Este
poema ha sido publicado en diferentes diarios y revistas
en fragmentos dispersos y sin orden. Es la primera vez que
se publica en libro y completo.
—9→
Prefacio
Nací a los treinta y tres años, el día
de la muerte de Cristo; nací en el Equinoccio, bajo
las hortensias y los aeroplanos del calor.
Tenía
yo un profundo mirar de pichón, de túnel y
de automóvil sentimental. Lanzaba suspiros de acróbata.
Mi padre era ciego y sus manos eran más admirables
que la noche.
Amo la noche, sombrero de todos los días.
La noche, la noche del día, del día al día
siguiente.
Mi madre hablaba como la aurora y como los dirigibles
que van a caer. Tenía cabellos color de bandera y
ojos llenos de navíos lejanos.
Una tarde, cogí
mi paracaídas y dije: «Entre una estrella y dos golondrinas.»
He aquí la muerte que se acerca como la tierra al
globo que cae.
Mi madre bordaba lágrimas desiertas
en los primeros arcos-iris.
Y ahora mi paracaídas
cae de sueño en sueño por los espacios de la
muerte.
El primer día encontré un pájaro
desconocido que me dijo:
—10→
«Si yo fuese dromedario no tendría
sed. ¿Qué hora es?» Bebió las gotas de rocío
de mis cabellos, me lanzó tres miradas y media y se
alejó diciendo: «Adiós» con su pañuelo
soberbio.
Hacia las dos aquel día, encontré
un precioso aeroplano, lleno de escamas y caracoles. Buscaba
un rincón del cielo donde guarecerse de la lluvia.
Allá lejos, todos los barcos anclados, en la tinta
de la aurora. De pronto, comenzaron a desprenderse, uno a
uno, arrastrando como pabellón girones de aurora incontestable.
Junto con marcharse los últimos, la aurora desapareció
tras algunas olas desmesuradamente infladas.
Entonces oí
hablar al Creador, sin nombre, que es un simple hueco en
el vacío, hermoso como un ombligo.
«Hice un gran
ruido y este ruido formó el océano y las olas
del océano.
»Este ruido irá siempre pegado
a las olas del mar y las olas del mar irán siempre
pegadas a él, como los sellos en las tarjetas postales.
»Después tejí un largo bramante de rayos luminosos
para coser los días uno a uno; los días que
tienen un oriente legítimo o reconstituido, pero indiscutible.
»Después tracé la geografía de la tierra
y las líneas de la mano.
»Después bebí
un poco de cognac (a causa de la hidrografía).
»Después
creé la boca y los labios de la boca, para aprisionar
las sonrisas equívocas y los dientes de la boca para
vigilar las groserías que nos vienen a la boca.
»Creé
la lengua de la boca que los hombres desviaron de su
—11→
rol,
haciéndola aprender a hablar... a ella, ella, la bella
nadadora, desviada para siempre de su rol acuático
y puramente acariciador.»
Mi paracaídas empezó
a caer vertiginosamente. Tal es la fuerza de atracción
de la muerte y del sepulcro abierto.
Podéis creerlo,
la tumba tiene más poder que los ojos de la amada.
La tumba abierta con todos sus imanes. Y esto te lo digo
a ti, a ti que cuando sonríes haces pensar en el comienzo
del mundo.
Mi paracaídas se enredó en una
estrella apagada que seguía su órbita concienzudamente,
como si ignorara la inutilidad de sus esfuerzos.
Y aprovechando
este reposo bien ganado, comencé a llenar con profundos
pensamientos las casillas de mi tablero:
«Los verdaderos
poemas son incendios. La poesía se propaga por todas
partes, iluminando sus consumaciones con estremecimientos
de placer o de agonía.
»Se debe escribir en una lengua
que no sea materna.
»Los cuatro puntos cardinales son tres:
el Sur y el Norte.
»Un poema es una cosa que será.
»Un poema es una cosa que nunca es, pero que debiera ser.
»Un poema es una cosa que nunca ha sido, que nunca podrá
ser.
»Huye del sublime externo, si no quieres morir aplastado
por el viento.
»Si yo no hiciera, al menos una locura por
año, me volvería loco.»
—12→
Tomo mi paracaídas,
y del borde de mi estrella en marcha, me lanzo a la atmósfera
del último suspiro.
Ruedo interminablemente sobre
las rocas de los sueños, ruedo entre las nubes de
la muerte.
Encuentro a la Virgen sentada en una rosa, y
me dice:
«Mira mis manos: son trasparentes como las bombillas
eléctricas. ¿Ves los filamentos de donde corre la
sangre de mi luz intacta?
»Mira mi aureola. Tiene algunas
saltaduras, lo que prueba mi ancianidad.
»Soy la Virgen,
la Virgen sin mancha de tinta humana, la única que
no lo sea a medias, y soy la capitana de las otras once mil
que estaban en verdad demasiado restauradas.
»Hablo una
lengua que llena los corazones según la ley de las
nubes comunicantes.
»Digo siempre adiós, y me quedo.
»Amame, hijo mío, pues adoro tu poesía y te
enseñaré proezas aéreas.
»Tengo tanta
necesidad de ternura, besa mis cabellos, los he lavado esta
mañana en las nubes del alba y ahora quiero dormirme
sobre el colchón de la neblina intermitente.
»Mis
miradas son un alambre en el horizonte para el descanso de
las golondrinas.
»Amame.»
Me puse de rodillas en el espacio
circular y la Virgen se elevó y vino a sentarse en
mi paracaídas.
Me dormí y recité entonces
mis más hermosos poemas.
Las llamas de mi poesía
secaron los cabellos de la Virgen, que me dijo gracias y
se alejó, sentada sobre su rosa blanda.
—13→
Y heme aquí
solo, como el pequeño huérfano de los naufragios
anónimos.
Ah, qué hermoso... qué hermoso.
Veo las montañas, los ríos, las selvas, el
mar, los barcos, las flores y los caracoles.
Veo la noche
y el día y el eje en que se juntan.
Ah, ah, soy Altazor,
el gran poeta, sin caballo que coma alpiste, ni caliente
su garganta con claro de luna, sino con mi pequeño
paracaídas como un quitasol sobre los planetas.
De
cada gota del sudor de mi frente hice nacer astros, que os
dejo la tarea de bautizar como a botellas de vino.
Lo veo
todo, tengo mi cerebro forjado en lenguas de profeta.
La
montaña es el suspiro de Dios, ascendiendo en termómetro
hinchado hasta tocar los pies de la amada.
Aquél
que todo lo ha visto, que conoce todos los secretos sin ser
Walt Whitman, pues jamás he tenido una barba blanca
como las bellas enfermeras y los arroyos helados.
Aquél
que oye durante la noche los martillos de los monederos falsos,
que son solamente astrónomos activos.
Aquél
que bebe el vaso caliente de la sabiduría después
del diluvio obedeciendo a las palomas y que conoce la ruta
de la fatiga, la estela hirviente que dejan los barcos.
Aquél que conoce los almacenes de recuerdos y de bellas
estaciones olvidadas.
Eacute;l, el pastor de aeroplanos,
el conductor de las noches extraviadas y de los ponientes
amaestrados hacia los polos únicos.
Su queja es semejante
a una red parpadeante de aerolitos, sin testigo.
—14→
El día
se levanta en su corazón y él baja los párpados
para hacer la noche del reposo agrícola.
Lava sus
manos en la mirada de Dios, y peina su cabellera como la
luz y la cosecha de esas flacas espigas de la lluvia satisfecha.
Los gritos se alejan como un rebaño sobre las lomas
cuando las estrellas duermen después de una noche
de trabajo continuo.
El hermoso cazador frente al bebedero
celeste para los pájaros sin corazón.
Sé
triste tal cual las gacelas ante el infinito y los meteoros,
tal cual los desiertos sin mirajes.
Hasta la llegada de
una boca hinchada de besos para la vendimia del destierro.
Sé triste, pues ella te espera en un rincón
de este año que pasa.
Está quizá al
extremo de tu canción próxima y será
bella como la cascada en libertad y rica como la línea
ecuatorial.
Sé triste, más triste que la rosa,
la bella jaula de nuestras miradas y de las abejas sin experiencia.
La vida es un viaje en paracaídas y no lo que tú
quieres creer.
Vamos cayendo, cayendo de nuestro zenit a
nuestro nadir y dejamos el aire manchado de sangre para que
se envenenen los que vengan mañana a respirarlo.
Adentro de ti mismo, fuera de ti mismo, caerás del
zenit al nadir porque ese es tu destino, tu miserable destino.
Y mientras de más alto caigas, más alto será
el rebote, más larga tu duración en la memoria
de la piedra.
—15→
Hemos saltado del vientre de nuestra madre
o del borde de una estrella y vamos cayendo.
Ah, mi paracaídas,
la única rosa perfumada de la atmósfera, la
rosa de la muerte, despeñada entre los astros de la
muerte.
¿Habéis oído? Ese es el ruido siniestro
de los pechos cerrados.
Abre la puerta de tu alma y sal
a respirar al lado afuera. Puedes abrir con un suspiro la
puerta que haya cerrado el huracán.
Hombre, he ahí
tu paracaídas maravilloso como el vértigo.
Poeta, he ahí tu paracaídas, maravilloso como
el imán del abismo.
