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1

El siguiente trabajo es una traducción al castellano de la segunda parte de la «Introducción» a mi edición de la novela publicada en Nueva York por Anaya-Las Américas en 1974. (N. del A.)

 

2

[El aparato de notas del original aparece al final del artículo, en las páginas 12 y 13. (N. del E.)]

 

3

Faltan las siguientes páginas en el manuscrito que yo he examinado: 55-58; 60-72; 113-122; 189; 192-194; 202-210; 212; 214-216; 218-219; 242-243; 248; 322-325; 335; 343; 372-380; 408, y 424. (N. del A.)

 

4

Los manuscritos que se han estudiado hasta el momento son: el de Miau (The Miau Manuscript of Benito Pérez Galdós: A Critical Study by Robert J. Weber, California, 1964), el de Gloria (aunque el estudio completo no ha aparecido, el profesor W. T. Pattison nos dio una breve descripción de su estudio y descubrimientos en el artículo titulado «The Manuscript of Gloria», publicado en el volumen IV de esta revista, correspondiente al año 1969 (páginas 55-61); y el de Fortunata y Jacinta (tesis doctoral, todavía sin publicar, de la profesora Diane Beth Hyman, de la Universidad de Harvard, cuyo título es «The Fortunata y Jacinta Manuscript of Benito Pérez Galdós»). (N. del A.)

 

5

En este mismo volumen aparece un estudio del profesor Lee Fontanella en el que se da una relación del primer final. Ver pp. 59-69. (N. del A.)

 

6

Curiosamente Henry James bautizó con el nombre de Christopher Newman al protagonista de una de sus primeras novelas, The American, novela que en muchos sentidos presenta una situación muy similar a la de Doña Perfecta. (N. del A.)

 

7

Reproducimos íntegra, a modo de apéndice, la valoración de J. F. Montesinos sobre las dos versiones de Doña Perfecta:

Fechada en Madrid, abril de 1876, la novela se publicó en la Revista de España, en cinco números consecutivos (194-198), de marzo a mayo. Esto parece indicar que la impresión comenzó antes de que el libro estuviese concluido, que quizá el autor iba escribiendo atenido a las necesidades de la revista; lo que daría validez a su afirmación, en carta a Clarín incluida por éste en su opúsculo Galdós: «[...] la comencé sin saber cómo había de desarrollar el asunto. La escribí a empujones, quiero decir, a trozos, como iba saliendo, pero sin dificultad, con cierta afluencia que ahora no tengo» (Obras de Clarín, ed. cit., I, 27). La improvisación es patente, examinado el texto de la Revista; ella explicaría el precipitado y absurdo final de la primera versión y algunas incoherencias que el autor no pudo o no quiso suprimir de la que hoy leemos.

Aquella primera redacción discrepa de esta última en líneas generales, quizá menos que la de El Audaz discrepa de la que hoy circula, y las diferencias son de la misma índole: una polvareda de variantes introducidas por escrúpulo del estilista, acertadas casi todas, como las de El Audaz y otras enteramente caprichosas. Hay menos supresiones, y ninguna de importancia. Pero lo que sí es importante es lo que leemos al final de la novela, en dos de las cartas de Don Cayetano Polentinos, las últimas, tan disparatado e inconciliable con lo que antecede, que se diría que no son obra de Galdós, que alguien se apoderó de sus papeles y le hizo la jugarreta de adicionarlos con un desenlace descabellado. Júzguese.

[Revista, 1876, L, 265:]

«Perfecta me encarga muchas expresiones para V. Se ha reído mucho con la especiota de su casamiento. La verdad es que en nuestro pueblo se dice también. Ella lo niega, y ríe mucho cuando se le dice. En caso de que esto tenga visos de formalidad, yo le negaré mi aprobación porque Jacinto tiene veintidós años menos que ella, y aunque Perfecta se conserva muy bien y ahora ha echado carnes y se ha puesto muy guapa, no creo que tal unión pueda ser provechosa. Si he de decir la verdad, no veo al chico muy entusiasmado. Su madre, doña María Remedios, es la que me parece que se dejaría cortar ambas orejas porque este ante-proyecto fuese siquiera proyecto. / Una sensible noticia». [Sigue el texto de la vulgata.]

El momento era como soñado para «echar carnes» y «ponerse muy guapa». Aparte el asesinato de Pepe Rey, que no dejaría de impresionarle, pues tanto impresionó al penitenciario, ya había ocurrido el internamiento de Rosario en un manicomio. Esto es malo, y un espantoso anticlímax, pero lo que se nos antoja una mala broma y nada tiene de galdosiano, lo que parece francamente apócrifo, es este incalificable pasaje que se lee en la carta siguiente:

[pp. 266]

Orbajosa 23 de Diciembre.

«Mi carísimo amigo: escribo a V. a toda prisa para decirle que no puedo remitir hoy las pruebas. Acaba de suceder en mi casa una desgracia espantosa... Me llaman... Tengo que acudir... No sé lo que es de mí.

Era cierto el proyecto de casamiento de Jacinto con mi cuñada. Esta mañana estaban todos en casa. Se había matado el cerdo para las Pascuas. Las mujeres se ocupaban en las alegres faenas de estos días, y viera V. allí a Perfecta con media docena de sus amigas y criadas, ocupándose en limpiar la carne para el adobo, en picarla para los chorizos, en preparar todo lo concerniente al interesante tratado de las morcillas. Entró Jacinto, acercose al grupo, resbaló en una piltrafa y cayó... Horrible suceso que por lo monstruoso no parece verdad!... El infeliz muchacho cayó violentamente sobre su madre María Remedios, que tenía un gran cuchillo en la mano. Por un mecanismo fatal, el arma se envasó en el pecho del joven, atravesándole el corazón.-Estoy consternado (sic.)... ¡Esto es espantoso!... Mañana irán las pruebas». [Sigue el texto de la vulgata.]

[...] No sé cuándo desapareció de la novela, si ya ocurrió al hacerse la primera edición en libro. No debió de transcurrir mucho tiempo sin que el autor se hiciera cargo de que su novela no tenía sino un desenlace posible. Perdida su ilusión, perdida su vida, el fin de Doña Perfecta sólo podía ser un lento declinar hacia la muerte.


Galdós, I, Editorial Castalia (Madrid, 1968), pp. 176-178. (N. del A.)                


 

8

This essay is a fragment of a chapter from my forthcoming book on Galdós. (N. del A.)

 

9

[El aparato de notas del original aparece al final del artículo, en las páginas 25 a 27. (N. del E.)]

 

10

«La huella de Eugénie Grandet en Doña Perfecta» to appear in Sin Nombre. (N. del A.)

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