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211

Paniquesa es palabra aragonesa, utilizada también en Agreda y su comarca; se trata de la comadreja, no de la ardilla, como afirma Galdós (p. 137). Cf. Ramón Menéndez Pidal, Orígenes del español (Madrid, 1950, 3.ª) p. 398, nota.

 

212

Cf. un pasaje muy semejante en Aita-Tettauen (1904-1905), OC, III (Madrid, 1942), 220. Acerca de la postura de Galdós contra la guerra de Marruecos, cf. el «Mensaje que se leyó en el mitin de la constitución del Bloque», apud Olmet y Carraña, op. cit., pp. 12G y 122-123, así como Berkowitz, op. cit., pp. 394-395.

 

213

Figuran también textos de San Juan Crisóstomo y San Gregorio. Para Regalado García, estas citas patrísticas señalan, precisamente, el reaccionarismo de Galdós (op. cit., p. 490). Conviene tener en cuenta lo dicho por Tuñón de Lara (op. cit., p. 25) acerca de ciertos críticos galdosianos: «El 'ultraizquierdismo' en el análisis cultural, como en todo, sólo conduce a un narcisismo inoperante y a un esquematismo empobrecedor». Sin olvidar que en ciertos contextos resulta más efectista acudir a las autoridades cristianas que no a las marxistas. Acerca de la posible vía por la cual llegaron a Galdós estas ideas sociales cristianas, cf. Gustavo Correa, Realidad, ficción y símbolo en las novelas de Pérez Galdós (Bogotá, 1967), p. 225, nota. También en Colectivismo agrario, de Joaquín Costa (1898), hay citas de los Santos Padres contra la propiedad (cf. Oligarquía y caciquismo. Colectivismo agrario, Madrid, 1967, pp. 63-64). En 1893 y en la Asamblea de Agricultores de Barbastro presididas por Costa, aparecieron pancartas con textos sociales tomados de la Biblia; cf. Enrique Tierno Galván, Costa y el regeneracionismo (Barcelona, 1961), p. 193.

 

214

Cánovas, OC, III, 1377. Véase también este texto de Casandra (ed. cit., pp. 206-207): «chillaré, alborotaré contra los Dioses Ricos y Pobres... Voy, voy a eso... no puedo contenerme. Reclutaré todos los desesperados que encuentre, y han de ser muchos, porque estamos en la tierra de la desesperación... Yo gritaré: ¡Abajo las fortalezas de injusticia y opresión, llámense leyes, tronos o altares! ¡Arriba nosotros, la turba, los desesperados, los desengañados!» ¿No recuerda este final la estrofa primera de La Internacional?

 

215

Apud Francisco J. Flores Arroyuelo, prólogo a su edición del libro de Mallada (Madrid, 1969), p. 7. Cf. Tierno Galván, op. cit., pp. 31-45.

 

216

En Memoranda, p. 238 y 254-255.

 

217

Cf. sobre la miseria del campesinado el discurso de Costa ante el Consejo de Agricultores y Ganaderos (Madrid, 15-v-1880), apud Tierno Galván, op. cit., p. 151; Azorín escribe algo muy semejante en «La conquista de España» Clásicos y modernos, Madrid, 1919, p. 96); sobre la dignidad del trabajo y los trabajadores, «O liga o partido», conferencia pronunciada en la Asociación de la Prensa de Madrid, 19-XII-1898, apud Tierno Galván, op. cit., p. 211; sobre una próxima revolución agraria, Oligarquía y caciquismo, ed. cit., pp. 32-33.

 

218

Cf. pp. 97, 205, 315, 330, 332, 335, 340, 342. Ya en el Idearium español (1896) de Ángel Ganivet aparece el tópico (utilizo la edición de Madrid, 1964; cf. pp. 124-126).

 

219

Respectivamente, prólogo a la tercera ed. de La Regenta de Clarín (1901), apud Memoranda, pp. 120-121, y «Soñemos, alma, soñemos», ibid., p. 239. Ya en 1900 había pronunciado Galdós un importante discurso ante la colonia canaria de Madrid en que atacaba violentamente el pesimismo, la abulia y la falta de fe de la época (apud Josette Blanquat, «Au temps d'Electra», BH, LXVIII, 1966, 281, nota; cf. también Berkowitz, op. cit., pp. 305-307).

 

220

Tuñón de Lara, op. cit., p. 64. Ha sido Tierno Galván (op. cit.) quien ha hablado del prefascismo regeneracionista.