuese el conocido Dr. Enrique Vaca de Alfaro, que escribió la Proposicion Chirurgica, &.ª (Sevilla, 1618), libro en el cual figura la siguiente décima de D. Luis de Góngora:


   «Vences en talento cano
a tu edad, a tu esperiencia,
así con tu sabia ciencia,
como con tu diestra mano,
oh Enrique! oh del soberano  5
Febo imitador prudente!
ciña tu gloriosa frente
su verde honor, pues es dina,
ya por el arte divina,
ya por la pluma elocuente.»  10


De este mismo Dr. Vaca de Alfaro hay una canción en el libro de Juan Páez de Valenzuela, Relacion breve de las fiestas que en la ciudad de Córdoba se celebraron a la beatificacion de la gloriosa Patriarca Santa Teresa de Jesús (Córdoba, 1615); y dos sonetos y una décima en la Relacion de las honras que se hicieron en la ciudad de Córdoba a la muerte de... doña Margarita de Austria, &.ª (Córdoba, 1612).

La Barrera (Catálogo bibliográfico y biográfico del Teatro antiguo español; Madrid, 1860; pág. 411), siguiendo el Discurso del Dr. Antonio Navarro, cita a un «Doctor Vaca», como poeta dramático de fines del siglo XVI y principios del siguiente. Pero este Dr. Vaca era cura y beneficiado de Toledo, y el aludido por Cervantes parece que era médico.

En el libro de Diego Ximénez Ayllón, Los famosos y heroicos hechos del... Cid Ruy Diaz de Bivar, &.ª (Alcalá, 1579), figuran dos sonetos de un «Juan Vaca de Sotomayor», de quien no sabemos que ejerciese la profesión médica. Pero bien pudiera ser este mismo el «Licenciado Juan de Sotomayor», del cual hay otros dos sonetos al frente de la edición madrileña de 1587 de la Nueva Filosofía de la naturaleza del hombre, publicada bajo el nombre de la famosa D.ª Oliva Sabuco.

Por último, en la Relacion de las fiestas que la imperial ciudad de Toledo hizo al nacimiento de... Felipe IIII (Madrid, 1605) hay unos tercetos del regidor de Toledo D. Pedro Vaca de Herrera. (N. del E.)

 

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(12) LICENCIADO [DIONISIO] DAÇA [CHACON].- Vallisoletano. Estudió en Salamanca, y fue cirujano de Felipe II. Testó en Madrid, a 28 de setiembre de 1596, y murió a principios del mes siguiente. (Pérez Pastor, Bibliografía madrileña, III, 366.) Tuvo un hermano llamado Bernardino Daza. (Cons. Narciso A. Cortés, Noticias de una Corte literaria; Madrid-Valladolid, 1906; páginas 7 y siguientes.) Escribió el libro rotulado Practica y Theorica de Cirugia en romance y latin (Valladolid, 1584). (N. del E.)

 

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(13) MAESTRO GARAY.- Menciónale con elogio Lope de Vega en la Arcadia (libro V, ad finem), llamándole «laureado y divino ingenio»; en la Dorotea (acto IV, scena II); en El jardín de Lope (La Filomena; Madrid, 1621; fol. 154 v.), donde habla de


«Garay, en tantas letras eminente»;


en la Relacion de las fiestas que la insigne villa de Madrid hizo en la canonizacion de S. Isidro (Madrid, 1622), y en el Laurel de Apolo (silva IV), donde se expresa así:


   «En el doctor Garay hallarás luego
oposiciones al latino y griego,
felicísimo río,
cuando en aplauso de la docta Clío
le viste coronar méritamente,
y él dijo en sus canciones:
Tengo una honrada frente,
de laurel coronada.
Felice edad pasada,
que honrabas los científicos varones,
¿cuándo será que premies y repares
la gloria de tus hijos, sacro Henares?»


También le loa Espinel en La Casa de la Memoria (op. cit., folios 32 vuelto y siguientes), haciéndole natural de las riberas del Duero.

Hay un soneto del Lic. Garay al frente de Los Lusiadas, de Camoens, traducidos por Benito Caldera (Alcalá, 1580). Otras poesías, sacadas de un códice que fue de D. José María de Álava, pueden verse en el tomo XLII de la Biblioteca de Autores Españoles. Finalmente, consérvanse composiciones de Garay, con otras de Juan de Salinas y de Baltasar del Alcázar, en un tomo en 4.º, manuscrito de fines del siglo XVII (70 hojas), que poseyó Aureliano Fernández-Guerra y hoy se halla en poder de D. Luis Valdés y Alberti; y en El Cancionero de Mathias Duque de Estrada (artículo de E. Mele y A. Bonilla en la Revista de Archivos; Madrid, 1902; véase también el artículo de los mismos autores, Poesías antiguas castellanas, en Ateneo, de enero, 1907). (N. del E.)

 

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(14) MAESTRO [JUAN DE] CORDOUA.- Amigo y quizá maestro de Lope de Vega, el cual le alaba en el Laurel de Apolo (silva IV) y en El Peregrino en su patria (libro IV, folio 179 vuelto, de la edición barcelonesa de 1605). Es mencionado en la Expostulatio spongiae de Julio Columbario (Francisco López Aguilar, en colaboración con Alfonso Sánchez) (Madrid?, 1618). Fue clérigo presbítero, arcipreste de Buitrago, y estuvo al servicio del cardenal Quiroga. (Cons. Pérez Pastor, Bibliografía madrileña, III, 365.)

Probablemente es el mismo «Dr. Córdoba» que vio y aprobó el Arte de Gramática latina del mercenario Fr. Diego de Carvajal (Valladolid, 1582).

Hay una poesía latina suya al frente del Tractatus Eleemosynae ex visceribus et medulis utriusque iuris, &.ª, del licenciado Alfonso Iñigo de Valdés (Madrid, 1588). Otra, latina también, puede leerse en una de las dos ediciones de las Diversas Rimas de Vicente Espinel, publicadas en Madrid, el año 1591, y dice así:


«Seu graviore lyra, gracili seu carmen avena,
   seu medios placido mittis ab ore sonos:
seu triplicem linguam cantu contexis eodem,
   cumque peregrinis currere nostra facis:
seu tantum iuvat ausonia, tantumve latina,  5
   seu sola hispana fundere voce melos:
seu libet insignes divina laude puellas,
   ignea seu magnos tollere in astra viros:
funera lugubri seu deplorare querella,
   gaudia seu latis concelebrare modis:  10
seu Veneris cantare faces, puerique sagittas,
   quamque sit insani causa doloris amor:
sive aliud quodcunque libet, Spinelle, vel auris
   spargere: mansuro ponere sive libro,
summus es, et summas attingis Appolline metas:  15
   auspice: nil summum est quod tibi Apollo neget.
Ergo tibi summum dabitur per secula nomen,
   summaque pro meritis gloria, summus honos.» (N. del E.)