Acto I
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Sale JOAQUÍN.
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JOAQUÍN |
Soberano Emperador |
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de los cielos y la tierra; |
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tú que para verlo todo |
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sobre el Querubín te
asientas; |
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Dios, sin semejante alguno, |
5 |
verdad y bondad inmensa, |
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padre de todas las cosas, |
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fortaleza y ciencia eterna, |
|
admirable, incircunscripto, |
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cuya virtud y grandeza |
10 |
solo cupiera en ti mismo; |
|
Dios de la paz y la guerra, |
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solo bueno, solo santo, |
|
a cuya hermosa presencia |
|
las cristalinas columnas |
15 |
del orbe estrellado tiemblan: |
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tú, donde tiempo y
vejez |
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no pueden tener licencia, |
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porque es tu generación |
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de siglos eternos llena: |
20 |
Dios sin principio, y de quien |
|
todas las cosas comienzan; |
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Dios sin fin, y en quien se
acaban, |
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como en soberana esfera: |
|
anillo y círculo santo |
25 |
que en la línea de tu
esencia |
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tienes el principio y fin |
|
sin que principio y fin
tengas: |
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yo Joaquín, que, como
sabes, |
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traigo noble descendencia |
30 |
de la casa de David |
|
y los Reyes de Judea, |
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del tribu sacerdotal |
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para mayor excelencia, |
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y de aquellos a quien diste |
35 |
tu palabra verdadera |
|
que dellos
descenderías, |
|
reiterando las promesas |
|
dos mil y veintitrés
años |
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después que hiciste la
tierra, |
40 |
a Abraham y al gran Jacob, |
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amante de Raquel bella; |
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prometo en tus santas manos, |
|
si es bien que yo lo prometa, |
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como otras veces lo hice |
45 |
en edad más justa y
tierna, |
|
de darte cualquiera cosa |
|
que tú me des que te
ofrezca |
|
de Ana, mi esposa querida, |
|
pues solo quiero que sea |
50 |
para tu servicio y templo |
|
cuando tanto bien merezca. |
|
Veinte años hace,
Señor, |
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que estoy casado con ella; |
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que obedeciendo tu ley |
55 |
me casé con mi
parienta; |
|
ella viene de Belén, |
|
yo vengo de Galilea; |
|
ella es hija de los nobles |
|
Estolano y Emerencia, |
60 |
yo de Mathan y de Estha, |
|
que en Sephor tuvo la
hacienda; |
|
no habemos tenido hijos; |
|
has dado a su hermana Ismeria, |
|
a Isabel, que Zacarías |
65 |
tiene por amada prenda, |
|
y a mi Ana no le has dado |
|
hijo ni hija: ¡ay, si
fuera, |
|
pues lo parece en el nombre, |
|
la madre de aquel Profeta |
70 |
que fue sucesor de Elí! |
|
Pero, Señor, solo sea |
|
lo que fuere tu servicio |
|
y tu voluntad inmensa. |
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(Salen RAQUELA,
criada, y BATO,
villano.)
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BATO |
Denme lo que he menester, |
|
que a la he que suelo ser, |
|
huerte de salir de
allá. |
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RAQUELA |
¿Quién te ha mandado venir |
|
del monte? ¿Mejor no
fuera |
80 |
que Eliso o Fares viniera? |
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BATO |
Reortir, que Reortir. |
|
Muesamo me lo
mandó |
|
y me dijo: Venga Bato |
|
de los pastores del hato, |
85 |
que Bato me llamo yo. |
|
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RAQUELA |
¡Linda
bestia llevarán |
|
los dos a Jerusalén! |
|
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|
BATO |
Por eso vais vos
también |
|
de las mozas que aquí
están; |
90 |
a la gana con que
vengo |
|
añadiréis
voluntad. |
|
¿Yo qué tengo en la
ciudad? |
|
Yo en las Encenias,
¿qué tengo? |
|
Si va a la
fiesta Joaquín |
95 |
como antaño y otros
años |
|
con Ana, y por los
extraños |
|
y deudos se huelga, en fin, |
|
Bato a solo
trabajar |
|
y llevar comida a cuestas. |
100 |
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RAQUELA |
Sí en verdad, que en esas
fiestas |
|
no se sabe Bato holgar. |
|
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BATO |
Sí, huelgo
de ver el templo |