Mago, he ahí tu paracaídas
que una palabra tuya puede convertir en un parasubidas maravilloso
como el relámpago que quisiera cegar al creador.
¿Qué esperas?
Mas he ahí el secreto del Tenebroso
que olvidó sonreír.
Y el paracaídas
aguarda amarrado a la puerta como el caballo de la fuga interminable.
—17→
Canto I
Altazor ¿por qué perdiste tu primera serenidad?
¿Qué ángel malo se paró en la puerta
de tu sonrisa
Con la espada en la mano?
¿Quién
sembró la angustia en las llanuras de tus ojos como
el adorno de un dios?
¿Por qué un día de
repente sentiste el terror de ser?
Y esa voz que te gritó
vives y no te ves vivir
¿Quién hizo converger tus
pensamientos al cruce de todos los vientos del dolor?
Se rompió el diamante de tus sueños en un mar
de estupor
Estás perdido Altazor
Solo en medio
del universo
Solo como una nota que florece en las alturas
del vacío
No hay bien no hay mal ni verdad ni orden
ni belleza
¿En dónde estás Altazor?
La nebulosa de la angustia pasa como un río
Y me arrastra según la ley de las atracciones
La nebulosa en olores solidificada huye su propia soledad
Siento un telescopio que me apunta como un revólver
—18→
La cola de un cometa me azota el rostro y pasa relleno
de eternidad
Buscando infatigable un lago quieto en donde
refrescar su tarea ineludible
Altazor
morirás Se secará tú voz y serás
invisible
La Tierra seguirá girando sobre su
órbita precisa
Temerosa de un traspiés como
el equilibrista sobre el alambre
que ata las miradas del
pavor
En vano buscas ojo enloquecido
No hay puerta
de salida y el viento desplaza los planetas
Piensas
que no importa caer eternamente si se logra escapar
¿No
ves que vas cayendo ya?
Limpia tu cabeza de prejuicio
y moral
Y si queriendo alzarte nada has alcanzado
Déjate
caer sin parar tu caída sin miedo al fondo de la sombra
Sin miedo al enigma de ti mismo
Acaso encuentres
una luz sin noche
Perdida en las grietas de los precipicios
Cae
Cae
eternamente
Cae al fondo del infinito
Cae al fondo
del tiempo
Cae al fondo de ti mismo
Cae lo más
bajo que se pueda caer
Cae sin vértigo
A través
de todos los espacios y todas las edades
—19→
A través
de todas las almas de todos los anhelos y todos los naufragios
Cae y quema al pasar los astros y los mares
Quema los
ojos que te miran y los corazones que te aguardan
Quema
el viento con tu voz
El viento que se enreda en tu voz
Y la noche que tiene frío en su gruta de huesos
Cae en infancia
Cae en vejez
Cae en lágrimas
Cae en risas
Cae en música sobre el universo
Cae de tu cabeza a tus pies
Cae de tus pies a tu cabeza
Cae del mar a la fuente
Cae al último abismo
de silencio
Como el barco que se hunde apagando sus
luces
Todo se acabó
El mar antropófago
golpea la puerta de las rocas despiadadas
Los perros ladran
a las horas que se mueren
Y el cielo escucha el paso de
las estrellas que se alejan.
Estás solo
Y
vas a la muerte derecho como un iceberg que se desprende
del polo
Cae la noche buscando su corazón en el
océano
La mirada se agranda como los torrentes
Y en tanto que las olas se dan vuelta
—20→
La luna niño
de luz se escapa de alta mar
Mira este cielo lleno
Más rico que los arroyos de las minas
Cielo lleno
de estrellas que esperan el bautismo
Todas esas estrellas
salpicaduras de un astro de piedra lanzado en las aguas eternas
No saben lo que quieren ni si hay redes ocultas más
alla
Ni qué mano lleva las riendas
Ni qué
pecho sopla el viento sobre ellas
Ni saben si no hay mano
y no hay pecho.
Las montañas de pesca
Tienen
la altura de mis deseos
Y yo arrojo fuera de la noche
mis últimas angustias
Que los pájaros cantando
dispersan por el mundo.
Reparad el motor del
alba
En tanto me siento al borde de mis ojos
Para
asistir a la entrada de las imágenes
Soy yo Altazor
Altazor
Encerrado en la jaula de su
destino
En vano me aferro a los barrotes de la evasión
posible
Una flor cierra el camino
Y se levantan como
la estatua de las llamas.
La evasión imposible
Más débil marcho con mis ansias
Que un
ejército sin luz en medio de emboscadas
—21→
Abrí
los ojos en el siglo
En que moría el cristianismo.
Retorcido en su cruz agonizante
Ya va a dar el último
suspiro
¿Y mañana qué pondremos en el sitio
vacío?
Pondremos un alba o un crepúsculo
¿Y hay que poner algo acaso?
La corona de espinas
Chorreando sus últimas estrellas se marchita
Morirá el cristianismo que no ha resuelto ningún
problema
Que sólo ha enseñado plegarias
muertas.
Muere después de dos mil años de
existencia
Un cañoneo enorme pone punto final a
la era cristiana
El Cristo quiere morir acompañado
de millones de almas
Hundirse con sus templos
Y
atravesar la muerte con un cortejo inmenso.
Mil aeroplanos
saludan la nueva era
Ellos son los oráculos y las
banderas
Hace seis meses solamente
Dejé
la ecuatorial recién cortada
En la tumba guerrera
del esclavo paciente
Corona de piedad sobre la estupidez
humana.
Soy yo que estoy hablando en este año de
Es el invierno
Ya la Europa enterró todos
sus muertos
Y un millar de lágrimas hacen una
sola cruz de nieve
—22→
Mirad esas estepas que sacuden las
manos
Millones de obreros han comprendido al fin
Y
levantan al cielo sus banderas de aurora
Venid venid os
esperamos porque sois la esperanza
La única
esperanza
La última esperanza.
Soy
yo Altazor el doble de mí mismo
El que se mira
obrar y se ríe del otro frente a frente
El que
cayó de las alturas de su estrella
Y viajó
veinticinco años
Colgado al paracaídas de
sus propios prejuicios
Soy yo Altazor el del ansia infinita
Del hambre eterno y descorazonado
Carne labrada por
arados de angustia
¿Cómo podré dormir
mientras haya adentro tierras desconocidas?
Problemas
Misterios que se cuelgan a mi pecho
Estoy solo
La
distancia que va de cuerpo a cuerpo
Es tan grande como
la que hay de alma a alma
Solo
Solo
Solo
Estoy solo parado en la punta del año que agoniza
El universo se rompe en olas a mis pies
Los planetas
giran en torno a mi cabeza
Y me despeinan al pasar con
el viento que desplazan
—23→
Sin dar una respuesta que llene
los abismos
Ni sentir este anhelo fabuloso que busca en
la fauna del cielo
Un ser materno donde se duerma el
corazón
Un lecho a la sombra del torbellino de
enigmas
Una mano que acaricie los latidos de la fiebre.
Dios diluido en la nada y el todo
Dios todo y nada
Dios en las palabras y en los gestos
Dios mental
Dios aliento
Dios joven Dios viejo
Dios pútrido
lejano
y cerca
Dios amasado a mi congoja
Sigamos
cultivando en el cerebro las tierras del error
Sigamos
cultivando las tierras veraces en el pecho
Sigamos
Siempre igual como ayer mañana y luego y después
No
No puede ser. Cambiemos nuestra suerte
Quememos
nuestra carne en los ojos del alba
Bebamos la tímida
lucidez de la muerte
La lucidez polar de la muerte.
Canta el caos al caos que tiene pecho de hombre
Llora
de eco en eco por todo el universo
Rodando con sus mitos
entre alucinaciones
Angustia de vacío en alta fiebre
Amarga conciencia del vano sacrificio
—24→
De la experiencia
inútil del fracaso celeste
Del ensayo perdido
Y aún después que el hombre haya desaparecido
Que hasta su recuerdo se queme en la hoguera del tiempo
Quedará un gusto a dolor en la atmósfera
terrestre
Tantos siglos respirada por miserables pechos
plañideros
Quedará en el espacio la sombra
siniestra
De una lágrima inmensa
Y una voz perdida
aullando desolada
Nada nada nada
No
No puede
ser
Consumamos el placer
Agotemos la vida en la vida
Muera la muerte infiltrada de rapsodias langurosas
Infiltrada de pianos tenues y banderas cambiantes como
crisálidas
Las rocas de la muerte se quejan al
borde del mundo
El viento arrastra sus florescencias amargas
Y el desconsuelo de las primaveras que no pueden nacer.
Todas son trampas
trampas
del espíritu
Transfusiones eléctricas de
sueño y realidad
Oscuras lucideces de esta larga
desesperación petrificada en soledad
Vivir vivir
en las tinieblas
Entre cadenas de anhelos tiránicos
collares de gemidos
Y un eterno viajar en los adentros
de sí mismo.
Con dolor de límites constantes
y vergüenza de ángel estropeado
—25→
Burla de
un dios nocturno.
Rodar rodar rotas las antenas en medio
del espacio
Entre mares alados y auroras estancadas
Yo estoy aquí de pie ante vosotros
En nombre de una idiota ley proclamadora
De la conservación
de las especies
Inmunda ley
Villana ley arraigada
a los sexos ingenuos.
