Jornada primera |
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CAURALÍ, capitán de
Argel;
YZUF, renegado; otros cuatro moros, que se
señalan así:
1,
2,
3,
4.
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YSUF | De en uno en uno y con silencio vengan, | | |
-fol. 58v-
| que ésta es la trocha y el lugar es éste, | | y a la parte del monte más se atengan. | |
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CAURALÍ | Mira, Yzuf, que no yerres, y te cueste | | la vida el no acertar. |
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YSUF | Pierde cuidado; | 5 | haz que la gente el hierro y fuego apreste. | |
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CAURALÍ | ¿Por dó tienes, Yzuf, determinado | | que demos el asalto? |
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YSUF | Por la sierra, | | lugar que, por ser fuerte, no es guardado. | | Nací y crecí, cual dije, en esta
tierra, | 10 | y sé bien sus entradas y salidas | | y la parte mejor de hacerle guerra. | |
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CAURALÍ | Ya vienen las escalas prevenidas, | | y están las atalayas hasta agora | | con borrachera y sueño entretenidas. | 15 |
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YSUF | Conviene que los ojos de la aurora | | no nos hallen aquí. |
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CAURALÍ | Tú eres el todo: | | guía, y embiste, y vence. |
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YSUF | Sea en buen hora, | | y no se rompa en cosa alguna el modo | | que tengo dado; que con él, sin duda, | 20 | a daros la victoria me acomodo, | | primero que socorro alguno acuda. | |
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(Éntranse.)
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(Suena dentro vocería de moros;
enciéndese hachos, pónese fuego al lugar, sale un
VIEJO a la muralla medio desnudo y dice:)
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[VIEJO] | ¡Válame Dios! ¿Qué es
esto? | | ¿Moros hay en la tierra? | | ¡Perdidos somos, triste! | 25 | ¡Vecinos, que os perdéis; al arma, al arma! | | De los atajadores | | la diligencia ha sido | | aquesta vez burlada; | | las atalayas duermen, todo es sueño. | 30 | ¡Oh si mis prendas caras, | | cual un cristiano Eneas, | | sobre mis flacos hombros | | sacase deste incendio a luz segura! | | ¿Que no hay quien grite al arma? | 35 | ¿No hay quien haga pedazos | | |
-fol. 59r-
| esas campanas mudas? | | ¡A socorreros voy, amados hijos! | | (Éntrase.) |
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(Sale el
SACRISTÁN a la muralla, con una sotana vieja y un
paño de tocar.)
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SACRISTÁN | Turcos son, en conclusión. | | ¡Oh torre, defensa mía!, | 40 | ventaja a la sacristía | | hacéis en esta ocasión. | | Tocar las campanas quiero, | | y gritar apriesa al arma; | | (Toca la campana.) | el corazón se desarma | 45 | de brío, y de miedo muero. | | Ningún hacho en la marina | | ninguna atalaya enciende, | | señal do se comprehende | | ser cierta nuestra rüina. | 50 | Como persona aplicada | | a la Iglesia, y no al trabajo, | | mejor meneo el badajo | | que desenvaino la espada. | | (Torna a tocar y éntrase.) |
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(Salen al teatro
CAURALÍ,
YZUF y otros dos moros.)
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YSUF | Por esta parte acudirán, sin duda, | 55 | los que del monte quieran ampararse; | | sosiégate, y verás medrosa y muda | | gente que viene por aquí a salvarse; | | y, antes que aquella del socorro acuda, | | conviene que se acuda al retirarse. | 60 |
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CAURALÍ | ¿Los bajeles no están bien a la orilla? | |
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MORO 1 | Y estibados de gusto y de mancilla. | |
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(Sale el
VIEJO que salió a la muralla, con un niño
en brazos medio desnudo y otro pequeño de la mano.)
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PADRE | ¿Adónde os llevaré, pedazos
vivos | | de mis muertas entrañas? Si a ventura | | tendría, antes que fuésedes cautivos, | 65 | veros en una estrecha sepultura. | |
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CAURALÍ | De aquesos tus discursos pensativos | | te sacará mi espada, que procura, | | sin acudir al gusto de tu muerte, | | |
-fol. 59v-
| darte la vida y ensalzar mi suerte. | 70 |
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FRANCISQUITO | ¿Para qué me sacó, padre, del
lecho? | | ¡Que me muero de frío! ¿Adónde vamos?
| | Llégueme a mí, como a mi hermano, al pecho. | | ¿Cómo tan de mañana madrugamos? | |
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PADRE | ¡Oh, deste inútil tronco ya y deshecho, | 75 | tiernos, amables y hermosos ramos! | | No sé dó voy; aunque, si bien se advierte, | | deste camino el fin será mi muerte. | |
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CAURALÍ | Llévalos tú, Bairán, a la
marina, | | y mira bien que esté la armada a punto, | 80 | porque, según os muestra la bocina, | | la esposa de Titón ya viene junto. | |
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(Éntrase el
VIEJO; sale el
SACRISTÁN.)
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PADRE | Huir el mal que el Cielo determina, | | es trabajo escusado. |
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SACRISTÁN | Yo barrunto, | | si el cielo mi agudeza no socorre, | 85 | que estaba más seguro yo en mi torre. | | ¿Quién me engañó? Y
más si, a dicha, yerro | | el camino o atajo de la sierra. | |
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CAURALÍ | ¡Camina, perro, a la marina! |
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SACRISTÁN | ¿Perro? | | Agora sé que fue mi madre perra. | 90 |
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CAURALÍ | Aguija tú con él, y zarpe el ferro | | la capitana, y vaya tierra a tierra, | | hasta la cala donde dimos fondo. | |
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(Éntrase el
MORO y el
SACRISTÁN.)