|
fábrica de
Salomón, |
|
en quien tanta
religión, |
105 |
tantas grandezas contemplo. |
|
Mas de andar en
la ciudad |
|
antes me causa tristeza, |
|
porque es mi naturaleza |
|
el silencio y soledad. |
110 |
Entre seis toscos
pastores |
|
ando con mayor contento, |
|
oyendo al rudo instrumento |
|
dulces canciones de amores: |
|
las glorias, las
alabanzas |
115 |
de los cielos generosos |
|
que con los frutos copiosos |
|
exceden las esperanzas. |
|
No viendo en
Jerusalén |
|
hinchados sabios escribas, |
120 |
doctos en las primitivas |
|
leyes del santo Moisén. |
|
No en corrillos
de ignorantes |
|
murmuradores de todo, |
|
que como bestias en lodo |
125 |
están sucios y
arrogantes. |
|
Estos
verás a la puerta |
|
del templo en esta
ocasión, |
|
y no porque es la
oración |
|
cuidado que los despierta, |
130 |
sino para
blasfemar |
|
del que teme a Dios y ofrece |
|
su hacienda a quien la
engrandece, |
|
vida y salud puede dar. |
|
Que hay hombre de
tal ejemplo |
135 |
y viciosa inclinación, |
|
que tiene por
invención, |
|
rezar un hora en el templo. |
|
Nosotros, rudos
pastores, |
|
Raquela, humildes y llanos, |
140 |
a los cielos soberanos |
|
cantamos himnos y loores. |
|
Vaya en buen hora
Joaquín |
|
a las Encenias; que Bato |
|
mejor estaba en el hato, |
145 |
que es su natural, en fin. |
|
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|
RAQUELA |
Quedo, que
está aquí señor. |
|
|
|
BATO |
¡Pardiez, que yo no le
vía! |
|
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BATO |
Entra el claro resplandor |
150 |
del alba de mala
gana |
|
por resquicios de aposentos: |
|
allá en los montes
exentos |
|
es todo el cielo ventana. |
|
Asómase
todo el sol |
155 |
de una vez dorando ramos |
|
de encinas, y madrugamos |
|
a su primero arrebol. |
|
Chillan las aves,
y en flores |
|
del prado alaban su
dueño, |
160 |
que son para nuestro
sueño |
|
relojes despertadores. |
|
Corre el agua, y
con enojos |
|
de la noche resplandece, |
|
que parece que se ofrece |
165 |
para lavarnos los ojos. |
|
Y cayendo el
cristal frío |
|
por nuestro rostros villanos, |
|
sirve de paño de manos |
|
el sol que enjuga el
rocío. |
170 |
Así salen
al ganado |
|
los humildes pastorcillos; |
|
que las sábanas son
grillos |
|
de cortesano acostado. |
|
Que su breve
condición |
175 |
de suerte se les olvida; |
|
que la mitad de la vida |
|
vienen a estar en
prisión. |
|
|
|
JOAQUÍN |
Bato, así
dispone el cielo |
|
las humanas voluntades, |
180 |
los montes y las ciudades. |
|
|
|
BATO |
Más precio mi duro
suelo |
|
que los colchones
de pluma |
|
del que se come las aves, |
|
y que sus doradas naves, |
185 |
mi techo que fuego
ahúma. |
|
Manda que me
dé Raquela |
|
lo que tengo de llevar. |
|
|
|
RAQUELA |
Ya lo acabo de juntar: |
|
¿que cuidado te
desvela? |
190 |
|
|
JOAQUÍN |
Mira si mi Ana está |
|
al camino apercibida. |
|
|
|
RAQUELA |
Ya pienso que está
vestida. |
|
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|
(Sale SANTA
ANA.)
|
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|
ANA |
Cuando quisiéredes
vamos. |
|
|
|
BATO |
¡Qué cara de
serafín! |
|
Que no dé
el cielo a mi ama |
|
dos o tres hijos siquiera: |
200 |
¡pardiez, si estéril
no fuera, |
|
que era matrona de fama! |
|
|
|
RAQUELA |
Harto lo ruegan
al cielo. |
|
|
|
ANA |
La ofrenda, Joaquín,
junté: |
|
pésame que corta fue |
205 |
para nuestro santo celo. |
|
De las tres
partes que hacemos |
|
de nuestra haciendilla poca, |
|
al templo santo le toca |
|
esta que hoy le ofreceremos. |
210 |
Y la segunda
tendrán |
|
los pobres y peregrinos, |
|
que por extraños
caminos |
|
lejos de su patria van. |
|
La tercera se
acomoda |
215 |
al sustento de los dos, |
|
y así se le ofrece a
Dios |
|
toda, que de Dios es toda. |
|
|
|
JOAQUÍN |
Ana, corona
dichosa |
|
de mi cabeza, Ana santa, |
220 |
ramo de tan alta planta, |
|
mi dulce y querida esposa. |
|
Al templo, a
Jerusalén, |
|
vamos los dos a llevar |
|
a las aras del altar |
225 |
nuestras ofrendas
también. |
|
Años ha
que nos casamos |
|
y que a Dios le prometemos |
|
que si algún fruto
tenemos |
|
desde luego se le damos. |
230 |
Hagamos lo mismo
ahora, |
|
con una santa esperanza, |
|
que es la que de Dios alcanza |
|
altos efetos, señora. |
|
Y no vais con
desconsuelo, |
235 |
que algún día
querrá Dios, |
|
Ana, escuchar de los dos |
|
el santo y piadoso celo. |
|
|
|
ANA |
Él sabe
nuestra intención. |
|
|
|
JOAQUÍN |
¡Hola, Bato! En la
pollina |
240 |
parda, que llano camina |
|
la mejor alfombra pon; |
|
Raquela en esotra
irá. |
|
Yo en la yegua quiero ir. |
|
|
|
BATO |
Antes de oírlo decir, |
245 |
todo aderezado está. |
|
|
|
JOAQUÍN |
En el jumento que
vino |
|
del monte lleva la ofrenda. |
|
|
|
BATO |
Y la comida y merienda, |
|
que es un famoso pollino. |
250 |
Que como yo lo
acomodo |
|
llevará carga más
alta: |
|
solo murmurar le falta |
|
para ser bestia del todo; |
|
es notable el
jumentillo: |
255 |
no queda mejor allá |
|
en cuanto ganado está |
|
desde la sierra al sotillo. |
|
|
|
|
(Váyanse y salgan JACOB y CLEOFÁS y JOSEF y sus dos hijos.)
