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  —fol. 16v→  

ArribaActo III

 

Sale DON LOPE solo.

 
LOPE
¿Puede llegar el rigor
de mi suerte a estremo igual,
que tener por dicha el mal
y el desprecio por favor?
¡Que siempre que a Elvira vea, 5
haya de adorar agravios
y que mi muerte en sus labios
me obligue a que no los crea!
 

(DOÑA BLANCA rasgando los pedazos de un papel y quedándose con ellos.)

 
BLANCA
El mismo castigo hiciera
del dueño que del papel, 10
si transformándose en él
presente aquí le tuviera.
Pero no será pequeño,
si en muestras de mi rigor,
vengo en el embajador 15
los delitos de su dueño.
Mal lograré su recato,
seré, si su protectora,
desde hoy más perseguidora
de su proceder ingrato. 20
Ténganme desde este día
por su enemiga mayor.
LOPE
¿Contra quién tanto rigor,
hermosa señora mía?
¿Contra quién tan inclemente? 25
Que compasivo envidioso
de ese infeliz venturoso,
de ese culpado inocente,
de ese papel, que entre enojos,
con favores inhumanos, 30
en la nieve de esas manos,
en las llamas de esos ojos.
¿Ya se enciende, ya se yela?
Quisiera ser él por Dios.
BLANCA
Con vos, don Lope, con vos 35
y con la ingrata Isabela.
LOPE
Pues ¿en qué hemos delinquido?
BLANCA
En lo que infama a los nobles,
si en ellos los tratos dobles,
manchas de su sangre han sido. 40
¿Tan mal el cargo ejercí
en que Isabela me puso,
cuando olvidado y confuso
con la libertad que os di,
agravios reconcilié, 45
que a Isabela ocasionaron
a quejas, que desdoraron
quilates de vuestra fe?
¿Ella por vos peregrina,
preso por su causa vos, 50
yo vuestra agente y los dos
ingratos conmigo? ¿Es digna
satisfación la que usáis
ella y vos con mi favores?
¿Proseguís vuestros amores 55
y de mí los ocultáis?
En fin soy en los reparos
de vuestros riesgos primeros,
buena para componeros
y no para conservaros. 60
¿Qué teméis de mí?
LOPE
¿Pues yo?
BLANCA
Vos pues don Lope, vos pues
y vuestra dama, después
que mi amante os malició,
que vos por asegurarla, 65
—fol. 17r→
sin mi orden la escrebís,
cartas suyas recebís,
vais oculto a visitarla.
Y en fee de lo que os obliga
mi protección generosa, 70
me tenéis por sospechosa
y me escusáis enemiga.
LOPE
¿De Isabela sé yo más,
que lo que vos me dijistes?
Noticia della me distes, 75
cuando juzgué que jamás
me volviera a dar enojos.
Su retrato me enseñastes,
que estaba cerca afirmastes
desta corte, en vuestros ojos 80
vi dudosos sentimientos,
que no pude constrüir,
por vos vine a desmentir
su aviso y mis pensamientos.
Porque a no ser vos, señora, 85
quien me avisó haber venido,
cuando della he recebido
la carta, que enredadora,
dice que en París se casa
del crédito que la diera, 90
el sosiego consiguiera,
que niega mi estrella escasa.
BLANCA
Don Lope, don Lope, en vano
imagináis evadiros,
cuando hay para conclüiros 95
tanto testigo en mi mano.
No hay pedazo en todos estos
que no alegue contra vos,
tomad, leed estos dos
a convenceros dispuestos. 100
Negadme agora ser suya
esta letra, estas razones.
Repasad esos renglones,
porque en ellos os concluya.
¿Cómo dice aquí?
LOPE
Señora,
105
permitidme sospechar,
que para desatinar
mi seso, que el fin ignora
de tan confusa ilusión,
ella y vos os conjurastes 110
contra mí y determinastes
sin causa mi perdición.
BLANCA
Solo falta que me echéis
la culpa a mí de delitos
que aquí os acusan escritos. 115
Leeldos Lope y veréis,
si con razón me ofendí
de quien así me pagó.
Leed, que os lo mando yo,
llegaos, ¿cómo dice aquí? 120
No os turbéis.
LOPE

 (Lee.)26 

«Mi fe constante
anoche con veros solo,
mas túvome envidia Apolo
y ama...».
BLANCA
Decid adelante.
LOPE
Mal podré, si vuestra alteza 125
después de haberle rasgado,
las dicciones le ha cortado.
BLANCA
Pues busquemos la otra pieza,
que tras esa se seguía.
Esperad, ¿cómo acabó? 130

 (La INFANTA lee otro pedazo y le junta al primero.) 

LOPE
«Apolo y ama...».
BLANCA
...«neció»,
dice aquí. Necio sería
mi recelo, a no tener
contra vos tanta evidencia,
por faltaros experiencia, 135
no me he dado yo a entender.
Torpe sois en discurrir,
ya están contiguos, leed.
LOPE
¡Qué es esto cielos!
BLANCA
Volved
desde el principio a decir. 140
Acabad.
LOPE

