241
Sobre este aspecto puede consultarse el trabajo de Amalia Pulgarín, quien ha hecho hincapié en el uso tanto de una terminología anacrónica como de referencias al presente latinoamericano (con las que se alude sobre todo a la dictadura) y a un pasado reciente (al modo de los signos nazis que aparecen en torno a los Reyes Católicos), manifestaciones críticas del poder sobre las que volveré más adelante (véase Pulgarín, La novela histórica..., op. cit., pp. 64-66).
242
Los perros del Paraíso, p. 30; nótese además que con este concepto se alude a su vez, como ha explicado Menton, a la mitificación histórica del mundo incaico que hicieron desde el pensamiento marxista Mariátegui y otros ideólogos de la revolución militar peruana de 1968 (véase Menton, La nueva novela..., op. cit., p. 109).
243
Los perros del Paraíso, p. 13.
244
Ibid., p. 158.
245
Ibid., p. 98.
246
Ibid., p. 42.
247
Ibid., p. 87.
248
Ibid., pp. 204-205.
249
Así, por
ejemplo, la reina Isabel parte «a
revienta caballos de su campamento sito donde hoy es Venta del
Prado (sobre la Nacional 630)»
(ibid., p. 82).
250
Como en esa
burlesca escena en la que el almirante experimenta un
«intraorgasmo» ante la desnudez de la reina Isabel que,
según advierte el narrador, «no
sería difícil [explicar] hoy, a la luz de la ciencia
psicoanalítica»
ya que «la genitalidad del plebeyo Colón
había quedado bloqueada ante la presencia de la realeza. Era
una inhibición surgida del sometimiento de clase»
(ibid., p. 105).