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ArribaDeformaciones populacheras en el diálogo galdosiano

Joseph A. Fernández


A la memoria de Carlos Clavería

De todos es sabido que el lenguaje tiene una importancia capital en las obras de Benito Pérez Galdós, pues no deja de ser uno de «los recursos caracterizadores del personaje que Galdós emplea con mayor destreza».157 Por eso el diálogo galdosiano ha sido objeto de diversos estudios158 que recogen y analizan el rico caudal de voces y locuciones coloquiales con las cuales el autor aspiraba a «devolver al lenguaje literario el aliento vital de la palabra hablada».159 Estos trabajos, sin embargo, son estudios que podríamos calificar de estilísticos, los cuales, todos reunidos, constituyen una gran estilística de Galdós. Queda por hacer un trabajo con un enfoque más lingüístico, en el que se miren con más detalle los rasgos populares que informan el diálogo galdosiano. Esto precisamente es lo que nos proponemos realizar en el presente estudio, tomando como objeto de nuestra encuesta la novela Fortunata y Jacinta.

Sin ir más allá de esta novela y antes de entrar en los pormenores de su diálogo, podemos señalar algunas observaciones que el autor hace acerca de la lengua de sus personajes. Hablando de Juanito Santa Cruz, escribe Galdós: «La perspicacia de la madre creyó descubrir un notable cambio en las costumbres y en las compañías del joven fuera de casa, y lo descubrió con los datos observados en ciertas inflexiones muy particulares de su voz y lenguaje. Daba a la elle el tono arrastrado que la gente baja da a la y consonante; y se le habían pegado modismos pintorescos y expresiones groseras que a la mamá no le hacían maldita gracia...»160 Aquí doña Bárbara hace alusión clara al yeísmo de Santa Cruz, normal en el habla de Madrid, y a las voces de germanía y caló que la salpican.

En otra ocasión leemos: «Por los ventanuchos abiertos salía... murmullo de conversaciones dejosas, arrastrando toscamente las sílabas finales. Este modo de hablar de la tierra ha nacido en Madrid de una mixtura entre el dejo andaluz, puesto en moda por los soldados, y el dejo aragonés, que se asimilan todos los que quieren darse aires varoniles».161 Si bien los vulgarismos forman un fondo común en el español de todas partes, también es cierto que el autor advierte el fuerte influjo que el andaluz ejerce en el habla del pueblo madrileño. Más abajo veremos algunos de los rasgos que lo acusan. La influencia aragonesa, si es que existe, es mucho más difícil de desenmarañar, pues atañe a la intensidad, cantidad y acento de ciertas sílabas finales.162

En el presente trabajo nos ocupamos de las formas que Galdós mismo califica de «crudezas de estilo popular y aflamencado» (48a) tal como aparecen en el diálogo de Fortunata y Jacinta. Son formas que podemos llamar «deformaciones» -fonéticas, morfológicas y de léxico-, por apartarse de la norma que establece la lengua oficial. Con él esperamos aportar nuestro grano al estudio de la novelística galdosiana.

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Fonética

VOCALES

El timbre de las vocales inacentuadas del español, en todas las épocas de su historia y en todas partes, demuestra gran inseguridad.163 Esta vacilación es uno de los rasgos más notorios del habla vulgar (Lapesa 299). El diálogo galdosiano ofrece abundantes ejemplos, como veremos a continuación.

Vocales anteriores e, i: melicianos (109b),164 menistro (110b), endividos (109b), cevil (110a), refirencias (515a), Bicerra (109a), Dimetria (110a). Estos son probablemente casos de disimilación. Las vocales pretónicas de tiniente (109b), lición (183b) deben su cerrazón a la yod de la sílaba siguiente. Los casos de metá (512a) y Sigunda (519b) no hacen más que subrayar una indecisión multisecular de gran extensión en todo el mundo hispánico.165

Vocales posteriores o, u: repoblicanos (110a), gubernación (110b), mirosté 'mire usted' (109b).166 La tendencia a la confusión de o, u no se da con tanta fuerza como en el caso de e, i (véase Muñoz Cortés 42-43).