|
CLEOFÁS |
Deseamos que nos
digas, |
|
padre, por qué es esta
fiesta |
260 |
cada año en
Jerusalén, |
|
y por qué se llama
Encenias. |
|
|
|
JACOB |
Hijos Cleofás y Josef, |
|
pues justamente desea |
|
vuestro amor saber la causa, |
265 |
sabed que la causa es esta: |
|
después que el valiente
Judas, |
|
que de la nación hebrea |
|
fue el capitán más
famoso |
|
que de aquella edad se cuenta, |
270 |
con los demás Macabeos |
|
venció a Lisias en la
guerra, |
|
matando cinco mil hombres |
|
con tan alta fortaleza, |
|
que si no huyera a
Antioquía, |
275 |
aún no supieran las
nuevas; |
|
vio la santificación |
|
del monte Sión
desierta, |
|
profanado el altar santo, |
|
los atrios llenos de hierba |
280 |
como en los bosques y montes |
|
donde el ganado apacienta, |
|
rasgándose los
vestidos, |
|
y cubriendo las cabezas |
|
de ceniza, con gran llanto |
285 |
se postraron en la tierra, |
|
y dando voces al cielo |
|
resonaron las trompetas: |
|
entonces el fuerte Judas |
|
ordenó que combatieran |
290 |
los que el alcázar
tenían, |
|
que era de Sión la
fuerza; |
|
en tanto que sacerdotes |
|
que para este efecto ordena, |
|
limpiaban el santo altar, |
295 |
y consumiendo las piedras |
|
hicieron otro de nuevo, |
|
nuevos atrios, aras nuevas, |
|
luces, inciensos y vasos, |
|
el candelero y la mesa |
300 |
donde pusieron los panes, |
|
y a veinticinco que cuentan |
|
del mes nono, que se llama |
|
Casleu en la lengua
hebrea, |
|
ciento cuarenta y ocho
años, |
305 |
de la Egresión con gran
fiesta, |
|
cítaras, órganos,
flautas, |
|
la renovación celebran. |
|
Duró la
dedicación |
|
ocho días, y las nuevas |
310 |
aras con el sacrificio |
|
dejaron de sangre llenas. |
|
Por las cornisas del templo |
|
mil coronas de oro cuelgan, |
|
escudos, despojos, armas, |
315 |
que desde aquel tiempo quedan |
|
por trofeos de victoria, |
|
y deste nombre se precian; |
|
nuevos pastoforios hacen; |
|
las puertas también
renuevan, |
320 |
limpiando al templo de Dios |
|
de los gentiles la afrenta; |
|
y ordenaron que cada
año |
|
en la israelítica
iglesia |
|
aquesta fiesta quedase |
325 |
por obligación
perpetua; |
|
cercaron la gran Sión |
|
de fuertes muros, y en ella |
|
hicieron mil torres altas |
|
que coronaron de almenas, |
330 |
con ejército y presidio |
|
contra la gente Idumea. |
|
Esta es la fiesta, mis hijos, |
|
y esto significa Encenias, |
|
que es como renovación, |
335 |
y a quien de tan varias
tierras |
|
viene la gente que veis |
|
para dar gracias inmensas |
|
al gran Dios desta victoria, |
|
restauración de la
iglesia. |
340 |
|
|
JOSEF |
Justamente, padre
mío, |
|
esta fiesta se ordenó, |
|
y el pueblo gracias le dio |
|
a quien mil gracias
envío. |
|
Y justamente la
gente |
345 |
viene con tal devoción. |
|
|
|
CLEOFÁS |
Desde el arroyo Cedrón |
|
cubren de Sión la
frente. |
|
Aquí hay
gente de Betel, |
|
del Tabor, de Galilea, |
350 |
de los montes de Judea, |
|
de Senir y de Genel, |
|
de la parte del
Jordán |
|
los de Moab y de Nebo. |
|
|
|
JOSEF |
Hoy, padre, he visto un
mancebo |
355 |
que me dijo que aquí
están |
|
mis tíos
Joaquín y Ana. |
|
|
|
JACOB |
¿Pues ellos faltan
jamás? |
|
En el templo los verás |
|
si no esta tarde,
mañana. |
360 |
|
|
JOSEF |
A buscarlos
quiero entrar. |
|
|
|
|
|
|
CLEOFÁS |
El sacerdote Isacar |
|
y el que escribe
las ofrendas |
365 |
(Rubén pienso que es su
nombre), |
|
arrojan del templo un hombre |
|
ya viejo y de buenas prendas. |
|
|
|
|
(Sale ISACAR,
sacerdote, y RUBÉN,
escriba, y JOAQUÍN
rempujándole.)
|
ISACAR |
¿Desta
manera sin razón te ciegas, |
|
hombre inútil, a hacer tan
gran delito? |
370 |
¿Al altar del Señor a
ofrecer llegas |
|
tus dones, siendo estéril y
maldito? |
|
¿Por qué si de tu
carne y sangre niegas |
|
fruto divino a Dios, fruto
bendito? |
|
Parece que en tus bodas no lo
fuiste, |
375 |
ni que sus bendiciones
mereciste. |
|
Antes parece que
entre el pueblo junto |
|
de Israel, puso en ti con ira y
saña |
|
sus santos ojos, pues en este
punto |
|
tu estéril condición
nos desengaña; |
380 |
tú del inútil
álamo trasunto, |
|
ingrato al río que los pies
le baña, |
|
todo te vistes de menudas
hojas |
|
con que sus aguas por Diciembre
mojas. |
|
No permitiera
Dios si te estimara |
385 |
esta vil ceguedad que en ti
contemplo, |
|
que el fruto que tus canas
alegrara, |
|
fuera de amar tu bendición
ejemplo; |
|
¿quién sino tú
con los demás entrara |
|
que se le ofrecen en el santo
templo? |
390 |
Pues la vergüenza en ti
correrse debe, |
|
que no tiene color entre tu
nieve. |
|
¿Esperarás por dicha, loco y
vano, |
|
cuando ya el tiempo te convierta en
hielo, |
|
que mude estilo y proceder
humano, |
395 |
y retroceda por tu curso el
cielo? |
|
¿Flores esperas en invierno
cano, |
|
coger esperas de arenoso suelo |
|
verdes espigas, o ignorante y
loco, |
|
esperas mucho y naces para
poco? |
400 |
No tengas desde
hoy atrevimiento |
|
de entrar en este templo
sacrosanto: |
|
tu ofrenda no ha de dar a Dios
contento, |
|
pues con el fruto recibiera
tanto. |
|
Sal fuera deste pórtico al
momento: |
405 |
sal fuera, sal de presto. |
|
|
JOAQUÍN |
No levanto
|
|
los ojos de la tierra de
vergüenza, |
|
y porque el llanto a responder
comienza. |
|
|
|
RUBÉN |
Este debiera
estar escarmentado, |
|
Isacar, de mil veces que ha
venido, |
410 |
pero es anejo al necio el
porfiado, |
|
que sin porfía no lo hubiera
sido. |
|
|
|
ISACAR |
Si Dios le diera fruto deseado |
|
como él dice a sus manos
ofrecido, |
|
entonces venga al templo, mas no
venga |
415 |
hasta que el fruto que le falta
tenga. |
|
|
|
RUBÉN |
¿Ahora
quieres que éste espere fruto? |
|
Parece que le pides al enebro, |
|
al sauce, o al boj pálido y
enjuto. |
|
|
|
|
(Vanse los dos.)
