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Escena V

 

DON ALONSO DE ZÚÑIGA, DON FERNANDO DE VÁLOR y DON JUAN MALEC.-DOÑA CLARA; DON ÁLVARO, oculto.

 
MALEC
Clara...
DOÑA CLARA
Señor...
MALEC

 (Aparte.) 

(¡Ay de mí!
¡Con cuánta pena te encuentro!)
Éntrate, Clara, allá dentro.
DOÑA CLARA

 (Aparte a su padre.)  

¿Qué es esto?
MALEC
Oye desde ahí.
 

(Vase DOÑA CLARA al cuarto donde está DON ÁLVARO, quedándose tras la puerta entreabierta.)

 
DON ALONSO
Don Juan de Mendoza preso 400
queda en el Alhambra ya;
y así preciso será,
en tanto que este suceso
se compone, que lo estéis
vos en vuestra casa.
MALEC
Aceto
405
la carcelería, y prometo
guardarla.
VÁLOR
No lo estaréis
mucho; que pues me ha dejado
el señor corregidor
(porque en el duelo de honor 410
nunca la justicia ha entrado)
a mí hacer las amistades,
yo las haré, procurando
el fin.
DON ALONSO
Señor don Fernando
de Válor, con dos verdades 415
se sanea una malicia;
pues que no hay agravio, es ley,
ni en el palacio del rey
ni en tribunal de justicia.
Todos lo somos allí, 420
y allí no le puede haber.
VÁLOR
El medio pues ha de ser
éste...
DON ÁLVARO

 (Aparte a DOÑA CLARA.) 

¿Óyeslo todo?
DOÑA CLARA
Sí.
VÁLOR
Que en este caso no hay medio
que le sanee mejor. 425
Escuchadme.
MALEC
¡Ay del honor
que se cura con remedio!
VÁLOR
Don Juan de Mendoza es
tan bizarro caballero
como ilustre, está soltero, 430
y don Juan de Malec, pues,
en quien sangre ilustre dura
de los reyes de Granada,
tiene una hija celebrada
por su ingenio y su hermosura. 435
A nadie toca tomar,
si satisfacción desea,
la causa, sino a quien sea
su yerno. Pues con casar
a don Juan con doña Clara, 440
estará cierto...
DON ÁLVARO

 (Aparte.) 

¡Ay de mí!
VÁLOR
Que no pudiendo por sí
vengarse la ofensa rara,
pues habiendo a un tiempo sido
interesado en su honor, 445
como tercero ofensor,
y como su hijo ofendido;
en no teniendo de quien
estar ofendido pueda,
por la misma razón queda 450
seguro. Don Juan también,
no habiendo de darse muerte
a sí mismo en tanto abismo,
vendrá a tener en sí mismo
su mismo agravio: de suerte 455
que no pudiendo agraviarse
un hombre a sí, haciendo sabio
dueño a don Juan del agravio,
no tiene de quien vengarse,
y queda limpio el honor 460
de los dos, pues en efeto
no caben en un sujeto
ofendido y ofensor.
DON ÁLVARO

  (Aparte a DOÑA CLARA.) 

Yo responderé.
DOÑA CLARA
Detente,
no me destruyas, por Dios. 465
DON ALONSO
Eso está bien a los dos.
MALEC
Hay mayor inconveniente,
pues toda nuestra esperanza
que Clara deshaga entiendo...
DOÑA CLARA

  (Aparte.) 

El cielo me va trayendo 470
a las manos la venganza.
MALEC
Que mi hija, no sabré
si hombre que aborreció ya
con tanta ocasión, querrá
por marido.
 

(Sale DOÑA CLARA.)

 
DOÑA CLARA
Sí querré;
475
que importa menos, señor,
si aquí tu opinión estriba,
que yo sin contento viva,
que vivir tú sin honor.
Porque si fuera tu hijo, 480
la ira me estaba llamando,
bien muriendo o bien matando;
y siendo tu hija, colijo
que en el modo que pudiere
te debo satisfacer, 485
y así, seré su mujer:
de cuyo efecto se infiere
que estoy tu honor defendiendo,
que estoy tu fama buscando.

 (Aparte.) 

(Y pues no puedo matando, 490
quiero vengarte muriendo.)
DON ALONSO
Vuestro ingenio sólo pudo
en un concepto cifrar
conclusión tan singular.
VÁLOR
Y ya el efecto no dudo. 495
Escríbase en un papel
esto que aquí se trató,
para que le lleve yo.
DON ALONSO
Ambos iremos con él.
MALEC

 (Aparte.) 

Quiero usar de aqueste medio, 500
mientras empieza el motín.
VÁLOR
Todo esto tendrá buen fin,
pues estoy yo de por medio.
 

(Vanse los tres.)