 (Lee los dos pedazos juntos.)27 

«Mi fee constante
—fol. 17v→
anoche con veros solo,
mas túvome envidia Apolo
y amaneció al mismo instante
que en el ocaso se puso. 145
Consagrárale yo al sol
mi dicha, si entonces se ol...».
Rompiose y quedó en confuso
esta dicción o este encanto.
BLANCA
Si se olvidara diría, 150
ponderación fue aunque fría,
pero sin sol, no me espanto.
¿No hay abajo más renglones?
LOPE
Sí, mas rotos.
BLANCA
Pues leellos.
LOPE
Aquí dice, mis cabellos. 155
BLANCA
¿Y después?
LOPE
Estas razones
otra vez me las ha escrito
Isabela: En las Asturias
hice a papeles injurias,
que castigué sin delito. 160
Rompiendo los esparcí
al viento algunos favores,
que en fe de muertos amores
quise desterrar de mí
y uno dellos, me parece, 165
que lo mismo contenía
que en este he visto.
BLANCA
Sí haría,
porque quien os favorece
medra con vos el exceso
que en sus papeles rasgados 170
vinculaban sus cuidados.
¿Pero qué decís por eso?
LOPE
No sé lo que me colija.
BLANCA
Querréis decir que vinieron
a mi poder y me dieron 175
de vos relación prolija.
LOPE
No pudo ser.
BLANCA
Pues ¿adónde
los rompistes?
LOPE
Un desierto
de yerba y riscos cubierto,
que entre malezas se esconde 180
los vio, señora, romper.
BLANCA
Y juzgáis, a lo que veo,
que siendo el viento correo
llegaron a mi poder.
Mirad cuán descaminado 185
vuestro discurso os ofusca.
Quien disculpas, Lope, busca
convencido y apurado
para tales desatinos,
deslucido saldrá dellos, 190
recebid vuestros cabellos
de puro humanos divinos,
que son los que ese papel
de parte suya os ofrece.
Idla a ver, que ya anochece 195
y haced lo que os manda en él,
que yo con los dos airada,
como favorable esquiva,
si os conformé compasiva,
sabré vengarme enojada. 200
Tomad allá los cabellos,
en que enlacéis vuestro amor.
LOPE
No, señora, que el rigor
temo que se esconde en ellos.
Pero decidme, os suplico, 205
sea mentira o sea verdad,
si por vos la voluntad
que a Isabela sacrifico,
como vos fingís, la adora
y esto ha sido a vuestra instancia, 210
sin perdonar circunstancia
de amiga y de protectora,
¿en qué os ofende en amarme?,
¿en qué os agravio en quererla?
BLANCA
En que vos, don Lope, y ella 215
os comunicáis sin darme
cuenta de vuestros secretos
cuando corren por la mía.
LOPE
¿Por vuestra cuenta?
BLANCA
Podía
a registrar vos afectos 220
castigar su menosprecio,
—fol. 18r→
que nunca una intercesora
ajenos agravios llora.
LOPE
Pequé, señora, de necio,
pero no de inadvertido. 225
No se atrevió mi cuidado
de puro desconfiado
a presumirse querido.
Pero pues ya vuelve el paso
la fortuna rigurosa, 230
adorándoos, Blanca hermosa,
podré.
BLANCA
Paso, Lope, paso,
¿estáis en vos?, ¿qué decís?
¿Luego de puro ligero
pensáis que por vos me muero? 235
LOPE
Amaisme, mas no os morís.
BLANCA
Sois un descortés. ¿Yo a vos?
LOPE
A mí, que una intercesora
nunca ajenos daños llora.
No he de pecar, vive Dios, 240
otra vez de corto o necio.
Afectos he examinado
en vuestros ojos, que han dado
a mi confianza aprecio.
Decid que soy descortés, 245
que esto es sin duda.
BLANCA
Mirad,
que en cosas de voluntad
lo entendéis todo al revés.
LOPE
¿Pues que significa el llanto
que alegastes sino amor? 250
BLANCA
No deis en apurador,
don Lope, ni apretéis tanto.
LOPE
Pues declaradme primero
el fin de tanta cautela.
¿Queréis que quiera a Isabela? 255
BLANCA
Quiero, don Lope, y no quiero.
LOPE
No entiendo esa paradoja.
BLANCA
Nunca vos sois entendido,
queredla, pero advertido
de que hay dama que se enoja 260
si la amáis demasïado.
Templarse en vos su amor puede
con tal límite, que quede
lugar desembarazado
para otra que más os ama. 265
LOPE
¿Pues he de querer a dos?
BLANCA
Eso averiguadlo vos.
LOPE
¿Quién es la segunda dama?
BLANCA
En eso consiste el todo.
Sacad vos la consecuencia, 270
que yo, Lope, os doy licencia
de entenderlo a vuestro modo.
Respondedle a este papel,
mas de suerte estad en vos,
que en él cumpláis con las dos. 275
LOPE
¿Cómo es posible?
BLANCA
Si en él
de ingenioso hacéis alarde,
la mitad de sus renglones
me dedicarán razones
que yo con estima guarde. 280
Haced lo que en esto os pido,
que quiere ver mi cuidado
si como sois alentado,
don Lope, sois advertido.
LOPE
Viviendo en vuestro favor 285
quién duda que lo he de ser.
BLANCA
Esto es, don Lope, saber
amar por arte mayor.

 (Vase.) 

LOPE
Declarose Blanca ya.
¡Ay amada Elvira mía!, 290
que de hermosa tiranía
haciéndote guerra está,
mal de mi pecho podrá
borrarte, aunque el cielo doble
contra mi firmeza noble 295
ardides de amor violentos,
que a más acometimientos
vive más constante el roble.
¿Podré persuadirme yo
—fol. 18v→
a que Isabela me escriba 300
y que la infanta reciba
el papel que me asombró?
¿Quién, cielos se le entregó
siendo desleal tercero?,
¿o cómo en él considero 305
palabras otra vez dichas?,
¿queréis sacarme desdichas,
del golfo en que desespero?,
¿no afirma que a verla fui
anoche? Pues ¿cómo pudo 310
decir tal cosa, si aún dudo
que Isabela asista aquí?
Su letra y cabellos vi,
¿si a caso los mismos son
que mi nueva pretensión 315
en Asturias piezas hizo?,
¿pues quién, si no es por hechizo,
se los dio a Blanca en León?
 

(Sale BERMUDO.)

