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24-11. Le cita D. Juan de Jáuregui, en la aprobación del Arte de la Lengua española castellana del Maestro Gonzalo Correas (Salamanca, 1626), en los siguientes términos: «Lo mismo hizo (escribir un "Arte") en la nuestra (lengua) el Licenciado Juan Ochoa, sevillano, con particular diligencia. No se qe llegase a inprimirse.» (Madrid, 4 de marzo de 1627). (Véase la edición del Arte por el Conde de la Viñaza; Madrid, 1903; páginas 5 y 6.)

Juan Ochoa, poeta, escribió unas quintillas en loor del Patrón Salmantino de Julián de Almendariz (Salamanca, 1603). Es, probablemente, el Ochoa cuyas liras cita Lope de Vega en La Dama boba (III, verso 2124, edición Schevill).

En la Biblioteca Nacional se conserva el manuscrito e una comedia inédita, del siglo XVII, titulada El Vencedor vencido, compuesta por Juan de Ochoa, «residente en Sevilla» (núm. 3428 del Catálogo de A. Paz y Mélia). Es posible que sea el mismo poeta últimamente aludido. Y nada de particular tendría que este mismo Ochoa fuese el «Juan Ochoa Ibáñez» que asistió a la fiesta de San Juan de Alfarache, en 1606.

Hubo un Juan Ochoa de la Salde, que tradujo del portugués la Chronica del esforçado principe y capitan Jorge Castrioto (Sevilla, 1582) y compuso la Primera parte de la Carolea, Inchiridion que trata de la vida y hechos del invictisimo Emperador D. Carlos V (Lisboa, 1585). Era Prior perpetuo de San Juan de Letrán. (N. del E.)

 

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24-23. El licenciado Damián Salustio (llamado también Salustrio, y Salucio) del Poyo, natural de Murcia y vecino de Sevilla. Fue clérigo. Vivió a fines del siglo XVI y a principios del XVII. Se conservan seis comedias suyas: La Próspera fortuna del famoso Ruy López de Ávalos; La Adversa fortuna del muy noble caballero Ruy López de Ávalos el Bueno; La Privanza y caida de Don Álvaro de Luna (Valencia, 1611?); El Premio de las letras por el rey Felipe II (Madrid - Alcalá, 1615); El Rey perseguido y corona pretendida (manuscrito en la Biblioteca Nacional: «Comedia del Licenciado Poyo de Salamanca»); y La Vida y muerte de Judas (véase la edición A. Schaeffer: Ocho comedias desconocidas, etc.; Leipzig, 1887). Tiénese noticia, además, de un auto suyo, titulado: Las Fuerzas de Sansón, que se representó en Sevilla el año 1618.

Véanse el Catálogo de La Barrera, y las Noticias referentes a los Anales del Teatro en Sevilla, desde Lope de Rueda hasta fines del siglo XVII, de J. Sánchez-Arjona (Sevilla, 1898; pág. 191). (N. del E.)

 

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25-3. Hipólito de Vergara, sevillano, escribió una Vida del santo Rey don Fernando, en orden a su canonización (Osuna y Sevilla, 1630), donde insertó su comedia El Defensor de la Virgen, o hechos del santo Rey don Fernando, que La Barrera sospecha sea idéntica a la titulada La Virgen de los Reyes, que también se le atribuye.

Nicolás Antonio cita la susodicha Vida como impresa en Osuna, en el mencionado año 1630. (N. del E.)

 

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25-11. «El doctor Felipe Godínez -escribe Pérez de Montalbán en su Para todos- tiene grandísima facilidad, conocimiento y sutiliza para este género de poesía, particularmente en las comedias divinas, porque entonces tiene más lugar de valerse de su ciencia, erudición y doctrina.»

Fue doctor en Teología, clérigo y buen orador sagrado. Escribió gran número de autos y comedias. Además de los autos citados por La Barrera en su Catálogo, figuran tres en la Biblioteca Nacional de Madrid titulados: Los Pastores de Belén (hay edición de Madrid, 1655, citada por Salvá, núm. 1109), El Príncipe ignorante discreto y juicio final, y Los Toros del alma.