|
JOAQUÍN |
Con triste llanto mi dolor
celebro: |
420 |
vístase el alma de perpetuo
luto: |
|
las duras peñas que llorando
quiebro |
|
me sepulten en sí, si
está ofendido |
|
el cielo santo, a quien remedio
pido. |
|
Mis parientes me
han visto echar del templo |
425 |
y mi hermano Jacob, aunque de
madre, |
|
está mirando mi lloroso
ejemplo |
|
sin ver consuelo que a mi llanto
cuadre; |
|
con la paciencia las afrentas
templo. |
|
¡Ay Dios! No merecí
llamarme padre: |
430 |
estéril soy, inútil
soy. ¡Dios mío! |
|
Lágrimas y no quejas os
envío: |
|
Que aunque del
agua el natural pesado |
|
ha de bajar al centro, que es la
tierra, |
|
la del llanto, al contrario, el
estrellado |
435 |
cielo penetra para daros
guerra; |
|
cuando una fuente desde un monte
helado, |
|
por un conducto al arca que la
cierra |
|
baja veloz lo mismo que
desciende, |
|
ligera sube, y alcanzar
pretende, |
440 |
y así mis
ojos en la tierra puestos, |
|
bajan, Señor, hasta el
profundo el llanto, |
|
para que puedan hasta vos
dispuestos |
|
subir el agua a vuestro cielo
santo. |
|
Las afrentas, oprobios y
denuestos |
445 |
que aquí me han dicho no me
ofenden tanto |
|
como ver la vergüenza de mi
esposa, |
|
honestísima, santa y
religiosa. |
|
No queráis
vos que yo le dé la culpa |
|
y que por esa causa la
aborrezca: |
450 |
el sacerdote santo a mí me
culpa, |
|
y así es razón que yo
el dolor padezca. |
|
No quiero dar con la mujer
disculpa, |
|
ni que mi culpa a la de Adam
parezca. |
|
Yo solo soy culpado, y así
digo |
455 |
que merece Joaquín todo el
castigo; |
|
Ana es buena,
Señor: yo soy el malo, |
|
Ana es Santa, Señor: yo
quien no tiene, |
|
aunque casado, el natural
regalo |
|
que por los hijos a los padres
viene: |
460 |
con estériles árboles
me igualo, |
|
y así vivir en montes me
conviene: |
|
no quiero ver la cara de mi
esposa |
|
por no la ver llorando o
vergonzosa. |
|
Al monte quiero
ir: no es bien que vuelva |
465 |
a Nazarén, ni que a mi casa
torne: |
|
pase mi vida en una casa o
selva |
|
como el estéril boj, enebro
y borne; |
|
en esto es bien que mi dolor
resuelva, |
|
pues Dios no quiere que su templo
adorne |
470 |
de una imagen bendita que le
ofrezco, |
|
y que por mis pecados no
merezco. |
|
Allí solo
tratando mis pastores |
|
esperaré la muerte con
paciencia, |
|
pues a la bendición de mis
mayores |
475 |
no dio lugar mi estéril
descendencia; |
|
las peñas dan cristal, las
plantas flores, |
|
yo solo, a quien de todos
diferencia |
|
el puro cielo, no doy flor ni
fruto; |
|
llorad, ojos, llorad mi eterno
luto. |
480 |
(Vase)
|
|
|
JACOB |
¿Hay
compasión semejante? |
|
|
|
JOSEF |
¿Por qué no hablaste,
Joaquín? |
|
|
|
JACOB |
¡Ay, José, por verle
en fin |
|
para ablandar un diamante, |
|
no quise, si no
me vio, |
485 |
crecer su vergüenza
justa. |
|
|
|
|
(Sale SANTA
ANA.)
|
ANA |
A quien de trabajos gusta, |
|
los mismos le ofrezco yo, |
|
ojos, dad
muestras aquí |
|
de mi justo sentimiento. |
490 |
|
|
JACOB |
Todas mis penas aumento; |
|
Ana es aquesta. |
|
|
ANA |
¡Ay de mí!
|
|
Pero ¿no
es este Jacob |
|
y mis sobrinos? |
|
|
JOSEF |
Señora,
|
|
pedid la paciencia ahora |
495 |
al cielo, del santo Job. |
|
Presentes hemos
estado |
|
a vuestra vergüenza y
pena. |
|
|
|
ANA |
De confusión vengo
llena |
|
y el rostro en llanto
bañado. |
500 |
Vi la
vergüenza que había |
|
aquí mi Joaquín
pasado, |
|
vile corrido y turbado, |
|
y todo por culpa mía. |
|
¿Dónde fue? ¿Por qué,
sobrinos, |
505 |
no le detuvisteis? |
|
|
JOSEF |
¿Quién
|
|
tuviera a un hombre de bien |
|
en sucesos tan indignos? |
|
Ni mi padre
quiso, tía, |
|
ni Cleofás, ni yo, en
razón |
510 |
de no darle confusión |
|
a quien con tanta
venía. |
|
Solo le
oímos decir |
|
que en el monte quiere estar, |
|
que no se atreve a esperar |
515 |
lo que vos podéis
sentir. |
|
Sin duda con sus
pastores |
|
hasta el verano estará. |
|
|
|
ANA |
Al monte Joaquín se va |
|
para crecer mis dolores. |
520 |
¡Triste yo!
