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Nanas y poemas

(Versos para antes y después de nacer)

Lucía Solana Pérez



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Madrid 1998

La ilustración de la portada corresponde a un dibujo atribuido a Leopardo Anchóriz (h. 1965) y regalado a la autora y a su esposo por Arturo Medina, en octubre de 1994.

La autora agradece también la ayuda prestada por el Estudio de Diseño Mayo & Más y que ha hecho posible la edición de este libro.

A Jaime.

A mis hijos,

Jaime, Ramón y Arturo,

que son mi luz.

A mis ahijados,

Pilar y Paloma.

A mi madre

y a todas las mujeres.








La espera

Verde, blanco y verde.
Olivo, cal y viñedo.

Verde, blanco y verde.
Cactus, pared y romero.

Verde, blanco y verde.
Esperanza, amor y verso.

Verde, blanco y verde.
A mi hijo
yo espero.




ArribaAbajoCanción de cuna



A la ea, ea,
       tu sueño
       ya tiene cuna.

A la ea, ea,
       allá
      en la Luna.

A la ea, ea, ea,
      duerme
      lucero.

A la ea, ea,
      en el regazo
      de mis versos.




ArribaAbajoNana



Ea,
ea,
ea,
mi niño
tiene pena.

No,
no,
no,
no quiere
dormir.

Sí,
sí,
sí,
sus párpados
ya cierra.

Ea,
ea,
ea,
mi niño
me quiere
a mí.




ArribaAbajoUna nana



A la nana, nanita
de los escarabajos,
uno en la tierra,
el otro abajo.

A la nana, nanita
de las tortugas,
lentas caminan
cuesta arriba.

A la nana, nanita
de los niños,
para que jueguen
siempre contigo.

A la nana, nanita,
nanita, nana.

Duérmete, rayo
de la mañana.




ArribaAbajoEa, ea...



Ea, ea...,
mi niño duerme.

Ea, ea...,
el sueño le vence.

Ea, ea...,
susurra el viento.

Ea, ea...,
mamá te quiere.




ArribaAbajoAleluyas



Aleluya,
mi niña ríe.

Aleluya, aleluya,
mi niña canta.

Aleluya,
mi niña baila.

Aleluyas, aleluyas
llenan su alma.




ArribaAbajoMi niño llora



A la ea, ea,
que mi niño llora.

A la ea, ea,
mi cielo
abierto.

A la ea, ea,
canta
el silencio.

A la ea, ea,
juegan
los vientos.

A la ea, ea,
duerman
las sombras.

A la ea, ea...,
que mi niño llora.




ArribaAbajoTriste nana

(A los niños
a los que el hambre y la droga
pueden quitar la vida.
Otoño 1996)



      A la nana, nana,
duerma la criatura.

      A la nana, nana,
que el hambre
le duele,
que hambre
ya tiene.

      Mójenle los labios
de azúcar,
que leche no hay,
y llora su suerte.

      A la nana, nana,
duerma la criatura,
que canta la pena,
que baila la muerte,
que el hambre despierta
y el llanto le vence.

      A la nana, nana,
duerma la criatura;
por la droga, droga,
va mamando muerte.

      A la nana, nana,
ya es todo silencio.

      A la nana, nana,
a la nana, nana...




ArribaAbajoLa noche



      La noche
con su capa de luz,
cuajada de estrellas,
da miedo a mi niño,
que no quiere cerrar
sus grandes ojos.

      Duerme.
La luna redonda,
pan de azúcar,
torta de maíz,
te vela,
te espera,
te llama,
te habla.

Y mamá,
entre sus brazos,
te mece y canta.




ArribaAbajoEl sueño



El sueño
      ha venido a visitar
      a mi niña.

Y detrás de las orejas
      le hará cosquillas.

-¡Ay! ¡Ay!
      Que no quiero dormir.
      ¡Ay!, que no quiero
      soñar con los luceros.

El sueño
      ha venido a buscar
      a mi niña.

Y le llevará
      en su concha de nácar.

-¡Ay! ¡Ay!
      Que no quiero dormir.
      ¡Ay!, que no quiero
      soñar con más luceros.