Por esa ley primera trampa de la
inconciencia
El hombre se desgarra
Y se rompe en aullidos
mortales por todos los poros de su tierra.
Yo estoy aquí
de pie entre vosotros
Se me caen las ansias al vacío
Se me caen los gritos a la nada
Se me caen al caos
las blasfemias
Perro del infinito trotando entre astros
muertos
Perro lamiendo estrellas y recuerdos de estrella
Perro lamiendo tumbas
Quiero la eternidad como una
paloma en mis manos
Todo ha de alejarse en la
muerte esconderse en la muerte
Yo tú él
nosotros vosotros ellos
Ayer hoy mañana
Pasto
en las fauces del insaciable olvido
Pasto para la rumia
eterna del caos incansable
Justicia ¿qué has hecho
de mí Vicente Huidobro?
—26→
Se me cae el dolor de
la lengua y las alas marchitas
Se me caen los dedos muertos
uno a uno
¿Qué has hecho de mi voz cargada de
pájaros en el atardecer
La voz que me dolía
como sangre?
Dadme el infinito como una flor para mis
manos
Seguir
No. Basta ya
Seguir cargado
de mundos de países de ciudades
Muchedumbres aullidos
Cubierto de climas hemisferios ideas recuerdos
Entre
telarañas de sepulcros y planetas conscientes
Seguir
del dolor al dolor del enigma al enigma
Del dolor de
la piedra al dolor de la planta
Porque todo es dolor
Dolor de batalla y miedo de no ser
Lazos de dolor atan
la tierra al cielo las aguas a la tierra
Y los mundos
galopan en órbitas de angustia
Pensando en la
sorpresa
La latente emboscada en todos los rincones del
espacio.
Me duelen los pies como ríos de piedra
¿Qué has hecho de mis pies?
¿Qué has
hecho de esta bestia universal
De este animal errante?
Esta rata en delirio que trepa las montañas
Sobre un himno boreal o alarido de tierra
Sucio de tierra
y llanto
de
tierra y sangre
Azotado de espinas y los ojos en cruz.
—27→
La conciencia es amargura
La inteligencia es decepción
Solo en las afueras de la vida
Se puede plantar una
pequeña ilusión
Ojos ávidos
de lágrimas hirviendo
Labios ávidos de mayores
lamentos
Manos enloquecidas de palpar tinieblas
Buscando
más tinieblas
Y esta amargura que se pasea por
los huesos
Y este entierro en mi memoria
Este entierro
que se alarga en mi memoria
Este largo entierro que atraviesa
todos los días mi memoria
Seguir
No
Que
se rompa el andamio de los huesos
Que se derrumben las
vigas del cerebro
Y arrastre el huracán los trozos
a la nada al otro lado
En donde el viento azota a Dios
En donde aún resuene mi violín gutural
Acompañando el piano póstumo del Juicio Final
Eres tú tu el ángel caído
La caída eterna sobre la muerte
La caída
sin fin de muerte en muerte
Embruja el universo con tu
voz
Aférrate a tu voz embrujador del mundo
Cantando como un ciego perdido en la eternidad
—28→
Anda
en mi cerebro una gramática dolorosa y brutal
La
matanza continua de conceptos internos
Y una última
aventura de esperanzas celestes
Un desorden de estrellas
imprudentes
Caídas de los sortilegios sin refugio
Todo lo que se esconde y nos incita con imanes fatales
Lo que se esconde en las frías regiones de lo invisible
O en la ardiente tempestad de nuestro cráneo
La eternidad se vuelve sendero de flor
Para
el regreso de espectros y problemas
Para el mirage sediento
de las nuevas hipótesis
Que rompen el espejo de
la magia posible
Liberación,
¡Oh! si liberación de todo
De la propia memoria
que nos posee
De las profundas vísceras que saben
lo que saben
A causa de estas heridas que nos atan al
fondo
Y nos quiebran los gritos de las alas
La magia y el ensueño liman los
barrotes
La poesía llora en la punta del alma
Y acrece la inquietud mirando nuevos muros
Alzados
de misterio en misterio
Entre minas de mixtificación
que abren sus heridas
Con el ceremonial inagotable del
alba conocida.
Todo en vano
Dadme la llave de los
sueños cerrados
Dadme la llave del naufragio
—29→
Dadme una certeza de raíces en horizonte quieto
Un descubrimiento que no huya a cada paso
O dadme
un bello naufragio verde
Un milagro que ilumine el fondo
de nuestros mares íntimos
Como el barco que se
hunde sin apagar sus luces.
Liberado de este trágico
silencio entonces
En mi propia tempestad
Desafiaré
al vacío
Sacudiré la nada con blasfemias
y gritos
Hasta que caiga un rayo de castigo ansiado
Trayendo a mis tinieblas el clima del paraíso
¿Por qué soy prisionero
de esta trágica busca?
¿Qué es lo que
me llama y se esconde
Me sigue me grita por mi nombre
Y cuando vuelvo el rostro y alargo las manos de los ojos
Me echa encima una niebla tenaz como la noche de los astros
ya muertos?
Sufro me revuelco en la
angustia
Sufro desde que era nebulosa
Y traigo desde
entonces este dolor primordial en las células
Este
peso en las alas
Esta piedra en el canto
Dolor de ser
isla
Angustia subterránea
Angustia cósmica
Poliforme angustia anterior a mi vida
Y que la sigue
como una marcha militar
—30→
Y que irá más allá
Hasta el otro lado de la periferia universal
Consciente
Inconsciente
Deforme
Sonora
Sonora como el fuego
El fuego que me quema el carbón
interno y el alcohol de los ojos
Soy una orquesta
trágica
Un concepto trágico
Soy trágico
como los versos que punzan en las sienes y no pueden salir
Arquitectura fúnebre
Matemática fatal
y sin esperanza alguna
Capas superpuestas de dolor misterioso
Capas superpuestas de ansias mortales
Subsuelos de
intuiciones fabulosas
Siglos siglos que vienen
gimiendo en mis venas
Siglos que se balancean en mi canto
Que agonizan en mi voz
Porque mi voz es solo canto
y sólo puede salir en canto
La cuna de mi lengua
se metió en el vacío
Anterior a los tiempos
—31→
Y guardará eternamente el ritmo primero
El
ritmo que hace nacer los mundos
Soy la voz del hombre
que resuena en los cielos
Que reniega y maldice
Y pide cuentas de por qué y para qué
Soy todo el hombre
El hombre herido
por quién sabe quien
Por una flecha perdida del
caos
Humano terreno desmesurado
Sí desmesurado
y lo proclamo sin miedo
Desmesurado porque no soy burgués
ni raza fatigada
Soy bárbaro tal vez
Desmesurado
enfermo
Bárbaro limpio de rutinas y caminos marcados
No acepto vuestras sillas de seguridades cómodas
Soy el ángel salvaje que cayó una mañana
En vuestras plantaciones de preceptos.
Poeta
Anti
poeta
Culto
Anti culto
Animal metafísico
cargado de congojas
Animal espontáneo directo sangrando
sus problemas
Solitario como una paradoja
Paradoja
fatal
Flor de contradicciones bailando un fox-trot
Sobre el sepulcro de Dios
—32→
Sobre el bien y el mal
Soy
un pecho que grita y un cerebro que sangra
Soy un temblor
de tierra
Los sismógrafos señalan mi paso
por el mundo
Crujen las ruedas
de la tierra
Y voy andando a caballo en mi muerte
Voy
pegado a mi muerte como un pájaro al cielo
Como
una fecha en el árbol que crece
Como el nombre
en la carta que envío
Voy pegado a mi muerte
Voy por la vida pegado a mi muerte
Apoyado en el bastón
de mi esqueleto
El sol nace en mi ojo derecho
y se pone en mi ojo izquierdo
En mi infancia una infancia
ardiente como un alcohol
Me sentaba en los caminos de
la noche
A escuchar la elocuencia de las estrellas
Y la oratoria del árbol
Ahora la indiferencia
nieva en la tarde de mi alma
Rómpanse en espigas
las estrellas
Pártase la luna en mil espejos
Vuelva el árbol al nido de su almendra
Sólo
quiero saber por qué
Por qué
Por qué
Soy protesta y araño el infinito con mis garras
—33→
Y grito y gimo con miserables gritos oceánicos
El eco de mi voz hace tronar el caos
Soy
desmesurado cósmico
Las piedras las plantas las
montañas
Me saludan Las abejas las ratas
Los
leones y las águilas
Los astros los crepúsculos
las albas
Los ríos y las selvas me preguntan
Qué tal cómo está Ud.?
