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201

(23) [GABRIEL] LOPEZ MALDONADO.- Toledano. Autor del ya citado Cancionero (Madrid, 1586). Tuvo un hijo, llamado Juan. (Cons. Pérez Pastor, en las Memorias de la Real Academia Española, tomo X; Madrid, 1911; pág. 233.) Hay un soneto suyo en Las obras de Boscan y Garcilasso trasladadas en materias christianas y religiosas por Sebastián de Córdoba (Granada, 1575); y cuatro octavas en El Prado de Valencia de Gaspar Mercader (Valencia, 1600; cons. la edición crítica de H. Mérimée; Toulouse, 1907; págs. 50 y 79), el cual dice de él:


   «De Castilla este señor
vino cubierto de flor
con pensamientos de cedro
y los años de sant Pedro,
y assí salió pescador.»


En efecto; Maldonado residió algún tiempo en Valencia, donde ingresó en la Academia de los Nocturnos, con el seudónimo de Sincero, en 1592. En el Cancionero de dicha Academia (véase la edición F. Martí Grajales, Valencia, 1906 y siguientes; y el Catálogo de Salvá, I, 59 y 70), figuran composiciones de Maldonado.

Hay además poesías suyas en el Thesoro de varias poesias (Madrid, 1580), en el Romancero (Madrid, 1583), y en el Jardin espiritval (Madrid, 1585) de Pedro de Padilla.

Le alaban: Cervantes, en el Quixote (I, 6); Espinel, en La Casa de la Memoria (Rimas, &.ª); y Lope de Vega, en La Dorotea (IV, II). (N. del E.)

 

202

(24) LUYS [GALVEZ DE] MONTALUO.- Discreto y cortesano autor de El Pastor de Philida (1582), «una de las pastorales mejor escritas, aunque, por ventura, la menos bucólica de todas». (M. Menéndez y Pelayo, Orígenes de la Novela, I; Madrid, 1905; pág. 499.) Nació en Guadalajara, y murió en Italia, hacia 1591.

Véanse, acerca de Montalvo, los citados Orígenes de Menéndez y Pelayo, y el libro de Hugo A. Rennert, The Spanish Pastoral Romances (edición de Philadelphia, 1912; págs. 104-115).

El nombre poético de Gálvez de Montalvo era Siralvo, que aparece como autor de una epístola en verso (E.: «El pastor más humilde de la tierra») dirigida a Clarinda, en el manuscrito 3358, folio 49 recto, de la Biblioteca Ricardiana.

En el Archivo de la antigua Casa ducal de Osuna se conserva una carta autógrafa y bastante curiosa de Montalvo, escrita en Roma, a 13 de julio de 1587. Está en un pliego en folio, y va enderezada: «Al Duque de Francavila-Madrid». La insertamos a continuación, porque no creemos que haya sido publicada. Dice así:

«Illmo. Sr.

»Si V. S. huuiera estado en Madrid, huuiera yo hecho esso muchas vezes; mas no le ha sido poco ahorro estar ausente, pues a escusado el cansancio de letras mías. Aora no se puede escusar, que se la venida de V. S.; pero, por aliuio, sere breue y onesto, y lo que tengo de caduco me parecere al mundo que corre. La uida de Roma es Sr., de harto trauajo, do no uasta la mucha m. (merced) quel car.l (cardenal?) me haze para poderla sufrir. Está todo tan estragado y malo de suyo, que sin duda ha de ser mal hombre el que se hallare bien: la mentira, la lisonja, la poca fe, el engaño tan auezindados, que cada vno come con ellos y duerme, y ansi, quando recuerdan algunos, se hallan donde es ymposible salir; no ay vn real, y ay cien mil trapaças; las carzeles llenas de españoles; los ytalianos parezen moços de mulas, toda la uida cantandonos ynfamias; las calles llenas de putanas, casadas y por casar; doze mil estan en lista, dolas al diablo, y apenas ay quien las mire a la cara; tratase la sodomia con menos recato, harto menos, que comer vn hueuo en viernes: ¡brabo caso, aqui donde se topa a cada paso vn uicario de Christo, y tantas y tan grandes reliquias, que se puede llamar architio del cielo! Gran Dios tenemos; el nos guarde, como puede, de todo, y a V. S. de cartas tan cansadas como esta.