Otros casos: Parecen ser ejemplos de disimilación comendante (120b) (Muñoz Cortés 39), pleticar (109b).167 Un caso de asimilación, en cambio, lo ofrece Laganitos 'Leganitos' (109b).

Simplificación de diptongos, sinéresis y sinalefas: Los diptongos, incluso los que pueden resultar de la sinéresis o de la sinalefa, se pueden simplificar en el habla vulgar: respetosa (484b), endivido (109b), sabusté (110b), mirosté (109b), digo asté 'digo a usted' (109b), piensasté 'piensa usted' (109b),168 diquiá luego 'de aquí a luego' (52a) (Seco 48), comenencia (110a) (BDH I 114).169

Epéntesis de vocal: La adición de vocales dentro de la palabra tiene por objeto el deshacer grupos de consonantes: indilugencias (60a) (Velasco Zazo 79, BDH I 245), Alifonso (110a). En la primera de estas palabras, indilugencia (citada en BDH como andaluza), parece haber una asimilación (la segunda i influida por la primera). La u intercalada entre las consonantes conserva el timbre de la u de la voz originaria.

Pérdida de vocal final: El adverbio muy con frecuencia se convierte en mu: mu rico (22b), mu grandes (22a), mu callaíto (111a).170 Es éste un fenómeno de marcado sabor andaluz, pero conocido por casi toda la península. Se ve que su punto de partida es la pronunciación [múgrafía].

Aversión al hiato: Tendencia muy típica del habla popular (Lapesa 299, 362-63; Muñoz Cortés 46) y muy extendida por todo el dominio hispánico (BDH I 317-45) es la aversión al hiato. Así, la e en contacto con a u o se convierte en semiconsonante o semivocal anterior j, grafía: riales (120b), tiólogos (111a), tiologías (110b), pior (109a), piores (111b), quiá (186a) < qué ha...171 Es preciso notar que el fenómeno se da igualmente cuando la aproximación de las vocales fuertes es resultado de la pérdida de una consonante: piazo (112a), paices boba (119a).

Cambio de acento: En los diptongos que se producen al deshacerse un hiato o cuando se pierde una consonante, se verifica un cambio acentual al trasladarse el acento al elemento más abierto: miá éste (100a) (Beinhauer 53, n. 54), paices boba (119a).

CONSONANTES

Pérdida de consonantes interiores de palabra: Es muy conocido el hecho de que en la lengua oficial se produzcan la sonorización y la debilitación de las oclusivas sordas simples intervocálicas del latín.172 Ahora bien, el español vulgar sigue este proceso hacia la desaparición de consonantes intervocálicas, siendo la fricativa interdental sonora [ð] la más propensa a desaparecer. En la terminación -ado, su desaparición en la conversación descuidada es ya normal en la península e incluso tiende a invadir estilos de dicción más esmerados. En otros contornos, es un vulgarismo en todas partes y especialmente típico de Andalucía. El diálogo galdosiano nos brinda abundantes ejemplos: moderaos (109a), resalao (151b), trajeao (109a), moderaísmo (110b), seguío (110b), camará (411b), patá (109b), boqueás (110a), no pué ser (124a), gobernador (119a), vendíos (110b), piazo (112a), caenas (207a), sellaíto (235a), perdío (110b), callaíto (111a), colorao (110b), toíto (110b), camaraíta (316b), caliá (112a), na 'nada' (109b), jipíos 'hipidos' (106a) (BDH II 33-34, Seco 49), botijo e leche (320a) (Lapesa 310).173

Ejemplos de la pérdida de la fricativa velarsonora [grafía]: freatas (110b), aujeritos (411a), ujeros (265b) (Velasco Zazo 80, Seco 54), ujeritos (264a).

La vibrante r también se pierde fácilmente: paices boba (119a), paicerse (109b), paicía (253a), paicían (110a), miá éste (100a), señá 'señora' (103a) (BDH I 417-30; II 16, 122), sito Maxi (191b)   —113→   misté (182b) 'mire usted'. La voz 'para' se pronuncia pa en numerosos ejemplos: pa chasco (108b), pa no cansar (122b), pal cuento (109a), p'alante (108a), parriba (109b), pa el pelo (123a), pa tras (519a), pa que no robaran (109b), pa qué (112a), pa portear (109b).174

Hay algún ejemplo de la pérdida de nasales: tié gracia (167a) (Seco 49), quién tie la culpa (552a), sito Maxi (191b) (Muñoz Cortés 68).

