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21

Este y otros textos afines, así como un estudio del tema, en: J. M. BLECUA, El mar en la poesía española, Madrid, 1945. El poema de Camoens en pp. 87-88.

 

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No creo que haya otra interpretación verosímil, dentro del contexto de la España del siglo XVI. Novelas y romances moriscos, o comedias de moros y cristianos, idealizan a la pareja musulmana, o bien presentan, excepcional mente, a un caballero que ama a una mujer de diferente religión. Refiero sobre esta materia a mis estudios: El moro de Granada en la literatura, Madrid, Revista de Occidente, 1956; y: The Moorish Novel, Nueva York, Twayne, 1976. Otras corrientes literarias confluyen en la figura de la mora o sarracena enamorada del cristiano. Véase: F. LÓPEZ ESTRADA, «La leyenda de la morica garrida de Antequera en la poesía y en la historia», Archivo Hispalense, XXVIII (1958), pp. 141-231; y: F. MÁRQUEZ VILLANUEVA, Personajes y temas del Quijote, Madrid, Taurus, 1975, pp. 92-146. Naturalmente, si comentáramos un texto de la época romántica los supuestos serían muy diferentes.

 

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El testimonio más elocuente es la cultura -y en particular poesía y música- que exportaron al emigrar. Cf. J. OLIVER-ASÍN, «Un morisco de Túnez admirador de Lope», Al-Andalus, I (1933), pp. 409-450. Éste y otros estudios de interés en M. de EPALZA y B. PETIT (eds.), Études sur les Moriscos Andalous en Tunisie, Madrid-Tunicia, 1973.

Son también característicos de la permeabilidad cultural morisca, en cuanto a la lengua y la expresión literaria, varios textos escritos por criptomusulmanes, que han sido estudiados por L. P. Harvey, Juan Penella, Míkel de Espalza, Louis Cardaillac y otros. Síntesis de la cuestión en: L. CARDAILLAC, Morisques et Chrétiens: Un affrontement polémique (1492-1640), París, Klincksieck, 1977. pp. 161-207.

Otros aspectos de la convivencia de los moriscos con el resto de los españoles en J. CARO BAROJA, Los moriscos, pp. 90-97 et passim; y: A. DOMÍNGUEZ ORTIZ y B. VINCENT, Historia..., pp. 146-153; y: D. CABANELAS, El morisco granadino Alonso del Castillo, Granada, Patronato de la Alhambra, 1965.

Las letras españolas reflejan diversas formas de acercamiento. Cronológicamente el primer autor y el más próximo a los moriscos es Ginés Pérez de Hita, cuya obra he estudiado en: The Moorish Novel: «El Abencerraje» and Pérez de Hita, Boston, Twayne, 1976, pp. 73-136; y: «La cultura popular de Ginés Pérez de Hita», Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, XXXIII (1977), pp. 1-21. El testimonio de La Pícara Justina fue puesto de manifiesto por el maestro: M. BATAILLON, Pícaros y picaresca, Madrid, Taurus, 1969, pp. 137-150. La existencia de una opinión moderada entre políticos, hombres de pensamiento y escritores, incluyendo a Cervantes, ha sido estudiada en profundidad por F. MÁRQUEZ VILLANUEVA, Personajes..., pp. 229-335.

Una exposición de conjunto con buen acopio de textos: C. COLONGE, «Reflets littéraires de la question morisque entre la guerre des Alpujarras et l'expulsion (1571-1610)», Boletín de la R. Academia de Buenas Letras de Barcelona, v. XXXIII (1969-1970), pp. 137-243.

 

24

Introducción a su edición del Libro de las Batallas, tomo I, Madrid, Gredos, 1975. Cf. pp. 92-95.

 

25

P. AZNAR CARDONA, Expulsión justificada de los moriscos españoles, Huesca, 1612, t. II, f. 34v.º

 

26

RIBERA, Historia de la música árabe medieval y su influencia en la española, Madrid, 1927. Cf. caps. X, XI y XII.

 

27

A. SALAZAR, La música de España, Buenos Aires, Espasa Calpe, 1953, p. 155.

 

28

Segunda parte de las Guerras Civiles de Granada, y de los crueles vandos entre los conuertidos Moros y vezinos Christianos..., 1619. En la edición de Guerras civiles de Granada a cargo de P. BLANCHARD-DEMOUGE, Madrid, Centro de Estudios Históricos, 1915, «¡Ay de Ohánez!» aparece en v. II, pp. 185-187.

Pudiera también incluirse el villancico «¡Ay Sierra Bermeja, / por mi mal te vi /...», J. M. ALÍN, El cancionero..., p. 339, aunque las glosas impresas lloran desastres o adversidades acaecidos a los cristianos a lo largo de muchos años. Cf. R. BENÍTEZ SÁNCHEZ BLANCO, «Lectura de las coplas de Sierra Bermeja», Revista de Literatura, XXXV (1969), pp. 71-90.

 

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Sin duda incluiría «Tres morillas me enamoran / en Jaén», el estudio de cuyas remotas fuentes árabes, iniciado por Ribera, completa cabalmente M. J. RUBIERA MATA, Literatura..., «De nuevo sobre las tres morillas», Al-Andalus, v. XXXVII (1972), pp. 133-143. Puede citarse también: «¡Quién vos había de llevar! / ¡Oxalá! ¡Ay, Fátima!», núm. 16 del Cancionero Musical de Palacio. J. M. ALÍN, El cancionero..., p. 360. En el estudio citado en la nota 19, F. LÓPEZ ESTRADA comenta estos y otros textos del siglo XV y finales del XVI sobre temas fronterizos.

 

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Constituye una nueva y relevante aportación a la materia aquí tratada la comunicación, de F. MARCOS MARÍN, «Un villancico morisco vallisoletano», Actas de las II Jornadas de Cultura Árabe e Islámica (1980), Madrid, Instituto Hispano-Árabe de Cultura, 1985, pp. 335-352.