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ArribaAbajoEl sentido de la tragedia en Ángel Guerra

Kathleen M. Sayers


En su estudio intitulado The Problem of Tragedy, S. Morris Engel concluye que la visión de la tragedia de una obra depende del pensamiento filosófico de la época:

An investigation of the art of tragedy shows it has no special method. On the contrary, tragedy seems to approach the mystery of human suffering with an intellectual scheme which reflects the critical thought and philosophical ambitions of its own age.51



Este estudio propone examinar la tragedia en la novela Ángel Guerra. Anthony N. Zahareas en su artículo «El sentido de la tragedia en Fortunata y Jacinta»52 examina el desarrollo complejo y multifaceta de la tragedia en aquella novela. Se usará el estudio de Zahareas como el punto de partida para desarrollar el sentido de la tragedia en Ángel Guerra. Entre Fortunata y Jacinta y Ángel Guerra la filosofía de Galdós sufre un cambio; este cambio se refleja en su enfoque ante los problemas humanos.

En Fortunata y Jacinta el desarrollo de la tragedia depende de un estudio psicológico profundo de varios de sus personajes, mientras que en Ángel Guerra la tragedia se concentra en un solo personaje. El desarrollo formal de la tragedia en Ángel Guerra refleja una depuración clásica. Toda la acción de la novela, menos unos pocos episodios creados alrededor de los Babeles, se vincula estrechamente con el personaje central.

Como el héroe clásico, Ángel Guerra se niega a aceptar las limitaciones de su propio ser. Indica Ruiz Ramón de Guerra: «Ansía ascender a un más alto plano humano».53 Se compromete en una lucha fatal contra el destino. La muerte del personaje viene como una consecuencia de su naturaleza pasional y colérica. Pero a diferencia de la tragedia clásica, la tragedia de Ángel Guerra no depende de un fin trágico. El sentimiento de la tragedia no tiene su arraigo en la muerte violenta del personaje, sino en su lucha interior.

Zahareas sitúa la tragedia en el conflicto interior de los personajes. El sentido de la tragedia en Fortunata y Jacinta resulta de un conflicto de «bienes»54 contradictorios, ambos de los cuales son vitales para el individuo. Galdós presenta una tragedia múltiple que se desarrolla en el plano «sicológico, moral y social».55

En Fortunata y Jacinta no se presenta una tragedia predominante. Cada individuo engendra la causa de su propio sufrimiento personal. Las tragedias personales se entretejen unas con otras circundando todas las clases sociales de Madrid. Galdós extiende su visión de la tragedia a la realidad española. Los conflictos nacionales reflejan las complicadas tragedias personales. El conflicto de los «bienes» de deseo de paz y orden y el deseo de revolución en el plano nacional pone de relieve los conflictos individuales.

El tema de España es una constante en la obra de Galdós. Ángel del Río explica la importancia que tiene el tema nacional en el desarrollo de los personajes:

Es de observar que todos los personajes galdosianos, los grandes como los pequeños, viven en una contradicción interna, cuya causa psicológica se halla, aunque de manera inconsciente   —82→   para ellos, en la dualidad ideológica que caracteriza a toda la historia de España desde el siglo XVIII.56



El tema nacional tiene un lugar central en Fortunata y Jacinta. Galdós presenta el desarrollo de la tragedia dentro de un ambiente social e histórico. La realidad nacional que tiene vigencia en Ángel Guerra es la intrahistoria de España. Ruiz Ramón señala el problema nacional que se ve reflejado en las acciones del protagonista: «En realidad, vemos traspuesto a otro plano lo que para Galdós era el desequilibrio fundamental de la sociedad española: querer vivir según lo que no se es».57

Las primeras acciones de la novela giran en torno de un hecho histórico particular, el motín del 19 de septiembre. Importa esta acción revolucionaria no tanto por su significación histórica, sino por la reacción psicológica que produce dentro del personaje. Galdós sigue con el desarrollo del drama espiritual de su protagonista fuera del centro político de España en el ambiente artístico-religioso de Toledo, ciudad en cuyo ambiente se ve reflejado lo mejor de la tradición nacional.

Ángel Guerra parte de una base histórica para luego abrirse hacia una realidad trascendente. La acción de la novela no refleja la diaria actividad psicológica del personaje como en Fortunata y Jacinta sino presenta un estudio de la psicología del individuo en un momento de crisis moral y espiritual.

Este cambio de enfoque entre Fortunata y Jacinta y Ángel Guerra refleja una evolución hacia el espiritualismo, fenómeno que se da no sólo en Galdós sino en toda la literatura europea a fines del siglo XIX.58 En Fortunata y Jacinta se presenta un estudio de tipo «trozo de vida», enfoque que refleja una influencia naturalista. La realidad histórica, la vida cotidiana es la materia novelable preferida por los naturalistas. En Ángel Guerra entra una preocupación por valores morales y éticos. El problema central es la lucha del personaje con su propia conciencia.