Y mientras
los astros y las olas tengan algo que decir
Será
por mi boca que hablarán a los hombres
Que Dios sea Dios
O Satán
sea Dios
O ambos sean miedo, nocturna ignorancia
Lo
mismo da
Que sea la vía láctea
O una
procesión que asciende en pos de la verdad
Hoy
me es igual
Traedme una hora que vivir
Traedme un amor
pescado por la oreja
Y echadlo aquí a morir ante
mis ojos
Que yo caiga por el mundo a toda máquina
Que yo corra por el universo a toda estrella
Que
me hunda o me eleve
Lanzado sin piedad entre planetas
y catástrofes
—34→
Señor Dios si tú existes
es a mí a quien lo debes
Matad la horrible
duda
Y la espantosa lucidez
Hombre con los ojos
abiertos en la noche
Hasta el fin de los siglos
Enigma
asco de los instintos contagiosos
Como las campanas de
la exaltación
Pajarero de luces muertas que
andan con pies de espectro
Con los pies indulgentes del
arroyo
Que se llevan las nubes y cambia de país
En el tapiz del cielo se juega nuestra suerte
Allí donde mueren las horas
El pesado cortejo
de las horas que golpean el mundo
Se juega nuestra alma
Y la suerte que se vuela todas las mañanas
Sobre
las nubes con los ojos llenos de lágrimas
Sangra
la herida de las últimas creencias
Cuando el
fusil desconsolado del humano refugio
Descuelga los pájaros
del cielo.
Mírate allí animal fraterno desnudo
de nombre
Junto al abrevadero de tus límites propios
Bajo el alba benigna
Que zurce el tejido de las
mareas
Mira a lo lejos viene la cadena de hombres
Saliendo
de la usina de ansias iguales
Mordidos por la misma eternidad
—35→
Por el mismo huracán de vagabundas fascinaciones
Cada uno trae su palabra informe
Y los pies atados
a su estrella propia
Las máquinas avanzan en la
noche del diamante fatal
Avanza el desierto con sus olas
sin vida
Pasan las montañas pasan los camellos
Como la historia de las guerras antiguas
Allá
va la cadena de hombres entre fuegos ilusos
Hacia el párpado
tumbal
Después de mi muerte un día
El mundo será pequeño a las gentes
Plantarán continentes sobre los mares
Se harán
islas en el cielo
Habrá un gran puente de metal
en torno de la tierra
Como los anillos construídos
en Saturno
Habrá ciudades grandes como un país
Gigantescas ciudades del porvenir
En donde el hombre-hormiga
será una cifra
Un número que se mueve y
sufre y baila
(Un poco de amor a veces como un arpa que
hace olvidar la vida)
Jardines de tomates y repollos
Los parques públicos plantados de árboles
frutales
No hay carne que comer el planeta es estrecho
Y las máquinas mataron el último animal
Árboles frutales en todos los caminos
Lo aprovechable
sólo lo aprovechable
Ah la hermosa vida que
preparan las fábricas
—36→
La horrible indiferencia
de los astros sonrientes
Refugio de la música
Que huye de las manos de los últimos ciegos
Angustia angustia de lo absoluto y de la perfección
Angustia desolada que atraviesa las órbitas
perdidas
Contradictorios ritmos quiebran el corazón
En mi cabeza cada cabello piensa otra cosa
Un hastío invade el hueco que va del alba al poniente
Un bostezo color mundo y carne
Color espíritu
avergonzado de irrealizables cosas
Lucha entre la piel
y el sentimiento de una dignidad bebida y no otorgada.
Nostalgia de ser barro y piedra o Dios
Vértigo
de la nada cayendo de sombra en sombra
Inutilidad de los
esfuerzos fragilidad del sueño
Ángel
expatriado de la cordura
¿Por qué hablas Quién
te pide que hables?
Revienta pesimista mas revienta en
silencio
Cómo se reirán los hombres de aquí
a mil años
Hombre perro que aúllas a tu
propia noche
Delincuente de tu alma
El hombre de
mañana se burlará de ti
Y de tus gritos
petrificados goteando estalactitas
¿Quién eres
tú habitante de este diminuto cadáver estelar?
¿Qué son tus náuseas de infinito y tu ambición
de eternidad?
—37→
Átomo desterrado de sí
mismo con puertas y ventanas de luto
¿De dónde
vienes a dónde vas?
¿Quién se preocupa de
tu planeta?
Inquietud miserable
Despojo del desprecio
que por ti sentiría
Un habitante de Betelgeuse
Veintinueve millones de veces más grande que tu
sol
Hablo porque soy protesta insulto y mueca
de dolor
Sólo creo en los climas de la pasión
Sólo deben hablar los que tienen el corazón
clarividente
La lengua a alta frecuencia
Buzos de
la verdad y la mentira
Cansados de pasear sus linternas
en los laberintos de la nada
En la cueva de alternos sentimientos
El dolor es lo único eterno
Y nadie podrá
reír ante el vacío
¿Qué me importa
la burla del hombre-hormiga
Ni la del habitante de otros
astros más grandes?
Yo no sé de ellos ni
ellos saben de mí
Yo sé de mi vergüenza
de la vida de mi asco celular
De la mentira abyecta
de todo cuanto edifican los hombres
Los pedestales de
aire de sus leyes e ideales
Dadme dadme pronto
un llano de silencio
Un llano despoblado como los ojos
de los muertos
¿Robinsón por qué
volviste de tu isla?
De la isla de tus obras y tus
sueños privados
—38→
La Isla de ti mismo rica de tus
actos
Sin leyes ni abdicación ni compromisos
Sin control de ojo intruso
Ni mano extraña que
rompa los encantos
¿Robinsón cómo es
posible que volvieras de tu isla?
Malhaya el
que mire con ojos de muerte
Malhaya el que vea el resorte
que todo lo mueve
Una borrasca dentro de la risa
Una
agonía de sol adentro de la risa
Matad al pesimista
de pupila enlutada
Al que lleva un féretro en el
cerebro
Todo es nuevo cuando se mira con ojos nuevos
Oigo una voz idiota entre algas de ilusión
Boca
parasitaria aún de la esperanza
Idos
lejos de aquí restos de playas moribundas
Mas si
buscáis descubrimientos
Tierras irrealizables más
allá de los cielos
Vegetante obsesión de
musical congoja
Volvamos al silencio.
Restos de
playas fúnebres
¿A qué buscáis el
faro poniente
Vestido de su propia cabellera
Como la
reina de los circos?
Volvamos al silencio
Al silencio
de las palabras que vienen del silencio
—39→
Al silencio de
las hostias donde se mueren los profetas
Con la llaga
del flanco
Cauterizada por algún relámpago
Las palabras con fiebre y vértigo interno
Las palabras del poeta dan un mareo celeste
Dan
una enfermedad de nubes
Contagioso infinito de planetas
errantes
Epidemia de rosas en la eternidad
Abrid la boca para recibir la hostia de la palabra herida
La hostia angustiada y ardiente que me nace no se sabe
dónde
Que viene de más lejos que mi pecho
La catarata delicada de oro en libertad
Correr de río
sin destino como aerolitos al azar
Una columna se alza
en la punta de la voz
Y la noche se sienta en la columna
Yo poblaré para mil años los sueños
de los hombres
Y os daré un poema lleno de corazón
En el cual me despedazaré por todos lados
Una lágrima caerá de unos ojos
Como
algo enviado sobre la tierra
Cuando veas como una herida
profetiza
Y reconozcas la carne desgraciada
El pájaro
cegado en la catástrofe celeste
—40→
Encontrado en
mi pecho solitario y sediento
En tanto yo me alejo
tras los barcos magnéticos
Vagabundo como ellos
Y más triste que un cortejo de caballos sonámbulos
Hay palabras que tienen sombra de árbol
Otras que tienen atmósfera de astros
Hay
vocablos que tienen fuego de rayos
Y que incendian donde
caen
Otros que se congelan en la lengua y se rompen al
salir
Como esos cristales alados y fatídicos
Hay palabras con imanes que atraen los tesoros del abismo
Otras que se descargan como vagones sobre el alma
Altazor desconfía de las palabras
Desconfía
del ardid ceremonioso
Y de la poesía
Trampas
Trampas
de luz y cascadas lujosas
Trampas de perla y de lámpara
acuática
Anda como los ciegos con sus ojos de piedra
Presintiendo el abismo a todo paso
Mas no
temas de mí que mi lenguaje es otro
No trato
de hacer feliz ni desgraciado a nadie
Ni descolgar banderas
de los pechos
Ni dar anillos de planetas
Ni hacer satélites
de mármol en torno a un talismán ajeno
Quiero
darte una música de espíritu
—41→
Música
mía de esta cítara plantada en mi cuerpo
Música que hace pensar en el crecimiento de los árboles
Y estalla en luminarias adentro del sueño.
Yo
hablo en nombre de un astro por nadie conocido
Hablo en
una lengua mojada en mares no nacidos
Con una voz llena
de eclipses y distancias
Solemne como un combate de estrellas
o galeras lejanas
Una voz que se desfonda en la noche
de las rocas
Una voz que da la vista a los ciegos atentos
Los ciegos escondidos al fondo de las casas
Como
al fondo de sí mismos
Los veleros que
parten a distribuir mi alma por el mundo
Volverán
convertidos en pájaros
Una hermosa mañana
alta de muchos metros
Alta como el árbol cuyo fruto
es el sol
Una mañana frágil y rompible
A la hora en que las flores se lavan la cara
Y los
últimos sueños huyen por las ventanas
Tanta exaltación para arrastrar los cielos a la
lengua
El infinito se instala en el nido del pecho
Todo se vuelve presagio
ángel
entonces
El cerebro se torna sistro revelador
Y la
hora huye despavorida por los ojos
Los pájaros
grabados en el zenit no cantan
El día se suicida
arrojándose al mar
—42→
Un barco vestido de luces se
aleja tristemente
Y al fondo de las olas un pez escucha
el paso de los hombres
Sabes que tu mirada forma el nudo
de las estrellas
Y el nudo del canto que saldrá
del pecho
Tu mirada que lleva la palabra al corazón
Y a la boca embrujada del ruiseñor
No hay tiempo que perder
A la hora del cuerpo en el
naufragio ambiguo
Yo mido paso a paso el infinito
El mar quiere vencer
Y por lo tanto no hay tiempo
que perder
Entonces
Ah
entonces
Más allá del último horizonte
Se verá lo que hay que ver
Por eso
hay que cuidar el ojo precioso regalo del cerebro
El ojo
anclado al medio de los mundos
Donde los buques se vienen
a varar
¿Mas si se enferma el ojo qué he de hacer?