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[YZUF] | ¿Qué es lo que dices Cauralí? |
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YSUF | Escucha, Cauralí, que me parece | 95 | que una trompeta a mis oídos suena. | |
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CAURALÍ | Sin duda, es el temor el que te ofrece | | el son que tus bravezas desordena. | |
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YSUF | Toca tú a recoger, que ya amanece, | | y está tu armada de despojos llena, | 100 | y creo que el socorro se avecina. | | ¡A la marina! |
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-fol. 60r-
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(Éntranse.)
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(Suena una trompeta bastarda; salen cuatro moros,
uno tras otro, cargados de despojos.)
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[MORO] 1 | Aunque la carga es poca, es de provecho. | |
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[MORO] 2 | Yo no sé lo que llevo, pero vaya. | |
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[MORO] 3 | Lo que hasta aquí está hecho, está bien
hecho. | 105 |
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[MORO] 4 | ¡Permita Alá que esté libre la playa! | |
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(Sale un
MORO con una doncella, llamada
COSTANZA, medio desnuda.)
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COSTANZA | Saltos el corazón me da en el pecho; | | falta el aliento, el ánimo desmaya. | | Llévame más despacio. |
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MORO | ¡Aguija, perra, | | que el mar te aguarda! |
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COSTANZA | ¡Adiós, mi cielo y tierra! | 110 | (Éntrase
COSTANZA.) |
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(Sale
UNO a la muralla.)
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UNO | ¡A la marina, a la marina, amigos, | | que los turcos se embarcan muy apriesa! | | Si aguijáis, dejarán los enemigos | | la mal perdida y mal ganada presa. | |
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(Entra un
ARCABUCERO CRISTIANO.)
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ARCABUCERO | Sólo habremos llegado a ser testigos | 115 | de que Troya fue aquí. |
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OTRO | ¡Fortuna aviesa, | | pon alas en mis pies, fuego en mis manos! | |
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OTRO | Nuestros ahíncos han salido vanos, | | porque ya los turcos son embarcados | | y en jolito se están cerca de tierra. | 120 |
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(Entra el
CAPITÁN CRISTIANO.)
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CAPITÁN | ¡Oh! ¡Mal hayan mis pies, acostumbrados, | | más que a la arena, a riscos de la sierra! | | ¿Qué han hecho los jinetes? |
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UNO | Desmayados | | llegaron los caballos tierra a tierra, | | a tiempo que zarpaban las galeras, | 125 | y tras ellos llegaron tres banderas. | | Los dos atajadores de la playa | | |
-fol. 60v-
| muertos hallé de arcabuzazos, creo. | | La oscuridad disculpa al atalaya | | del mísero suceso que aquí veo. | 130 |
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CAPITÁN | La gente vaya | | tomando por el monte algún rodeo, | | y embósquese en la cala allí vecina, | | por ver lo que el cosario determina. | |
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UNO | ¿Qué ha de determinar, si no es
tornarse | 135 | a Argel, pues que su intento ha conseguido? | |
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CAPITÁN | ¿Quién puede a tan gran hecho aventurarse? | |
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OTRO | Si él es Morato Arráez, es atrevido; | | cuanto más, que bien puede imaginarse | | que de algún renegado fue traído, | 140 | plático desta tierra. |
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CAPITÁN | Désta hay uno | | que en ser traidor no se le iguala alguno. | | ¿Adónde está mi
hermano? |
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UNO | Llegó apenas, | | cuando, despavorido y sin aliento, | | se arrojó en el lugar. |
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CAPITÁN | Hallará estrenas | 145 | tristes de su esperado casamiento. | |
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(Parece en la muralla
DON FERNANDO.)
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DON FERNANDO | Puntas de cristal claro, y no de almenas, | | murallas de bruñido y rico argento | | que guardastes un tiempo mi esperanza, | | ¿dónde hallaré, decidme, a mi Costanza? | 150 | Techos que vomitáis llamas teosas, | | calles de sangre y lágrimas cubiertas, | | ¿adónde de mis glorias ya dudosas | | está la causa, y de mis penas ciertas? | | Descubre, ¡oh sol!, tus hebras luminosas; | 155 | abre ya, aurora, tus rosadas puertas; | | dejadme ver el mar, donde navega | | el bien que el cielo por mi mal me niega. | |
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CAPITÁN | Vámosle a socorrer, no desespere; | | que en lo que dice da de loco indicio. | 160 |
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UNO | Bien dices; vamos, que su mal requiere | | fuerte y apresurado veneficio. | |
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(Éntranse.)
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DON FERNANDO | Mas, ¿qué digo, cuitado? Bien se infiere | | |
-fol. 61r-
| de las reliquias deste maleficio | | que va cautiva mi querida prenda, | 165 | y es bien que a dalle libertad atienda. | |
(Éntrase
DON FERNANDO, y parece el
CAPITÁN en la muralla con otro
soldado.)
| Desde aquel risco levantado, quiero | | hacer señal; quizá querrá el vil moro | | trocar la hermosura por dinero | | a quien no pagará ningún tesoro. | 170 |
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CAPITÁN | Ya no está aquí mi hermano; el dolor fiero | | temo que no le saque del decoro | | que debe a ser quien es. ¡Oh caso estraño! | |
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UNO | Señor, por allí va, si no me engaño. | |
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(Éntrase el
CAPITÁN; sale
DON FERNANDO, y va subiendo por un risco.)
