Mario Benedetti, «Rasgos y riesgos...», op. cit., p. 141. Nótese el paralelismo con estas otras declaraciones de Félix Grande: «Creo que se tiende hacia una poesía que sea a la vez comprometida y libre. Comprometida con el pensamiento filosófico e histórico y libre en cuanto a la investigación sobre nuevas formas expresivas mediante las cuales la carga de rehumanización sea manifestada de un modo más eficaz y, en definitiva, más social». En José Batlló, Antología de la nueva poesía española, Madrid, El Bardo, 1968, pp. 346-349.
Octavio Paz, «Poesía e historia (Laurel y nosotros)», Sombras de obras, Barcelona, Seix Barral, 1986.
Mario Benedetti, «Rasgos y riesgos...», op. cit., p. 139. Ese camino de ida y vuelta de un tipo de poesía a otro está explícito en un poema de Cintio Vitier titulado «Cántico Nuevo» y en otro de Jaime Gil de Biedma: «El juego de hacer versos».
Ha habido otras denominaciones pero sin encontrar tanto éxito como forma aglutinadora de todas las tendencias: «neorrealismo» (Yurkiévich), «nuevo realismo» (Fernández Retamar), «poetas comunicantes» (Mario Benedetti), «poesía situada», «realismo coloquial» (Norma Klhan), «poesía exteriorista» (Cardenal), «generación del 59» (Pacheco), «poetas de la claridad» (Schopf).
Roland Barthes, La aventura semiológica, Barcelona, Paidós, 1993, p. 77.
De hecho, la necesidad de nominalizar las generaciones es un fenómeno casi exclusivo de los siglos XIX y XX y se corresponde con la vinculación de la literatura a los fenómenos de comunicación de masas y a la servidumbre del mercado.
La fecha de 1968 coincide con la polémica publicación en Cuba de Fuera del juego de Heberto Padilla y de la obra teatral Los siete contra Tebas de Antón Arrufat. También con la publicación de la Antología de la nueva poesía española de José Batlló donde se atisban los cambios que se iban a producir en la poesía española en la década de los setenta. Acerca de la desconfianza progresiva de algunos intelectuales con respecto a la revolución cubana y de ciertas afinidades y antipatías personales resulta ilustrativa la lectura de las Memorias de Carlos Barral (pp. 601-624).
En realidad, el viejo debate con nuevos argumentos entre «poesía pura» y «poesía impura».
Citado en Carmen Riera, La escuela de Barcelona, Barcelona, Anagrama, 1988, p. 152.
Citado en Carmen Riera, op. cit., p. 153.