¿Qué haré sin él |
|
qué haré sin
él y sin mí |
|
que sé que la causa fui |
|
desta desdicha cruel? |
|
No quiso Dios
darme fruto |
525 |
de bendición. |
|
|
JACOB |
Ana ilustre,
|
|
de tus padres honra y lustre, |
|
no des tan rico tributo |
|
de tus ojos a la
tierra, |
|
vuelve a tu casa, que Dios |
530 |
os consolará a los dos. |
|
|
|
ANA |
Si Joaquín se va a la
sierra, |
|
a una heredad
quiero irme; |
|
no he de volver a mi casa, |
|
porque si él la vida
pasa, |
535 |
para no verme ni oírme, |
|
en tan dura
soledad, |
|
no quiero yo
compañía. |
|
|
|
JOSEF |
Yo quiero, señora
tía, |
|
no solo por la ciudad, |
540 |
mas por el camino
todo |
|
ir con vos. |
|
|
CLEOFÁS |
Todos iremos,
|
|
Josef, pues todos tenemos |
|
esa obligación de un
modo. |
|
Ea,
señora, consuelo |
545 |
y buen ánimo. |
|
|
JACOB |
Mi Ana,
|
|
nunca fue esperanza vana |
|
la que se puso en el cielo. |
|
Venid con nosotros. |
|
|
ANA |
Llena
|
|
de lágrimas voy, en
fin. |
550 |
|
|
|
ANA |
¡Ay, Joaquín,
|
|
solo siento vuestra pena! |
|
|
|
|
(Vanse, y salen LISENO, FARÉS y ELIUD, pastores.)
|
LISENO |
Él viene
con tal tristeza, |
|
que no sé en qué ha
de parar. |
|
|
|
FARÉS |
Con la edad suele mudar |
555 |
el hombre naturaleza. |
|
La que él
tiene ya sabéis |
|
que está sujeta a
sentir |
|
las vísperas de morir, |
|
que es la causa porque veis |
560 |
siempre tristes a
los viejos. |
|
|
|
ELIUD |
Luego esos son los
engaños, |
|
porque quitarse los
años |
|
tienen por buenos consejos. |
|
Veréis un
hombre que dice |
565 |
que tiene cosa de treinta, |
|
y con cara de setenta |
|
él mismo se contradice. |
|
Los dientes se
bambalean, |
|
porque cada vez que abra |
570 |
la boca, a cualquier palabra |
|
todos juntos se menean. |
|
Tanto, que el que
habla con él |
|
teme que le dé con
ellos, |
|
y porque son los cabellos |
575 |
de cecina como él; |
|
se quitará
cuarenta años |
|
y tratará casamientos |
|
con notables pensamientos |
|
y con notables engaños. |
580 |
Haráse
rico, y dirá |
|
que no se pudre de nada, |
|
y vésele por la ijada |
|
que hasta en el alma lo
está. |
|
¡Pardiez,
que larga vejez |
585 |
no es grande merced del cielo! |
|
|
|
LISENO |
No es Joaquín muy viejo,
apelo. |
|
|
|
ELIUD |
No de su pelo esta vez. |
|
¿Qué puede un hombre tener |
|
con hacienda, con amigos, |
590 |
con paz y sin enemigos, |
|
y con hermosa mujer? |
|
|
|
LISENO |
Años, y
ver que los años |
|
se van acercando al fin. |
|
|
|
FARIS |
Santísimo es
Joaquín: |
595 |
todos habláis con
engaños. |
|
En templo y en
pobres parte |
|
su hacienda, todos
sabéis, |
|
que negarlo no podéis, |
|
que guarda la menor parte |
600 |
para su familia y
casa; |
|
también sabéis su
oración, |
|
su ayuno, su devoción, |
|
su caridad con quien pasa |
|
alguna
necesidad. |
605 |
|
|
LISENO |
¿De qué te espantas,
Farés? |
|
Condición del mundo es |
|
juzgar con temeridad. |
|
Verás el
otro vicioso, |
|
sin Dios, sin ley, sin
razón, |
610 |
guiado de su pasión |
|
y del que es bueno envidioso, |
|
decir que es
hipocresía |
|
no ser uno deshonesto, |
|
soberbio ni descompuesto |
615 |
a la misma policía. |
|
De las costumbres
morales |
|
murmurador, lisonjero, |
|
con el señor
chocarrero, |
|
y falso con los iguales. |
620 |
Y porque se
arrepintió |
|
de las mujeres y el juego, |
|
y, como Eneas, del fuego |
|
el alma en hombros
sacó, |
|
matársela
con deshonras, |
625 |
que todas quedan en ellos, |
|
porque los malos son ellos |
|
y Dios, autor de las honras. |
|
Así,
Joaquín siempre bueno, |
|
que él no ha tenido en su
vida |
630 |
cosa que reprehendida |
|
pueda ser de vicio ajeno, |
|
deste y de otros
ignorantes |
|
es juzgado por medroso |
|
de la muerte. |
|
|
ELIUD |
Al virtuoso
|
635 |
de costumbres semejantes |
|
nadie debe murmurar; |
|
pero la virtud se nombra |
|
sol de quien la envidia es
sombra. |
|
|
|
LISENO |
Bato acaba de llegar: |
640 |
no nos oiga tratar desto. |
|
|
|
|
(Sale BATO.)
|
ELIUD |
¡Oh Bato!