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DON FERNANDO | Subid, ¡oh pies cansados!; | 175 | llegad a la alta cumbre | | desta encumbrada y rústica aspereza, | | si ya de mis cuidados | | la inmensa pesadumbre | | no os detiene en mitad de su maleza. | 180 | Ya a descubrir se empieza | | la máquina terrible | | que con ligero vuelo | | la carga de mi cielo | | lleva en su vientre tragador y horrible; | 185 | ya las alas estiende, | | ya le ayudan los pies, ya al curso atiende. | | No será de provecho | | esta señal que muestro | | de rescate, de paz y de alianza; | 190 | ni la voz de mi pecho, | | aunque a gritar me adiestro, | | ha de alcanzar do mi deseo alcanza. | | ¿Ah, mi amada Costanza! | | ¡Ah, dulce, honrada esposa! | 195 | No apliques los oídos | | |
-fol. 61v-
| a ruegos descreídos, | | ni a la fuerza agarena poderosa | | os entreguéis rendida, | | que aún yo para la vía tengo vida. | 200 | Volved, volved, tiranos, | | que de vuestra codicia | | ofrezco de llenar con gusto y gloria | | los senos; y las manos, | | ajenas de avaricia, | 205 | sin duda aumentarán vuestra victoria. | | Volved, que es vil escoria | | cuanto lleváis robado, | | si no lleváis los dones | | que os ofrezco a montones | 210 | en cambio de mi sol, que va eclipsado | | entre las pardas nubes | | que tú del mar, ¡oh blando cierzo!, subes. | | De Arabia todo el oro, | | del Sur todas las perlas, | 215 | la púrpura de Tiro más preciosa, | | con liberal decoro | | ofrezco, aunque el tenerlas | | os venga a parecer dificultosa. | | Si me volvéis mi esposa, | 220 | un nuevo mundo ofrezco, | | con todo cuanto encierra | | todo el cielo y la tierra. | | Locuras digo; mas, pues no merezco | | alcanzar esta palma, | 225 | llevad mi cuerpo, pues lleváis mi alma. | | (Arrójase del risco.) |
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(Sale el
GUARDIÁN BAJÍ y un
CAUTIVO con papel y tinta.)
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GUARDIÁN | ¡Hola; al trabajo, cristianos! | | No quede ninguno dentro; | | así enfermos como sanos, | | no os tardéis, que, si allá entro, | 230 | pies os pondrán estas manos. | | Que trabajen todos quiero, | | ya [pá]paz, ya caballero. | | ¡Ea, canalla soez! | | |
-fol. 62r-
| ¿Heos de llamar otra vez? | 235 |
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(Sale un
CAUTIVO, y van saliendo de mano en mano los que
pudieren.)
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UNO | Yo quiero ser el primero. | |
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GUARDIÁN | Éste a la leña le asienta; | | éste vaya a la marina; | | ten en todo buena cuenta; | | treinta aquel burche encamina, | 240 | y a la muralla sesenta; | | veinte al horno, y diez envía | | a casa de Cauralí. | | Y abrevia, que se va el día. | |
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ESCLAVO | Por cuarenta envió el cadí; | 245 | dárselos es cortesía. | |
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GUARDIÁN | Y aun fuerza. En eso no pares; | | enviarás otros dos pares | | a los ladrillos de ayer. | |
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ESCLAVO | Para todos hay qué hacer, | 250 | aunque fueran dos millares. | | ¿Dónde irán los caballeros? | |
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GUARDIÁN | Déjalos hasta mañana, | | que serán de los primeros. | |
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GUARDIÁN | Cosa es llana | 255 | que hay sosiego do hay dineros. | |
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ESCLAVO | Yo con ellos me avendré, | | de modo que se te dé | | gusto y honesta pitanza. | |
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GUARDIÁN | Despacha a la maestranza. | 260 |
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ESCLAVO | Ve con Dios, que sí haré. | | (Éntrase.) |
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(Salen
DON LOPE y
VIVANCO, cautivos, con sus cadenas a los pies.)
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DON LOPE | Ventura, y no poca, ha sido | | haber escapado hoy | | del trabajo prevenido. | |
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VIVANCO | Cuando no trabajo, estoy | 265 | más cansado y más molido. | | Para mí es grave tormento | | este estrecho encerramiento, | | y es alivio a mi pesar | | ver el campo o ver la mar. | 270 |
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|
DON LOPE | Pues yo en verlo me atormento, | | porque la melanconía | | que el no tener libertad | | encierra en el alma mía, | | quiere triste soledad | 275 | más que alegre compañía. | | Trabajar y no comer, | | bien fácil se echa de ver | | que son pasos de la muerte. | |
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(Sale un
CRISTIANO cautivo, que viene huyendo del
GUARDIÁN, que viene tras él dándole
de palos.)
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GUARDIÁN | ¡Oh chufetre! ¿Desta suerte | 280 | siempre os habéis de esconder? | | Que os criastes en regalo, | | inútil perro, barrunto. | |
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CRISTIANO | ¡Por Dios, fende, que estoy malo! | |
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GUARDIÁN | Pues yo os curaré en un punto | 285 | con el sudor deste palo. | |
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CRISTIANO | Con calentura contina, | | que me turba y desatina, | | estoy ha más de dos días. | |
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(Éntranse, dándole de palos, estos
dos.)