»Yo estoy occupado, fuera del seruicio de mi amo, en traducir la Hierusalem del Taso en coplas castellanas. Sale qual jamas salió traduccion en el mundo. V. S. se aperciba a ampararme este libro, que se le pienso dirigir, y no tardar mucho en acaualle. Ya sabe V. S. que de su propria gana sea obligado a fauorezerme en todo; aora me importa que V. S. lo haga escriuiendo a mi amo que me haga mucha m. (merced), y que alla todo el mundo aguarda mi prosperidad en su seruicio; y sea, supplico a V. S., esta carta luego. No se si haura llegado alla vn sonetimini (sic) que hize en la mar al uiento de mis sospiros, que se yuan a rratos abrasando a España a tomar tierra; por si o por no, yra aqui, porque, ya quel gusto no puede quedar dulze desta carta, quede al menos no tan enfadoso, en tanto quel soneto entra.

»N. S. la Illma. persona y estado de v. s. guarde y acreciente como puede. De Roma y de Julio 13 de 1587.

Illmo. Sr.

Besa a V. S. las manos,

su seruidor

Galuez de Montaluo



Y sigue el soneto, que reproducimos a continuación:



   «Estos sospiros que, del pecho mio,
por darle vida tan aprisa salen,
no es posible entenderse lo que valen,
si yo no digo adonde los ynuio.

   Amor lo sabe, y de Fortuna fio  5
que ellos y el Mundo a dedo me señalen;
mas, como en fama y en dolor me ygualen,
yo y mis sospiros cobraremos brio.

   Salgan, vayan, y uengan diligentes;
lleuen y trayan fuego a su medida,  10
que de sus manos mi salud espero;

   pues ni yo hare pazes con la vida,
ni mi dolor desculpa con las gentes
hasta quel alma de por mi el postrero.» (N. del E.)


 

203

(25) PEDRO DE LIÑAN [DE RIAZA].- Hijo de Roque de Liñán y de Agueda de Riaza, vecinos de Toledo. En 1589 estaba en Madrid, y era gobernador del condado de Gálvez. Después fue secretario de D. Francisco de los Cobos, marqués de Camarasa. Residió también en Zaragoza, de donde se le ha creído natural, aunque él nació en Toledo. Murió en Madrid, a 25 de julio de 1607 (véase a Pérez Pastor, Bibliografía madrileña, III, 412-413). Su nombre poético era Riselo.

Coleccionáronse sus Rimas en la edición, bastante incompleta, de la Biblioteca de Escritores Aragoneses (Zaragoza, 1876). Cons. también: Pedro Espinosa, Flores de poetas ilustres, segunda edición citada, núms. 110 y 124; E. Mele y A. Bonilla, El Cancionero de Mathias Duque de Estrada (Revista de Archivos; Madrid, 1902); ídem íd., Dos Cancioneros españoles, Madrid, 1904, páginas 8, 10 y 11; E. Mele, Rimes inédites (de Aguilar, Espinel, Mercader, Tárrega, Liñán, Belvís y Guillén de Castro), Bordeaux, 1901 (tirada aparte del Bulletin Hispanique); A. Bonilla, Anales de la Literatura Española; Madrid, 1904; págs. 103-113; y el manuscrito 3795-97 de la Biblioteca Nacional de Madrid.

Lope de Vega, en muchos lugares de sus obras, cita con elogio a Liñán:

La atribución a Liñán de La Vida del Pícaro, compuesta por gallardo estilo en tercia rima (cons. la edición A. Bonilla; París, 1902; pág. 9) está reforzada por la circunstancia, que indica F. Holle en su reciente edición de La hija de Celestina (Bibliotheca Romanica; Strasburgo; pág. 7) de Salas Barbadillo, de transcribir éste, en el Cauallero puntual (1616; folio 45 vuelto), un terceto de dicha Vida, atribuyéndolo al «lyrico Liñan».

En el Archivo de la antigua casa ducal de Osuna hemos hallado, en copia manuscrita del siglo XVII, la siguiente glosa de Liñán, que aparece remitida por el conde de Cocentaina al de Salinas y Ribadeo:



      «Espero sin esperança.


