21
La descripción de Reedy de 1984 adelanta poco de la que hiciera veinte años antes en su The Poetic Art of Juan del Valle Caviedes, Univ. of North Carolina, 1964, que, a su vez, no sobrepasaba a la que ya realizara en 1947 Rubén Vargas Ugarte, Obras de Juan del Valle y Caviedes, Lima, Clásicos Peruanos, vol. 1, pp. VIII-XXIV. Sólo el Ms. H ha merecido la atención de María Leticia Cáceres, «El Manuscrito de Ayacucho, fuente documental para el estudio de la obra literaria de don Juan del Valle y Caviedes», en Fénix, Lima, 1972, n. 22, pp. 74-161 y especialmente pp. 74-82.
22
No deja de ser curioso que el propio Reedy afirme que los Mss. A y B «forman un posible paradigma muy semejante a un códice original perdido» (ed. cit., p. XLI) y que a continuación desestime las lecturas divergentes del Ms. B en la fijación del texto definitivo.
23
Ed. cit., p. XXI: «Letra del último tercio del siglo XVIII, todo de una misma mano...».
24
El libro de Oriol Valls i Subirá, La historia del papel en España (Siglos XVII-XIX), Madrid, Empresa Nacional de Celulosas, S. A., 1982 recoge filigranas italianas similares a las del Ms. B, fechadas en 1757 (p. 55), y catalanas entre 1750 y 1756 (p. 230).
25
Como las de los versos 80 («postolas» por «pistolas») y 100 («ponzaña» por «ponzoña») de la Dedicatoria, o el v. 100 del Prólogo... («tiendas» por «tientas»). No están tan claras las de los vs. 49 («demás cosa maravillosa» por «demás están los fracasos») y 85 de la Dedicatoria («huyendo a una de entendido» por «huyendo a uña de entendido», que parece exigirlo el paralelismo versal y el juego de palabras, tan caro a Valle Caviedes); o el v. 55 del Prólogo... en que cambia «viendo» por «viniendo». Tampoco hemos de olvidar el descuido de Reedy al no reseñar las variantes ofrecidas por los títulos de los poemas, lo que denota el escaso esmero con que se ha realizado la edición.
26
Vs. 60 y 116 de Dedicatoria; el v. 154 del Parecer... o el v. 6 del Prólogo... En el primero de los casos -v. 60- la cuantificación silábica y la construcción anafórica del fragmento exigen que la lectura correcta sea «tanta engreída persona» y no «de tanta engreída persona». Y en el último de los casos -v. 6- la cuantificación silábica y el sentido exigen que el verso sea «las cruentas medicinas» y no «las más cruentas medicinas», porque ¿qué medicinas son para Caviedes menos cruentas?
27
Es el caso de los vs. 60 y 85 de Dedicatoria, ya subrayados en las notas anteriores, y el v. 55 del Coloquio..., en el que el polisíndeton de los vs. 55-57 exige como lectura correcta la recogida en Ms. B:
Edición: | Ms. B: | |||||||||||||||||||||||||
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Así ocurre con los vs. 18, 41-43 y 66 del Coloquio... En el primero Reedy ha alterado su género, haciendo masculino «las trojes»; en el segundo caso, ha hecho caso omiso de los signos diacríticos de interrogación y el resultado ha sido:
Edición: | Ms. B: | ||||||||||||||||||||||||
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Y en el tercer caso, Reedy desconocía, al parecer, la expresión adverbial «a porfía» («con emulación y competencia», como ya recoge el Dic. Aut.) y la cambia por «la porfía», con lo que alteró el sentido del párrafo.
29
Vs. 93 y 177 del Parecer... En v. 93 Reedy recoge la variante «otra» del Ms. B, pero no la tiene en cuenta. Y escribe «Otro le dice: Este a mí», cuando el sentido exige «otra», ya que quien está hablando es una mujer. En v. 177 singulariza «hombres» y escribe «hombre», cuando el sentido del párrafo, aclarado en v. 181 exige el plural.
30
Éstas son las más problemáticas y se dan en todos los poemas escogidos:
Dedicatoria, vs. 103-104: | |||||||||||||||||
Edición: | Ms. B: | ||||||||||||||||
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¿Cuál es la lectura correcta?
Parecer..., v. 104: | |||||||||
Edición: | Ms. B: | ||||||||
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Parece más adecuado «para» que «vaga»; pero ¿lo es?
Prólogo..., v. 155: | |||||||||
Edición: | Ms. B: | ||||||||
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¿Es errata como anotamos en nota n. 25?
Coloquio..., v. 35: | |||||||||
Edición: | Ms. B: | ||||||||
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La conclusión del v. 39 hace que «pues» parezca una lectura más acertada, pero tampoco ello nos da una seguridad absoluta.