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261

Cfr. los versos 4-5, 15, 24, 27, 37-38, etc. (N. del A.)

 

262

Verso 30, por ejemplo. (N. del A.)

 

263

Jaime Alazraki, Poética y poesía de Pablo Neruda, New York, Las Américas Publishing Company, 1965, pág. 194. (N. del A.)

 

264

Jaime Alazraki, Poética y poesía de Pablo Neruda, op. cit., pág. 194. (N. del A.)

 

265

Cfr. Raúl Morales Álvarez: «El arte de mañana será un quemante reportaje hecho de la actualidad», en Ercilla, núm. 132, vol. III, 1937. Citado por Jaime Alazraki, Poética y poesía de Pablo Neruda, op. cit., pág. 188. (N. del A.)

 

266

«Malditos los que un día / no miraron, malditos ciegos malditos, / los que no adelantaron a la solemne patria / el pan sino las lágrimas, malditos / uniformes manchados y sotanas / de agrios, hediondos perros de cueva y sepultura. / La pobreza era por España / como caballos llenos de humo, / como piedras caídas del / manantial de la desventura, / tierras cereales sin / abrir, bodegas secretas / de azul y estaño, ovarios, puertas, arcos / cerrados, profundidades / que querían parir, todo estaba guardado / por triangulares guardias con escopeta, / por curas de color de triste rata, / por lacayos del rey de inmenso culo. / España dura, país manzanar y pino, / te prohibían tus vagos señores: / A no sembrar, a no parir las minas, / a no montar las vacas, al ensimismamiento / de las tumbas, a visitar cada año / el monumento de Cristóbal el marinero, a relinchar / discursos con macacos venidos de América, / iguales en ‘posición social’ y podredumbre. / No levantéis escuelas, no hagáis crujir la cáscara / terrestre con arados, no llenéis los graneros / de abundancia trigal: rezad, bestias, rezad, / que un dios de culo inmenso como el culo del rey / os espera: Allí tomaréis sopa, hermanos míos» (I, págs. 273-274). (N. del A.)

 

267

En los tercetos de «Salitre», el soneto aparecido en el diario santiaguino El Siglo, el 27 de diciembre de 1946, es también manifiesto el propósito de representar poéticamente la lucha de clases: «Junto a tu nívea luz de estalactita, / duelo, viento y dolor, el hombre habita: / harapo y soledad son su medalla. // Hermanos de las tierras desoladas: / aquí tenéis como un montón de espadas / mi corazón dispuesto a la batalla» (II, pág. 1064). (N. del A.)

 

268

Quizá no está de más recordar en este contexto que, entre las varias colecciones de novelas cortas y relatos de manifiesta intencionalidad revolucionaria, había algunas con nombres muy explícitos. Por ejemplo, La Novela Proletaria (Madrid, 1932-1933) y La Novela Roja (Madrid, 1931). (N. del A.)

 

269

Falcón, peruano naturalizado español (estuvo casado con Irene Falcón, la secretaria de Dolores Ibárruri), es un escritor casi olvidado. Entre sus numerosas actividades culturales, destacan la fundación, con Mariátegui, del diario La Razón (1918), que dejó de existir tres meses después, tras negarse el impresor a publicarlo por miedo a represalias gubernamentales. A raíz de esto, el gobierno les nombró Propagandistas del Perú en el Extranjero. Mariátegui residirá en Italia, Falcón en España. En Madrid, Falcón colaboró en El Liberal, y, después, en El Sol, en calidad de redactor. En diciembre de 1923, la dirección le nombró corresponsal en Londres, cargo que desempeñó hasta 1929. En 1930 funda el semanario político-cultural Nosotros, que fue, con Nueva España (1930-1931), una de las principales revistas de la época y portavoz oficial de la Izquierda Revolucionaria Anti-Imperialista, el partido que fundó Falcón en ese mismo año. Ni que decir tiene que Nosotros -que tuvo tiradas muy altas- fue objeto de continuas agresiones por parte de los primeros grupúsculos fascistas que entonces pululaban por Madrid. Con la llegada de la República, Falcón regresó a Madrid y volvió a colaborar en los semanarios de izquierdas (sobre todo en Nosotros y Pueblo). Con su esposa creó, en 1932, el grupo de teatro proletario de agitación Nosotros, con sede y local de representaciones en la Calle de Alcalá. En 1933 fue elegido diputado por Málaga. En 1934 fundó, en Sevilla, el diario Verdad. En enero de 1936, cuando reapareció legalmente Mundo Obrero, fue nombrado director. Durante la guerra civil organizó Altavoz del frente y Frente Rojo, órgano central del P.C.E. Es, pues, sorprendente, que Neruda no mencione a Falcón en sus memorias. (N. del A.)

 

270

Ese es el caso, a título de ejemplo, del conde y filósofo báltico Hermann Keyserling, recientemente recordado, en lúcido y polémico ensayo, por Rafael Gutiérrez Girardot: «El Conde se fascinó con el ser mineraloide de Latinoamérica y, posiblemente, a esa intuición se deben tantas estrofas minerales de Neruda, quien conoció al Conde en Madrid, aunque en sus Memorias lo calla, como muchas otras cosas más». En «Cómo se lee la literatura latinoamericana en Europa», Camp del arpa, núm. 55-56 (octubre de 1978), pág. 62. (N. del A.)