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Nombela comenta en estas páginas cómo a mediados de 1877 participa en un concurso público para convertirse editor de la Gaceta Agrícola, una publicación cuyo fin era divulgar entre los agricultores españoles los progresos realizados en la explotación de la tierra. Nombela denuncia que el concurso patrocinado por el ministerio de Fomento estaba amañado y el candidato apoyado por el conde de Toreno, ministro de Fomento, y por el director de Instrucción Pública, de José Cárdenas, obtuvo, finalmente, la explotación de La Gaceta Agrícola(1004-1006).

 

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Con la publicación de la Biblioteca Popular Nombela se proponía vulgarizar los conocimientos útiles de forma amena e interesante. Sin embargo el proyecto no se materializó por falta de suscriptores.

 

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Nombela no ofrece datos sobre esta nueva publicación. Sólo señala que se trataba de una revista mensual que informaba a los actores y espectadores de todo cuanto se relacionaba con las representaciones escénicas. Cada número constaba de un cuaderno de sesenta y cuatro páginas en las que se incluía ilustraciones y cuyo precio era de una peseta.

 

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Me limitaré a señalar un ejemplo: el artículo de Angel Basanta y Angel G. Loureiro en Ínsula: «La autobiografía desde 1975» donde se repasa descuidadamente la producción autobiográfica en español desde esa fecha. Al comienzo del artículo sus autores dicen prescindir de cualquier premisa científica (¿por qué?) y parten de una observación desconcertante y paradójica: dado el carácter ilusorio de la autobiografía «toda definición de lo autobiográfico va a lindar con lo arbitrario». Efectivamente el corpus que sigue es un totum revolutum carente de rigor para concluir, de cualquier modo, que «desgraciadamente, y a pesar de las brillantes excepciones, continua en vigor el vaticinio de Ortega, y hay que concluir que en España no existe todavía una tradición autobiográfica verdaderamente importante». Es un juicio que a estas alturas resulta incomprensible. El primero en reparar en su desatino fue Manuel Alberca en un trabajo excelente sobre las autobiografías de Caballero Bonald, Carlos Castilla del Pino, Jesús Pardo y Terenci Moix: «Los desafíos autobiográficos», en La literatura de la memoria entre dos fines de siglo: de Baroja a Francisco Umbral, 1898-1998, ed. de Miguel García Posada, Anna Caballé y J.P. Castellani, Comunidad de Madrid, 1999.

 

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EnCorrespondencia (1923-1951), ed. de Andrés Soria Olmedo, Tusquets, 1992, págs. 204-205.

 

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Sin embargo, en la importancia traumática del exilio y la ruptura que supuso para la cultura española no todos están de acuerdo. Para Francisco Umbral, con su actitud (juanramoniana) de críticar a los contemporáneos, en su libro memorialístico más reciente, Madrid, tribu urbana. pone en solfa una vez más y sin contemplaciones el tópico de la pérdida irreparable. El tópico que se construyó (y sigue) sobre esa pérdida, no la pérdida en sí. Por ejemplo, cuando dice:

«España se había partido en dos porque la mayoría de los literatos y poetas eran o se creían de izquierdas, y tuvieron que irse. En total suman unas docenas cortas, pero esto se consideró el hundimiento intelectual de España. Yo creo que la aparición de Cela, Buero, Bardem, Fernán Gómez y otros compensaba un poco la ausencia de Alejandro Casona, pero incluso los tres hombres/revelación (sic) que acabo de citar mantenían el mito de la España ausente.

Centrar en Casona el volumen y la importancia de los intelectuales exiliados es a todas luces excesivo, pero no me lo parece el hecho de abordar libremente (sin estereotipos ni clichés) la vida cultural española de aquellos años y enfrentarse al mito».



 

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A ello se refiere, por ejemplo, Arcadi Espada cuando analiza la aportación estrictamente autobiográfica de Josep Pla. Pese al anclaje permanente en el yo, a Josep Pla le falta firmeza para encararse con la indagación de sí mismo: véase «Lagunas en la memoria planiana»,La literatura de la memoria entre dos fines de siglo: de Baroja a Francisco Umbral, 1898-1998, ed. de Miguel García Posada, Anna Caballé y J.P. Castellani, Comunidad de Madrid, 1999.

 

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Me remito a Narcisos de tinta. Ensayo sobre la literatura autobiográfica en lengua castellana (siglos XIX y XX), Megazul, 1995.

 

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Hay que esperar a que Blanca Bravo Cela (Unidad de Estudios Biográficos) acabe su tesis sobre el mito de la República en el memorialismo español contemporáneo.

 

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VéaseDelirio y destino (Los veinte años de una española), Mondadori, 1989.