D. D. Raphael discute el problema que los valores trascendentes de la religión cristiana puede presentar para la interpretación trágica de una obra:

From the pessimism and puzzlement of the tragic attitude, one may come to accept religious hope for the future. But when that has been done, the sense of the tragic has been lost or diminished.59

Galdós admite la ética cristiana como la base moral para las acciones de los personajes de Ángel Guerra. Por lo tanto no se disminuye el sentimiento de «wasted goodness»60 que Raphael apunta como esencial a la tragedia. Galdós se niega a juzgar el sufrimiento del protagonista desde un punto de vista superior a lo humano.

Se introduce un elemento de ambigüedad en la muerte de Guerra que sirve para poner de relieve la tragedia humana del personaje. Muere Guerra antes de recibir los santos óleos. La ciega Lucía tiene una visión en que el alma de Guerra sube al cielo. Al recurrir a la visión extranatural de Lucía, Galdós elimina la cuestión de la trascendencia del sufrimiento. Desplaza el triunfo moral del protagonista al mundo sobrenatural; enfoca la tragedia humana de su personaje concentrándose en la muerte misma.

Galdós no presenta la muerte de un mártir en que todo el sentido de la tragedia personal desaparece en su victoria moral. Presenta la muerte de un ser que sufre hasta el fin de un conflicto interior que nunca llega a resolver. Indica Ruiz Ramón: «Ángel Guerra, en la postrera parte de su camino, es, fundamentalmente, un hombre dividido,   —83→   que sólo en la muerte alcanza su unidad».61 La muerte de Guerra sirve para poner en relieve la dicotomía central dentro del personaje. Para llegar a una definición del sentido trágico en la obra hay que examinar cuál es el conflicto interior del personaje y cómo se ha formado.

Regalado García explica la situación de Guerra al comienzo de la novela:

En estos momentos Ángel Guerra pasa por una doble crisis, la política, a causa de la desilusión del fracasado movimiento republicano, y la íntima, derivada de su situación familiar y personal...62



Al principio de la novela vemos a Guerra en función de la sociedad. Sus acciones pueden explicarse como una reacción en contra de la disciplina estricta de su madre y del orden social existente que él ve como una extensión de los valores conservadores y de la autoridad materna. Al morir su madre, Guerra no tiene a quien oponerse y tiene que hallar un nuevo punto de referencia para sus acciones. Su rebeldía, su revolucionarismo y su amancebamiento con Dulce, que daban tanto disgusto a su madre, ya no tienen razón de ser. Sherman Eoff examina las necesidades psicológicas que rigen el comportamiento de Guerra antes de la muerte de su madre y cómo esas necesidades buscan satisfacción en la reorientación del personaje:

In this way he has tried to satisfy his needs for self-assertion and affection. Both of these continue to be dominant forces throughout his life, the one manifest in his idealistic dreams of reform, and the other, in his love for Leré.63



Después de la muerte de su madre y la de Ción, Guerra vive en un vacío. No tiene compromisos; es joven y rico. Se le hace posible a Guerra hacer sus propios «bienes». La reorientación del personaje en esa época se basa en las necesidades psicológicas de Guerra y en un anhelo que parece haber nacido como resultado de su crisis previa: «la angustia por dar a la vida un contenido ideal».64 Las necesidades de afirmar su propia personalidad y de sentirse estimado se verán subordinados al empeño de Guerra de dar un sentido espiritual a su existencia.

El objeto de este anhelo de lo ideal será Leré. Clarín examina el apego de Guerra a Leré: «Ángel Guerra es un espiritualista que vive fuera de sí; su ideal no está en él, está en Leré».65 El sufrimiento de Guerra nace de su inhabilidad de distinguir el fondo sensual de su afecto por Leré.

Es interesante examinar el equivocado amor místico de Guerra por Leré a la luz de la psicología moderna. Eoff reconoce el efecto que han tenido sobre la personalidad de Guerra algunos acontecimientos de su juventud:

The central character, sensitive and unstable, eventually makes a wholesome adjustment, largely because of the edifying influence of love for a woman; but he is consistently portrayed throughout the novel as a high-strung youth whose excitability and visions are traceable to a nervous temperament aggravated by early family relationships.66



La dominación matriarcal en la familia Guerra ha contribuido mucho a la formación de un desbalance psíquico en el personaje. Guerra sólo llega al conocimiento de sí mismo a través de un proceso amoroso que nace de la atracción física, de la necesidad psicológica de sentirse amado y de la necesidad espiritual del protagonista de proyectar su ideal fuera de sí.