Hay composiciones suyas (además de las mencionadas por La Barrera) en el Certamen angélico (en honor de Santo Tomás de Aquino) de José de Miranda y la Cotera (Madrid, 1657), en la Relacion de la fiesta que se hizo en Sevilla a la beatificacion del glorioso San Ignacio (Sevilla, 1610), y en los Avisos para la muerte... recogidos por D. Luis de Arellano (Zaragoza, 1648).

Quevedo, en la Perinola, dice lo siguiente: «Cita (Montalbán) a Godínez, y no a San Benito; y no le cita delante de Dios, sino con la misma ponderación que pudiera al gran Filón judío o a León Hebreo; mas esto le perdono, porque lo merece el ingenio del Doctor, que también es dotor, y creo que son deudos. Con todo eso, le hace agravio: que da el principado en los autos a Valdivielso; y como que todo lo ha escrito bien el Godínez, ha salido en algunos autos mucho, y es más señalado por los autos que todos.» (N. del E.)

 

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25-20. Llamábase D. Francisco de Calatayud y Sandoval. Fue natural de Sevilla, y desempeñó en esta ciudad el cargo de Contador de la Casa de Contratación. En 1624 era Secretario de Su Majestad. Cultivó las letras y las armas. Véase acerca de él a La Barrera, en el tomo XII de las Obras completas de Cervantes (edición Rivadeneyra; Madrid, 1864; págs. 333-335).

En la Segunda Parte de las Flores de poetas ilustres, de Juan Antonio Calderón (consúltese la edición de J. Quirós de los Ríos y F. Rodríguez Marín; Sevilla, 1896; núm. 137), figura una Silva al estío, de Calatayud. Otra silva, al retrato de Francisco de Rioja, por el mismo Calatayud, puede leerse en el Parnaso español, de López de Sedano (tomo IX; Madrid, 1778; página 29 y siguientes). (N. del E.)

 

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25-24. Miguel Cid, poeta sevillano. Hay unas redondillas suyas en el libro de Alonso Díaz: Historia de Nuestra Señora de Aguas Santas, poema castellano (Sevilla, 1611); y otra poesía en la citada Relacion de la fiesta que se hizo en Sevilla a la beatificacion del glorioso San Ignacio, de Francisco Luque Fajardo (Sevilla, 1610).

Su hijo sacó a luz en Sevilla, el año 1647, unas Justas sagradas del insigne y memorable poeta Miguel Cid... dedicadas a la Virgen Santísima Maria Nuestra Señora, concebida sin mancha de pecado original. (N. del E.)

 

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26-3. Acerca de Góngora, véase la nota 55 del Canto de Caliope en nuestra edición de La Galatea. Consúltese también: Obras poéticas de D. Luis de Góngora (edición R. Foulché-Delbosc; New York, Hispanic Society of America, 1921; tres tomos). (N. del E.)

 

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26-10. Acerca de Herrera, véase la nota 39 del Canto de Caliope en nuestra edición de La Galatea. Consúltese además A. Coster: Poesías inéditas (en la Revue Hispanique, 1918; tomo XLII; pág. 557 y siguientes).

Véase también la poesía suelta núm. XXIX. (N. del E.)

 

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26-18. Sobre D. Juan de Jáuregui (o Jáurigui), véanse: J. Jordán de Urríes y Azara: Biografía y estudio crítico de Jáuregui, Madrid, 1899; C. Pérez Pastor: Bibliografía Madrileña, III, 205 y siguientes; ídem íd.: Noticias y documentos relativos a la historia y literatura españolas (en el tomo X de las Memorias de la Real Academia Española), Madrid, 1910, págs. 227 y 228.

Nació en Sevilla el año 1583. Murió en enero de 1641. Su versión de La Farsalia, de Lucano, no se publicó hasta 1684. (N. del E.)

 

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26-28. Llamábase D. Félix Arias Girón, y fue hijo segundo del Conde de Puñonrostro (D. Juan Arias Portocarrero). Fue militar, músico y poeta. Entre otras varias, figura una poesía suya (soneto) al frente de las Diversas rimas de Vicente Espinel (Madrid, 1591). Lope de Vega, en La Filomena (Madrid, 1621; fol. 155), escribe acerca de él:


   «Don Felis Arias, releuado admira,
ya con heroyca espada en el Piamonte,
y ya en España con la dulce lyra.» (N. del E.)