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GUARDIÁN | ¿Y por eso te escondías? | 290 |
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DON LOPE | ¡Por Dios, que es un buen soldado, | | y no lo hace de vicio | | el mísero apaleado! | |
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VIVANCO | Mirad, pues, qué veneficio | 295 | ha en su enfermedad hallado. | | ¿No es notable desatino | | que está un cautivo vecino | | a la muerte y no le creen? | | Y, cuando muerto le ven, | 300 | dicen: «¡Gualá, que el mezquino | | |
-fol. 62v-
| estaba malo, sin duda!» | | ¡Oh canalla fementida, | | de toda piedad desnuda! | | ¿Quién, al perder de la vida, | 305 | queréis que al mentir acuda? | | De nuestra calamidad | | con vuestra incredulidad, | | la muerte es testigo cierto; | | más creéis a un hombre muerto, | 310 | que al vivo de más verdad. | |
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DON LOPE | Alza los ojos y atiende | | a aquella parte, Vivanco, | | y mira si comprehende | | tu vista que un paño blanco | 315 | de una luenga caña pende. | |
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(Parece una caña, atado un paño
blanco en ella, con un bulto.)
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VIVANCO | Bien dices, y atado está. | | Quiérome llegar allá | | para ver esta hazaña. | | ¡Por Dios, que se alza la caña! | 320 |
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VIVANCO | No es para mí esta aventura, | | don Lope; ven tú a proballa, | | que no sé quién me asegura | | que han de venir a alcanzalla | 325 | las manos de tu ventura. | |
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DON LOPE | Algún muchacho habrá puesto | | cebo o lazo allí dispuesto | | para cazar los vencejos. | |
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VIVANCO | No está hondo, ni está lejos; | 330 | ven, y verémoslo presto. | | ¿No ves cómo se te inclina | | la caña? ¡Vive el Señor, | | que ésta es cosa peregrina! | |
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DON LOPE | En el trapo está el favor. | 335 |
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VIVANCO | Si es favor, desata aína. | |
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DON LOPE | Once escudos de oro son; | | entrellos viene un doblón | | que parece necesario | | paternóster del rosario. | 340 |
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VIVANCO | ¡Bien propria comparación! | |
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DON LOPE | La caña se tornó a alzar. | | ¿Qué maná del cielo es ésta? | | ¿Qué Abacuc nos vino a dar | | en nuestra prisión la cesta | 345 | deste que es más que manjar? | |
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VIVANCO | ¿Por qué, don Lope, no acudes | | a dar gracias y saludes | | a quien hizo esta hazaña? | | ¡Oh caña, de hoy más no caña, | 350 | sino vara de virtudes! | |
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DON LOPE | ¿A quién quieres que las dé, | | si en aquella celosía | | estrecha nadie se ve? | |
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VIVANCO | Pues alguien aquesto envía. | 355 |
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DON LOPE | Claro está, mas quién, no sé. | | Quizá será renegada | | cristiana la que se agrada | | de mostrarse compasiva, | | o ya cristiana cautiva | 360 | en esta casa encerrada. | | Mas, quienquiera que ella sea, | | es bien que las apariencias | | de agradecidos nos vea: | | hazle dos mil reverencias, | 365 | porque nuestro intento crea; | | yo a lo morisco haré | | ceremonias, por si fue | | mora la que hizo el bien. | |
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(Entra
HAZÉN, renegado.)
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DON LOPE | Calla, porque viene Hazén. | 370 |
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VIVANCO | ¡Noramala venga el pe...! | | Las dos
erres y la
o | | me como contra mi gusto. | |
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|
DON LOPE | Creo, por Dios, que te oyó. | |
|
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VIVANCO | Si él me oyó, por Dios, fue justo | 375 | |
-fol. 63r-
| no acabar su nombre yo. | |
|
|
HAZÉN | Con vuestras dos firmas solas | | pisaré alegre y contento | | las riberas españolas; | | llevaré propicio el viento, | 380 | manso el mar, blandas sus olas. | | A España quiero tornar, | | y a quien debo confesar | | mi mozo y antiguo yerro; | | no como Yzuf, aquel perro | 385 | que fue a vender su lugar. | | (Dales un papel escrito.) | Aquí va cómo es verdad | | que he tratado a los cristianos | | con mucha afabilidad, | | sin tener en lengua o manos | 390 | la turquesca crüeldad; | | cómo he a muchos socorrrido; | | cómo, niño, fui oprimido | | a ser turco; cómo voy | | en corso, pero que soy | 395 | buen cristiano en lo escondido, | | y quizá hallaré ocasión | | para quedarme en la tierra, | | para mí, de promisión. | |
|
|
DON LOPE | Es la enmienda en el que yerra | 400 | arras de su salvación. | | Echaremos de buen grado | | las firmas que nos pedís, | | que ya está experimentado | | ser verdad cuanto decís, | 405 | Hazén, y que sois honrado. | | Y quiera el cielo divino | | que os facilite el camino | | como vos lo deseáis. | |
|
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VIVANCO | A mucho os determináis. | 410 |
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HAZÉN | Pues a más me determino; | | que he de procurar alzar | | la galeota en que voy. | |
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HAZÉN | Ya con otros cuatro estoy | | convenido. |
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VIVANCO | Temo azar, | 415 | si es que entre muchos se sabe: | | que no hay cosa que se acabe | | aquí en Argel sin afrenta | | cuando a muchos se da cuenta. | |
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HAZÉN | En los que digo, más cabe. | 420 |
|
|
DON LOPE | ¿Sabrías decir, Hazén, | | quién mora en aquella casa? | |
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HAZÉN | Muy bien. | | Un moro de buena masa, | | principal y hombre de bien, | 425 | y rico en estremo grado; | | y, sobre todo, le ha dado | | el cielo una hija tal, | | que de belleza el caudal | | todo en ella está cifrado. | 430 | Muley Maluco apetece | | ser su marido. |
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HAZÉN | Que la merece, | | no por rey, mas por el oro | | que en la dote el rey ofrece: | 435 | que en esta nación confusa | | que dé el marido se usa | | la dote, y no la mujer. | |
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VIVANCO | ¿Y ella está del parecer | | del padre? |
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DON LOPE | ¿Está acaso alguna esclava, | | ya renegada o cristiana, | | en esta casa? |
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HAZÉN | Una estaba | | años ha, llamada Juana. | | Sí, sí; Juana se llama[ba], | 445 | y el sobrenombre tenía, | | creo, que de Rentería. | |
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|
HAZÉN | Ya murió, | | y a aquesta mora crió | | que denantes os decía. | 450 | Ella fue una gran matrona, | | |
-fol. 63v-
| archivo de cristiandad, | | de las cautivas corona; | | no quedó en esta ciudad | | otra tan buena persona. | 455 | Los tornadizos lloramos | | su falta, porque quedamos | | ciegos sin su luz y aviso. | | Por cobralla, el cielo quiso | | que la perdiesen sus amos. | 460 |
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DON LOPE | Vete en paz, y aquesta tarde | | ven por tus firmas, Hazén. | | (Vase.) |
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|
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(Éntrase
HAZÉN.)