 
DOÑA CLARA
Ahora que a un aposento
se han retirado a escribir, 505
podrás, Álvaro, salir.


Escena VI

 

DON ÁLVARO.-DOÑA CLARA.

 
DON ÁLVARO
Sí haré, sí haré, y con intento
de no volver a ver más
alma tan mudable en pecho
tan noble; y el no haber hecho, 510
cuando la muerte me das,
un notable extremo aquí,
no fue respeto, no fue
temor, gusto sí, porque
mujer tan baja...
DOÑA CLARA
¡Ay de mí!
515
DON ÁLVARO
Que a un tiempo, con vil intento,
fe injusta, estilo liviano,
ofrece a un hombre la mano
y a otro tiene en su aposento,
no me está bien que se diga 520
que nunca la quise bien.
DOÑA CLARA
La voz, Álvaro, detén,
a que un engaño te obliga;
que yo te satisfaré
con el tiempo.
DON ÁLVARO
Éstas no son
525
cosas de satisfacción.
DOÑA CLARA
Podrán serlo.
DON ÁLVARO
¿No escuché
yo que la mano darías
hoy al de Mendoza?
DOÑA CLARA
Sí;
pero no sabes de mí 530
el fin de las ansias mías.
DON ÁLVARO
¿Qué fin? Darme muerte. Advierte
si hay disculpa que te cuadre,
pues él agravió a tu padre
y a mí me ha dado la muerte. 535
DOÑA CLARA
El tiempo, Álvaro, podrá
desengañarte algún día
que es constante la fe mía,
y que esta mudanza está
tan de tu parte...
DON ÁLVARO
¿Quién vio
540
tan sutil engaño? Dí,
¿no le das la mano?
DOÑA CLARA
Sí.
DON ÁLVARO
¿No has de ser su mujer?
DOÑA CLARA
No.
DON ÁLVARO
Pues ¿qué medio puede haber...
DOÑA CLARA
No me preguntes en vano. 545
DON ÁLVARO
Clara, entre darle la mano
y entre no ser su mujer?
DOÑA CLARA
Darle la mano, quizá
será traerle a mis brazos,
con que le he de hacer pedazos. 550
¿Estás satisfecho ya?
DON ÁLVARO
No; que si él muere en tus lazos,
dejará ¡ay Dios! al morir
muy desvalido el vivir,
porque son, Clara, tus brazos 555
para verdugos muy bellos.
Pero antes que (ya que sea
ése tu intento) él se vea
ni aun para morir en ellos,
curaré de mis desvelos 560
yo con su muerte el rigor.
DOÑA CLARA
Eso ¿es amor?
DON ÁLVARO
Es honor.
DOÑA CLARA
Esa ¿es fineza?
DON ÁLVARO
Son celos.
DOÑA CLARA
Mira, mi padre escribió.
¡Quién detenerte pudiera! 565
DON ÁLVARO
¡Qué poco menester fuera
para detenerme yo!
 

(Vanse.)

 
 

Sala en la Alhambra.

 


Escena VII

 

DON JUAN DE MENDOZA, GARCÉS.

 
MENDOZA
Nunca en razón la cólera consiste.
GARCÉS
No te disculpes. ¡Qué! Muy bien hiciste
en ponerle la mano; 570
que no por viejo el que es nuevo cristiano
piense que inmunidad el serlo goza
de atreverse a un González de Mendoza.
MENDOZA
Hay mil hombres que en fe de sus estados
son soberbios, altivos y arrojados. 575
GARCÉS
Para aquestos traía el condestable
don Íñigo (el acuerdo era admirable)
en la cinta una espada,
y otra que le servía de cayada.
Preguntándole un día, 580
que dos espadas a qué fin traía,
dijo: «La de la cinta se prefiere
para aquel que en la cinta la trajere;
estotra, que de palo me ha servido,
para quien no la trae y es atrevido». 585
MENDOZA
Muy bien mostró deber los caballeros
traer para dos acciones dos aceros.
Ya que el triunfo ha salido
de espadas, dame aquesa que has traído,
porque a cualquier suceso 590
no me halle sin espada, aunque esté preso.
GARCÉS
Yo me agradezco haber la vuelta dado
hoy a tu casa en tiempo que a tu lado
puedo servirte, si enemigos tienes.
MENDOZA
Y ¿cómo de Lepanto, Garcés, vienes? 595
GARCÉS
Como quien ha tenido
fortuna de haber sido
en ocasión soldado,
que haya en facción tan grande militado
debajo de la mano y disciplina 600
del hijo de aquel águila divina,
que en vuelo infatigable y sin segundo
debajo de sus alas tuvo al mundo.
MENDOZA
¿Cómo el señor don Juan llegó?
GARCÉS
Contento
de la empresa.
MENDOZA
¿Fue grande?
GARCÉS
Escucha atento.
605
Con la liga...
MENDOZA
Detente, porque ha entrado
tapada una mujer.
GARCÉS
Soy dedichado,
pues a quínola puesto de romance,
me entra figura con que pierdo el lance.