¿Qué haremos si han hecho mal de ojo al ojo?
Al ojo avizor afiebrado como faro de lince
La geografía
del ojo digo es la más complicada
El sondaje es
difícil a causa de las olas
Los tumultos que pasan
La apretura continua
Las plazas y avenidas populosas
—63→
Las procesiones con sus estandartes
Bajando por el
iris hasta perderse
El rajah en su elefante de tapices
La cacería de leones en selvas de pestañas
seculares
Las migraciones de pájaros friolentos
hacia otras retinas
Yo amo mis ojos y tus ojos y los ojos
Los ojos con su propia combustión
Los ojos que
bailan al son de un música interna
Y se abren como
puertas sobre el crimen
Y salen de su órbita
y se van como cometas sangrientos al azar
Los ojos que
se clavan y dejan heridas lentas a cicatrizar
Entonces
no se pegan los ojos como cartas
Y son cascadas de amor
inagotables
Y se cambian día y noche
Ojo por
ojo.
Ojo por ojo como hostia por hostia
Ojo árbol
Ojo pájaro
Ojo río
Ojo montaña
Ojo mar
Ojo tierra
Ojo luna
Ojo cielo
Ojo
silencio
Ojo soledad por ojo ausencia
Ojo dolor por
ojo risa.
—64→
No hay tiempo que perder
Y si viene el instante
prosaico
Siga el barco que es acaso el mejor.
Ahora
que me siento y me pongo a escribir
Qué hace la
golondrina que vi esta mañana
Firmando cartas en
el vacío?
Cuando muevo el pie izquierdo
Qué
hace con su pie el gran mandarín chino?
Cuando
enciendo un cigarro
Qué hacen los otros cigarros
que vienen en el barco?
En dónde está la
planta del fuego futuro?
Y si yo levanto los ojos ahora
mismo
Qué hace con sus ojos el explorador de
pie en el polo?
Yo estoy aquí
¿En dónde
están los otros?
Eco de gesto en gesto
Cadena
electrizada o sin correspondencias
Interrumpido el ritmo
solitario
¿Quiénes se están muriendo y quiénes
nacen
Mientras mi pluma corre en el papel?
No hay tiempo que perder
Levántate alegría
Y pasa de poro en poro la aguja de tus sedas
Darse prisa darse prisa
—65→
Vaya por los globos y los
cocodrilos mojados
Préstame mujer tus ojos de verano
Yo lamo las nubes salpicadas cuando el otoño sigue
la carreta del asno
Un periscopio en ascensión
debate el pudor del invierno
Bajo la perspectiva del volantín
azulado por el infinito
Color joven de pájaros
al ciento por ciento
Tal vez era un amor mirado de palomas
desgraciadas
O el guante importuno del atentado que va
a nacer de una mujer o una amapola
El floreo de mirlos
que se besan volando
Bravo pantorrilla de noche de la
más novia que se esconde en su piel de flor
Rosa al revés rosa otra vez y rosa y rosa
Aunque
no quiera el carcelero
Río revuelto para la pesca
milagrosa
Noche préstame tu mujer
con pantorrillas de florero de amapolas jóvenes
Mojadas de color como el asno pequeño desgraciado
La novia sin flores ni globos de pájaros
El
invierno endurece las palomas presentes
Mira la carreta
y el atentado de cocodrilos azulados
Que son periscopios
en las nubes del pudor
Novia en ascensión al ciento
por ciento celeste
Lame la perspectiva que ha de nacer
salpicada de volantines
—66→
Y de los guantes agradables del
otoño que se debate en la piel del amor.
No hay tiempo que perder
La indecisión en
barca para los viajes
Es un presente de las crueldades
de la noche
Porque el hombre malo o la mujer severa
No pueden nada contra la mortalidad de la casa
Ni la
falta de orden
Que sea oro o enfermedad
Noble sorpresa
o espión doméstico para victoria extranjera
La disputa intestina produce la justa desconfianza
De los párpados lavados en la prisión
Las
penas tendientes a su fin son travesaños antes del
matrimonio
Murmuraciones de cascada sin protección
Las disensiones militares y todos los obstáculos
A causa de la declaración de esa mujer rubia
Que critica la pérdida de la expedición
O la utilidad extrema de la justicia
Como una separación
de amor sin porvenir
La prudencia llora los falsos extravíos
de la locura naciente
Que ignora completamente las satisfacciones
de la moderación
No hay tiempo que perder
Para hablar de la clausura de la tierra y la llegada del
día agricultor a la nada amante de lotería
sin proceso ni niño para enfermedad pues el dolor
imprevisto que sale de los cruzamientos
—67→
de la espera en
este campo de la sinceridad nueva es un poco negro como el
eclesiástico de las empresas para la miseria o el
traidor en retardo sobre el agua que busca apoyo en la unión
o la disensión sin reposo de la ignorancia Pero la
carta viene sobre la ruta y la mujer colocada en el incidente
del duelo conoce el buen éxito de la preñez
y la inacción del deseo pasado da la ventaja al pueblo
que tiene inclinación por el sacerdote pues él
realza de la caída y se hace más íntimo
que el extravío de la doncella rubia o la amistad
de la locura
No hay tiempo que perder
Todo esto es triste como el niño que está quedándose
huérfano
O como la letra que cae al medio del ojo
O como la muerte del perro de un ciego
O como el río
que se estira en su lecho de agonizante
Todo esto es
hermoso como mirar el amor de los gorriones
Tres horas
después del atentado celeste
O como oír
dos pájaros anónimos que cantan a la misma
azucena
O como la cabeza de la serpiente donde sueña
el opio
O como el rubí nacido de los deseos de
una mujer
Y como el mar que no se sabe si ríe
o llora
Y como los colores que caen del cerebro de las
mariposas
Y como la mina de oro de las abejas
Las abejas
satélites del nardo como las gaviotas del barco
Las abejas que llevan la semilla en su interior
Y
van más perfumadas que pañuelos de narices
Aunque no son pájaros
—68→
Pues no dejan
sus iniciales en el cielo
En la lejanía del cielo
besada por los ojos
Y al terminar su viaje vomitan el
alma de los pétalos
Como las gaviotas vomitan
el horizonte
Y las golondrinas el verano
No hay tiempo que perder
Ya viene la golondrina monotémpora
Trae un acento antípoda de lejanías que
se acercan
Viene gondoleando la golondrina
Al horitaña de la montazonte
La violondrina
y el goloncelo
Descolgada esta mañana de la lunala
Se acerca a todo galope
Ya viene viene la golondrina
Ya viene viene la golonfina
Ya viene la golontrina
Ya viene la goloncima
Viene la golonchina
Viene
la golonclima
Ya viene la golonrima
Ya viene la golonrisa
La golonniña
La golongira
La golonlira
La golonbrisa
La golonchilla
—69→
Ya viene la golondía
Y la noche encoge sus uñas como el leopardo
Ya viene la golontrina
Que tiene un nido en cada uno
de los dos calores
Como yo lo tengo en los cuatro horizontes
Viene la golonrisa
Y las olas se levantan en la punta
de los pies
Viene la golonniña
Y siente un
vahído la cabeza de la montaña
Viene la
golongira
Y el viento se hace parábola de sílfides
en orgía
Se llenan de notas los hilos telefónicos
Se duerme el ocaso con la cabeza escondida
Y el
árbol con el pulso afiebrado
Pero el
cielo prefiere el rodoñol
Su niño querido
el rorreñol
Su flor de alegría el romiñol
Su piel de lágrima el rofañol
Su garganta
nocturna el rosolñol
El rolañol
El rosiñol
No hay tiempo que perder
El buque tiene
los días contados
Por los hoyos peligrosos que
abren las estrellas en el mar
Puede caerse al fuego central
—70→
El fuego central con sus banderas que estallan de cuando
en cuando
Los elfos exacerbados soplan las semillas y
me interrogan
Pero yo sólo oigo las notas del
alhelí
Cuando alguien apreta los pedales del viento
Y se presenta el huracán
El río corre
como un perro azotado
Corre que corre a esconderse en
el mar
Y pasa el rebaño que devasta mis nervios
Entonces yo sólo digo
Que no compro estrellas
en la nochería
Y tampoco olas nuevas en la marería
Prefiero escuchar las notas del alhelí
Junto
a la cascada que cuenta sus monedas
O el bromceo del aeroplano
en la punta del cielo
O mirar el ojo del tigre donde sueña
una mujer desnuda
Porque si no la palabra que viene de
tan lejos
Se quiebra entre los labios
Yo no tengo orgullos de campanario
Ni tengo ningún
odio petrificado
Ni grito como un sombrero afectuoso que
viene saliendo del desierto
Digo solamente
No hay tiempo
que perder
El visir con lenguaje de pájaro
Nos habla largo largo como un sendero
Las caravanas
se alejan sobre su voz
—71→
Y los barcos hacia horizontes
imprecisos
Él devuelve el oriente sobre las almas
Que toman un oriente de perla
Y se llenan de fósforos
a cada paso
De su boca brota una selva
De su selva
brota un astro
Del astro cae una montaña sobre
la noche
De la noche cae otra noche
Sobre la noche
del vacío
La noche lejos tan lejos que parece una
muerta que se llevan
Adiós hay que decir adiós
Adiós hay que decir a Dios
Entonces el huracán
destruido por la luz de la lengua
Se deshace en arpegios
circulares
Y aparece la luna seguida de algunas gaviotas
Y sobre el camino
Un caballo que se va agrandando a
medida que se aleja
Darse prisa darse prisa
Están prontas las semillas
Esperando una orden