Pérdida de consonantes finales de palabra: La d final de palabra se pierde normalmente en el habla vulgar de todas partes (BDH I 231-232, Muñoz Cortés 60, Seco 57). Ejemplos del diálogo galdosiano: sabusté (110b), presonalidá (111a), digo asté 'digo a usted' (109b), caliá (112a), usté175 (512a), mirosté (109b).176

Rasgo típico de Andalucía es la pérdida de consonantes finales en general, del cual tenemos algún ejemplo en Galdós: papé (109b), churumbé (117b), señó Pepe (119a).

Consonates iniciales /b, g/: La confusión de estos fonemas en el habla vulgar se debe, en el fondo, a equivalencia acústica (Menéndez Pidal, §72, I, b; A. Alonso, BDH I 440-69). Sin embargo, cuando va unido uno de estos sonidos a la semiconsonante labiovelar [w], o es el resultado de esta labiovelar, la explicación reside en que en algunos casos predomina el elemento labial, en otros, el velar.177 Ejemplos del diálogo en Galdós: güélvete (110a), güelvo (111a), golver178 (60a), golviésemos (109a), buérfanos (236a).

La bilabial se pierde en amos 'vamos' (237a) (López Estrada 265, BDH II 196, Seco 52).

Trueque de líquidas: Por su carácter eminentemente vocálico, las líquidas son muy propensas a cambiarse unas por otras (véase Muñoz Cortés 66-67). El cambio de l en r tras oclusiva labial o velar, tan típico del Occidente y Sur de la península, lo encontramos en branco (109b); el caso contrario, en blinco (472a). En posición final de sílaba, la lateral tiende a convertirse en vibrante en Extremadura, Andalucía y Murcia. Ejemplos de Fortunata y Jacinta: armejas (262a), arma 'alma' (110b), cese er fuego (109b). El pronunciar la lateral en lugar de vibrante en posición final de sílaba es rasgo de Murcia y el Caribe. Ofrece un ejemplo el diálogo galdosiano: malchara (109b).

Metátesis de líquidas: Fenómeno popular de todas las épocas del castellano y de todas partes, no faltan ejemplos de la metátesis de líquidas en Galdós. En algunos casos, una líquida en posición implosiva pasa a la rama explosiva, agrupándose a una oclusiva: premiso (512a), plumonía (235b), premiten (124a), presonas (110a), presonalidá (111a). En otros ejemplos, se trata de una vibrante que, si bien ya ocupa un lugar en la fase explosiva de una sílaba, se traslada a la primera sílaba de la palabra: drento (123a), probe (519a), probes (116b), probete (109a), probeza (122a), (véase Seco 62-63, BDH I 258).

Grupos de consonantes: El carácter inestable de toda consonante implosiva en español179 hace que los grupos de consonantes sufran ciertas transformaciones, casi siempre simplificándose.

Grupos con c implosiva: A veces la c implosiva se vocaliza, dando los vulgarismos caráiter (266a) (BDH I 223, Muñoz Cortés 69), leitoral 'electoral' (110a). Otras veces el grupo se simplifica: dotrina (216b), lición 'lección' (183b), yeciones 'inyecciones' (379a) (BDH I 229, Muñoz Cortés 69, Velasco Zazo 82).

El grupo gn: La simplificación de gn en n, corriente en el Siglo de Oro (Lapesa 249), pervive en el habla vulgar (BDH I 232). Ejemplos del diálogo galdosiano: manetizan (279b), dinidá (122a), indino (113a) (Velasco Zazo 73), sinificancia (124b), disinificantes (121b).

El grupo [mb]: Se simplifica en m: comenencia (110a) (BDH I 227-28).

El grupo dr: Ofrece dos soluciones: desaparece en pae 'padre' (123a) y se simplifica en compare (109b) (BDH I 256).

