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Hablar de Concha López Narváez en Literatura Infantil y Juvenil, es definir la Literatura Infantil y Juvenil, es hablar de una de sus mejores representantes, Concha escribe pensando en niños y jóvenes con una calidad, una rigurosidad y una gracia que consigue que hasta los más acérrimos defensores de los clásicos se rindan y digan que ahora hay algunas cosas bien escritas.
Nació en Sevilla pero casi enseguida se fue a vivir a Sanlúcar la Mayor, un pueblo blanco, al borde mismo del Aljarafe, derramado casi en la ribera del río Guadimar.
«Mi niñez fue alegre y libre, plena de sol, de campo y de juegos. Aunque también conocí una tristeza que no me estaba destinada, era la de mis amigos, los hijos de los campesinos, que en aquellos años de posguerra tenían la escasez y la enfermedad permanentemente sentada a la puerta de sus casas. Por fortuna los niños suelen olvidar sus penas cuando se alejan de ellas. Y mis amigos eran alegres poseedores de ilusiones y fantasías: un caballo de palo, un tren hecho de sillas, un coche que era sólo el manillar de una vieja bicicleta... Tarzán, Ivanhoe, el Guerrero del Antifaz»...
Estudió el bachillerato y se licenció en Filosofía y Letras en la especialidad de Historia de América, en Sevilla, durante algunos años dio clases en B.U.P. y se dedicó a la investigación histórica, un problema familiar la alejó de las aulas y la rescató para el mundo de la Literatura.
«En ambas profesiones me he sentido muy a gusto, el contar y el escuchar, el poder transmitir una esperanza es lo que me gusta, pero he de reconocer —16→ que ahora trabajo mucho más, los niños me reclaman y siempre estoy de colegio en colegio, no tengo casi tiempo para mis cosas y tengo una casa, un marido, cuatro hijos».
Casada con Carmelo Salmerón, ingeniero de Telecomunicaciones y madre de María, Rafael, Miguel y Teresa. Concha ha conseguido que de diversas maneras toda la familia participe con ella en esta tarea de la Literatura, son sus primeros lectores y siempre tiene en cuenta sus críticas y consejos, en colaboración con su marido ha publicado varios libros, El parasubidas, El visitante de la madrugada... Y Rafael ha ilustrado maravillosamente cuentos para los más pequeños, No eres una lagartija, El viaje de viento pequeño...
La novela histórica y los libros que tratan del campo y de los animales son sus preferidos, aunque también le gusta escribir sobre otros muchos temas. Quizás la clave de su éxito sea que en todos resalta los aspectos emotivos como la amistad o el amor, además de la leyenda, la aventura, la intriga.
El amigo oculto y los espíritus de la tarde obtuvo el Premio Lazarillo en 1984. En 1989 La tierra del sol y de la luna fue incluida en la lista de honor del IBBY. Algunas de sus obras han sido incluidas en la lista de honor de la CCEI: El amigo oculto y los espíritus de la tarde; Nieve de julio; Endrina y el secreto del peregrino; Amigo de palo, y obtuvieron el primer premio de la CCEI sus obras: La colina de Edeta y Memorias de una gallina. Ha sido finalista del «Premio Nacional» y candidata por España del premio «Andersen».
Su premio más querido es el amor de su familia y la aprobación y el cariño de su público. Su mejor libro, siempre el último en el que ha centrado sus esfuerzos e investigaciones. Satisfecha con todos, cada libro tiene su esencia y su personalidad, pero como a los hijos a todos se les quiere.
La Historia de España contada con una singular riqueza y rigurosidad la encontramos en libros como La colina de Edeta (España Calpe, 1986): Siglo III a.C., tiempo de los íberos, su forma de vida, sus costumbres, su enfrentamiento a los sucesivos invasores, cartagineses, romanos, en medio de estas luchas la amistad entre un chico y una chica íberos y el hijo de un comerciante griego es una defensa de las relaciones interculturales y la no discriminación de personas por su raza, sexo o religión.
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Il. de Rafael Salmerón López para El viaje de Viento Pequeño de Concha López Narváez y Carmelo Salmerón (León: Everest, 1996, p. 9)
—18→La vida en el siglo XII, el Camino de Santiago, sus peligros y aventuras, lo que significó el espíritu religioso de la época, los señores feudales y toda su corte, la vida en las ciudades y monasterios en Endrina y el secreto del peregrino (Espasa Calpe, 1987).
