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21

Cortar la cólera: literalmente la expresión significa saciar el hambre (DA).

 

22

Vid. la nota introductoria a este entremés.

 

23

Hartzenbusch corrige esta intervención poniéndola en boca de MARÍA, pero nos parece más coherente seguir a Rasgos: el gracioso está autojaleándose, lo mismo que en los vv. 120-121.

 

24

El fragmento es rico en datos sobre la interpretación de los actores en el XVII: así, su libertad para elegir los motivos de parodia (vid. acotaciones vv. 122 y 171) hasta el punto de, posiblemente, representarse a sí mismo, como deducíamos en la nota introductoria; importancia de la acrobacia (vid. acotación v. 252) y el uso metonímico del disfraz (cf. entremés de Las alforjas, de Quiñones, en Cotarelo, t. II, pp. 700-702). El único estudio, que conozcamos, sobre estos problemas de interpretación es el de J. M. Rozas, «Sobre la técnica del actor barroco», en Anuario de Estudios Filológicos (III), Cáceres, 1980, pp. 191-202.

 

25

(Vv. 135-139) Vv. 128-131 del entremés La maestra de gracias, citado anteriormente: «Por San Lesmes, por la lanza / de Longinos, que la boda / le retoza a la muchacha / en el cuerpo, y me hace a mí / cosquillas dentro del alma.» Un ejemplo de caracterización tópica de Vejete.

 

26

M. Gendreau-Massaloux, «Le gaucher selon Quevedo: un homme à l'envers», en L'image du monde renversé el ses répresentations littéraires et para-littéraires de la fin du XVIe siècle au milieu du XVIIe, ed. de Jean Lafond y A. Redondo, París, 1979. pp. 73-80, estudia esta alusión entreverada de antisemitismo y crítica de la falsa hidalguía (para su relación con la animadversión literaria al «zurdo». vid. la nota a la acotación tras el v. 88 de La Casa de los Linajes. Dos ejemplos de Quevedo serán esclarecedores a este respecto. Uno en su entremés El zurdo alanceador o Los enfadosos, en el que trata de poner en evidencia las pretensiones nobiliarias de Don González:

«DON GONZÁLEZ
Es de manera,
que me llaman los niños Lanzadera.
Soy hombre que me voy a dar lanzadas
con una lanza al hombro
a pie y por los caminos.
JUEZ
Pues entrad a graduaros de Longinos.»

(OPCFQ, t. IV, p. 129.)                


Otro en una de sus sátiras a Góngora:


«Dirás: 'Yo soy racionero
en Córdoba de su iglesia',
mas no es maravilla efesia
comprallo por el dinero.
Longinos fue caballero
y Longinos fue judío.»


(OPCFQ, t. III, pp. 232-231)                


Con este significado entra a formar parte del bagaje de alusiones antisemitas de los entremeses. Cf. vg. Entremés de los alcaldes encontrados (Primera parte), de Quiñones (Cotarelo, t. II, p. 659a).

 

27

(Vv. 156-163) Hartzenbusch suprime -por escatológicos- estos vv. sustituyéndolos por el breve comentario de Rufina: «Yo por mi parte no quiero / frutas tan cacareadas.»

 

28

(Vv. 168-169) La confusión anfibológica de colada aprovecha la alusión del v. anterior (tizona); así colada no es la espada, sino una degradación del término vino (el limpio o colado, DA). El equívoco es recurso literario utilizadísimo.

 

29

Zangamanga: embuste muy estudiado (DA).

 

30

Arre se usa para indicar el sentimiento de alguna pérdida y parda para ponderar lo que se dice (DA).