para florecer
Paciencia ya luego crecerán
Y
se irán por los senderos de la savia
Por su
escalera personal
Un momento de descanso
Antes del
viaje al cielo del árbol
El árbol tiene
miedo de alejarse demasiado
Tiene miedo y vuelve los ojos
angustiados
La noche lo hace temblar
—72→
La noche y
su licantropía
La noche que afila sus garras en
el viento
Y aguza los oídos de la selva
Tiene
miedo digo el árbol tiene miedo
De alejarse
de la tierra
No hay tiempo que perder
Los
iceberg que flotan en los ojos de los muertos
Conocen
su camino
Ciego sería el que llorara
Las
tinieblas del féretro sin límites
Las esperanzas
abolidas
Los tormentos cambiados en inscripción
de cementerio
Aquí yace Carlota ojos marítimos
Se le rompió un satélite
Aquí
yace Matías en su corazón dos escualos se batían
Aquí yace Marcelo mar y cielo en el mismo violoncelo
Aquí yace Susana cansada de pelear contra el olvido
Aquí yace Teresa esa es la tierra que araron sus
ojos hoy ocupada por su cuerpo
Aquí yace Angélica
anclada en el puerto de sus brazos
Aquí yace
Rosario río de rosas hasta el infinito
Aquí
yace Raimundo raíces del mundo son sus venas
Aquí
yace Clarisa clara risa enclaustrada en la luz
Aquí
yace Alejandro antro alejado ala adentro
Aquí yace
Gabriela rotos los diques sube en las savias hasta el sueño
esperando la resurrección
Aquí yace Altazor,
azor fulminado por la altura
Aquí yace Vicente
antipoeta y mago
—73→
Ciego sería el que llorara
Ciego como el cometa que va con su bastón
Y su
neblina de ánimas que lo siguen
Obediente al
instinto de sus sentidos
Sin hacer caso de los meteoros
que apedrean desde lejos
Y viven en colonias según
la temporada
El meteoro insolente cruza por el cielo
El meteplata el metecobre
El metepiedras en el infinito
Meteópalos en la mirada
Cuidado aviador con
las estrellas
Cuidado con la aurora
Que el aeronauta
no sea el auricida
Nunca un cielo tuvo tantos caminos
como éste
Ni fue tan peligroso
La estrella errante
me trae el saludo de un amigo muerto hace diez años
Darse prisa darse prisa
Los planetas maduran en el
planetal
Mis ojos han visto la raíz de los pájaros
El más allá de los nenúfares
Y
el ante acá de las mariposas
¿Oyes el ruido que
hacen las mandolinas al morir?
Estoy perdido
No
hay más que capitular
Ante la guerra sin cuartel
Y la emboscada nocturna de estos astros
La
eternidad quiere vencer
—74→
Y por lo tanto no hay tiempo
que perder
Entonces
Ah
entonces
Más allá del último horizonte
Se verá lo que hay que ver
La ciudad
Debajo
de las luces y las ropas colgadas
El jugador aéreo
Desnudo
Frágil
La noche al fondo del océano
Tierna ahogada
La muerte ciega
Y
su esplendor
Y el sonido y el sonido
Espacio la lumbrera
A
estribor
Adormecido
En cruz
en
luz
La tierra y su cielo
El cielo y su tierra
Selva noche
Y río día por el universo
El pájaro traladí canta en las ramas de mi
cerebro
Porque encontró la clave del eterfinifrete
Rotundo como el unipacio y el espaverso
Uiu uiui
Tralalí tralalá
Aia ai ai aaia i i
—75→
Canto V
Aquí comienza el campo inexplorado
Redondo a causa de los ojos que lo miran
Y profundo a
causa de mi propio corazón
Lleno de zafiros probables
De manos de sonámbulos
De entierros aéreos
Conmovedores como el sueño de los enanos
O el
ramo cortado en el infinito
Que trae la gaviota para sus
hijos
Hay un espacio despoblado
Que es
preciso poblar
De miradas con semillas abiertas
De
voces bajadas de la eternidad
De juegos nocturnos y aerolitos
de violín
De ruido de rebaños sin permiso
Escapados del cometa que iba a chocar
¿Conoces tú
la fuente milagrosa
Que devuelve a la vida los náufragos
de antaño?
¿Conoces tú la flor que se llama
voz de monja
Que crece hacia abajo y se abre al fondo
de la tierra?
—76→
¿Has visto al niño que cantaba
Sentado en una lágrima
El niño que cantaba
al lado de un suspiro
O de un ladrido de perro inconsolable?
¿Has visto al arco-iris sin colores
Terriblemente
envejecido
Que vuelve del tiempo de los faraones?
El miedo cambia la forma de las flores
Que esperan
temblando el juicio final
Una a una las estrellas se arrojan
por el balcón
El mar se está durmiendo
detrás de un árbol
Con su calma habitual
Porque sabe desde los tiempos bíblicos
Que el
regreso es desconocido en la estrella polar
Ningún navegante ha encontrado la rosa de los mares
La rosa que trae el recuerdo de sus abuelos
Del fondo
de sí misma
Cansada de soñar
Cansada
de vivir en cada pétalo
Viento que estás
pensando en la rosa del mar
Yo te espero de pie al final
de esta línea
Yo sé dónde se esconde
la flor que nace del sexo de las sirenas
En el momento
del placer
Cuando debajo del mar empieza a atardecer
Y se oye crujir las olas
Bajo los pies del horizonte
Yo sé yo sé dónde se esconde
—77→
El viento tiene la voz de abeja de la joven pálida
La joven pálida como su propia estatua
Que yo
amé en un rincón de mi vida
Cuando quería
saltar de una esperanza al cielo
Y caí de naufragio
en naufragio de horizonte en horizonte
Entonces vi la
rosa que se esconde
Y que nadie ha encontrado cara a cara
¿Has visto este pájaro de islas lejanas
Arrojado por la marea a los pies de mi cama?
¿Has
visto el anillo hipnótico que va de ojo a ojo
Del
amor al amor del odio al odio
Del hombre a la mujer del
planeta a la planeta?
¿Has visto en el cielo desierto
La paloma amenazada por los años
Con los ojos
llenos de recuerdos
Con el pecho lleno de silencio
Más triste que el mar después de un naufragio?
Detrás del águila postrera cantaba
el cantador
Tenía un anillo en el corazón
Y se sentó en la tierra de su esfuerzo
Frente
al volcán desafiado por una flor
El atleta quisiera
ser un faro
Para tener barcos que lo miren
Para hacerlos
dormir para dormirse
Y arrullar al cielo como un árbol
—78→
El atleta
Tiene un anillo en la garganta
Y así
se pasa el tiempo
Quieto quieto
Porque le están
creciendo anémonas en el cerebro
Contempla
al huérfano que se paró en su edad
Por culpa
de los ríos que llevan poca agua
Por culpa de las
montañas que no bajan
Crece crece dice el violoncelo
Como yo estoy creciendo
Como está creciendo
la idea del suicidio en la bella jardinera
Crece pequeño
zafiro más tierno que la angustia
En los ojos del
pájaro quemado
Creceré creceré
cuando crezca la ciudad
Cuando los peces se hayan bebido
todo el mar
Los días pasados son caparazones de
tortuga
Ahora tengo barcos en la memoria
Y los barcos
se acercan día a día
Oigo un ladrido de
perro que da la vuelta al mundo
En tres semanas
Y se
mueren llegando
El corazón ha roto las
amarras
A causa de los vientos
Y el niño está
quedándose huérfano
—79→
Si el paisaje se hiciera
paloma
Antes de la noche se lo comería el mar
Pero el mar está preparando un naufragio
Y tiene
sus pensamientos por otros lados
Navío
navío
Tienes la vida corta de un abanico
Aquí
nos reímos de todo eso
Aquí en el lejos
lejos
La montaña embrujada por un ruiseñor
Sigue la miel del oso envenenado
Pobre oso de piel
de oso envenenado por la noche boreal
Huye que huye de
la muerte
De la muerte sentada al borde del mar
La montaña y el montaño
Con su luno
y con su luna
La flor florecida y el flor floreciendo
Una flor que llaman girasol
Y un sol que se llama giraflor
El pájaro puede olvidar que es pájaro
A causa del cometa que no viene
Por miedo al invierno
o a un atentado
El cometa que debía nacer de un
telescopio y una hortensia
Que se creyó mirar y
era mirado
—80→
Un aviador se mata sobre el concierto único
Y el ángel que se baña en algún
piano
Se vuelve otra vez envuelto en sones
Buscando
el receptor en los picachos
Donde brotan las palabras
y los ríos
Los lobos hacen milagros
En las huellas de la noche
Cuando el pájaro incógnito
se nubla
Y pastan las ovejas al otro lado de la luna
Si es un recuerdo de música
Nadie puede
impedir que el circo se agrande en el silencio
Ni las
campanas de los astros muertos
Ni la serpiente que se
nutre de colores
Ni el pianista que está saliendo
de la tierra
Ni el misionero que olvidó su nombre
Si el camino se sienta a descansar
O se
remoja en el otoño de las constelaciones
Nadie
impedirá que un alfiler se clave en la eternidad
Ni la mujer espolvoreada de mariposas
Ni el huérfano
amaestrado por una tulipa
Ni la cebra que trota alrededor
de un valse
Ni el guardián de la suerte
—81→
El cielo tiene miedo de la noche
Cuando el mar hace dormir
los barcos
Cuando la muerte se nutre en los rincones
Y la voz del silencio se llena de vampiros
Entonces
alumbramos un fuego bajo el oráculo
Para aplacar
la suerte
Y alimentamos los milagros de la soledad
Con nuestra propia carne
Entonces en el cementerio sellado
Y hermoso como un eclipse
La rosa rompe sus lazos
y florece al reverso de la muerte
Noche de viejos
terrores de noche
¿En dónde está la gruta
polar nutrida de milagros?