 
BERMUDO
Di, que te quejas de vicio,
cuando de Elvira te quejes, 320
que vive Dios, que está Elvira
prototipo de mujeres.
Visitela de tu parte
y hallé apoyando la nieve
de una mano una mejilla 325
de jazmines y claveles.
Sobre un balcón de azul y oro,
porque lo triste y lo alegre
de los celos y el amor
busca estos colores siempre. 330
Miraba los pajarillos
vecinos de unos cipreses,
que si funestos congojan,
ferian esperanzas verdes.
Y envidiosa de sus plumas, 335
dichosos, dijo, mil veces
vosotros, privilegiados
de las cortes y los reyes.
Repliquela yo, y dichosos
pensamientos que merecen 340
ocuparte enajenada
memorias que te suspenden.
Volvió entonces los dos, como
llaman críticos noveles
los ojos en este siglo, 345
que yo, si Dios no me tiene
de su mano, iba a llamarlos
yemas de huevos celestes.
Diome cara, en fin y dijo:
¡Ay, Bermudo, a tiempo vienes 350
que desmentirás pesares,
para que no me atormenten!
Declarado se ha conmigo
la infanta, a don Lope quiere
más que a sus flores el mayo, 355
que a sus yelos el diciembre.
Por una parte Isabela,
por otra Blanca, que puede
por hermosa recelarse,
por coronado temerse. 360
Yo de Ordoño combatida,
amando, sin atreverme
a manifestar pasiones,
que a don Lope han de dar muerte.
¿Qué he de hacer?, ¿qué he de decir? 365
¿Si en medio la esfera breve
del pecho, oculto congojas
que los labios no consienten?
Tal vez animo esperanzas
y tal vez sospechas pierden 370
lo que los créditos ganan,
si celos paciencias vencen
acabarán con mi vida.
Un ardid solo hay que aliente
mi dicha, cuanto difícil, 375
provechoso si se emprende.
Si permitieran temores,
que la vez que se me ofrece
—fol. 19r→
don Lope, pudiera hablarle
del modo que puedo verle. 380
Amor con lengua, aunque niño,
en fe de ser elocuente,
finezas desbaratara
de Blanca que el alma teme.
Pero si ha de ser forzoso 385
cuando a mi presencia llegue,
fingir, porque no peligre,
menosprecios y desdenes.
Siempre en mis ojos rigores,
favores en Blanca siempre, 390
¿quién duda que estos le abrasen
y los otros me le yelen?
Dile pues, que esté advertido,
desde hoy más que cuantas veces
al aborrecible Ordoño 395
le intime, estando él presente,
quejas de amor estudiadas,
son para el rey aparentes,
mas para Lope infalibles.
Porque intento desta suerte, 400
que alentado en mis favores,
los de Blanca no le empeñen.
Que pues le quiere la infanta
y sin que a Ordoño recele,
publica demonstraciones, 405
que las malicias advierten.
Su amante se disimule,
porque industrioso sosiegue,
sospechas que al rey indignan
creyendo que me pretende. 410
Mas que estando yo delante,
procure satisfacerme
de las mudanzas que dudo,
pues de cuanto la dijere,
dándome por avisada, 415
creeré que de mí se entiende,
equivocando sentidos,
el que más me pertenece.
De modo, que cuando yo
hable a Ordoño, ya le muestre 420
voluntad, ya desdeñosa
de sus mudanzas me queje,
ha de entenderlo por sí
tu señor y responderme
en nombre de doña Blanca, 425
disimulando dobleces.
También tienes de advertirle,
que discreto diligencie,
ver un papel que le escribo
al rey y si le leyere, 430
quite de cada renglón
tres sílabas solamente,
que para él van las demás.
Con tal que cuando escribiere
a la infanta, haga lo mismo, 435
que yo acabaré me enseñe,
pues su amor me comunica
los que a su mano vinieren.
Con esta industria, Bermudo,
los riesgos se desvanecen, 440
que nuestro amor desazonan
y venciendo inconvinientes,
podremos comunicarnos,
aunque a los hados les pese,
en presencia de palabra 445
y en ausencia por papeles.
¿Hay firmeza, ingenio, amor,
que se compare con este?
No pueden darla por claustro
diez cátedras las más fieles? 450
LOPE
Puede, Bermudo, mi constante Elvira,
desde donde el sol nace
hasta el sepulcro undoso donde espira,
—fol. 19v→
merecer que por firme y bella enlace
sus sienes la corona, 455
cárcel del alba, si del cielo zona.
Parece que las dos se han concertado
y que Elvira y la infanta determinan
darme de amante el grado
y en fe desto examinan 460
de una misma manera
de mi capacidad la corta esfera.
Quiere Blanca que escriba
a Isabela y responda
a un papel que en pedazos he leído. 465
Pero que me aperciba
a que en él corresponda
a su amor, duplicando su sentido.
¿Tendré yo en un papel industria tanta,
que hable con Isabela y con la infanta? 470
Pues lo mismo, Bermudo,
me ordena doña Elvira
y lo que más me admira,
lo que por imposible tiemblo y dudo,
es que ha de hablar mi equívoca cautela, 475
con Blanca, con Elvira y Isabela.
¿En uno tres papeles?
¿Podrá el ingenio humano
salir dellos airoso?
BERMUDO
Por más que te desveles 480
has de cansarte en vano,
puesto que tengas fama de ingenioso.
LOPE
Pues ven que si he adquirido aquese nombre,
o he de salir con ello o no ser hombre.
 

(Vanse.)

 
 

(ORDOÑO y TELLO.)