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HAZÉN | La Trinidad toda os guarde. | |
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VIVANCO | Bien podemos deste bien | | hacer otra vez alarde. | 465 | ¿Cuántos son? |
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DON LOPE | ¿Once no dije? | | Pero lo que aquí me aflige | | es no ver [a] quien los dio. | |
|
|
VIVANCO | ¿Quién? Para mí tengo yo | | que fue Aquél que el cielo rige, | 470 | que por no vistos caminos | | su pródiga mano acorre | | a los míseros mezquinos; | | y ansí, a nosotros socorre, | | aunque de tal gracia indignos. | 475 |
(Parece la caña otra vez, con otro
paño de más bulto.)
| Mira que otra vez asoma | | la caña. |
|
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DON LOPE | Trabajo toma | | de ir a ver si se te inclina. | |
|
|
VIVANCO | Aquesta pesca es divina, | | aunque sea de Mahoma. | 480 | Mas, apenas muevo el pie | | hacia allá, cuando levantan | | la caña, y no sé por qué; | | si es que de mí se espantan, | | díganlo y me volveré. | 485 | Para ti, amigo, se guarda | | esta ventura gallarda; | | ven y veremos lo que es; | | y no empereces los pies, | | que, si el bien llega, no tarda. | 490 |
|
|
|
(Inclínase la caña a
DON LOPE, y desata el paño.)
|
DON LOPE | Más peso tiene, a mi ver, | | que el de denantes aquéste. | |
|
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DON LOPE | ¡Ta, ta, billetico es éste! | |
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VIVANCO | ¿Quiéresle agora leer? | 495 | Mira si es oro o argento, | | primero, que de contento | | estoy para reventar. | | ¿Que no lo queréis mirar? | |
|
|
|
(Pónese
DON LOPE a leer el billete; y, antes que le acabe de
leer, dice:)
|
DON LOPE | ¡Por Dios, que pasan de ciento, | 500 | y son los más de a dos caras! | |
|
|
VIVANCO | ¿Para qué a leer te paras? | | A contarlos te apresura. | |
|
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DON LOPE | Cierto que es esta aventura | | rarísima entre las raras. | 505 |
|
|
VIVANCO | ¿Qué es lo que dice el papel? | |
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|
DON LOPE | En lo poco que he leído, | | milagros he visto en él. | |
|
|
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DON LOPE | Gente viene de tropel; | 510 | en el rancho nos entremos, | | adonde a solas podremos | | ver lo que el billete dice. | |
|
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(Sale el
GUARDIÁN BAJÍ y un moro llamado
CARAHOJA, y un
CRISTIANO atadas las orejas con un paño
sangriento, como que las trae cortadas.)
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-fol. 64r-
|
CARAHOJA | ¿No os dije, perro insensato, | | que, si huíades por tierra, | | que os haría aqueste trato? | |
|
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CRISTIANO | Es grande el gusto que encierra | | voz de libertad. |
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CARAHOJA | ¡Oh ingrato! | 520 | Por la mar te he aconsejado | | que huyas; mas tú, malvado, | | que en los estorbos no miras, | | siempre a huir por tierra aspiras. | |
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CRISTIANO | Hasta quedar enterrado. | 525 |
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CARAHOJA | Tres veces por tierra ha huido | | este perro, y treinta doblas | | di aquellos que le han traído. | |
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CRISTIANO | Si las prisiones no doblas, | | haz cuenta que me has perdido: | 530 | que, aunque me desmoches todo, | | y me pongas de otro modo | | peor que éste en que me veo, | | tanto el ser libre deseo, | | que a la fuga me acomodo | 535 | por la tierra o por el viento, | | por el agua y por el fuego; | | que, a la libertad atento, | | a cualquier cosa me entrego | | que me muestre este contento. | 540 | Y, aunque más te encolerices, | | respondo a lo que me dices, | | que das en mi huida cortes, | | que no importa el ramo cortes, | | si no arrancas las raíces. | 545 | Si no me cortas los pies, | | al huirme no hay reparo. | |
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GUARDIÁN | Carahoja, ¿éste no es | | español? |
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CARAHOJA | ¿Pues no está claro? | | ¿En su brío no lo ves? | 550 |
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GUARDIÁN | Por Alá, que, aunque esté muerto, | | estás de guardallo incierto. | | ¡Éntrate, perro, a curar! | | Aqueste le habrás de dar | | a la limosna. |
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(Éntrase el
CRISTIANO.)
