241
125-15. Hacia el núm. 16 nuevo de la calle de las Huertas, según R. de Mesonero Romanos (El Antiguo Madrid; edición de 1881; II, 45). (N. del E.)
242
125-18. El real era una moneda de plata, equivalente a 34 maravedís (Covarrubias). (N. del E.)
243
125-23. Doña Constanza de Figueroa, hija de doña Andrea de Cervantes. (N. del E.)
244
126-5. Juan Antonio Pellicer (Ensayo de una Biblioteca de Traductores Españoles; Madrid, 1778; página 171), publicó el siguiente soneto (que copia de un códice de Poesías varias de la Real Biblioteca, y está atribuido a Lope):
245
128-27. Aquí, y en algún otro lugar, dice el texto vuessa merced, con todas sus letras. (N. del E.)
246
129-23. Algunos ejemplares: emblando. (N. del E.)
247
130-3. Quevedo estaba, pues, en Madrid por julio de 1614, recién llegado de Italia, adonde regresó muy pronto, para concurrir a la junta popular que se celebró en Sicilia. (Véase Obras de Quevedo; edición Fernández-Guerra; I, xlvij.) (N. del E.)
248
130-27. En el Arancel de Necedades, incluido por Mateo Alemán en la segunda parte (III, 1) de su Guzmán de Alfarache (1604); así como en las Premáticas del desengaño contra los poetas güeros, insertas por Quevedo en su Buscón (1607?) en la Pregmática de 1600, y en las Premáticas y Aranceles generales del mismo Quevedo, se hallan los principales precedentes literarios de los Priuilegios cervantinos. (N. del E.)
249
131-26. Sobre niños de la piedra, véase la nota 139-13 del tomo III de las Comedias y entremeses. (N. del E.)
250
132-3. «El Hospital General de Madrid tiene dos corrales, donde se representan comedias, y cada una de las personas que entran a ver las dichas comedias, dan, por el asiento en que se asientan, quatro quartos, y a la entrada, además de lo que se da a los comediantes, se da otro quarto: por manera que son cinco quartos los que cada uno de los que entran en la Comedia paga, demás de lo que dan a los comediantes.» (C. Pellicer: Tratado histórico sobre el origen y progresos de la comedia y del histrionismo en España; Madrid, 1804; II, 191.)
La primera puerta representaba el derecho general de entrada; la segunda puerta o traspuerta, el derecho especial de entrada en la localidad correspondiente (asientos, bancos o aposentos). (Consúltense: C. Pérez Pastor: Nuevos datos acerca del histrionismo español; Madrid, 1901; págs. 73 y 143; y H. A. Rennert: The Spanish Stage; New York, 1909; pág. 112 y siguientes.) La parte correspondiente a los hospitales, se llamaba la limosna. (N. del E.)