 
ORDOÑO
Seas Tello bienvenido, 485
si Sancho a Logroño cerca,
antes que llegue a su cerca,
espero que huya vencido.
TELLO
La guerra toda es estremos,
mas si a su hermana te ofrece 490
por esposa, si apetece
que a nuestra infanta le demos
coronándola en Pamplona.
¿Por qué negarás sus paces?
ORDOÑO
Bien Tello sus partes haces. 495
TELLO
Sancho a don Lope perdona,
su estado le restituye
y a su privanza le vuelve.
ORDOÑO
Si Isabela se resuelve,
que de sus venganzas huye 500
—fol. 20r→
y ampara mi protección,
haré las paces por ella,
mas no espere Sancho vella,
sino es casada en León.
TELLO
¿Que Isabela es la que ampara 505
vuestra alteza de esa suerte?
ORDOÑO
¿Quién contra el tiempo y la muerte
es de amor firmeza rara?
La que no admitiendo a un rey,
por don Lope ha ocasionado 510
las desdichas que han llorado
los dos, tan firme y de ley.
Que peregrina ha venido
desde Francia en confianza
de mi fe, que no hay mudanza 515
que en noble amor cause olvido.
TELLO
¿Hala visto vuestra alteza?
ORDOÑO
No, mas mi hermana procura
piadosa con su hermosura,
que se logre su firmeza. 520
TELLO
¿Cómo, señor, [podrá] ser
que esté Isabela en León,
si mejorando afición
en París, es ya mujer
de Enrique de Fox?
ORDOÑO
¿Qué dices?
525
TELLO
Certidumbres con que allano
quimeras, yo vi a su hermano,
que con medios más felices
del rey Sancho perdonado
y a su gracia reducido, 530
su licencia ha conseguido
y a su hermana ha desposado.
Tan gustoso su rey dello,
que las joyas la envió
de las bodas, siendo yo 535
testigo.
ORDOÑO
Mira don Tello,
que si eso fuese verdad,
mis sospechas resucitas.
TELLO
La opinión desacreditas,
gran señor, de mi lealtad. 540
¿Tengo de engañarte yo?
Porque don Lope no sea
de Isabela, ni él los vea
desposados, permitió
su boda con prisa tanta. 545
ORDOÑO
Como eso no sea mentira,
o Lope ama a doña Elvira
y los ayuda la infanta,
o esta a Lope quiere bien.
Vete Tello.

 (Vase DON TELLO.)28 

Mis desvelos
550
vuelven a engolfarse en celos
para que muerte me den.
 

(DON LOPE dándole a BERMUDO un papel.)

 
LOPE
Dásele en su misma mano.
BERMUDO
¿A la infanta dices?
LOPE
Sí,
anda, que el rey está aquí. 555
 

(Vase BERMUDO.)

 
ORDOÑO
Con algún girón villano
te infamó naturaleza,
por más que de real estirpe
te ensoberbezca la fama
y la opinión te acredite. 560
No es posible que tu padre
fuese noble. No es posible
que descuidando respetos,
no te diese infame origen.
Tú engañoso, aleve, ingrato 565
a las mercedes que te hice,
a la vida que me debes,
a la privanza en que vives.
Por deslumbrar atenciones,
amar a Isabela finges 570
y cuando en Francia se casa,
esposa del conde Enrique.
¿Por qué descuides sospechas,
desimulas que la sirves?
—fol. 20v→
¿A quién en palacio quieres? 575
[LOPE]
Yo, ¿en palacio?
ORDOÑO
Tú, que mides
desbaratados deseos
con mi poder. Tú que humilde
en lo exterior, apeteces
prendas mías.
LOPE29
¿Yo? ¿Qué dice
580
vuestra alteza?
ORDOÑO
¿Lo que es cierto,
osarás tú desmentirme,
testigo yo de mi agravio?
Aleve Isabela asiste
en Francia, no está en mis reinos. 585
Yo sé por cosa infalible,
que en palacio tienes dama,
que ofendiéndome te hechice.
Si te importa asegurarme,
revela secretos, dime 590
quién es la que quieres bien,
que cuando de mí te fíes,
como esta Elvira no sea,
aunque afectos descamines,
tan altos, que a Blanca adores, 595
puesto que el rey me la pide.
LOPE
No permitas gran señor,
que secretos desperdicie,
quien amando, funda en ellos
su valor.
ORDOÑO
Eso es decirme,
600
que con Elvira me ofendes.
LOPE
Doña Elvira me persigue,
tú la adoras, yo soy fiel,
aunque lisonjas me envidien.
No es ese, señor, mi empleo. 605
ORDOÑO
¿Pues cuál?
LOPE
No se les permite
a mis labios el nombrarla.
ORDOÑO
Lope, como yo averigüe,
que a mi Elvira no pretendes,
lograrás suertes felices, 610
que a pesar de tus temores
mi gracia te faciliten.
Tu amigo soy, si tu rey,
no temas por más sublimes
que tus esperanzas vuelen, 615
que mi rigor las derribe.
¿Quieres a mi hermana bien?
¿Callas Lope? Más me dices
turbado y mudo, que hablando.
Declárate, no estés triste. 620
LOPE
Yo adoro, señor, la infanta,
cuando conmigo te indignes,
no por ti mismo te vengues,
déjame que me castigue
yo a mí mismo delincuente 625
y verdugo con partirme
a regiones tan remotas,
que los vivientes me olviden.
ORDOÑO
Mis favorables brazos
serán mejor castigo, 630
muriendo en estos lazos,
tu temor y el recelo que mitigo.
Pues sosegada mi sospecha vana,
te doy Lope en albricias a mi hermana.
LOPE
Tus pies mil veces beso. 635
ORDOÑO
Prosigue tus amores,
que como a hermano mi favor te mira.
Callaré en el progreso,
que medres más favores
y ya seguro de que me ama Elvira, 640
—fol. 21r→
no como Rey, don Lope, como amigo
consultaré de hoy más mi amor contigo.
Este papel me escribe,
repara en discreciones,
mezcladas con temores y recelos, 645
díceme en él que vive
con mil contradiciones
y que la doy, sin merecerlo, celos,
dudosa, aunque soy rey, de mis firmezas,
escucha peregrinas sutilezas. 650
 

(Papel.)