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GUARDIÁN | Oye, que un tiro han tirado | | en la mar. |
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(Entra un
CAUTIVO.)
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CAUTIVO | Fendi, Cauralí es llegado, | | y viene, según he oído, | | rico, próspero y honrado; | 560 | y el rey sale a la marina, | | que ver allí determina | | los cautivos y el despojo. | |
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GUARDIÁN | Pues poco a poco camina. | 565 |
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(Éntranse.)
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(Vuelven a salir
DON LOPE y
VIVANCO.)
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VIVANCO | Léele otra vez, que me admira | | la sencillez que contiene | | y el grande intento a que aspira. | |
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DON LOPE | Mira bien si alguno viene, | | y a esta parte te retira. | 570 | El billete dice así; | | en toda mi vida vi | | razones así sencillas. | | ¡Éstas son tus maravillas, | | gran Señor! |
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[DON LOPE] | (Lee el billete
DON LOPE.) | Mi padre, que es muy rico, tuvo por cautiva
a una cristiana, que me dio leche y me enseñó todo el
cristianesco. Sé las cuatro oraciones, y leer y escribir, que
ésta es mi letra.
-fol. 64v-
Díjome la cristiana
que Lela Marién, a quien vosotros llamáis Santa María, me
quería mucho, y que un cristiano me había de llevar a su tierra.
Muchos he visto en ese baño por los agujeros desta celosía, y
ninguno me ha parecido bien, sino tú. Yo soy hermosa, y tengo en mi
poder muchos dineros de mi padre. Si quieres, yo te daré muchos para que
te rescates, y mira tú cómo podrás llevarme a tu tierra,
donde te has de casar conmigo; y, cuando no quisieres, no se me dará
nada: que Lela Marién tendrá cuidado de darme marido. Con la
caña me podrás responder cuando esté el baño sin
gente. Envíame a decir cómo te llamas, y de qué tierra
eres, y si eres casado; y no te fíes de ningún moro ni renegado.
Yo me llamo Zara, y Alá te guarde. | ¿Qué te parece? |
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VIVANCO | Que el cielo | | se nos descubre en la tierra | | en este tan santo celo. | |
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DON LOPE | Sin duda, en Zara se encierra | | toda la bondad del suelo. | 580 |
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VIVANCO | Quizá nos está mirando. | | Vuelve, y haz, de cuando en cuando, | | señales de agradecido. | | Mas, ¿en qué te has suspendido? | |
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DON LOPE | La respuesta estoy pensando. | 585 |
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VIVANCO | ¿Pues hay más que responder, | | sino que harás todo cuanto | | fuere al caso menester? | |
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(Entra
HAZÉN.)
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HAZÉN | Estimo en tanto | | el bien que me habéis de hacer, | 590 | que, hasta tenerle en mi pecho, | | no puedo tener sosiego. | | (Vuélvele el papel.) |
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DON LOPE | Amigo Hazén, ya está hecho; | | y, así como yo os lo entrego | | con gusto, os haga el provecho. | 595 |
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VIVANCO | ¿Es verdad que ya ha llegado | | Cauralí? |
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HAZÉN | Ya se ha mostrado | | al cabo de Metafús. | |
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HAZÉN | Ahora, ¡sus!, | | yo he de ver al renegado | 600 | y decirle de mí a él | | quién es. |
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HAZÉN | Por ese perro crüel | | digo. |
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DON LOPE | Pues muy mal harás | | en tomarte, Hazén, con él. | 605 |
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VIVANCO | Déjale, ¡Dios le maldiga! | |
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HAZÉN | El alma se me fatiga | | en ver que este perro infame | | su sangre venda y derrame | | como si fuera enemiga. | 610 | Dios me ayude, a Dios quedad, | | que jamás no me veréis, | | y Dios os dé libertad. | |
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VIVANCO | ¡Mirad, Hazén, lo que hacéis! | |
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(Éntrase
HAZÉN.)
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HAZÉN | ¡Dios mueve mi voluntad! | 615 |
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VIVANCO | ¿Apostaréis que se toma, | | según la ira le doma, | | con Yzuf? |
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DON LOPE | Ya le acabase, | | porque del suelo quitase | | este rayo de Mahoma. | 620 | ¿No será bien que escribamos, | | por si otra vez se aparece | | |
-fol. 65r-
| esta estrella que miramos? | |
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VIVANCO | Así a mí me lo parece, | | ya, y ahora. |
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(Éntranse.)
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(Sale
HAZÁN BAJÁ, rey de Argel, y el
CADÍ y
CARAHOJA, y
HAZÉN, el
GUARDIÁN BAJÍ y otros moros de
acompañamiento; suenan chirimías y grita de desembarcar.)
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BAJÁ | ¡Bueno viene Cauralí! | | De alegría da gran muestra. | | ¿Qué dices, guardián Bají? | |
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GUARDIÁN | De su industria y de su diestra | | siempre estos efecto vi; | 630 | es valiente, y fue guiado | | por un bravo renegado. | |
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GUARDIÁN | Yzuf se llama, | | a quien pregona la fama | | por buen moro y buen soldado. | 635 |
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(Entran
CAURALÍ y
YZUF.)