El sueño
      ha traído a mi niña
      su collar de lágrimas.

¡Ay!
      Que si quiero,
      que si quiero.
Soñar y soñar
      tus sueños.




ArribaAbajoTuve miedo



La noche estaba negra
y mi voz fue guía
en las sombras del sueño.
Acaricié tus ojos cerrados
y una sonrisa vi en tus labios.

Y no sé lo que pensé,
ni lo que tú soñabas,
pero tuve miedo,
y te desperté
por si te ibas
al cielo.




ArribaAbajoEl niño llorón



      Niño, no me llores,
que los lobos
      te escuchan
allá en el monte;

que las ovejas
      no duermen;
que la pastora
      no canta
y la cigarra
      enmudece.

No llores, mi vida.
Te traeré del mar
      mil estrellas.
Entrelazaré los vientos
y recogeré para ti
amapolas, lirios y claveles.

Mi niño,
no me llores,
que yo velaré
tus sueños.




ArribaAbajoNana, nanera...



Nana, nanera,
      cascabelera,
que mi bebé
      quiere llorar.

Nana, nanera,
      cascabelera,
que mi bebé
      no quiere comer.

Nana, nanera,
      cascabelera,
que mi bebé
      no quiere dormir.

Nana, nanera,
      cascabelera,
que mi bebé
      dejó de llorar.

Nana, nanera,
      cascabelera,
que mi bebé
      empezó a comer.

Nana, nanera,
      cascabelera,
que mi bebé
      dormido ya está.




ArribaAbajoMi niño sueña



      Debajo de la cama,
zapatillas.

      Sobre ella,
almohadón.

      Dentro de las sábanas,
mi niño sueña.




ArribaAbajoEn cada estrella



A ro, ro,
      ro, ro,
en cada estrella
      hay un niño
que pasea
      y mira al cielo.

A ro, ro,
      ro, ro,
en cada estrella
      está un niño
que no sabe
      mirar al suelo.

A ro, ro,
      ro, ro,
a mi niño
      arrullo yo.




ArribaAbajoCuando nazcas...



Ven conmigo,
que haremos flores,
pétalos a lápiz
y arco iris de colores.

Ven conmigo,
que pintaremos un mar,
aguas cristalinas
y ríos por llegar.

Ven conmigo,
que dibujaremos un gorrión,
que cante en las mañanas;
amor y libertad.




ArribaAbajoMi bebé



Ojos que no ven
y están abiertos.

Boca que no habla
y por el contrario pide.

Manos que no saben asir
y abiertas buscan.

Corazón que no ama
y fruto de mi amor eres.




ArribaAbajoCuando mamas



Cuando te amamanto
me buscas,
restriegas tu cara
contra mi.

Cuando te amamanto
unimos nuestros destinos
para ser mañana
distintos.

¿Cómo explicarte
esta sensación
y todo mi cariño?




ArribaAbajoEl niño rey



Si el niño nace
será un rey.
Sin corona,
sin manto,
ni cetro,
ni reino.

Mi corazón,
      su territorio.
Mis brazos,
      su refugio.
Mis caricias,
      su corona,
      y con mis besos
      un manto le bordaré.




ArribaAbajo La siesta



Duerme, duerme,
      duérmete ya.

Mi niño no duerme,
que quiere jugar;
que ve al Sol
y a la Luna no.

Duerme, duerme,
      duérmete ya.

Mi niño se ríe,
y quiere coger
con sus manitas
los rayos del Sol.

Duerme, duerme,
      duérmete ya.

Mi niño me canta,
mi niño me besa,
mi lindo niño,
me duerme a mí.




ArribaAbajoTus preguntas, mis respuestas.



¿Por qué
es el cielo azul, mamá?

¿Por qué
los ríos llevan agua, mamá?

Por qué
el Sol luce, mamá?

¿Por qué... ?

Porque el azul son tus ojos;
      el río, tu jugar;
      y tu luz, mi paz.




ArribaAbajoEl juego



Paso, pasito, pisotón.
Corre, corre
que te pillo.

En la acera
      juega el niño,
y en la fuente,
      el jilguero.

Paso, pasito, pisotón.
Quieto, quieto
que te veo.

