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31

M.: «a ventura». (N. del E.)

 

32

143-20. Acerca del monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe, en 1577, véanse el El Pelegrino curioso y grandezas de España, de Bartolomé de Villalba y Estaña (edición de los Bibliófilos Españoles; I, 238 y siguientes), y Persiles y Sigismunda, II, pág. 297, nota 49-13. (N. del E.)

 

33

M.: «cristiano». (N. del E.)

 

34

M.: «presupuesto». (N. del E.)

 

35

M.: «osé». (N. del E.)

 

36

145-13. La más antigua referencia a este proverbio que hemos hallado, consta en el rarísimo Libro de refranes, copilado por el orden del A B C, de mosén Pedro Vallés (Zaragoza, 1549; hay reproducción de Madrid, 1917, por D. Melchor García), donde tiene esta forma: «Piensa don Caga (sic, por Çaga?) que con su hija tuerta me engaña; pues para el Dio, hermano, que soy contrecho de vn lado.»

Correas, en su Vocabulario, trae la misma forma: «Piensa don Zaga que con su hija tuerta me engaña; pues para el Dío, hermano, que soy contrahecho de un lado. (Otros dicen: «Piensa don Braga» o «don Caga», con error de poner ca sin cedilla).»

Equivale al refrán: «A un bellaco, otro», o al de: «A traidor, traidor y medio.» (N. del E.)

 

37

M.: «luze». (N. del E.)

 

38

M.: «tambien». (N. del E.)

 

39

M.: «v. m.» (N. del E.)

 

40

146-21. Trionfo d'Amore; cap. I:


    «Tal biasma altrui, che se stesso condanna:
E chi prende diletto di far frode,
Non si de' lamentar s'altri l'inganna.»

(Tal vitupera a otro, que a sí mismo se condena; y quien se huelga de engañar, no ha de quejarse si otro le engaña.) (N. del E.)