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CAURALÍ | Dame tus pies, fuerte Hazán, | | como mi rey y señor. | |
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BAJÁ | Mis pies por jamás se dan | | a labios de tal valor | | y a tan bravo capitán. | 640 | Del suelo os alzad. |
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YSUF | A mí | | darás lo que a Cauralí | | niegas con justa razón. | |
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BAJÁ | De entrambos mis brazos son. | |
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CADÍ | Y también los del cadí. | 645 | En buen hora seas venido. | |
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CADÍ | Pues bien: | | ¿haos España enriquecido? | | Porque lo suele hacer bien | | con el cosario atrevido. | 650 |
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YSUF | Mi pueblo se saqueó, | | y, aunque poca, en él se halló | | ganancia y algún cautivo. | |
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HAZÉN | ¡Oh, más que Nerón esquivo, | | ni al que a Cicilia asoló! | 655 |
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BAJÁ | Haz venir alguno dellos | | en mi presencia, y advierte | | que sean de los más bellos. | |
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CAURALÍ | Yo mesmo, por complacerte, | | quiero ir, señor, a traellos. | 660 | (Éntrase
CAURALÍ.) |
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BAJÁ | ¿Hay entre ellos buena gente | | para el remo? ¿Hay oficiales? | |
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YSUF | Yo creo que vienen tales, | | que el más ruin más te contente. | 665 |
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YSUF | Dos no más; | | pero de belleza estraña, | | como presto lo verás. | |
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CADÍ | Hermosos los cría España. | |
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[YZUF] | Pues déstos te admirarás. | 670 | Y son, a lo que imagino, | | uno y otro mi sobrino. | |
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CADÍ | Hasles hecho un gran favor. | |
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HAZÉN | ¿Que tal hiciste, traidor, | | alma fiera de Ezino? | 675 |
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(Vuelve
CAURALÍ con el
PADRE, que trae al niño de la mano y otro
chiquito en los brazos, que no ha de hablar; y vienen asimismo el
SACRISTÁN,
DON FERNANDO y otros dos cautivos.)
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CAURALÍ | De aquestos dos niños creo | | que este honrado viejo es padre. | |
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-fol. 65v-
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CAURALÍ | Con todo, | | con el tiempo me acomodo, | | sin que lo estorbe su Roma, | | dar dos pajes a Mahoma | | que le sirvan a su modo. | 685 |
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PADRE | ¡Cuitado! ¿Qué es lo que
escucho? | |
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PADRE | Señor, | | no nos aparte; ya lucho | | con los brazos del temor, | | y venceránme, que es mucho. | 690 |
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CAURALÍ | Éste es un desesperado, | | que él mismo al mar se arrojó | | ya después de haber zarpado, | | y un gancho que le eché yo | | le pescó como pescado. | 695 |
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BAJÁ | ¿Pues quién le movió a tal
hecho? | |
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CAURALÍ | Amor que reina en su pecho | | de un hijo que él se temía | | que en nuestra armada venía. | |
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BAJÁ | Y el muchacho, ¿qué se ha hecho? | 700 |
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DON FERNANDO | ¡Ay Costanza! ¿Qué es de ti? | |
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DON FERNANDO | ¡Quizá | | en el lugar le perdí! | 705 |
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BAJÁ | Cordura fuera buscalle | | primero, y, al no hallalle, | | el rescate lo suplía; | | y fue mala granjería | | el perderte por ganalle. | 710 | ¿Éste quién es? |
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CAUTIVO | ¿Yo, señor? Soy carpintero. | |
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HAZÉN | ¡Oh cristiano poco experto! | | No te sacará el dinero | | desta tormenta a buen puerto. | 715 | El que es oficial, no espere, | | mientras que vida tuviere, | | verse libre destas manos. | |
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CAURALÍ | ¿Vendrán todos los cristianos? | |
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BAJÁ | Muestra alguno, y sea quien fuere. | 720 |
(Entra el
SACRISTÁN.)
| ¿Éste es pápaz? |
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SACRISTÁN | No soy Papa, | | sino un pobre sacristán | | que apenas tuvo una capa. | |
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SACRISTÁN | No está en el mapa. | 725 | Es mi tierra Mollorido, | | un lugar muy escondido | | allá en Castilla la Vieja. | | [Aparte.] | ¡Mucho este perro me aqueja! | | ¡Guarde el cielo mi sentido! | 730 |
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SACRISTÁN | Tañer, | | que soy músico divino, | | como lo echaréis de ver. | |
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HAZÉN | O este pobre pierde el tino, | | o él es hombre de placer. | 735 |
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BAJÁ | ¿Tocas flauta o chirimía, | | o cantas con melodía? | |
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SACRISTÁN | Como yo soy sacristán, | | toco el
din, el
don y el
dan | | a cualquiera hora del día. | 740 |
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CADÍ | ¿Las campanas no son esas | | que llamáis entre vosotros? | |
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BAJÁ | Bien lo confiesas: | | música para nosotros | | divina es la que profesas. | 745 | ¿No sabrás tirar un remo? | |
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SACRISTÁN | No, mi señor, porque temo | | reventar: que soy quebrado. | |
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SACRISTÁN | Soy friolego en estremo | 750 | en invierno, y en verano | | no puedo hablar de calor. | |
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SACRISTÁN | ¿Yo búfalo? No, señor; | | antes soy pobre aldeano. | 755 | En lo que yo tendré maña | | será en guardar una puerta | | |
-fol. 66r-
| o en ser pescador de caña. | |
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CADÍ | Bien tus oficios concierta; | | no fuérades vos de España. | 760 |
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(Entra un
MORO.)