 

  (Lee.) 

«Celosa temo, caro dueño mío,
que os venzan intereses de una infanta.
Perdonad, que en efeto en beldad tanta,
contra amor no es valiente el albedrío.
Causoos don Lope el ciego desvarío, 655
sin culpa de sospechas y desvelos,
¿qué haré yo combatida de mis celos,
si el temor me da causa de culparos?
Muriendo viviré con adoraros,
viviendo moriré por mereceros, 660
contenta, como siempre pueda veros,
penosa mientras no pudiere hablaros.
Olvidad a la infanta mi enemiga,
por mí, mas si es forzoso entretenerla
discreto fingiréis corresponderla 665
con cartas, porque el rey no nos persiga.
A mucho la razón de estado obliga,
armado su poder es riguroso,
vencelde o resistilde generoso,
pues sabéis que el valor vitorias gana, 670
no llore mi esperanza, no sea vana,
Ordoño, si con justa acción merezco
por leal, cuando yo al rey aborrezco,
más amor, más finezas que su hermana».
¿Qué dices?30
LOPE
Que vuestra alteza
675
con cualquier ponderación
que ensalce su discreción
no ha de igualar su agudeza.
¡Qué ingenio!, ¡qué sutileza!
ORDOÑO
Más por ti mi fuego animo, 680
—fol. 21v→
más sus palabras sublimo.
LOPE
Firmeza en el mundo rara,
como si conmigo hablara
el papel, ansí le estimo.
Vuestra alteza me permita, 685
que palabra por palabra,
a solas misterios abra,
de tanta preñez escrita.
Que si mi ingenio la imita
y agora a estudiar empieza, 690
la tierna delicadeza,
que alabo y admiro aquí,
el papel es para mí,
más que para vuestra alteza.

 (Dale el REY el papel.) 

ORDOÑO
Ten, don Lope, mi amor quiero 695
desde hoy confiarte,
di más, porque en esta parte,
te permito adulador.
No anduvo bien mi rigor,
en persuadirse de veras, 700
de sospechas y quimeras,
pues si tú a mi Elvira amaras,
ni su papel celebraras,
ni su amor me encarecieras.

 (Vase.) 

LOPE
Hablad vos discreta mía 705
conmigo agora, el disfraz
quitad, que para mi paz
niebla al sol encubre el día.
Leedme filosofía
de amar por arte mayor, 710
sabrá el mundo que es error,
decir que es de amor la esencia,
inclinación y no ciencia,
pues ya estudia artes amor.
Las tres sílabas primeras 715
me mandó quitar mi dama,
en que al rey de burlas ama
y a mí en las ocho de veras.
¡Oh amor!, solo tú pudieras
dar salida a mi deseo, 720
por ti renovados veo,
jeroglíficos de Egito.
Cortezas al fruto quito
y lo que me toca leo.
 

(Papel.)

 

  (Lee.) 

«Temo, caro dueño mío, 725
intereses de una infanta,
que en efeto en beldad tanta,
no es valiente el albedrío.
Lope, el ciego desvarío
de sospechas y desvelos, 730
combatida de mis celos,
me da causa de culparos.
Viviré con adoraros,
moriré por mereceros,
como siempre pueda veros, 735
mientras no pudiere hablaros.
A la infanta mi enemiga
es forzoso entretenerla,
fingiréis corresponderla,
porque el rey no nos persiga. 740
La razón de estado obliga,
su poder es riguroso,
resistilde generoso,
que el valor vitorias gana.
Mi esperanza no sea vana, 745
si con justa acción merezco,
cuando yo al rey aborrezco,
más finezas que su hermana».
La vitoria la conceda,31
el que a doña Blanca escribo, 750
puesto que en él apercibo
a enigmas que entender pueda.
Si en mí vuestro ingenio inspira,
amor, sutileza tanta,
con lo que hablaré a la infanta, 755
satisfaré a doña Elvira.

 (Vase.) 

  —fol. 22r→  
 

(BLANCA y ELVIRA.)

 
BLANCA
Persuadile a que Isabela
por su causa asiste aquí.
ELVIRA
Ya del papel advertí
rasgado, traza y cautela. 760
BLANCA
En este, Elvira en efeto
a mi instancia la responde
y en él, ingenioso esconde,
otro para mí, secreto
que solo puede fiarse 765
de tu cuerda discreción,
divide cada renglón
y verás manifestarse,
su ingenio a su amor igual.
ELVIRA
En fin, ¿que el sutil papel 770
es de a dos?
BLANCA
Verás en él
prodigios de su caudal.
ELVIRA
Sí, mas no hace vuestra alteza
bien, si ha sabido su historia,
en volverle a la memoria 775
recuerdos de su belleza.
BLANCA
Si Isabela en Francia está
casada, ¿en qué ha de ofenderme?
ELVIRA
En despertar a quien duerme.
BLANCA
Presto a dormir volverá. 780
ELVIRA
¿De qué servirán papeles,
favores, prendas, cabellos,
sino de aumentar con ellos,
llamas en que le desveles?
BLANCA
Consejera eres valiente, 785
tus prevenciones alabo,
pero hasta que estés al cabo
del fin y traza presente,
no me arguyas, oye agora
cuan delgadamente vuela, 790
pluma que escribe a Isabela
y en ella mi nombre adora.
 

(Papel.)

 

  (Lee.) 