Escena VIII

 

DOÑA ISABEL TUZANÍ, tapada.-Dichos.

 
DOÑA ISABEL
Señor don Juan de Mendoza, 610
¿podrá una mujer que viene
a veros en la prisión,
saber de vos solamente
cómo en la prisión os va?
MENDOZA
Pues ¿por qué no? -Garcés, vete. 615
GARCÉS
Mira, señor, que no sea...
MENDOZA
En vano dudas y temes;
que ya el habla he conocido.
GARCÉS
Por eso me voy.
MENDOZA
Bien puedes.
 

(Vase GARCÉS.)

 


Escena IX

 

DOÑA ISABEL, DON JUAN DE MENDOZA.

 
MENDOZA
En igual duda los ojos 620
y los oídos me tienen,
porque de los dos no sé
cuál dijo verdad o miente:
porque si a los ojos creo,
no pareces tú lo que eres; 625
y si creo a los oídos,
no eres tú lo que pareces.
Merezca pues ver corrida
la sutil nube aparente
del negro cendal, porque 630
si una vez la luz la vence,
digan mis ojos y oídos
que hoy amaneció dos veces.
DOÑA ISABEL
Por no obligaros, don Juan,
a que dudéis más quién puede 635
ser quien os busca, es razón
descubrirme; que no quieren
mis celos que adivinéis
a quién la fineza deben.
Yo soy...
MENDOZA
¡Isabel, señora!
640
Pues ¡tú en mi cas, y tú en este
traje, fuera de la tuya!
¡Tú a buscarme desta suerte!
¿Cómo era posible, cómo
que vanas dichas creyese? 645
Luego fue fuerza dudarlas.
DOÑA ISABEL
Apenas cuanto sucede
supe, y que aquí estabas preso,
cuando mi amor no consiente
más dilación en buscarte; 650
y antes que a casa volviese
don Álvaro Tuzaní
mi hermano, he venido a verte
con una criada sola
(mira ya lo que me debes) 655
que a la puerta dejo.
MENDOZA
Pueden
hoy con aquesta fineza,
Isabel, desvanecerse
las desdichas, pues por ellas...


Escena X

 

INÉS, con manto, asustada.-Dichos.

 
INÉS
¡Ay, señora!
DOÑA ISABEL
Inés, ¿qué tienes?
660
INÉS
Don Álvaro mi señor
viene aquí.
DOÑA ISABEL
¿Si conocerme
pudo, aunque tan disfrazada
vine?
MENDOZA
¡Qué lance tan fuerte!
DOÑA ISABEL
Si me siguió, yo soy muerta. 665
MENDOZA
Si estás conmigo, ¿qué temes?
Éntrate en aquesa sala
y cierra; que aunque él intente
hallarte, no te hallará,
si antes no me da la muerte. 670
DOÑA ISABEL
En grande peligro estoy.
¡Valedme, cielos, valedme!
 

(Escóndense las dos.)

 


Escena XI

 

DON ÁLVARO.-DON JUAN DE MENDOZA; DOÑA ISABEL, escondida.

 
DON ÁLVARO
Señor don Juan de Mendoza,
hablar con vos me conviene
a solas.
MENDOZA
Pues solo estoy.
675
DOÑA ISABEL

 (Aparte al paño.)  

¡Qué descolorido viene!
DON ÁLVARO

 (Aparte.) 

Pues cerraré aquesa puerta.
MENDOZA
Cerradla.

 (Aparte.) 

(¡Buen lance es éste!)
DON ÁLVARO
Ya pues que cerrada está,
escuchadme atentamente. 680
En una conversación
supe ahora cómo vienen
a buscaros...
MENDOZA
Es verdad.
DON ÁLVARO
A esta prisión...
MENDOZA
Y no os mienten.
DON ÁLVARO
Quien con el alma y la vida 685
en aquesta acción me ofende.
DOÑA ISABEL

 (Aparte al paño.) 

¿Qué más se ha de declarar?
MENDOZA

 (Aparte.)  

¡Cielos!, ya no hay quien espere.
DON ÁLVARO
Y así, he querido llegar
(antes que los otros lleguen, 690
queriendo efectuar con esto
amistades indecentes)
en defensa de mi honor.
MENDOZA
Eso mi ingenio no entiende.
DON ÁLVARO
Pues yo me declararé. 695
DOÑA ISABEL

 (Aparte al paño.) 