|
MORO | Los jenízaros están | | aguardándote en palacio. | |
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BAJÁ | Vamos. ¡Adiós, capitán!, | | y veámonos despacio. | |
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CAURALÍ | [Aparte.] | ¡Oh, qué bien mis cosas van! | 765 |
(Éntranse todos; quedan
HAZÉN y
YZUF.)
| Escapado he la cristiana; | | ya la fortuna me allana | | los caminos de mi bien. | |
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YSUF | Agora hablaré yo a Hazén. | |
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HAZÉN | De hablarte tengo gana. | 770 | Deja ir a Cauralí, | | porque los cautivos lleve, | | y quedémonos aquí. | |
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YSUF | En tus razones sé breve, | | que tengo que hacer. |
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|
HAZÉN | Sea ansí. | 775 | Dejo aparte que no tengas | | ley con quien tu alma avengas, | | ni la de gracia ni escrita, | | ni en iglesia ni en mezquita | | a encomendarte a Dios vengas. | 780 | Con todo, de tu fiereza | | no pudiera imaginar | | cosa de tanta estrañeza | | como es venirte a faltar | | la ley de naturaleza. | 785 | Con sólo que la tuvieras, | | fácilmente conocieras | | la maldad que cometías | | cuando a pisar te ofrecías | | las españolas riberas. | 790 | ¿Qué Falaris agraviado, | | qué Dionisio embravecido, | | o qué Catilina airado, | | contra su sangre ha querido | | mostrar su rigor sobrado? | 795 | ¿Contra tu patria levantas | | la espada? ¿Contra las plantas | | que con tu sangre crecieron | | tus hoces agudas fueron? | |
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|
YSUF | ¡Por Dios, Hazén, que me espantas! | 800 |
|
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HAZÉN | ¿No te espanta haber vendido | | a tu tío y tus sobrinos | | y a tu patria, descreído, | | y espántate...? |
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YSUF | Desatinos | | dices, Hazén fementido. | 805 | Sin duda que eres cristiano. | |
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|
HAZÉN | Bien dices; y aquesta mano | | confirmará lo que has dicho | | poniendo eterno entredicho. | | a tu proceder tirano. | 810 | (Da
HAZÉN de puñaladas a
YZUF.) |
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|
YSUF | ¡Ay, que me ha muerto! ¡Mahoma, | | desde luego la venganza, | | como es tu costumbre, toma! | |
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HAZÉN | ¡Tu llevas buena esperanza | | a los lagos de Sodoma! | 815 |
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(Vuelve el
CADÍ.)
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CADÍ | ¿Qué es esto? ¿Qué grito
oí? | |
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|
HAZÉN | ¡Por Dios, que vuelve el cadí! | |
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|
YSUF | ¡Ay, señor! ¡Hazén me ha muerto, | | y es cristiano! |
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HAZÉN | Aqueso es cierto: | | cristiano soy, veisme aquí. | 820 |
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CADÍ | ¿Por qué le mataste, perro? | |
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HAZÉN | No porque éste fue de caza | | de la vida le destierro, | | sino porque fue de raza | | |
-fol. 66v-
| que siempre cazó por yerro. | 825 |
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HAZÉN | Sí soy; | | y en serlo tan firme estoy, | | que deseo, como has visto, | | deshacerme y ser con Cristo, | | si fuese posible, hoy. | 830 | ¡Buen Dios, perdona el exceso | | de haber faltado en la fe, | | pues, al cerrar del proceso, | | si en público te negué, | | en público te confieso! | 835 | Bien sé que aqueste conviene | | que haga a aquel que te tiene | | ofendido como yo. | |
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CADÍ | ¿Quién jamás tal cosa vio? | | ¡Alto, su muerte se ordene! | 840 | ¡Ponedle luego en un palo! | |
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HAZÉN | Mientras yo tuviere aquéste, | | con quien el alma regalo, | | lecho será en que me acueste, | | el tuyo, Sardanapalo. | 845 | Dame, enemigo, esa cama, | | que es la que el alma más ama, | | puesto que al cuerpo sea dura; | | dámela, que a gran ventura | | por ella el cielo me llama. | 850 | (Saca una cruz de palo
HAZÉN.) | No le mudes la intención, | | buen Jesús; confirma en él | | su intento y mi petición, | | que en ser el cadí crüel | | consiste mi salvación. | 855 |
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CADÍ | Caminad; llevadle aína, | | y empalalde en la marina. | |
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HAZÉN | Por tal palo, palio espero; | | y así, correré ligero. | |
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MORO | ¡Camina, perro, camina! | 860 |
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HAZÉN | Cristianos, a morir voy, | | no moro, sino cristiano; | | que aqueste descuento doy | | del vivir torpe y profano | | en que he vivido hasta hoy. | 865 | En España lo diréis | | a mis padres, si es que os veis | | fuera de aqueste destierro. | |
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CADÍ | ¡Cortad la lengua a ese perro! | | ¡Acabad con él! ¿Qué hacéis?
| 870 | Carga tú con éste, y mira | | si ha acabado de espirar. | |
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MORO | Paréceme que aún respira. | |
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CADÍ | Tráele a mi casa a curar. | | Este suceso me admira: | 875 | en él se ha visto una prueba | | tan nueva al mundo, que es nueva | | aun a los ojos del sol; | | mas si el perro es español, | | no hay de qué admirarme deba. | 880 |
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(Éntranse todos.)
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FIN DE LA PRIMERA JORNADA
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