111
Posse en Pites, «Entrevista a Abel Posse», op. cit., p. 123.
112
Así, por ejemplo, podemos citar su breve ensayo «El descomunal viaje del Descubrimiento de América», presentado en un ciclo de conferencias de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (publicado en Fernando Sánchez Dragó et al., Finisterre. Sobre viajes, travesías, navegaciones y naufragios, Barcelona, Planeta, 1984, pp. 115-129) y más tarde, con ligeras variantes, en el III Congreso de Escritores en Lengua Española celebrado en Canarias en octubre de 1985; o su artículo «El aventurero Cristóbal Colón», publicado en la revista Página, 21-22, VII:3/4 (1996), pp. 16-22.
113
Publicada en Karl Kohut, De conquistadores y conquistados. Realidad, justificación, representación, Frankfurt am Main, Vervuert Verlag, 1992, pp. 249-255. Reeditado con ligeras variantes en Anna Houskova (ed.), Utopías del Nuevo Mundo, Praga, Academia Checa/Charles University, 1993, pp. 258-265.
114
Aspecto esencial de la literatura hispanoamericana que modelizaría unos años más tarde Noé Jitrik en su trabajo ya citado Historia e imaginación literaria: las posibilidades de un género.
115
Ibid., p. 254.
116
El propio Posse ha
afirmado en diversas ocasiones que, a pesar de la importancia de
otros aspectos, «el problema exclusivo
de la literatura es el lenguaje»
(Posse en La Semana
de Autor sobre Abel Posse, op.
cit., p. 81), por ello, al referirse concretamente
a estas tres novelas, insiste en que lo que pretende con ellas,
«cuatro siglos después, es tratar
de completar una versión quebrada y partidista, pero no
[...] con una voluntad política, ni historicista, sino con
una voluntad estética»
(Posse en La Semana de
Autor sobre Abel Posse, op.
cit., p. 85).
117
Posse, «La novela como nueva crónica de América: historia y mito», op. cit., p. 251.
118
Ibid., p. 253.
119
Id. La cursiva es mía.
120
De hecho, no es
fortuito que Posse inicie su revisión de las relaciones
entre historia y literatura en Hispanoamérica citando ese
texto híbrido que es Facundo, de José Faustino
Sarmiento, para recordar cómo su autor se centra en la
«personalidad avasalladora» de Juan Facundo Quiroga con
la finalidad de «desentrañar
algunas claves decisivas para la interpretación
sociopolítica de nuestra América»
(ibid., p. 249).