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41

Según se señala en la Sexta parte, apud A. G. Solalinde, prólogo a I, pág. XXIII, n. 2, con referencia explícita al período que en ella iba a tratarse: «desde el tiempo en que Joachín casó con Ana et que Hoctauiano Çesar començó a regnar fasta el tiempo que yo comencé a regnar».

 

42

Cf. A. G. Solalinde, ibid., pág. XXIII, n. 1; A. Ballesteros, Alfonso X, pág. 498; D. Catalán, De Alfonso X al Conde de Barcelos, págs. 19-23.

 

43

Todas las menciones de la Estoria de España en la General estoria se hallan comprimidas en I, págs. 57-58, y todas remiten a pasajes que sabemos alcanzaron una versión definitiva, anteriores al capítulo 616.

 

44

Muy probablemente, antes, también, de 1273, si se acepta la datación que para un pasaje de la Primera parte propongo más abajo, págs. 104-110; y aun pienso que es más fácil que la redacción se iniciara en 1270-1271 que en 1272-1273; cf. la nota 47.

 

45

En la Estoria de España se cuenta que Espán pobló «la cibdat a que agora llaman Segouia, e púsol este nombre porque fue poblada cab una penna que dizién Gouia, e allí fizo muy marauillosa obra pora adozir ell agua a la cibdat, assí cuemo oy día parece» (pág. 11 a); la General estoria escribe que el mismo personaje mítico «fino ý [en Segovia] aquella puente que es ý agora -por do viniese el agua a la villa-, que se yua ya destruyendo, e el rey don Alfonso fízola refazer e adobar, que viniese el agua por ella a la villa commo solía, ca auía ya grand tiempo que non venié por ý» (II, 2, pág. 35 a). No he sido capaz de fijar la fecha en que Alfonso mandó restaurar el Acueducto (noticia, en cuanto alcanzo, ignorada por los especialistas), y es bien de lamentar, porque ella nos proporcionaría otro término ante quem para la Estoria de España y el único post quem indudable para la Segunda parte de la General estoria. Entre 1270 y 1280, el período más largo que el Rey pasó en Segovia parece corresponder al verano de 1278 (de mediados de mayo al 29 de setiembre, por lo menos), época en que celebró Cortes e hizo varios privilegios a la ciudad y al cabildo (A. Ballesteros, obra citada, págs. 852-856, 1114-1115); quizá fue por entonces cuando se ocupó en «refazer e adobar» el monumento. También cabe que acometiera la empresa durante su estancia en junio de 1273 (cf. ibid., páginas 660, 1103), pero, a falta de otros datos, es inútil especular sobre el particular.

 

46

Cf. A. G. Solalinde, pról. a I, pág. XXII, n. 2, y G. Menéndez Pidal, «Los manuscritos de las Cantigas», en Boletín de la Real Academia de la Historia, CL (1962), págs. 49-50.

 

47

A. Ballesteros, obra citada, pág. 502, afirma que «el año 1283, el anterior a su fallecimiento, [Alfonso] trabajaba en la composición de la General estoria»; pero no aduce ninguna prueba al respecto. Nótese que el ritmo de la redacción parece haber sido bastante regular: alrededor de diez años para las cuatro primeras partes; algo más de tres para la Quinta y el fragmento de la Sexta. Uno se siente tentado a deducir que cada parte llevaría unos dos años largos. El pasaje de la Primera parte que mejor se presta a una datación no contradice esa sospecha, pues debe de ser la primera mitad de 1273: cf. abajo, págs. 104-110.

 

48

Cf. también abajo, pág. 57, n. 71.

 

49

Vid. A. G. Solalinde, op. cit., pág. XI. La grant crónica de Espanya, de Juan Fernández de Heredia, menciona «los .VII. libros de la General Ystoria que el rey don Alfonso [...] compiló» (ed. R. af Geijerstam, Libros I-II, Upsala, 1964, página 141); sin duda se alude ahí al conjunto formado por las seis partes de la General estoria y la Primera crónica general, como prueban los fragmentos del prólogo de ésta que se utilizan en el contexto de tal cita y los copiosos pasajes de aquélla aprovechados más adelante.

 

50

También marcó huella en los estudios posteriores el hecho de que la primera monografía importante sobre la General estoria formara parte de un trabajo sobre «Les Bibles castillanes», en Romania, XXVIII (1899), págs. 359-385; su autor, el insigne Samuel Berger, con todo, indicaba que nuestra obra «est beaucoup moins une Bible et beaucoup plus une histoire universelle que la Bible historiale, qui a eu tant de succès en France» (pág. 361).