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M. Fernández, Epistolario, Buenos Aires, Corregidor, 1991, pp. 93 y 47 respectivamente. Las citas corresponden a dos cartas: la primera dirigida a Alberto Hidalgo y fechada en 1933, la segunda dirigida a Ramón Gómez de la Serna y fechada en 1928.



 

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Ródenas alude a la «fisura» que representan, en el marco del pensamiento orteguiano, los consejos que expone con respecto a este asunto en Ideas sobre la novela: «Lo que está aconsejando es que no se perturbe la ilusión de realidad creada por el relato, que es justo lo contrario que había señalado como rasgo común a la fenomenología del arte deshumanizado»; señalando que «En la práctica, los narradores de los veinte desobedecieron cuidadosamente este consejo y tendieron a escribir obras acusadamente autorreferenciales, en las que se hacía ostensible el carácter artificioso del relato, las técnicas de composición o en las que los personajes adquirían una bizarra conciencia ontológica y platicaban con el novelista, que entraba a la pata la llana en el universo imaginario» (D. Ródenas de Moya, ob. cit., p. 42).



 

62

José M. del Pino, Montajes y fragmentos..., p. 74. Vid. también D. Ródenas de Moya, ob. cit., p. 44.



 

63

A. Martínez-Collado, «Introducción. Modernidad y nostalgia en la reflexión estética de Gómez de la Serna», en R. Gómez de la Serna, Una teoría personal del arte. Antología de textos de estética y teoría del arte, Madrid, Tecnos, 1988, p. 21.



 

64

M. Fernández, «Prólogo que cree saber algo, no de la novela, que esto no se le permite, sino de doctrina de arte», Museo de la novela de la Eterna (Primera novela buena), Buenos Aires, Corregidor, 1975, p. 39.



 

65

Waltraut Flammersfeld, «Pensamiento y pensar de Macedonio Fernández», en M. Fernández, Museo de la novela de la Eterna, edic. crít. de A. M.ª Camblong-A. de Obieta (coords.), p. 428.



 

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En «El concepto de la nueva literatura. ¡Cumplamos nuestras insurrecciones...!» (1909) señalaba ya ese rechazo a la literatura anterior porque no había en ella «un apasionamiento, ni una blasfemia, ni un equívoco, ni una impertinencia, ni un desmán. No hay en ella un ESTADO DE CUERPO», apuntando: «En el trabajo que voy a leer he tratado de deducir el concepto de la nueva literatura. Sin embargo, está forjado más en vista de lo inédito que de lo hecho hasta hoy, de un inédito que se trasluce ya en la vida, donde -diré con toda fiereza- todo es inédito aún, conmovedora e inefablemente inédito»; y más adelante: «La primera influencia de la literatura es la vida, esta vida de hoy desvelada [...]» (En R. Gómez de la Serna, Una teoría personal del arte..., pp. 61, 55 y 57 respectivamente).



 

67

Vid. A. Martínez-Collado, «Introducción. Modernidad y nostalgia en la reflexión estética de R. Gómez de la Serna», en Gómez de la Serna, ob. cit., p. 19 y ss.



 

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R. Gómez de la Serna, «Prólogo» a Greguerías, en Obras selectas, Barcelona, Editorial AHR, 1971, p. 870.



 

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Texto publicado en Revista de Occidente, año VIII, n.º LXXXIV, Madrid, junio 1930, pp. 348-391; después incluido, con el título de «Humorismo» en Ismos (1931). Recogido en R. Gómez de la Serna, Una teoría personal del arte..., pp. 203-226.



 
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