«Aunque amante me juzguéis,
de otro gusto y como ingrato
me presumáis todo olvido, 795
yo soy vuestro y no os agravio.
El rey suspira Isabela,
celoso como indignado,
porque ignora que disculpa
mis desvelos, [amor] casto. 800
No os asombre vengativo,
cuando sepa que en su estado
don Ordoño favorece
el amor nuestro, don Sancho.
Su poder con el de Ordoño, 805
aunque temido, es muy flaco,
contra el de amor todo encendio,
es pequeño el de Alejandro.
Que he de morir es sin duda,
si os perdiese mi cuidado, 810
Blanca por vos se desvela,
será cierto el ampararnos.
O ha de ser en yugo eterno,
vuestra belleza el descanso
de mi esperanza, o la muerte 815
el remedio, aunque inhumano.
De don Lope, prenda mía,
estad segura entre tanto,
que será con fe invencible,
bronce en quereros y amaros. 820
Doña Elvira que os dio celos,
a Ordoño adora o su estado.
Ni la quise en vuestra ofensa,
ni deseo pues os amo».
ELVIRA
Ay, no se hace mención 825
de vuestra alteza.
BLANCA
No alcanzas,
para rendirle alabanzas,
misterios desta invención,
si estudias de cada verso
la primer razón no más. 830
Juntándola, hallarás
alma de estilo diverso.
Oye cláusulas primeras,
—fol. 22v→
confesarás ser forzoso,
que para ser ingenioso 835
un hombre, ha de amar de veras.
 

(Papel.)

 

 (Lee.) 

«Aunque amante de otro gusto
me presumáis, yo soy vuestro,
el rey suspira celoso,
porque ignora mis desvelos. 840
No os asombre cuando sepa
don Ordoño el amor nuestro,
su poder aunque temido,
con el de amor, es pequeño.
Que he de morir si os perdiere, 845
doña Blanca, será cierto,
o ha de ser vuestra belleza
de mi esperanza remedio.
De don Lope estad segura,
que será bronce en quereros, 850
doña Elvira adora a Ordoño,
ni la quise, ni deseo».
ELVIRA
Agradezco el desengaño
y alabo el entendimiento,
digno de que en vuestra alteza, 855
halle aplauso, estima y premio.
Solo falta declararme,
para qué podrá ser bueno
tanta preñez de ese enigma,
tanto examen de su ingenio. 860
BLANCA
Dio mi hermano al de Vizcaya,
bien que sin consentimiento
de mi gusto, fe de hacerle
cuñado suyo y mi dueño.
Este pues que belicoso 865
por Belona agravia a Venus,
más soldado que galán,
desazonando conciertos.
Al rey mi hermano ocasiona,
que dé oídos a los medios 870
de paz, que el rey de Navarra
nos propone con el trueco
de hermanas, que nos le pintan,
en mis amores tan tierno,
cuanto al duque de Vizcaya 875
descuidado por guerrero,
dale a su hermana Leonor
porque yo le admita. Y pienso
que hechizos de su hermosura,
desbaraten nuestro empleo. 880
Entre tanto pues Elvira,
que consulta pensamientos
y resuelve ambigüedades,
asegurarle pretendo.
De sospechas maliciosas, 885
que aunque libre de tus celos,
sosiega, a Lope imagina
que tiene en palacio empeños.
Que su quietud descomponen
y en fee desto, tan atento 890
registra su vista y pasos,
que recelosa sospecho,
que ha de saber que me sirve.
Y así prevenida intento,
que papeles le deslumbren, 895
sin que alcance los misterios
que oculta en la superficie,
el alma de aqueste cuerpo.
Porque juzgándole amante
de Isabela, al fin desmiento 900
curiosidades de Ordoño
y los dos nos entendemos.
Llévasele doña Elvira
al rey mi hermano, fingiendo
que a Isabela le despachas 905
por mi orden. Pues con esto
acabas de persuadirle,
a que no te da desvelos
la voluntad que don Lope
ocupa en amar ajeno. 910
A las dos nos está bien
esta industria, pues podemos
—fol. 23r→
yo descaminar malicias
y tu asegurar sus celos,
ELVIRA
El arbitrio es estremando, 915
ejecutarele luego.
BLANCA

 (Dala el papel.)32 

Toma y dásele, que amor
si no engaña, no es discreto.

 (Vase.) 

ELVIRA
Si es discreto amor que engaña,
denle a don Lope el imperio 920
de las traiciones que he visto
y en estas cláusulas leo.
A Isabela y Blanca escribe,
y en un papel dos estremos,
su ingenio y su ingratitud 925
me dificulta el tercero.
Una vez me nombra en él
y esta, ¡ay aleve!, diciendo:
doña Elvira a Ordoño adora,
ni la quise, ni deseo. 930
Valiose del artificio
que le advertí; el instrumento
de mis penas me ha labrado,
pues con mis armas me ha muerto.
 

(Sale BERMUDO.)

 
BERMUDO
Sola está, dichoso he sido. 935
ELVIRA
¿Pues, Bermudo?
BERMUDO
En cumplimiento
de lo ordenado a tu amante.
Pero pues el papel veo
en tu poder, ya lo sabes.
ELVIRA
Sé, Bermudo, por lo menos, 940
que pinta la ingratitud
a don Lope como al tiempo,
con dos caras.
BERMUDO
Si lo dices
por el papel que te ha puesto
la tal infanta en las manos, 945
añade el rostro tercero,
hallarasle para tres,
Isabela, Blanca y luego
para vuestra fermosura.
ELVIRA
¿Para mí?
BERMUDO
¿No has dado en ello?
950
ELVIRA
Del de Isabela y la infanta
me consta, esotro no entiendo,
dónde o cómo se me oculte.
BERMUDO
Pues quita del primer verso,
de cada una redondilla 955
la mitad y componiendo
un cuartete, admirarás
de tu amor trinos aspectos.
Ve zarandando palabras,
entre la paja escogiendo 960
los granos, que ese papel
es de linaje de harneros.
ELVIRA
¿Qué se encubre aquí billete
para mí?
BERMUDO
Como mostrenco
cuadrúpedo, si en sus cuatro 965
pies reparas. Léele.
ELVIRA
Leo.
 