AFÉRESIS

El diálogo galdosiano ofrece ejemplos de la pérdida de sonidos iniciales de palabra (véase también más abajo, Prefijación): ujeros (265b), ujeritos (264a), chachito (501b) (BDH I 250, Muñoz Cortés 49), amos 'vamos' (237a).

ARCAÍSMOS FONOLÓGICOS

La F- inicial latina se perdió en castellano, pasando por una aspiración (representada por h en lo antiguo). Esta aspiración sobrevive en el habla vulgar: jaciendo (92b), jierros (96b), se junde la Repóblica (110a), jormiguita (322b), jipíos 'hipidos' (106a) (BDH I 241-42, Muñoz Cortés 58). Tenemos   —114→   también ejemplos en que se mantiene la aspiración a pesar de la presencia de un prefijo: ajumarse (370b), ajumao (62a), ajumaíto (62a) (BDH I 171). Recordemos, sin embargo, que en algunos casos la F- latina se mantuvo en castellano (Menéndez Pidal §38, 2). No es así en la lengua vulgar, que ofrece casos de aspiración donde la lengua oficial mantiene la F- del latín: juí con él (109b), juimos (110b) (BDH I 154). Tampoco falta un ejemplo de F- inicial conservada: fierro (34b).




Morfología

PREFIJACIÓN

Tomando como norma la lengua oficial, vemos que, por lo que a la prefijación se refiere, el habla vulgar ofrece soluciones que en muchos casos difieren de las normales. Algunas veces la voz popular carece de prefijo cuando la correspondiente de la lengua lo lleva; otras, el vulgo pone un prefijo que falta en la lengua oficial; y en otros casos el prefijo del habla vulgar no es el mismo del uso normal. He aquí ejemplos del diálogo galdosiano:

Aféresis: solutamente (110a), ministración (117b), yeciones 'inyecciones' (379a), leitoral 'electoral' (110a), tate 'estate' (440a), ora mismo (512a), garró (472a) (BDH I 250, Muñoz Cortés 49).

Prótesis: La lengua vulgar tiene una fuerte tendencia a añadir una a- protética.180 Ejemplos sacados de Galdós: aluego (109b), allego (110b), arrecogidas (319b). Otros casos de prótesis: escomienzo (266b), desapartada (368a), desapartaisos (102b), empréstamos (552a), endiñar por 'diñar' (106a) (BDH I 241-242, Seco 52).

Prefijos anómalos: estancia 'instancia' (505a), afloencias (109a), endividos (121b), disinificantes (121b), espotrique (108b), espotricar (111a).

VULGARISMOS ANALÓGICOS

El diálogo de Fortunata y Jacinta ofrece unos cuantos ejemplos de femeninos analógicos que, faltando en la lengua oficial, abundan tanto en el lenguaje popular: obispa (408b), monstrua (530b), títulas (535b), individua (335b), protestanta (379a), médica (449b) (BDH II 9-10, Seco 79-81). Otras formas analógicas son: tiranístico (481a), haiga (308a) (sobre caiga, traiga), nea (121b) (< neo < neocatólico).

CRUCE DE PALABRAS

Hemos anotado formas que parecen ser resultados de un cruce de palabras afines: soplato (121b) (soplón con chivato), biricornio (255a) (bicornio con, tal vez, birrete), calávere (362b) (cadáver con calavera?) (la -e paragógica no es frecuente en el castellano vulgar), mistiquería (místico con el sufijo -ería).181

EPÉNTESIS DE -L- ANTE SUFIJO

El diálogo de Galdós trae un ejemplo de la epéntesis de -l- después de vocal final acentuada y ante el morfema de plural: comiteles (110b). En esta voz, manifiestamente popular -compárense también los Madriles, Joselito, cafelito (Velasco Zazo 32)-, se trata probablemente de un interfijo antihiático.182

EL SUFIJO -ÍSIMO

El sufijo -ísimo da -ismo en el habla vulgar: tantismo (220), tantismos (248a), tantismas (176b) (Beinhauer 237, n. 118; Velasco Zazo 81), hermosismo (248b), eroísma (119a), María Santisma (186a) (cfr. Muñoz Cortés 49).