GLOSSA

   Haçe impussibles amor
en la fee y en el deseo:
de la uerdad, deuaneo,
y del esfuerço, temor;  5
y en mi, por pena y vengança
del uien que mi fee no alcança,
a hecho un milagro nueuo:
que, quando a esperar me atreuo,
espera sin esperança.  10

   Bien digo que espero uer,
ciego de libres antojos,
muertos de oluido los ojos,
luz que no a de amanezer.
Como el que uida no alcança,  15
y nueua vida y mudança
aguarda en la sepoltura,
anssi, muerto en mi uentura,
espero sin esperança


Hay en el Quixote (II, 18) una frase que los comentaristas no han explicado, y que puede aclararse con ayuda de un soneto atribuido a Liñán. Nos referimos al pasaje en que el ingenioso hidalgo alaba al hijo de don Diego de Miranda, diciéndole: «mereceys estar laureado, no por Chipre ni por Gaeta, como dixo vn poeta que Dios perdone, sino por las Academias de Atenas.» El «poeta que Dios perdone» fue Liñán de Riaza, que, bajo el nombre de Juan Bautista de Vivar, había enderezado contra el jurado de Córdoba Juan Rufo un soneto, muy conocido en su tiempo, donde dice:


   «Yo, Juan Baptista de Bibar, poeta
por la gracia de Ascanio solamente,
salta-vanco mayor de todo Oriente,
laureado por Chipre y por Gaeta


(Vid. el soneto en A. Bonilla, Anales de la literatura española; Madrid, 1904203.1; pág. 111.) (N. del E.)

 

203.1

II, 321-15. [«1914» corregido del apéndice «Adiciones a La Galatea» de Persiles y Sigismunda, edición de R. Schevill y A. Bonilla, 1914, Imprenta de Bernardo Rodríguez, Madrid, p. 327. (N. del E.)]

 

204

(26) ALONSO DE BALDES.- Cervantes, en el Viage del Parnaso (II), loa el «ingenio sutil y levantado» de un «gran Valdés». En las Diversas Rimas de Espinel (Madrid, 1591) figura un prólogo de Alonso de Valdés, que debe de ser el ingenio alabado por Cervantes en el Canto de Caliope. (N. del E.)

 

205

(27) PEDRO DE PADILLA.- Nació en Linares (Jaén), según da a entender Lope en el Laurel de Apolo. Tomó el hábito de los carmelitas calzados en Madrid, a 6 de agosto de 1585 (Nic. Antonio, Bibl. Nova, apud Petrus de Padilla). Vivía aún en 1599, y en 22 de enero de este año aprobó el Isidro de Lope. Elogiáronle como poeta sus contemporáneos: Cervantes (Quixote, I, 6), López Maldonado y Espinel, entre otros. Su fama había decaído algún tanto cuando el saladísimo Prete Jacopín (el condestable D. Juan Fernández de Velasco?) escribió sus Observaciones sobre las Anotaciones de Herrera, donde censura a éste por haber enderezado sus escritos a personas de mérito, siendo más razonable «dirigirlas a Johan del Enzina, a Johan de Timoneda o a su Patrañuelo, o a Lomas de Cantoral, a Padilla y sus Thesoros;... y si no, a la ánima de don Luis Zapata, o a la de vuestro amigo Burguillos».

Escribió Padilla: Thesoro de varias poesias (Madrid, 1580); Romancero (Madrid, 1583); Jardin espiritval (Madrid, 1585; se da aquí el título de «Fray» Pedro de Padilla), y Grandezas y excelencias de la Virgen Nuestra Señora (Madrid, 1587). Hay composiciones suyas en el Cancionero de López Maldonado, en la Conqvista... de Granada de Duarte Dias (Madrid, 1590) y en el Libro primero de Annathomia, &.ª (Baeza, 1590), del Dr. Andrés de León, entre otros. Cervantes escribió composiciones laudatorias de la mayor parte de los escritos de su amigo Padilla, a quien también alude jocosamente Quevedo en el Buscón (I, 10).

