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1

González Olmedilla, Juan, La ofrenda de España a Rubén Darío, liminar de R. Blanco-Fombona, editorial América, Madrid, 1916.

 

2

Quizás por esta razón no figura Camín en Parnaso Español contemporáneo. «Antología completa de los mejores poetas, esmeradamente seleccionada» por José Brissa, Maucci, Barcelona, 1914.

 

3

La devoción rubeniana de Camín queda patente con cierta frecuencia a lo largo de su obra y se muestra, inclusive, en el tomo III de sus memorias, Entre madroños, inédito, del que anticipó algunas páginas -como la crónica La muerte de Rubén Darío- José Luis García Martín (La Nueva España, Oviedo, suplemento «Cultura», 12-X-1990, págs 42-43).

 

4

Lo he estudiado en los dos primeros libros que publicó Juan Ramón Jiménez, véase Martínez Cachero, José María, «El juego de las dedicatorias y el empleo de las mayúsculas en Ninfeas y Almas de violeta», Actas del Congreso Internacional Juan Ramón Jiménez, Huelva, 1983, págs. 413-422.

 

5

Jiménez, Juan Ramón, La corriente infinita, Aguilar, Madrid, 1961, pág. 69. (esta necrología fue publicada en El Sol, Madrid, 1936).

 

6

Monguió, Luis, «La modalidad peruana del Modernismo», Revista Iberoamericana, XVII, 1952, págs. 225-242.

 

7

Martínez Cachero, José María, «Todos contra el Modernismo...», Modernismo hispánico. Primeras Jornadas, Instituto de Cooperación Iberoamericana, Madrid, 1988, págs. 391-398; trabajo recogido en el presente volumen.

 

8

La bibliografía de Camín resulta bastante complicada a causa de las manipulaciones del autor con sus libros que, más de una vez, reedita con notables ampliaciones y alguna modificación en el título: ¿hasta qué punto, por ejemplo, es el mismo libro o son libros distintos, Cien sonetos (1915) y Cien sonetos y cien más (1955)? Véase como información al respecto, FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ, Antonio, Catálogo del legado de Alfonso Camín, Biblioteca de Asturias «Ramón Pérez de Ayala», Oviedo, 1987, apartado «Los libros».

 

9

Es el mismo caso de Salvador Rueda, contemporáneo de Camín, modernista como él, víctima propicia y acaso complacida de su enorme facilidad versificadora; lo ha comentado recientemente (ABC Literario, Madrid, 1-XII-1990, p. V) Miguel García-Posada al reseñar la Gran antología de Rueda (edición de Cristóbal Cuevas, Arguval, Málaga, 1990, tres tomos).

 

10

Copio el texto de El soneto:


Un nido de catorce ruiseñores,
un bando de catorce mariposas;
un rosario de cuentas milagrosas
despidiendo catorce resplandores.
Sol de catorce rayos de colores,
rosal florido con catorce rosas;
un arpa de catorce melodiosas
cuerdas jocundas para hablar de amores.
Florón de aristocrática hidalguía,
corona de la excelsa poesía
obre catorce torres almenadas...
Y es el soneto ante tu faz de espumas,
¡regio abanico de catorce plumas
brillando al sol, como catorce espadas!


(página 151 de Cien sonetos y cien más)