¡Por fin potente
mi robusto brazo | |
Puede blandir la dura cimitarra, | |
Y mi
noble corcel volar ya puede | |
ligero entre el fragor de la
batalla! | |
¡Por fin mi frente se orlará de gloria;
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Seré quien libre a mi angustiada patria, | |
Y quien
lo arranque al opresor el pueblo | |
Que empieza a destrozar
entre sus garras! | |
¡Y el vil tirano que amenaza a Nubia
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Perdón y vida implorará a mis plantas! | |
¡Y la gente cobarde que lo ayuda | |
A nuestro esfuerzo gemirá
espantada! | |
¡Y en el cieno hundirá la altiva frente,
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Y en cieno vil enfangará su alma! | |
¡Y la llanura
en que su campo extiende | |
Será testigo mudo de su
infamia! | |
¡Y el opresor se humillará ante el libre!
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¡Y el oprimido vengará su mancha! | |
Conquistador
infame: ya la hora | |
De tu muerte sonó: ni la amenaza,
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Ni el esfuerzo y valor de tus guerreros | |
Será muro
bastante a nuestra audacia. | |
Siempre el esclavo sacudió
su yugo, - | |
Y en el pecho del dueño hundió
su clava | |
El siervo libre; siente la postrera | |
Hora de
destrucción que audaz te aguarda, | |
¡Y teme que en
tu pecho no se hunda | |
Del libre nubio la tajante lanza!
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Ya me parece que rugir los veo | |
Cual fiero tigre que
a su presa asalto. | |
Ya los miro correr: a nuestras filas
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Dirigen ya su presurosa marcha. | |
Ya luchan con furor:
la sangre corre | |
Por el llano a torrentes: con el ansia
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Voraz del opresor, hambrientos vuelven | |
A hundir en sus
costados nuestras lanzas, | |
Y a doblegar el arrogante cuello
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Al tajo de las rudas cimitarras: | |
Cansados ya, vencidos,
-cual furiosas | |
Panteras del desierto que se lanzan | |
A
la presa que vencen, y se fatigan, | |
Y rugen y se esfuerzan
y derraman | |
La enrojecida sangre, y combatiendo | |
Terribles
ayes de dolor exhalan, | |
Así los enemigos furibundos
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A nuestras filas bárbaros se lanzan, | |
Y luchan,
-corren, -retroceden, -vuelan, - | |
Inertes caen, -gimiendo
se levantan, - | |
A otro encuentro se aprestan, -¡y perecen!
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Ya sus cobardes huestes destrozadas | |
Huyen por la llanura:
-¡oh! ¡cuánto el gozo | |
Da fuerza y robustez y vida
a mi alma! | |
¡Cuál crece mi valor! ¡Cómo en
mis venas | |
Arde la sangre! ¡Cómo me arrebata | |
Este
invencible ardor! -¡Cuánto deseo | |
A la lucha partir!
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