(Papel.)

 

 (Lee.) 

«Aunque amante, el rey suspira,
no os asombre su poder,
que he de morir o ha de ser
de don Lope, doña Elvira». 970
BERMUDO
En un papel dos romances
y una redondilla dentro,
para tres damas distintas
tres yemas en solo un huevo,
¿no es notable el triunvirato?, 975
¿qué dices?
ELVIRA
No sé qué tengo,
cuando más Lope me admira
más temor, confianza menos.
Hasta agora Blanca y yo
igual fortuna corremos, 980
amadas las dos en cifra
con un artificio mesmo.
Si de su fe me asegura
por enigmas en secreto
afirma que ama a la infanta 985
y con un mismo argumento,
o nos quiere a las dos juntas
—fol. 23v→
o engañando a la una, temo,
que siendo yo esta, idolatre
altezas que heredan reinos. 990
BERMUDO
Lógica estás. ¿Pero cuándo
los amantes no arguyeron
en Bárbara y encelaren,
siendo bárbaros los celos?
Yo no estudié silogismos, 995
examínale tú en ellos,
pues viene el rey con don Lope
y invencionera has dispuesto,
que a lo que a Ordoño dijeres
delante dél, esté atento, 1000
dándose por entendido,
cumplirás con el proverbio
de «A ti te lo digo hijuela»,
mientras voy a dar un tiento,
al poste destos cuidados, 1005
pues tus súmulas aprendo.

 (Vase.) 

 

(ORDOÑO, DON LOPE y DOÑA BLANCA.)

 
ORDOÑO
Esto le ha de estar mejor.
BLANCA
Si sus cuidados me fía
Isabela.
ORDOÑO
Blanca mía.
Lope tiene más amor 1010
a otra dama. Yo he de ser
ejecutor de su gusto.
BLANCA
Contra Isabela, no es justo.
ORDOÑO
Él te podrá responder.
LOPE
Yo sujeto mis acciones 1015
al gusto de vuestra alteza
y de la infanta.
ORDOÑO
Belleza
digna de ponderaciones
la apercibe mi favor,
que a don Lope quiere bien. 1020
BLANCA
¿Y quién es esa?
ORDOÑO
Ese quien
te ha mudado la color,
una infanta tan hermosa
como tú.
BLANCA
Sino lo es más,
a Isabela vengarás. 1025
Pero infanta para esposa
de don Lope, sino lo es
Leonor de Navarra, ignoro,
no siendo hija de un rey moro,
que la haya en España.
ORDOÑO
¿Pues?
1030
¿Tan mal le estará a Leonor
don Lope su primo hermano?
BLANCA
Apeteciendo tu mano,
mal tendrá a don Lope amor.
ORDOÑO
Mal o bien, no me aventures 1035
a lo que juré callar,
que me vendré a declarar,
hermana, cuando me apures.
¡Oh mi Elvira!, ¿vos aquí?,
¿de qué tan triste y suspensa? 1040
ELVIRA
Amenazas de una ofensa,
me tienen, señor, ansí.
ORDOÑO
Ofensas amenazadas
mientras os adoré yo,
si es amor quien las temió, 1045
no las tiemble ejecutadas,
que estoy yo de parte vuestra
y las sabré suspender.
ELVIRA
Entre esperar y temer,
amor sus congojas muestra. 1050
Porque si vos, gran señor,
sois quien causa mis desvelos,
¿cómo aplacaréis recelos
que os fiscalizan su autor?
ORDOÑO
Haceisme agravio en temer 1055
mudanzas de quien os quiere
como yo.
LOPE

 (Aparte.)33 

Cuanto dijere
al rey, tengo de entender,
que por mí lo dice Elvira.
Celosa de Blanca está, 1060
¿cómo la satisfará
quien entre riesgos suspira,
que si la hablo me amenazan?
ELVIRA
Yo, gran señor, perseguida
desta sospecha homicida, 1065
juzgando cuan mal disfrazan
—fol. 24r→
metáforas los agravios
que hasta aquí el recato pudo
atormentar mi amor mudo,
he de atreverle a los labios. 1070
Vos a la infanta, señor,
adoráis o entretenéis,
porque a su hermano teméis
o porque pagáis su amor.
Papel tuve yo en mi mano, 1075
en que afectos encubrís,
cuando conmigo cumplís
y con ella, ved si es vano
el recelo que de vos
tengo. Si en tales acciones 1080
con unos mismos renglones
queréis engañar a dos.
O si probare ser fieles
finezas, puesto que raras,
de cláusulas con dos caras, 1085
que infaman vuestros papeles.

 (Llora.) 

ORDOÑO
¡Ay lágrimas que me llevan
las potencias que os consagro,
cesad, que será milagro
que a pares los soles lluevan! 1090
Estimad de perlas tantas,
el adorado valor,
pues vale más la menor,
que todo un mundo de infantas.
¿Qué papel, señora, es este?, 1095
¿qué enigmas?, ¿qué ambigüedades?,
¿qué engaños?, ¿qué novedades?
La verdad os manifieste
don Lope, mi hermana, el cielo
que conoce mi cuidado. 1100
¿Qué importa que intente armado
dar causa a vuestro recelo
el de Navarra, si sale
vuestro hermano a la defensa?
No es posible aunque lo piensa, 1105
que el suyo a su esfuerzo iguale.
¿Qué importa que con Leonor
la paz pretenda que pide,
si estrellas con el sol mide?,
¿si la noche al resplandor 1110
del día osa comparar?
¿Qué importa que infanta sea,
si vos reináis en mi idea
con méritos de imperar?
 