¿qué es la razón |
|
de la grave confusión |
|
en que Joaquín nos ha
puesto? |
|
|
|
BATO |
No falta, amigo
Eliud, |
645 |
Liseno y Farés, por
qué |
|
Joaquín santo triste
esté. |
|
|
|
|
BATO |
¡Qué
queréis! De Nazarén |
|
salió con Ana, su
esposa, |
650 |
para la fiesta famosa |
|
de la gran Jerusalén. |
|
Llegamos,
entró en el templo, |
|
y el sacerdote Isacar, |
|
que de piedad suele dar |
655 |
y modestia santo ejemplo, |
|
por estéril le
arrojó |
|
con palabras descompuestas |
|
a quien lágrimas
honestas, |
|
no palabras respondió. |
660 |
Dejó su esposa, y
aquí |
|
viene a buscar soledad. |
|
|
|
|
LISENO |
Todos llegad.
|
|
¿Queréis que le
hable? |
|
|
|
|
(Sale JOAQUÍN.)
|
ELIUD |
Alzad los ojos
del suelo, |
665 |
patriarca generoso, |
|
pues sabéis que Dios no
hizo |
|
para la tierra los ojos. |
|
Si lloráis sobre esas
canas, |
|
pensarán campos y sotos |
670 |
que sois viento de agua y
nieve |
|
y habéis de anegarlos
todos. |
|
Alegraos porque piensen |
|
que sois Céfiro y
Favonio |
|
que traéis las varias
flores |
675 |
que espira su blando soplo; |
|
mirad que vuestros ganados, |
|
ya con los balidos roncos |
|
se quejan de veros triste, |
|
siendo vos su dueño
solo; |
680 |
mirad que las claras fuentes |
|
murmuran por los arroyos |
|
que les hurtáis el
oficio, |
|
haciéndolos por el
rostro; |
|
el eco triste repite |
685 |
vuestras quejas temeroso, |
|
y entre las alas del viento |
|
huye lejos de nosotros. |
|
¿Qué tenéis,
qué os falta? Hablad. |
|
|
|
LISENO |
Bien dice. Alegraos un poco: |
690 |
poned la vista,
Joaquín, |
|
en estos prados hermosos: |
|
mirad cómo está el
ganado |
|
con salud, alegre y gordo, |
|
que junto parece nieve |
695 |
sobre renuevos de chopos; |
|
mirad las traviesas cabras |
|
trepando entre aquellos pobos, |
|
que parece que se cuelgan |
|
de aquellos ramos hojosos; |
700 |
mirad rumiando la hierba |
|
dese pradillo oloroso |
|
vuestras parideras vacas |
|
y vuestros manchados toros. |
|
Ea, señor, no haya
más. |
705 |
|
|
FARÉS |
¡Oh, patriarca famoso, |
|
descendiente del pastor |
|
que dio con la piedra al
monstruo |
|
a quien cantaban
la gala |
|
cuando volvió
victorioso! |
710 |
Mandad algo a vuestros
siervos, |
|
puesto que pastores toscos, |
|
que para alegraros hagan |
|
en todo aqueste contorno, |
|
y no estéis triste,
señor. |
715 |
|
|
BATO |
Ea, señor amoroso, |
|
señor bueno, señor
santo, |
|
señor que en nobleza os
pongo |
|
al igual de aquellos Reyes |
|
que del soberano tronco |
720 |
de José tienen
principio, |
|
y de aquel divino Apolo |
|
que con el arpa a Saúl |
|
sacó del pecho el
demonio, |
|
dad a este campo
alegría |
725 |
y a vuestros pastores gozo: |
|
volved los ojos a ver |
|
montes, prados y rastrojos, |
|
cabañas, dehesas,
fuentes, |
|
huertas, viñas, pagos,
pozos; |
730 |
todo os ofrece sus frutos, |
|
los montes altos, copiosos |
|
robustos robles, y encinas, |
|
castaños y sicomoros, |
|
nogales, abetos, pinos, |
735 |
jaras, enebros,
madroños, |
|
nísperos y cornicabras, |
|
alcornoques, murtas, hornos, |
|
palmas, tejos, acebuches, |
|
laureles y cinamomos. |
740 |
Los prados, hierbas y flores, |
|
tomillos, mastranzos, olmos, |
|
narcisos, violetas,
trébol, |
|
lirios azules y rojos. |
|
Las huertas, frutos famosos |
745 |
por el Junio caluroso, |
|
la manzana envuelta en sangre, |
|
y por otra parte en oro: |
|
el rojo trigo las eras, |
|
por la mitad del Agosto: |
750 |
las blancas y negras uvas, |
|
a la entrada del otoño, |
|
las viñas, que en anchas
cubas |
|
rebose cociendo el mosto; |
|
mirad que os cantan las aves |
755 |
los más celebrados
tonos |
|
que vio la solfa del mundo |
|
desde que Tubal famoso |
|
puso a las cítaras
cuerdas, |
|
mano al órgano sonoro, |
760 |
y del martillo tomaron |
|
las voces, estilo y modo: |
|
ea, señor, alegraos. |
|
|
|
JOAQUÍN |
Hijos, vosotros sois mozos: |
|
bien os está el
alegría; |
765 |
que yo la tristeza escojo |
|
para mi cansada edad, |
|
que es el alivio que tomo; |
|
dejadme solo un momento, |
|
que renováis mis enojos |
770 |
con decirme que me alegre. |
|
|
|
BATO |
Perdona. que bien conozco |
|
la razón de tu dolor. |
|
|
|
JOAQUÍN |
Bien me pesa por vosotros. |
|
|
|
BATO |
Vamos, zagales, al prado, |
775 |
que está ladrando un
cachorro: |
|
sin duda el lobo ha sentido: |
|
¡guarda el lobo! |
|
|
|
|
(Vanse.)