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Se puede dar una explicación posible para la afinidad entre Ángel y Leré por medio del esquema psicológico de Jung. Jung reconoce que el subconsciente del hombre es femenino y el de la mujer masculino. Cuando la función subconsciente domina sobre la consciente, surgen y dominan las cualidades femeninas en el hombre y masculinas en la mujer. El resultado último de la primacía de lo subconsciente es la formación del hombre afeminado y la mujer acomplejada del «animus». Esa mujer no tiene los juicios lógicos de un hombre sino admite una serie de opiniones ya hechas que poseía una figura de autoridad, puede ser su padre, su hermano, un profesor, un clérigo.67 Galdós no desarrolla bien la psicología de Leré, pero su comportamiento se caracteriza por la inflexibilidad. Su fe absoluta en los valores cristianos no admite ninguna duda. Dice Clarín: «A Leré la psicología se la da hecha la Iglesia».68

La parte que corresponde al «animus» de la mujer es el «anima» del hombre. «Anima» significa la parte del subconsciente que ha sido enérgicamente reprimida en el varón por ser constituida de los elementos femeninos de su personalidad. Así se explica como funciona el «anima» dentro de la psicología del hombre:

The «anima» is an archetypal figure that might almost be described as the precipitate of man's age-long impressions of woman -not his conscious reasoned ideas, but the unconscious inherited mould into which she is cast. The «anima» appears frequently in dreams; sometimes in literature. To some men who are in close contact with their unconscious she is as real as a living woman. Sometimes the figure is projected upon a real woman, as was the case with Dante's Beatrice.69



El esquema de Jung ofrece una posible explicación de por qué Guerra sentía la necesidad de buscar un amor idealizante.

Simultáneo al desarrollo del amor idealizante en el personaje es el desarrollo del amor sensual. El sufrimiento de Guerra nace del conflicto entre amor espiritual y amor pasional y los esfuerzos del personaje, un hombre sensual, de dominar éste último. Leré rechaza la posibilidad de un amor humano con Guerra y trata de guiarle hacia un amor espiritual. Guerra tiene que renunciar al amor sensual para poder llegar a una unión mística con Leré. El foco para la tragedia en Ángel Guerra es la renunciación. El esquema de Zahareas que reduce la tragedia a la oposición de «bienes» vitales contradictorios se basa en la necesidad de renunciar uno de ellos.

La tragedia de Guerra se aproxima a la de Maxi en Fortunata y Jacinta. Maxi, como Ángel Guerra, espera dominar sus pasiones retirándose de la vida cotidiana y hundiéndose en una vida mística, asceta. Dice Zahareas del conflicto de Maxi:

La aspiración mística, un «bien» en sí mismo, niega la razón y la realidad; puede que Maxi logre huir de los daños del mundo que le rodea, pero, lográndolo, tiene que negar simultáneamente a Fortunata y al amor.70



El falso misticismo de Guerra tiene la misma raíz pasional que el de Maxi. Un amor puro, místico por Leré no admitiría su deseo sensual.

Los dos «bienes» son amor espiritual y amor sensual para Ángel Guerra y Maxi. Pero el conflicto de Maxi nace de una realidad exterior, la infidelidad de Fortunata. El conflicto de Guerra tiene su raíz dentro del personaje mismo. Guerra es a la vez un hombre colérico, pasional, y un hombre que siente la necesidad de tener un ideal. Guerra escoge su objeto en la realidad, una mujer atractiva que tiene vocación religiosa, de acuerdo con la bifurcación dentro de su propia personalidad.

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La tragedia en ambas novelas se basa en la necesidad de renunciar, pero el marco de la tragedia ha cambiado entre Fortunata y Jacinta y Ángel Guerra. En Fortunata y Jacinta el sufrimiento se ve causado por el deseo de querer y no poder realizar dos cosas contradictorias a la vez porque la circunstancia no lo permite. La tragedia nace de un conflicto de intereses vitales. La sociedad, el objeto, dicta el conflicto sentimental. En Ángel Guerra el punto de referencia para la tragedia es la realidad interior. La bifurcación existe primero dentro del personaje, y luego crea su correspondiente conflicto en la realidad.

Ángel demuestra cómo la formación del sentido trágico, el enfoque ante el sufrimiento humano en una obra refleja la ideología de una época:

In a highly religious climate, if we reflect upon some broad lines which tragedy has taken in its handling of the theme, the mystery has been reduced to a problem of evil; in a critical one, to a question of cause and effect; and in an age of sophistication, to a matter of deep psychology.71



Galdós desarrolla el sentido de la tragedia en Fortunata y Jacinta y en Ángel Guerra a base de un estudio psicológico profundo. En ambas novelas los personajes se ven obligados a renunciar algo exigido por su propia naturaleza. El énfasis en la afectividad y la psicología del personaje es típico de la novela de Galdós y de la novela de la última mitad del siglo XIX. Lo que cambia es la manera de enfocar los problemas humanos. El punto de vista del estudio es distinto en las dos obras. En Fortunata y Jacinta es colectivo, en Ángel Guerra, individual. El interés de Galdós por la realidad exterior y la interrelación de los personajes en Fortunata y Jacinta refleja una actitud naturalista. El enfoque en Ángel Guerra del conflicto espiritual interior y la lucha del personaje por conocerse refleja la corriente espiritualista de fines del siglo.

Universidad de Texas





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