Otra vez mi pecho aliente;
que no soy yo la que busca.
DON ÁLVARO
El corregidor pretende,
con don Fernando de Válor,
de don Juan Malec pariente, 700
hacer estas amistades,
y a mí sólo me compete
estorbarlas. La razón,
aunque muchas darse pueden,
yo dárosla a vos no quiero; 705
y en fin, sea lo que fuere,
yo vengo a saber de vos,
por capricho solamente,
si es valiente con un joven
quien con un viejo es valiente. 710
Y en efecto, vengo sólo
a darme con vos la muerte.
MENDOZA
Merced me hubiérades hecho
en decirme brevemente
lo que pretendéis, porque 715
juzgué, confuso mil veces,
que era otra la ocasión
de más cuidado, porque ese
no es cuidado para mí.
Y puesto que no se debe 720
rehusar reñir con cualquiera
que reñir conmigo quiere;
antes que esas amistades
que decís que tratan, lleguen,
y que os importa estorbarlas 725
por la ocasión que quisiereis,
sacad la espada.
DON ÁLVARO
A eso vengo;
que me importa daros muerte
más presto que vos pensáis.
MENDOZA
Pues campo bien solo es éste. 730
 

 (Riñen.) 

DOÑA ISABEL

 (Aparte al paño.) 

De una confusión en otra,
más desdichas me suceden.
¿Quién a su amante y su hermano
vio reñir, sin que pudiese
estorbarlo?
MENDOZA

 (Aparte.) 

¡Qué valor!
735
DON ÁLVARO

 (Aparte.) 

¡Qué destreza!
DOÑA ISABEL

 (Aparte al paño.)  

¿Qué he de hacerme?
Que veo jugar a dos,
Y deseo entrambas suertes,
porque van ambos por mí,
si me ganan o me pierden... 740
 

(Tropezando en una silla, cae DON ÁLVARO; sale DOÑA ISABEL tapada y detiene a DON JUAN.)

 
DON ÁLVARO
Tropezando en esta silla,
he caído.
DOÑA ISABEL
¡Don Juan, tente!

 (Aparte.) 

(Pero ¿qué hago? El afecto
me arrebató desta suerte.)

 (Retírase.)  

DON ÁLVARO
Mal hicisteis en callarme 745
que estaba aquí dentro gente.
MENDOZA
Si a daros la vida estaba,
no os quejéis; que más parece
que estar conmigo, reñir
con dos, si a ampararos viene. 750
Aunque hizo mal, porque yo
de caballero las leyes
sé también; que habiendo visto
que el caer es accidente,
os dejara levantar. 755
DON ÁLVARO
Ya tengo que agradecerle
dos cosas a aquesa dama:
que a darme la vida llegue,
y llegue antes que de vos
la reciba, porque quede, 760
sin aquesta obligación,
capaz mi enojo valiente
para volver a reñir.
MENDOZA
¿Quién, don Álvaro, os detiene?

 (Riñen.)  

DOÑA ISABEL

 (Aparte al paño.)  

¡Oh, quién pudiera dar voces! 765
 

(Llaman dentro a la puerta.)

 
DON ÁLVARO
A la puerta llama gente.
MENDOZA
¿Qué haremos?
DON ÁLVARO
Que muera el uno
y abra luego el que viviere.
MENDOZA
Decís bien.
DOÑA ISABEL

 (Saliendo.) 

Primero yo
abriré, porque ellos entren. 770
DON ÁLVARO
No abráis.
MENDOZA
No abráis.
 

(Abre DOÑA ISABEL.)

 


Escena XII

 

DON FERNANDO DE VÁLOR, DON ALONSO; después, INÉS.-DOÑA ISABEL, tapada; DON ÁLVARO, DON JUAN DE MENDOZA.

 
DOÑA ISABEL
Caballeros,
los dos que miráis presentes
se quieren matar.
DON ALONSO
Teneos,
porque hallándôs desta suerte
riñendo a ellos y aquí a vos, 775
se dice bien claramente
que sois la causa.
DOÑA ISABEL

 (Aparte.) 

¡Ay de mí!,
que me he entregado a perderme,
por donde entendí librarme.
DON ÁLVARO
Porque en ningún tiempo llegue 780
a peligrar una dama
a quien mi vida le debe
el ser, diré la verdad
y la causa que me mueve
a este duelo. No es de amor, 785
sino que como pariente
de don Juan Malec, así
pretendí satisfacerle.
MENDOZA
Y es verdad, porque esa dama
acaso ha venido a verme. 790
DON ALONSO
Pues que con las amistades
que ya concertadas tienen,
todo cesa, mejor es
que todo acabado quede
sin sangre, pues vence más 795
aquel que sin sangre vence.
 

(Sale INÉS.)

 
Idos, señoras, con Dios.
DOÑA ISABEL

 (Aparte.) 

Sólo esto bien me sucede.
 

(Vanse las dos.)

 

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