La convivencia en la Nueva España de sus tres culturas, árabe, judía y cristiana, el predominio de esta última y la progresiva expulsión de judíos y musulmanes de la Península, rompiendo lazos de amistad y tolerancia, un canto a las relaciones interculturales en: La tierra del sol y de la luna (Espasa Calpe, 1986), Vega de Granada, siglo XVI, cuando la paz fue imposible, personajes y hechos reales y una bella historia de amor, amistad y fidelidad entre dos culturas. El tiempo y la promesa (Bruño, 1990), ciudad de Vitoria, 1492, los judíos tienen que salir de España, una historia de odios y rencores, pero también de comprensión y tolerancia, de amistad y de fidelidad. Un pueblo hace a otro una promesa que jamás ha sido quebrada.
Libros para presentar y trabajar con los alumnos de último ciclo de Primaria y primero de Secundaria y para estudiar de una manera diferente y asequible la Historia sin dejar por eso de ser rigurosa.
«La Historia de un país forma parte de su patrimonio. Conociendo el pasado, asumiéndolo, se puede comprender el presente y quizás mejorar el futuro. Pero la Historia no es una suma de nombres y fechas. La historia es vida, y por tanto es emoción, aventura, alegría, tristeza»...
El fuego de los pastores (Espasa Calpe, 1987) y el último Las horas largas (Anaya, 1997) nos presentan el tema pastoril con el rico lenguaje propio desconocido para la mayoría pero que Concha conoce al haberse criado en el campo y que como en los demás libros históricos aclara en un glosario. El primero narra la vida de pastores sedentarios, viven en un Cortijo lejos de sus casas, ayudan a pasar los días contando historias. En el segundo pastores trashumantes, el tema de la Mesta, sus peculiaridades, privilegios y problemas.
«He necesitado investigar mucho para escribir esta última novela pero a medida que me adentraba en el tema, iba descubriendo nuevas facetas que me interesaban y me animaban a continuar, además he conseguido un final feliz».
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En El amigo oculto y los espíritus de la tarde (Noguer, 1985) nos encontramos con una buena dosis de intriga y en algunos momentos hasta de miedo a lo que va a pasar, un pueblo abandonado, un pastorcillo que al morir su abuelo junto con el que cuidaba el pueblo por si alguna vez volvían sus vecinos, asume las tareas de conservación, tiene 13 años, un poco de desasosiego, una gran voluntad y un amigo oculto con el que se comunica misteriosamente y con el cual logra salir de algunos apuros. No pertenece verdaderamente al relato de terror pues tiene una gran dosis de ternura de amor, de relaciones humanas pero es un pionero.
Se inicia en serio con los relatos de terror al escribir La sombra del gato y otros relatos de terror (Alfaguara, 1991). Cuatro cuentos a cual más espeluznante. La sombra del gato, ¿cómo es posible que dejemos conscientemente crecer la maldad? La isla de los hombres feroces, ¿por qué buscamos excusas para no reconocer la realidad? La verdadera muerte de Sir William de Letchword, cobardía, miedo, honor, venganza, orgullo todo entremezclado. El anillo del alquimista, o la ambición sin límites.
«No estoy muy segura de por qué escribí estos relatos. Quizás para tratar de responder algunas preguntas que me inquietaban: ¿Qué ocurre cuando alguien deja totalmente libre el mal potencial que todos llevamos dentro? ¿Cualquiera puede ser esencialmente perverso o son las circunstancias las que empujan a la perversidad? ¿Quién puede detener al mal cuando ha crecido demasiado? ¿Se convierte entonces en algo ajeno a la voluntad del que lo desencadenó y adquiere una identidad propia, como si se tratara de una criatura incorpórea? ¿Cuál es la capacidad de destrucción de ese mal? ¿Quién o quiénes son sus principales víctimas? ¿Puede alguien defenderse de él?»...
La tejedora de la muerte (Bruño, 1994). Un relato de misterio con momentos de terror, una historia en que la vida y la muerte, el pasado y el presente se confunden y entretejen, una historia que nos entretiene mientras olvidamos nuestros temores íntimos, al cerrar el libro el mal y el miedo están controlados y vencidos.