|
JOAQUÍN |
¿A dónde, claras
fuentes, |
|
hallará mi dolor consuelo en
tanto |
780 |
que están vuestras
corrientes |
|
suspensas a la furia de mi
llanto, |
|
pues no hay cosa que mire, |
|
que no me obligue el alma a que
suspire? |
|
Si aquella palma
veo, |
785 |
con la de enfrente, un siglo
habrá, casada, |
|
está para trofeo, |
|
de racimos de dátiles
cargada, |
|
que parecen, maduros, |
|
ambares rojos y topacios
puros. |
790 |
Si miro aquel
madroño cuando el |
|
invierno asoma a los umbrales |
|
del sazonado otoño, |
|
parece de esmeraldas y
corales, |
|
esmeraldas las hojas, |
795 |
y de puro coral las cuentas
rojas. |
|
Si miro aquellas
parras |
|
que esta cabaña adornan, y
que trepan |
|
por moradas pizarras, |
|
apenas hallan sitio donde
quepan |
800 |
racimos tan escasos, |
|
que revienta el licor de verdes
vasos. |
|
Si miro las
espigas, |
|
hallo de un grano proceder cien
granos, |
|
para que sus fatigas |
805 |
alivie el labrador, entre las
manos |
|
la hoz, por cuyos dientes |
|
muere la caña y viven tantas
gentes. |
|
¿Quién volverá los ojos |
|
a ver los nidos de las libres
aves, |
810 |
tan llenos de despojos, |
|
unas con picos dulces y
suaves, |
|
ensartando el sustento, |
|
por el estrecho suyo al pollo
hambriento? |
|
Otras sobre los
huevos, |
815 |
dando calor y vida a quien
faltaba; |
|
otras buscando cebos: |
|
pues que si miro a toda fiera
brava, |
|
¿qué tigre,
qué leona, |
|
los tiernos hijos al amor
perdona? |
820 |
Yo solo
solamente |
|
carezco deste bien por mis
pecados. |
|
¡Ay, Dios omnipotente, |
|
si os doliesen mis ansias y
cuidados, |
|
y si llegase un día |
825 |
que los tuviese de la prenda
mía! |
|
|
|
|
(Sale un ÁNGEL en hábito de
mancebo.)
|
GABRIEL |
¿Qué haces aquí,
Joaquín? |
|
¿No fuera mejor volver |
|
a vivir con tu mujer, |
|
que es tu sangre
y carne, en fin, |
830 |
que no estar en la
montaña |
|
entre rústicos
pastores? |
|
|
|
JOAQUÍN |
¡Qué divinos
resplandores! |
|
¡Su luz estos montes
baña! |
|
Ya, generoso
mancebo, |
835 |
veinte años he vivido |
|
con mi mujer; que no ha sido |
|
mi desposorio tan nuevo. |
|
Dióme la
santa Emerencia |
|
a Ana, mi amada esposa, |
840 |
tan hermosa y virtuosa, |
|
que lloro y siento su
ausencia. |
|
Ofrecíle a
Dios el fruto |
|
que de bendición me
diese, |
|
mas como no mereciese |
845 |
darle este santo tributo, |
|
del templo me han
arrojado |
|
por estéril y maldito, |
|
y así me vine al
distrito |
|
de mi rústico ganado. |
850 |
Aquí estoy
con mis pastores; |
|
desde aquí le daré a
Dios |
|
de las tres partes las dos |
|
de mi ganado y labores. |
|
Que no quiero yo
volver, |
855 |
pues sé que su celo es
santo, |
|
a ver bañados en llanto |
|
los ojos de mi mujer. |
|
|
|
GABRIEL |
Joaquín,
no temas, yo soy |
|
Gabriel, de la
jerarquía |
860 |
de aquellos que Dios
envía, |
|
y que en su servicio estoy. |
|
Él me
manda que te diga |
|
que ya vuestras oraciones, |
|
vuestras limosnas y dones, |
865 |
con que Dios tanto se obliga, |
|
han llegado a ser
acetas |
|
de su sacra Majestad, |
|
porque ve vuestra bondad |
|
y las cosas más
secretas. |
870 |
Él ha
visto el gran dolor |
|
y vergüenza que
pasasteis; |
|
mucho su pecho obligasteis |
|
con tal paciencia y valor. |
|
Y está
cierto que permite |
875 |
tal vez sin generación |
|
muchas que estériles
son, |
|
porque las sospechas quite |
|
que de apetito
nació |
|
lo que es por milagro raro; |
880 |
como es ejemplo tan claro |
|
Sara cuando a Isaac
parió. |
|
Mira a la hermosa
Raquel, |
|
de su Jacob tan querida, |
|
pariendo al fin de su vida |
885 |
a José, luz de Israel, |
|
y al querido
Benjamín, |
|
y mira a Rebeca hermosa, |
|
estéril infructuosa, |
|
y madre dichosa en fin |
890 |
del más
fuerte de los hombres |
|
que fue santo Nazareno |
|
porque del ejemplo ajeno |
|
te alegres y no te asombres. |
|
Si Ana
parió a Samuel, |
895 |
a esterilidad sujeta, |
|
fue porque tan gran profeta |
|
se manifestase en él. |
|
Así,
sabrás que de ti |
|
concebirá tu mujer |
900 |
una que Madre ha de ser |
|
de Dios, que lo quiere
así. |
|
Esa
llamaréis María |
|
y será santificada |
|
en su concepción
sagrada, |
905 |
dando a la tierra
alegría |
|
su dichoso
nacimiento, |
|
porque el Espíritu
Santo |
|
le ha de dar su gracia, y
tanto |
|
favor, lustre y ornamento, |
910 |
que sera siempre
bendita. |
|
Esta sola, y sin ejemplo, |
|
vivirá en el santo
templo, |
|
y con Dios que en ella habita. |
|
No ha de estar
entre la gente |
915 |
del pueblo: aparte ha de
estar, |
|
que la quiere Dios mirar |
|
más alta y
secretamente. |
|
La señal
desta verdad |
|
es que a la puerta dorada |
920 |
hallarás tu esposa
amada |
|
en la sagrada ciudad. |
|
Ve, que yo la
avisaré, |
|
y al instante la
hallarás. |
|
|
|
JOAQUÍN |
Ángel santo, ¿ya te
vas? |
925 |
Deja que mil besos dé |
|
en la fimbria
celestial |
|
desta ropa soberana; |
|
¡dichosos Joaquín y
Ana, |
|
que han de verse en gloria
igual! |
930 |
¡Oh! Bien
haya el haber sido |
|
estériles, y el dolor |
|
que me ha dado aquel rigor |
|
del sacerdote ofendido! |
|
¡Yo hija de
tal grandeza, |
935 |
que el mundo se ha de alegrar, |
|
y en quien Dios quiere mostrar |
|
su gracia y su fortaleza! |
|
¡Yo hija
hermosa y María, |
|
y que ha de ser para Dios, |
940 |
¿cuánto merecisteis
vos, |
|
Joaquín, tan alta
alegría? |
|
¡Hola,
pastores! |
|
|
|
|
(Salen pastores.)