ARCAÍSMOS MORFOLÓGICOS

Pronombres: Los pronombres, especialmente los tratamientos, conservan formas antiguas en el habla popular: musotros (489b) (cfr. Lapesa 303), vusté (84a), lo que vus dice la señorita (371b) (Muñoz   —115→   Cortés 92), que vus estéis quietos (371b), vus llevará (371b), quitarvos (100b), desapartaisos (102b).183

Otros: semos (122a), dimpués (109b) (Lapesa 304), ónde (512a), mesmamente (109b), cuantimás (249a) (Lapesa 305, Muñoz Cortés 44), botijo e leche (320a) (Lapesa 301, n. 2), vengo de en ca Bicerra (121b) (Lapesa 305),184 vengo a por la lámpara (169a) (Lapesa 305), asín (60a) (v. A. Alonso, BDH I 411-16).185




Léxico

Las obras citadas de Lassaletta y Andrade constituyen un estudio muy completo de los vocablos y locuciones coloquiales de las novelas contemporáneas de Galdós, y, de modo especial, de Fortunata y Jacinta. Por esta razón nos limitamos a consignar aquí algunas deformaciones populares a las que no hemos dado entrada en apartados anteriores. También añadimos algunas observaciones acerca de unas cuantas voces de germanía y de caló.

VULGARISMOS MADRILEÑOS

Formas vulgares que son propias del habla de Madrid son las siguientes: Jacometrenzo 'Jacometrezo, calle de Madrid' (174a) (Velasco Zazo 80), featón 'faetón' (246b) (Velasco Zazo 81), Espiritui Santo (174a). Las dos primeras son verosímilmente deformaciones jocosas, y la última acusa la influencia de la liturgia.

VULGARISMOS VARIOS

Agrupamos aquí unas pocas formas que han quedado sin clasificar: rimpuesta (532a), cualisquiera (104b) (Velasco Zazo 81), cualsiquiera (518b) (Velasco Zazo 82).186 187

VOCES DE GERMANÍA Y DE CALÓ

Como rico acervo que es de vocablos y giros populares, el diálogo galdosiano nos brinda unos cuantos ejemplos de términos de germanía y del caló de los gitanos. Recordemos que la germanía es el habla delincuente o de malhechores, de orígenes muy diversos, mientras que el caló propiamente es la lengua de los gitanos.188 En este estudio nos limitamos a hacer alguna somera observación en orden a ciertas voces de germanía y caló no recogidas por Lassaletta que merecen alguna aclaración o que tienen algún interés lingüístico. Con estas anotaciones no pretendemos más que ayudar a completar su magnífico estudio. Aunque las voces aquí registradas no sean «deformaciones» como las fonéticas y morfológicas que hemos visto, concebimos que lo son por cuanto se alejan de la norma establecida por la Academia. En la obra de Galdós, las voces de caló son un reflejo del flamenquismo del siglo XIX que «fue el gran vehículo de difusión de palabras gitanas, parte de un vocabulario plebeyo que una persistente moda popularizaba de continuo».189

alilao «Amos... si tu marido es un alilao, quiere decirse, si se deja gobernar por ti y te pones tú los pantalones...» (246b). No aparece en el DA.190 Este diccionario, sin embargo, trae lila 'tonto, fatuo' (Vox,191 Salillas:192 'simple', Besses,193 Seco194), sin aludir a su procedencia. Según Clavería195 la voz es de origen gitano, pero Corominas196 la considera mera variante de lelo. Es evidente que se trata de un calco lingüístico: así como tonto > atontao, lila > alilao.197

cambrí «Díjome que la Pitusa estaba cambrí de cinco meses...» (61a). Besses registra la voz con el significado de 'preñez'. No obstante, en el contexto dado se usa como adjetivo, con, además, la terminación femenina en . Parece evidente la acepción de 'preñada', confirmada por M. L. Wagner (RFE, 25 [1941], 172). Según éste, es de origen gitano.