En la plaza
      saltan los niños
y en el agua,
      los luceros.

Paso, pasito, pisotón.
Tú y yo
somos uno,
somos dos.




ArribaAbajoLa sombra



Tu sombra
      te asusta.
Tu sombra
      te inquieta.

Vienes y vas,
      vas y vienes,
mirando siempre
      atrás.

Hoy, al fin,
encontraste
tu sombra.




ArribaAbajoEl baño



El agua quieta,
      el agua mansa.

Una patada
      y mil gotas al aire,
unas en la cara,
      otras en el pelo,
más en la nariz
y una carcajada inocente.

Un manotazo,
una patada,
un chapuzón...

      El baño es.




ArribaAbajoMi hijo



Deditos de morcilla,
pelo de paja,
nariz de comino,
boca de almendra,
      ojos de miel.

Sueño de ángeles,
sonrisa de mañana,
luz de alba.

Es mi tesoro,
es mi cariño,
mi hijo es.




ArribaAbajoUna, dos y tres



Una, dos y tres,
sobre el arenal,
el viento vuela.

Una, dos y tres,
en el río
nada el pez.

Una, dos y tres,
con sus manos
el niño juega.

Una, dos y tres,
cuatro, cinco y seis.




ArribaAbajoLa ola



A la ola, ola
que a mi niña
      mueve.

A la ola, ola
que el mar
      arrastra.

A la ola, ola
fuerte
y sonora.

A la ola, ola,
su espuma blanca
a mi niña abraza.




ArribaAbajoEl mar



Todavía me acuerdo
de tu primer baño,
tu baño en el mar;
agua salada y azul
con mil salpicaduras blancas.

¡Cómo te reías!
¡Cómo metías tu cabeza
bajo la espuma
      y el agua!

Escribí tu nombre
      en el agua,
      y la corriente
      se lo llevó.

Dibujé tus pies
      en la arena,
      y una ola
      los borró.

Todavía me acuerdo,
del agua,
del mar
y de tu risa.




ArribaAbajoSer



Con la criatura, un sueño.
Junto al sueño, un deseo.
Junto al deseo, un empeño.
Junto al empeño, un fin.
Junto al fin, un despertar.
Junto al despertar, un seguir.
Junto al seguir, un llegar.

¡Un hombre o una mujer!
¡El ser!






ArribaEpílogo1

Amiga Lucía:

Tras regalarme un ejemplar de tu antología poética con cariñosa dedicatoria, me pediste que te escribiese un prólogo, y yo te contesté que prefería escribirte el epílogo, pues entre el bullicio del curso universitario teatral2, necesitaba esperar el regreso a Barcelona para paladear bien tus poesías maternales.

Así, el domingo 13 de julio me he plongeado en las aguas refrescantes de tu poesía y voy a cumplir mi promesa de poner el colofón.

En plena Segunda Guerra, el monstruo de Hitler inventó un sistema para vilipendiar a las mujeres, las tres KAS:

Kuchen_cocina

Kirche_iglesia

Kinden_ niños.

Poco después de nuestra guerra incivil se nos hablaba del hogar como única salida femenina. Y tras la guerra de la mitad del siglo XX, la sociedad norteamericana descubrió que la mujer que trabajaba no era tan caprichosa como la que permanecía en casa. Total, surgió la mística de la femineidad como batalla económica.

Yo, a todo esto, inventé las tres CES:

Creer

Crear

Criar

versión auroriana del lema tripartito plantar un árbol, escribir un libro y tener un hijo.

Perdona, Lucy, que en vez de expresarte la gran gozada que, como mujer, he tenido leyendo tus nanas poéticas, haya filosofado en demasía.

En realidad es para decirte que tú respondes permanentemente al ideal de mujer completa con las tres ces. Sé que has plantado dos árboles (Tagore decía que Acalla tu corazón, pues los árboles son nuestras mejores oraciones@), has creado varios libros y has tenido tres hijos.

Y en esto último has vertido todo tu amor maternal, tu pasión por la naturaleza y tu vocación por la cultura cuando contestas las preguntas infantiles.

Gracias por haber escrito este regalo tan musical.

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