El visitante de la madrugada (Bruño, 1996). Seis cuentos a cual más inquietante con temas como: ¿puede un cuadro ser un asesino?, ¿se convierten —20→ los sueños en realidad?, ¿sienten las piedras?, ¿puede uno mismo asesinarse?, ¿se cumplen las maldiciones a través de los tiempos?...
Tres títulos perfectos para «libro forum» con los mayores, si están interesados en el tema, primer ciclo de Secundaria e incluso un poco más mayores. Podemos completar el cuarteto de terror con un clásico al alcance de estas edades, El escarabajo de oro y otros relatos de Edgar Allan Poe. Trabajar las reacciones humanas y como a veces nos dejamos llevar en nuestras actuaciones por fantasías y sugestiones.
Cuentos para contar, cuentos para primeros lectores, cuentos fáciles de leer, atractivos por sus ilustraciones y por el tema y muy adecuados para recrear en Plástica y Dramatización. No estoy solo aunque me lo parezca, ¿qué soy? y ¿qué voy a ser?, son cuestiones que dan mucho juego para entablar discusiones y diálogos con los más pequeños.
El amigo de palo (SM, 1988), la amistad hay que demostrarla siempre pero sobre todo cuando nuestro mejor amigo, aunque sea un espantapájaros, está en peligro.
No eres una lagartija (Anaya, 1996), no eres una mariposa, no eres una mariquita, no eres un saltamontes, no eres un caracol, no eres... entonces ¿qué soy?
El viaje de Viento Pequeño (Everest, 1996), Viento pequeño acaba de nacer pero ya tiene una cosa clara: él quiere ser un viento de importancia, pero ¿cómo se es importante, un camino volando con el viento hasta encontrar su identidad?
El árbol de los pájaros sin vuelo (Anaya, 1987). Concha vuelve a hacer gala en este libro de su conocimiento de la naturaleza, de sus frescos recuerdos infantiles, Rafaardilla existió y las aventuras del libro son casi todas reales, los niños le preguntan si ella era, Inés, la protagonista. El tema de la soledad infantil en todas las esferas sociales es un buen tema para tratar y el libro es perfecto para introducir un trabajo de ciencias en el último ciclo de Primaria.
Un puñado de miedos (SM, 1988). Otra vez el miedo, pero esta vez el miedo interno, el miedo de no estar a la altura de lo que nos piden, el miedo —21→ que crece dentro y parece que nos va a asfixiar, pero un miedo que no nos impide vivir aventuras, ser un héroe y pasar unas vacaciones estupendas.
La trilogía de Carolina, Memorias de una gallina, Aventuras de Pico Fino y El gran amor de una gallina (Anaya, 1991, 1994 y 1997), capítulo a capítulo la gallinita y el resto de los animales que la acompañan van enredando al lector en la historia, le van implicando en los problemas que surgen, le van haciendo protagonista y solucionador de estos problemas porque la historia es el reflejo de la vida real, casos de injusticia, de incomprensión, de engaño, de discriminación, personajes iguales a los que nos encontramos a diario, unos malhumorados, ambiciosos, presumidos, asustados, otros amables, generosos, alegres y sonrientes.
Il. de Juan Ramón Alonso para Memorias de una gallina de Concha López Narváez, (Madrid: Anaya, 1991, p. 75)
—22→Historias que animan a leer sin mucho esfuerzo por nuestra parte, historias que piden más historias, historias que abren el diálogo, historias que invitan a investigar, que invitan a recrear, que invitan a crear nuevas historias y aventuras. Historias que no deben faltar en ninguna biblioteca de Primaria.
«Creo que una de las características de estos libros y por las que les gustan a chicos y grandes es que he conseguido una gran musicalidad y visualización de las descripciones, el lector está viendo lo que cuento, cuando hablo del patio no digo era grande, tenía una fuente, árboles grandes y pequeños, dos bancos..., sino: ¡Qué grande era el patio! En él cabía todo: cinco árboles altos con frutas colgadas. Diez árboles bajos cubiertos de flores. Una fuente alegre, que siempre cantaba con voces de agua. Dos bancos sentados encima del suelo. Mil piedras chiquitas. Un millón molido de polvo de tierra. Y un millón y pico de hierbas pequeñas, vestidas de verde».