¿En dónde está
el mirage delirante
De los ojos de arco-iris y de la
nebulosa?
Se abre la tumba y al fondo se ve el mar
El aliento se corta y el vértigo suspenso
Hincha
las sienes se derrumba en las venas
Abre los ojos más
grandes que el espacio que cabe en ellos
Y un grito
se cicatriza en el vacío enfermo
Se abre la tumba
y al fondo se ve un rebaño perdido en la montaña
La pastora con su capa de viento al lado de la noche
Cuenta las pisadas de Dios en el espacio
Y se canta
a sí misma
Se abre la tumba y al fondo se ve
un desfile de témpanos de hielo
—82→
Que brillan bajo
los reflectores de la tormenta
Y pasan en silencio a la
deriva
Solemne procesión de témpanos
Con hachones de luz dentro del cuerpo
Se abre la tumba
y al fondo se ve el otoño y el invierno
Baja lento
lento un cielo de amatista
Se abre la tumba y al fondo
se ve una enorme herida
Que se agranda en lo profundo
de la tierra
Con un ruido de verano y primaveras
Se abre la tumba y al fondo se ve una selva de hadas que
se fecundan
Cada árbol termina en un pájaro
extasiado
Y todo queda adentro de la elipse cerrada de
sus cantos
Por esos lados debe hallarse el nido de las
lágrimas
Que ruedan por el cielo y cruzan el zodíaco
De signo en signo
Se abre la tumba y al fondo se
ve la hirviente nebulosa que se apaga y se alumbra
Un
aerolito pasa sin responder a nadie
Danzan luminarias
en el cadalso ilimitado
En donde las cabezas sangrientas
de los astros
Dejan un halo que crece eternamente
Se abre la tumba y salta una ola
La sombra del universo
se salpica
Y todo lo que vive en la sombra o en la orilla
Se abre la tumba y sale un sollozo de planetas
Hay
mástiles tronchados y remolinos de naufragios
Doblan
las campanas de todas las estrellas
Silba el huracán
perseguido a través del infinito
Sobre los ríos
desbordados
—83→
Se abre la tumba y salta un ramo de flores
cargadas de cilicios
Crece la hoguera impenetrable
y un olor de pasión invade el orbe
El sol tantea
el último rincón donde se esconde
Y nace
la selva mágica
Se abre la tumba y al fondo se
ve el mar
Sube un canto de mil barcos que se van
En tanto un tropel de peces
Se petrifica lentamente
Cuánto tiempo ese dedo de silencio
Dominando el insomnio interminable
Que reina en las esferas
Es hora de dormir en todas partes
El sueño
saca al hombre de la tierra
Festejamos el amanecer
con las ventanas
Festejamos el amanecer con los sombreros
Se vuela el terror del cielo
Los cerros se lanzan
pájaros a la cara
Amanecer con esperanza de aeroplanos
Bajo la bóveda que cuela la luz desde tantos siglos
Amor y paciencia de columna central
Nos frotamos las
manos y reímos
Nos lavamos los ojos y jugamos
El
horizonte es un rinoceronte
El
mar un azar
El
cielo un pañuelo
—84→
La
llaga una plaga
Un horizonte jugando a todo mar se
sonaba con el cielo después de las siete plagas de
Egipto
El rinoceronte navega sobre el azar como el cometa
en su pañuelo lleno de plagas
Razón
del día no es razón de noche
Y cada tiempo
tiene insinuación distinta
Los vegetales salen
a comer al borde
Las olas tienden las manos
Para
coger un pájaro
Todo es variable en el mirar sencillo
Y en los subterráneos de la vida
Tal vez sea
lo mismo
La herida de luna de la pobre loca
La pobre loca de la luna herida
Tenía luz en
la celeste boca
Boca celeste que la luz tenía
El mar de flor para esperanza ciega
Ciega esperanza
para flor de mar
Cantar para el ruiseñor que al
cielo pega
Pega el cielo al ruiseñor para cantar
Jugamos fuera del tiempo
Y juega con nosotros
el molino de viento
Molino de viento
—85→
Molino de
aliento
Molino de cuento
Molino de intento
Molino
de aumento
Molino de ungüento
Molino de sustento
Molino de tormento
Molino de salvamento
Molino de
advenimiento
Molino de tejimiento
Molino de rugimiento
Molino de tañimiento
Molino de afletamiento
Molino de agolpamiento
Molino de alargamiento
Molino de alejamiento
Molino de amasamiento
Molino
de engendramiento
Molino de ensoñamiento
Molino de ensalzamiento
Molino de enterramiento
Molino
de maduramiento
Molino de malogramiento
Molino de maldecimiento
Molino de sacudimiento
Molino de revelamiento
Molino de oscurecimiento
Molino de enajenamiento
Molino
de enamoramiento
—86→
Molino de encabezamiento
Molino
de encastillamiento
Molino de aparecimiento
Molino
de despojamiento
Molino de atesoramiento
Molino
de enloquecimiento
Molino de ensortijamiento
Molino
de envenenamiento
Molino de acontecimiento
Molino de
descuartizamiento
Molino del portento
Molino del
lamento
Molino del momento
Molino del firmamento
Molino del sentimiento
Molino del juramento
Molino
del ardimiento
Molino del crecimiento
Molino del nutrimiento
Molino del conocimiento
Molino del descendimiento
Molino del desollamiento
Molino del elevamiento
Molino del endiosamiento
Molino del alumbramiento
Molino del deliramiento
Molino del aburrimiento
Molino
del engreimiento
Molino del escalamiento
—87→
Molino del
descubrimiento
Molino del escurrimiento
Molino del
remordimiento
Molino del redoblamiento
Molino del atronamiento
Molino del aturdimiento
Molino del despeñamiento
Molino del quebrantamiento
Molino del envejecimiento
Molino del aceleramiento
Molino del encarnizamiento
Molino del anonadamiento
Molino del arrepentimiento
Molino del encanecimiento
Molino del despedazamiento
Molino del descorazonamiento
Molino en fragmento
Molino en detrimento
Molino en giramiento
Molino
en gruñimiento
Molino en sacramento
Molino
en pensamiento
Molino en pulsamiento
Molino en pudrimiento
Molino en nacimiento
Molino en apiñamiento
Molino en apagamiento
Molino en decaimiento
Molino
en derretimiento
—88→
Molino en desvalimento
Molino en
marchitamiento
Molino en enfadamiento
Molino en
encantamiento
Molino en transformamiento
Molino en
asolamiento
Molino en concebimiento
Molino en derribamiento
Molino en imaginamiento
Molino en desamparamiento
Molino con talento
Molino con acento
Molino con
sufrimiento
Molino con temperamento
Molino con fascinamiento
Molino con hormigamiento
Molino con retorcimiento
Molino con resentimiento
Molino con refregamiento
Molino con recogimiento
Molino con razonamiento
Molino
con quebrantamiento
Molino con prolongamiento
Molino
con presentimiento
Molino con padecimiento
Molino con
amordazamiento
Molino con enronquecimiento
Molino
con alucinamiento
Molino con atolondramiento
—89→
Molino
con desfallecimiento
Molino para aposento
Molino para
convento
Molino para ungimiento
Molino para alojamiento
Molino para cargamento
Molino para subimento
Molino
para flotamiento
Molino para enfriamiento
Molino
para embrujamiento
Molino para acogimiento
Molino para
apostamiento
Molino para arrobamiento
Molino para
escapamiento
Molino para escondimiento
Molino para
estrellamiento
Molino para exaltamiento
Molino para
guarecimiento
Molino para levantamiento
Molino para
machucamiento
Molino para renovamiento
Molino para
desplazamiento
Molino para anticipamiento
Molino
para amonedamiento
Molino para profetizamiento
Molino
para descoyuntamiento
Molino como ornamento
Molino
como elemento
Molino como armamento
—90→
Molino como
instrumento
Molino como monumento
Molino como palpamiento
Molino como descubrimiento
Molino como anunciamiento
Molino como medicamento
Molino como desvelamiento
Molino a sotavento
Molino a barlovento
Molino
a ligamento
Molino a lanzamiento
Molino a mordimiento
Molino a movimiento
Molino que invento
Molino
que ahuyento
Molino que oriento
Molino que caliento
Molino que presiento
Molino que apaciento
Molino
que transparento
Molino lento
Molino cruento
Molino
atento
Molino hambriento