estaribel «Entonces..., viendo que me querían meter en el estaribel y enredarme con los guras, tomé el olivo y nos juimos a Cartagena» (110b). 'cárcel' Salillas, Besses. Es palabra gitana.198

gura (Véase más arriba, s. v. estaribel). El DA, Salillas y Corominas registran gura 'la justicia', pero aquí el contexto y el plural piden 'guardia', o, tal vez, 'soldado'. El DA la considera voz de germanía, y Corominas le niega el origen gitano propuesto por Clavería tanto para esta voz como para guripa 'soldado', prefiriendo la etimología árabe de gurapas 'castigo de galeras'. Es más,   —116→   en su estudio, cita el argot. cat. gura 'guardia municipal'. Si bien la idea de simple catalanismo no puede descartarse, cabe la posibilidad de que en el gura galdosiano hayan convergido todos estos vocablos. Cfr. además guro 'alguacil' (Clavería 246) y guronda 'vigilante nocturno' (Besses).

gurapas f. pl. «El haber estado en gurapas algunas temporadillas...» (111a). Germanía. 'castigo de galeras'. DA, Salillas, Corominas.

jonjabar (Véase más arriba, n. 187) El DA, Besses y Corominas coinciden en darle el significado de 'engañar, engatusar, lisonjear', pero sólo la segunda acepción del DA, 'apurar, inquietar', concuerda con su uso en Galdós. El DA la tiene por voz de germanía, mientras que Corominas le atribuye origen gitano.

murcia «Me parece que oigo aquellas finuras: '¡Indecente, cabrón, najabao, randa, murcia...!' No era posible semejante vida. Di que no.199 El hastío era ya irresistible» (61a). Forma femenina de murcio. Germanía. 'ladrón, ratero'. DA, Salillas, Corominas.

najabao (Véase más arriba, s. v. murcia.) La forma najabar se encuentra en Besses, con el significado, entre otros, de 'desperdiciar, perder'. Es otro calco, como alilao, guillao. En el contexto dado, es evidente su significado de 'perdido' (cfr. el familiar perdis). Wagner (Notes..., 74) la considera voz derivada de najar (más abajo) y, por lo tanto, de origen gitano.

najarse «Me najo de allí, vuelvo a mi Españita...» (111a). 'marcharse, largarse'. Beinhauer 232, Salillas: najar 'huir'. A pesar de ser de uso popular bastante frecuente, el verbo no lo trae el DA,200 pero sí la locución salir de naja, con el significado 'marcharse precipitadamente', y la califica de frase «familiar». El Vox trae la expresión con el mismo significado, pero la considera «vulgar». No obstante, najarse, según Corominas, Clavería (157-58) y Wagner (Notes..., 74), es de origen gitano. (Salir de naja, además, en Seco, Beinhauer 232)

rumbel (Véase más arriba, n. 187) En el texto parece claro el sentido de 'moneda, dinero'. No se encuentra esta voz en ninguno de los diccionarios citados. Sin embargo, cfr. Wagner (Notes..., 93) «rumbi 'real' (monnaie)». Puede también estar relacionada con rumbo (v. DA y Antonio Alcalá Venceslada, Vocabulario andaluz [Madrid: Real Academia Española, 1951])201

Estas deformaciones populacheras constituyen una verdadera riqueza del habla popular madrileña, que es, según el mismo Galdós una «Academia del decir plebeyo que al propio tiempo es el sentir penetrante de las clases humildes, cuya donosura alegra la triste existencia de esta heroica Villa».202 Creo que -dicho sea de paso- en ellas podemos barruntar la progresión de rasgos andaluces que se extienden, no ya a Madrid, sino en un avance generalizado de Sur a Norte.203 Galdós echa mano de estas formas familiares para dar más realismo al diálogo de sus personajes, pero lo hace sin abusar de ellas. Si en cada momento los personajes del pueblo hablasen como en realidad se oiría hablar en cualquier bar del Madrid de su época, perdería mucho la obra galdosiana como obra de arte. Lo que hace Galdós es suministrar los vulgarismos con gran tino, aderezando, por decir así, y dando sustancia al diálogo de sus personajes. Los vulgarismos que usa vemos que están basados en una profunda realidad lingüística, pues prácticamente todos están ampliamente documentados. No hay detalle que demuestre más a las claras las ingentes dotes de observador de Galdós. Con razón escribe Menéndez y Pelayo que «Fortunata y Jacinta produce la ilusión de la vida».204

East Carolina University







 
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