En la Biblioteca de los duques de Gor (Granada) se conserva un manuscrito de la segunda parte de las obras de Pedro de Padilla. (N. del E.)

 

206

(28) GASPAR ALFONSO.- En el Desengaño de Amor en rimas del licenciado Pedro Soto de Rojas (Madrid, 1623) figura (folio 161 vuelto) una Elegía en la muerte del Licenciado Gaspar Alonso, que bien pudiera ser la persona aludida por Cervantes. Comienza así:


   «Llorad, Musas, llorad, llorad en tanto,
si lágrimas teneis, lágrimas puras,
que me desato en amigable llanto.»


Y acaba:


   «Gozaré del mejor amigo mío,
sin esperanzas ni temor de suerte:
que, a pesar del humano desvarío,
a todos mide por igual la muerte.»


Según se infiere de la Elegía, Gaspar Alonso murió joven, siendo de notar que buen número de las poesías del Desengaño pertenecen a la juventud del autor (una de ellas lleva la fecha de 1609). (N. del E.)

 

207

(29) CHRISTOUAL DE MESA.- Natural de Zafra. Incansable poeta épico, autor de Las Navas de Tolosa (Madrid, 1594); La Restavracion de España (Madrid, 1607); Valle de lagrimas y diuersas rimas (Madrid, 1607); El Patron de España (Madrid, 1612, con las Rimas, cuya portada lleva fecha de 1611); La Eneida de Virgilio (traducción en verso; Madrid, 1615); Las Eglogas y Georgicas de Uirgilio, y Rimas, y El Pompeyo, tragedia (Madrid, 1618). Hay un soneto suyo en la edición de las Obras de Francisco de Figueroa, publicadas por Luis Tribaldos de Toledo (Lisboa, 1625). Nicolás Antonio, refiriéndose a Tamayo de Vargas, cita una versión manuscrita, por Mesa, de la Ilíada. Murió en 27 de setiembre de 1633.

En el Valle de lagrimas y diuersas rimas (fol. 139) figuran unos tercetos dirigidos al cardenal Ascanio Colona, «virrey de Aragon» (el personaje a quien la Galatea va dedicada), en versos castellanos e italianos, alternados.

Cervantes le alaba también en el Viage del Parnaso (capítulo III). (N. del E.)

 

208

(30) PEDRO DE RIBERA.- En octubre de 1580 vivía en Argel un Pedro de Ribera, escribano y notario apostólico, que tomó declaraciones a los testigos presentados por Cervantes para su Información (Navarrete, Vida, &.ª, pág. 320). Otro Pedro de Ribera fue, en 24 de mayo de 1581, testigo del desposorio de Pedro Láinez con Juana Mozárabe o Gaitán (Pérez Pastor, Bibliografía madrileña, III, 401). Francissco Bermúdez de Pedraza, en su libro Antigüedades y excelencias de Granada (Madrid, 1608), cita a un licenciado D. Pedro de Ribera, obispo de Lugo. Ignoramos si serían poetas, y tampoco sabemos si Cervantes alude a alguno de los citados. (N. del E.)

 

209

(31) BENITO DE CALDERA.- Publicó en Alcalá, el año 1580, su traducción en octava rima de Los Lusiadas, aprobada por Fadrique Furió Ceriol, prologada por Pedro Láinez, y con sonetos laudatorios de Garay, Vergara y otros. Hay un soneto de Caldera en el Comentario en breve compendio de disciplina militar de Mosquera de Figueroa (Madrid, 1596). (N. del E.)

 

210

(32) FRANCISCO DE GUZMAN.- Alábale Cervantes como guerrero y poeta. Tales circunstancias concurren en cierto Francisco de Guzmán que escribió una Glosa sobre las coplas de Jorge Manrique, y además: Flor de sentencias de Sabios (Anvers, 1557); Triunfos morales (Alcalá, 1565); Decreto de sabios (Alcalá, 1565) y Sentencias generales (Lérida, 1576). Era capitán en 1556. Véanse acerca de él: Gallardo (Ensayo, &.ª, III, cols. 155 y siguientes); Coplas de D. Jorge Manrique, &.ª, edición de Madrid, Sancha, 1779, págs. VIII y siguientes. (N. del E.)