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A. ALONSO. op. cit., 399-400. Más referencias antiguas en el trabajo citado de Menéndez Pidal, pp. 109-110. Véanse las observaciones más recientes de A. ALONSO en el t. II, pp. 70-71 de su obra que -a mi parecer- ponen las cosas en su punto. Un texto aducido por LAPESA (art. cit., p. 79) hace ver cómo el seseo era para Tirso (1621-1623) un rasgo femenil; seseo sin posible acercamiento a otra articulación.

 

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En el t. II de su obra, A. ALONSO reúne las ideas de Alemán sobre el asunto (pp. 63-64). El escritor propugnaba por la distinción, pero «a veces se le escapaba un ceceo al hablar» (ib., p. 64, nota 15; véanse las pp. 65-66 donde se trata la cuestión con mayor demora). Todo lo que respecta al valor de los informes de Alemán me parece discutible y sobre ello insistiré; ahora quiero citar unas palabras que resumen -verazmente- la cuestión: «lo que ha variado desde el siglo XVII no ha sido la pronunciación sevillana, sino la significación de las palabras "ceceo" y "seseo".» (LAPESA, art. cit., p. 81).

 

23

A. ALONSO, en RFE, XXXVI, 1952, p. 3

 

24

Capítulo CCVI, p. 286 (edic. de EDUARDO MAYORA. Guatemala, 1933-1934).

 

25

Sandoval era de Medellín. El retrato que de él hace Bernal es sencillamente espléndido. La edición guatemalteca dice ceceeaba, donde la Biblioteca de Autores Españoles transcribe bien, y su lectura sigo (vid. Americanismos en la «Historia» de Bernal Díaz del Castillo, Madrid, 1970, p. 7, nota 9).

 

26

También ahora es preferible la lectura de la BAAEE (CLXV, 223 b) a la de MAYORA, p. 112.

 

27

Çeçeo-seseo, p. 318.

 

28

En un texto con letra de Mateo Vázquez se describe a un personaje con estas palabras: «Velasco es un hombre mediano, zenzeño [. . . ] es ceceoso, natural de Sevilla» (JUAN DE CASTELLANOS, Discurso del capitán Francisco Draque de naçión inglés, edic. A. GONZÁLEZ PALENCIA, Madrid, 1921, p. 354). De la referencia -harto parecida a la de Bernal- no cabe extraer otras consecuencias.

 

29

Me parece justa la observación de AMADO ALONSO sobre la indeterminación -por la cronología- de lo que Bernal entiende por seseo sevillano (De la pronunciación medieval, II, p. 54. Vid. también su p. 62).

 

30

L os hermanos ÁLVAREZ QUINTERO al remedar el habla sevillana -con todas las limitaciones e inexactitudes que se quiera- hacían decir a uno de sus personajes: «Me turbó el sentido su presensia... ¡Caramba! Ya digo yo presensia... ¡Cómo se me pega el asento!» (Abanicos y panderetas, apud Obras Completas, edic. 1947, t. I, p. 887) y otro -repitiendo un chiste de muy poca originalidad- pregunta: «¿Cómo se escribe aseite? -Sin hache» (Concha la limpia, O. C., IV, 4936).

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