Molino sediento
Molino
sangriento
Molino jumento
Molino violento
Molino
contento
—91→
Molino opulento
Molino friolento
Molino
avariento
Molino corpulento
Molino achaquiento
Molino granujiento
Molino ceniciento
Molino polvoriento
Molino cazcarriento
Molino gargajiento
Molino
sudoriento
Molino macilento
Molino soñoliento
Molino turbulento
Molino truculento
Así eres molino de viento
Molino de asiento
Molino de asiento del viento
Que teje las noches y las
mañanas
Que hila las nieblas de ultratumba
Molino de aspavientos y del viento en aspas
El paisaje
se llena de tus locuras
Y el trigo viene y va
De la tierra al cielo
Del cielo al mar
—92→
Los trigos
de las olas amarillas
Donde el viento se revuelca
Buscando
la cosquilla de las espigas
Escucha
Pasa
el palpador en eléctricas corrientes
El tiento
norte despeina tus cabellos
Hurra molino moledor
Molino
volador
Molino charlador
Molino cantador
Cuando
el cielo trae de la mano una tempestad
Hurra molino girando
en la memoria
Molino que hipnotiza las palomas viajeras
Habla habla molino de cuento
Cuando el viento narra tu leyenda etérea
Sangra sangra molino del descendimiento
Con tu gran recuerdo
pegado a los ocasos del mundo
Y los brazos de tu cruz
fatigados por el huracán
Así reímos
y cantamos en esta hora
Porque el molino ha creado el
imperio de su luz escogida
Y es necesario que lo sepa
Es necesario que alguien se lo diga
Sol tú
que naciste en mi ojo derecho
Y moriste en mi ojo izquierdo
—93→
No creas en los vaticinios del zodíaco
Ni
en los ladridos de las tumbas
Las tumbas tienen maleficios
de luna
Y no saben lo que hablan
Yo te lo digo porque
mi sombrero está cansado de recorrer el mundo
Y
tengo una experiencia de mariposa milenaria
Profetiza profetiza
Molino de las constelaciones
Mientras bailamos sobre el azar de la risa
Ahora que
la grúa que nos trae el día
Volcó
la noche fuera de la tierra
Empiece ya
La farandolina en la lejantaña de la montanía
El horimento bajo el firmazonte
Se embarca en la luna
Para dar la vuelta al mundo
Empiece ya
La faranmandó
mandó liná
Con su musiquí con su
musicá
La carabantantina
La carabantantú
La farandosilina
La Farandú
—94→
La Carabantantá
La Carabantantí
La farandosilá
La faransí
Ríe ríe antes
que venga la fatiga
En su carro nebuloso de días
Y los años y los siglos
Se amontonen en el vacío
Y todo sea oscuro en el ojo del cielo
La cascada que cabellera sobre la noche
Mientras la noche
se cama a descansar
Con su luna que almohada al cielo
Yo ojo el paisaje cansado
Que se ruta hacia el horizonte
A la sombra de un árbol naufragando
Y he aquí que ahora me diluyo en múltiples
cosas
Soy luciérnaga y voy iluminando las ramas
de la selva
Sin embargo cuando vuelo guardo mi modo de
andar
Y no sólo soy luciérnaga
Sino
también el aire en que vuela
La luna me atraviesa
de parte a parte
Dos pájaros se pierden en mi pecho
Sin poderlo remediar.
Y luego soy árbol
—95→
Y en cuanto a árbol conservo mis modos de luciérnaga
Y mis modos de cielo
Y mi andar de hombre mi triste
andar
Ahora soy rosal y hablo con lenguaje de rosal
Y digo
Sal rosa rorosalía
Sal rosa al día
Salía al sol rosa sario
Fueguisa mía
sonrodería rososoro oro
Ando pequeño
volcán del día
Y tengo miedo del volcán
Mas el volcán responde
Prófugo rueda
al fondo donde ronco
Soy rosa de trueno y sueno mis carrasperas
Estoy preso y arrastro mis propios grillos
Los astros
que trago crujen en mis entrañas
Proa a la borrasca
en procesión procreadora
Proclamo mis proezas bramadoras
Y mis bronquios respiran en la tierra profunda
Bajo
los mares y las montañas.
Y luego soy pájaro
Y me disputo el día en gorjeos
El día
que me cruza la garganta
Ahora solamente digo
Callaos
que voy a cantar
Soy el único cantor de este siglo
Mío mío es todo el infinito
Mis mentiras
huelen a cielo
Y nada más
—96→
Y ahora soy mar
Pero guardo algo de mis modos de volcán
De mis
modos de árbol de mis modos de luciérnaga
De mis modos de pájaro de hombre y de rosal
Y
hablo como mar y digo
De la firmeza hasta el horicielo
Soy todo montalas en la azulaya
Bailo en las volaguas
con espurinas
Una corriela tras de la otra
Ondola en
olañas mi rugazuelo
Las verdondilas bajo la
luna del selviflujo
Van en montonda hasta el infidondo
Y cuando bramuran los hurafones
Y la ondaja lanza a
las playas sus laziolas
Hay un naufundo que grita pidiendo
auxilio
Yo me hago el sordo
Miro las butraceas lentas
sobre mis tornadelas
La subaterna con sus brajidos
Las escalolas de la montasca
Las escalolas de la desonda
Que no descansan hasta que roen el borde de los altielos
Hasta que llegan al abifunda
En tanto el pirata canta
Y yo lo escucho vestido de verdiul
La
lona en el mar riela
En
la luna gime el viento
Y
alza en blanco crugimiento
Alas
de olas en mi azul
—97→
El mar se abrirá para dejar
salir los primeros náufragos
Que cumplieron su
castigo
Después de tantos siglos y más
siglos
Andarán por la tierra con miradas de vidrio
Escalarán los montes de sus frases proféticas
Y se convertirán en constelaciones
Entonces
aparecerá un volcán en medio de las olas
Y dirá yo soy el rey
Traedme el harmonio de las
nebulosas
Y sabed que las islas son las coronas de mi
cabeza
Y las olas mi único tesoro
Yo soy el
rey
El rey canta a la reina
El cielo canta a la
ciela
El luz canta a la luz
La luz que busca el ojo
hasta que lo encuentra.
Canta el cielo en su lengua astronómica
Y la luz en su idioma magnético
Mientras
el mar lame los pies de la reina
Que se peina eternamente
Yo soy el rey
Y os digo que el planeta que atravesó
la noche
No se reconoce al salir por el otro lado
Y mucho menos al entrar en el día
Pues ni siquiera
recuerda cómo se llamaba
Ni quiénes eran
sus padres
Dime ¿eres hijo de Martín Pescador
O eres nieto de un cigüeña tartamuda
O de
aquella jirafa que vi en medio del desierto
—98→
Pastando
ensimismada las yerbas de la luna
O eres hijo del ahorcado
que tenía ojos de pirámide?
Algún
día lo sabremos
Y morirás sin tu secreto
Y de tu tumba saldrá un arco-iris como un tranvía
Del arco-iris saldrá una pareja haciendo el amor
Del amor saldrá una selva errante
De la selva
saldrá una flecha
De la flecha saldrá
una liebre huyendo por los campos
De la liebre saldrá
una cinta que irá señalando su camino
De
la cinta saldrá un río y una catarata que salvará
a la liebre de sus perseguidores
Hasta que la liebre empiece
a trepar por una mirada
Y se esconda al fondo del ojo
Yo soy el rey
Los ahogados florecen cuando
yo lo mando
Atad el arco-iris al pirata
Atad el viento
a los cabellos de la bruja
Yo soy el rey
Y trazaré
tu horóscopo como un plan de batalla
Oyendo esto el arco-iris se alejaba
A dónde vas
arco-iris
No sabes que hay asesinos en todos los caminos?
El iris encadenado en la columna montante
Columna
de mercurio en fiesta para nosotros
Tres mil doscientos
metros de infra-rojo
—99→
Un extremo se apoya en mi pie y
el otro en la llaga de Cristo
Los domingos del arco-iris
para el arcángel
¿En dónde está el
arquero de los meteoros?
El arquero arcaico
Bajo
la arcada eterna el arquero del arcano con su violín
violeta con su violín violáceo con su violín
violado
Arco-iris arco de las cejas en mi cielo arqueológico
Bajo el área del arco se esconde el arca de tesoros
preciosos
Y la flor montada como un reloj
Con el
engranaje perfecto de sus pétalos
Ahora que un
caballo empieza a subir galopando por el arco-iris
Ahora
la mirada descarga los ojos demasiado llenos
En el instante
en que huyen los ocasos a través de las llanuras
El cielo está esperando un aeroplano
Y yo oigo la risa de los muertos debajo de la tierra