|
|
|
|
LISENO |
Siempre le has hecho favor. |
|
|
|
|
JOAQUÍN |
Y de forma
|
|
que me admiro de que vivo |
|
con gozo tan excesivo, |
|
que en sí mismo me
transforma. |
950 |
|
|
ELIUD |
¿Pues no
nos dirás lo que es? |
|
|
|
JOAQUÍN |
Estoy de prisa, pastores; |
|
¡ea, Bato, a los mejores |
|
cabritos ata los pies! |
|
Pon tres o cuatro corderos, |
955 |
queso y fruta, y ven tras
mí. |
|
|
|
|
|
|
(Vase JOAQUÍN.)
|
ELIUD |
Por todos estos senderos |
|
juraré que
no ha venido |
|
un hombre. |
|
|
|
|
|
BATO |
Lo que Dios fuere servido. |
|
|
|
|
(Vanse, y salen JOSEF y RUBÉN.)
|
JOSEF |
He vuelto a
Jerusalén, |
|
siempre de extranjeros llena, |
|
a negocios que me ordena |
965 |
mi padre, amigo Rubén. |
|
Y por haberos
hallado |
|
doy gracias a Dios, pues creo |
|
que me igualáis en
deseo. |
|
|
|
RUBÉN |
Serviros he deseado. |
970 |
Josef, yo vivo en
Sión, |
|
si mi pluma os hace al caso, |
|
la vida en su alcázar
paso, |
|
que sé que de
Salomón |
|
sois ilustre
descendiente. |
975 |
Puesto que ahora os desvela |
|
el oficio del azuela |
|
y el cepillo humildemente; |
|
pero
también fue David |
|
pastor, y después rey, |
980 |
y de la cabra y el buey |
|
fue capitán, fue
adalid. |
|
Y nuestro santo
Moisén |
|
bien sabéis que fue
pastor. |
|
|
|
JOSEF |
La virtud es el honor |
985 |
que ensalza a los hombres
bien. |
|
Yo con mi sierra
y cepillo |
|
vivo contento en mi aldea: |
|
esto quiere Dios que sea, |
|
a cuyo gusto me humillo: |
990 |
id en buen hora y
mirad |
|
de lo que os puedo servir. |
|
|
|
RUBÉN |
Que no dejéis de venir, |
|
buen Josef, a la ciudad, |
|
y a mi casa como
a vuestra. |
995 |
|
|
|
|
JOSEF |
Arde el sol: allá a la
tarde |
|
será la partida
nuestra. |
|
Esta es la puerta
Dorada; |
|
mas, ¡ay Dios!
¿qué es lo que veo? |
1000 |
|
|
|
(Salen JOAQUÍN y BATO por una parte, y SANTA ANA con RAQUELA por la otra.)
|
ANA |
Ya cumple Dios mi deseo, |
|
dulce esposo. |
|
|
|
|
|
|
|
ANA |
¿Sabías que estaba
aquí? |
1005 |
|
|
JOAQUÍN |
Del monte fue mi partida |
|
en tan santa
confianza. |
|
|
|
ANA |
¡Cuánto puede la
oración! |
|
|
|
JOAQUÍN |
Dame esos brazos, que son |
|
el puerto de mi esperanza. |
1010 |
|
|
|
(Baje un Ángel, por una invención, que los
ponga las manos en las cabezas, y canten dentro.)
|
|
Deste alegre día, |
|
desta junta bella, |
|
nacerá María, |
|
de Jacob estrella. |
|
|
|
|
(Tornan a tocar y sube el Ángel.)
|
JOSEF |
A daros el
parabién |
1015 |
bien puede Josef llegar. |
|
|
|
JOAQUÍN |
Y lo puedo yo pagar |
|
con estos brazos
también. |
|
|
|
|
JOAQUÍN |
Del monte vengo, sobrino; |
1020 |
que este dichoso camino |
|
es por voluntad de Dios. |
|
|
|
ANA |
Yo vengo de mi
heredad, |
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y con la misma he venido. |
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JOSEF |
Dichoso en hallarme he sido |
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en esta santa amistad. |
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Juntos nos iremos
hoy. |
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BATO |
Bullendo me están los
pies: |
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por dar un relincho estoy. |
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JOAQUÍN |
Ea, mi esposa: partamos |
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a nuestra casa, y vivamos |
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con paz santa en
Nazarén. |
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ANA |
Pensando voy en
María. |
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JOAQUÍN |
No me canso de pensar |
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en María, que ha de dar |
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a todo el mundo
alegría. |
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Mas solo en esto
me fundo, |
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que queriendo Dios hacer |
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de su mano una mujer, |
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será la mayor del
mundo. |
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Y siendo de tal
valor, |
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tal fruto después
tendrá, |
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que Ana su madre será, |
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la madre de la Mejor. |
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