(DON MELENDO de soldado.)

 
MELENDO
Dame, gran señor, los pies. 1115
ORDOÑO
¿Melendo vienes vencido?
MELENDO
No, sino tan vitorioso
cuanto es de más fama digno
el capitán que sin sangre
conserva el acero limpio 1120
y entre el bélico laurel
teje la paz al olvido.
Tráigote al rey de Navarra,
si no preso, tan tu amigo,
que huésped tuyo pretende 1125
hacerte juez de ti mismo.
ORDOÑO
¿Qué dices?
MELENDO
Que en la Rioja
los estandartes tendidos,
presentadas las batallas
y ya los campos vecinos, 1130
al tiempo de acometer
se interpusieron ministros
del cielo, que religiosos
templaron marciales bríos.
Llegamos el rey y yo 1135
a vistas, y en ellas quiso
comprometer en tus manos,
viniendo a verte conmigo,
don Sancho sus diferencias.
Retirar sus gentes hizo 1140
y desnudando el arnés
diez de los suyos previno
que solo le acompañasen.
—fol. 24v→
Acepta su compromiso,
recíbele generoso, 1145
dale los brazos benigno
y advierte que está en palacio.
ORDOÑO
Su resolución admiro,
y aunque imposibles pretende,
si a pedirme a Blanca vino, 1150
porque yo admita a su hermana,
cuando a Elvira el alma rindo,
la confianza que ha hecho
de mí, adquirirá propicios
retornos, que desempeñen 1155
afectos que en él estimo.
Ven a recebirle, Lope.
 

(Vanse ORDOÑO y DON MELENDO.)

 
LOPE

 (Esto dice a la INFANTA.)34 

Ya señora me apercibo
a vengar agravios reyes,
que me anuncian precipicios, 1160
o a cumplir con los efectos,
palabras que por escrito
entre cifras misteriosas
han disfrazado sentidos.
Temo a un rey competidor, 1165
y al paso que en vos he visto
perseverancias de bronce,
dudo desaires de vidrio.
Sed vos firme en lo propuesto,
seré yo a los vientos risco 1170
y vos y yo dos constantes,
que el mundo asombre prodigios.

 (Vase.) 

ELVIRA
¡Qué fe!
BLANCA
¡Qué lealtad!
ELVIRA
¡Qué amor!
BLANCA
¿Qué dices desto?
ELVIRA
Que admito
quilates de tal fineza. 1175
Señora, en el grado mismo,
que si yo fuera su dama,
y que cuanto aquí te ha dicho
me deja tan obligada
como si hablara conmigo. 1180
 

(El rey DON SANCHO de soldado, el rey ORDOÑO, BERMUDO y todos.)

 
SANCHO
Quede a la curiosidad
de la opinión, cual ha sido
entre vuestra alteza y yo,
el que mayor hazaña hizo,
o yo, que en vuestro poder 1185
mi seguridad, confío
del valor que en vos conozco,
o vos, que no vengativo,
sino magnánimo afable,
renunciastes el dominio 1190
que sobre mí en vuestro reino
y en vuestra fee deposito.
¡Oh gran señora! Por vos
daré materia a los libros
que me juzguen temerario 1195
en los riesgos que acredito,
con las mejoras de veros,
pues si dichas examino,
sin vos cautivo reinaba,
ya por vos reino cautivo. 1200
BLANCA
No nos usurpe ese nombre
vuestra alteza, pues vencidos
de la fee en que nos empeña
con nuevo ardid ha adquirido
la corona destos reinos, 1205
ya con su presencia ricos.
SANCHO
Vencedor de mis pasiones,
Lope, por vos ofendido,
de Isabela desdeñado,
de Ordoño, que es vuestro asilo, 1210
por defenderos quejoso,
a Isabela con Enrico
casé en Francia, a vos os vuelvo
a mi gracia, a Ordoño obligo,
entrándome por sus puertas, 1215
a que venza descaminos
—fol. 25r→
de un amor bien empleado,
pero mal reconocido.
Doña Elvira ama a don Lope,
don Lope de su albedrío 1220
la hizo dueño y porque temen
vuestro enojo y sus peligros,
fingiendo aborrecimientos
exteriores, se han valido
de ardides disimulados 1225
que en su favor os aviso.
Mi intercesión, rey, imploran,
y en fe, señor, de que os digo
verdades, ved esta carta
que doña Elvira me ha escrito. 1230
¿Quién duda que vuestra alteza
cuando yo agravios olvido,
no querrá que en esta parte
me blasone presumido
que fui para más que vos? 1235
ORDOÑO
Don Lope, ¿qué es esto?
LOPE
Arbitrios
de amor que crece entre riesgos,
ya gigante, si antes niño.
ORDOÑO
En fin, Elvira, he cobrado
desdenes por beneficios 1240
de vos.
ELVIRA
Es, señor, don Lope
acreedor más antiguo.
ORDOÑO
Blanca sed vos deste agravio
riguroso juez.
BLANCA
Yo admito
el tribunal, y sentencio 1245
que por desagradecidos
tengan Elvira y don Lope
sus deseos por castigo,
y la infanta de Navarra
en vuestro amor premio digno. 1250
ORDOÑO
No apelo de la sentencia,
antes, Blanca, la confirmo,
pagándoos vuestros derechos
con que don Sancho mi primo
os dé la mano de esposo. 1255
SANCHO
Si tantas dichas consigo,
triunfad de mí y de Navarra.
ORDOÑO
En su corte determino,
yendo con vos, nuestras bodas.
BERMUDO
¡Vítor, Sancho! ¡Ordoño, vítor! 1260
LOPE
Merezcan que se lo llamen,
en fee del nuevo artificio
de amar por arte mayor,
los deseos con que os sirvo.



 
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