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ArribaAbajoObservaciones sobre la estructura y el significado de La corte de Carlos IV

Arístides G. Paradissis


El protagonista y narrador de la primera serie de Episodios es Gabriel Araceli, quien nació en Cádiz en 1791.116 De origen muy humilde, es hombre del pueblo. Como héroe romántico tiene muchas buenas cualidades: es valiente, generoso, patriota, y tiene sentido de honor. Su gran amor único es Inés de Santorcaz, con quien se casa finalmente.117 En La corte de Carlos IV, ésta pasa por hija de doña Juana. Sin embargo, en el capítulo XXVIII ya se puede entender que es, en realidad, hija natural de la condesa Amaranta.118 La unión de Inés y Gabriel, quien representa a toda una clase de jóvenes del pueblo en la Guerra de la Independencia, tiene valor simbólico.

El paralelismo entre la carrera de Gabriel y el desarrollo de la historia española es significativo. La vida del joven es, en cierto sentido, un reflejo de la evolución sicológica e histórica de la nación, desde la pérdida de su poder naval en el combate de Trafalgar hasta el restablecimiento de su poder terrestre en la batalla de los Arapiles.

En este sentido, La corte de Carlos IV representa un vacío, una interrupción, tanto en la carrera militar de Gabriel, como en la lucha histórica de la nación. La acción de La corte se desenvuelve desde «fines de 1805» (257a) hasta 1807. Antes, Gabriel había tomado parte como grumete en el combate naval de Trafalgar, y más tarde participará en los grandes acontecimientos de la Guerra de la Independencia: el levantamiento del 2 de mayo de 1808 en Madrid, la batalla de Bailén, el segundo sitio de Zaragoza, el sitio de Cádiz y la exaltación constitucional, la guerrilla -sirviendo a las órdenes de Juan Martín «el Empecinado»- y la batalla de los Arapiles. En cada ocasión Gabriel desempeña su papel de individuo y de tipo galdosiano: para la clase de jóvenes que él representa, la carrera militar era, en su época, la única capaz de ofrecerles tanto éxito. Gabriel obtiene «poco después de los Arapiles el grado de Teniente Coronel», (Arapiles, 1187b) y más tarde, debido a la influencia de su suegra, Amaranta, el de General.

Empero, al examinarlo bien, Gabriel no sólo es un individuo y un tipo sino también la encarnación de tres otros elementos sociales o históricos. Personifica (1) un medio ambiente: el del joven voluntario de la Guerra de la Independencia; (2) un temperamento: el patriotismo honrado y generoso; y (3) una abstracción: el valor. La importancia de Gabriel en toda la Primera Serie de Episodios nacionales está subrayada por el hecho de que él es un elemento significativo de unidad como único narrador y personaje principal.

Como «episodio nacional», La corte de Carlos IV tiene una estructura formal de 29 capítulos, tras la cual se puede discernir una estructura intrínseca y subyacente de 86 escenas, organizadas alrededor de las ideas básicas o primitivas que tuvo Pérez Galdós al escribir la historia novelada de este período (1805-1807). Así, el primer capítulo se puede dividir en cuatro escenas o unidades, de las que la tercera es la básica. La preceden un corto relato de Gabriel, en el que habla de   —98→   su llegada a Madrid (Corte, 257a), y una enumeración de sus distintas ocupaciones como criado de la cómica Pepita González (257a-258a). Esta tercera escena es larga e importante, y consta de varias secciones enlazadas. Gabriel proporciona al lector no sólo una descripción de la González sino también un análisis de las opiniones literarias de ésta, aprovechando la ocasión para hacer comentarios sobre los dramaturgos neoclásicos y satirizar el melodrama tradicional (258a-260b).

Esta escena básica está seguida de unas breves observaciones personales del narrador (260b).

De un modo parecido, las varias escenas básicas de la obra se pueden reconocer por su significado histórico o cultural, y por su importancia en el desarrollo progresivo de la trama. En la escala de 86 escenas de la estructura intrínseca las básicas son:

(7) El relato, entremezclado con diálogos satíricos y reveladores, del estreno de El sí las niñas el 24 de enero de 1806, cuando una claque de tradicionalistas trató de hundir la comedia de Moratín (262b-266a).

(12) El diálogo entre Gabriel e Inés sobre la ambición y el destino (268b-270b).119

(22) y (25) Los diálogos entre Amaranta, su tío el Marqués y otros sobre varios aspectos de la historia contemporánea. Los detalles de la historia de España, estudiados con esmero por Pérez Galdós, son importantes. El concepto del Episodio nacional está basado en una dualidad: la historia verdadera entrelazada con la trama novelesca (278a-279b y 281a-284a).

(41) y (46)-(48) La narración y los diálogos que revelan los detalles de la conjuración del príncipe Fernando y su tentativa para apoderarse del trono (301a-302a y 307a-313a).

(51) y (52) El largo diálogo entre Gabriel y Amaranta sobre el papel del cortesano, seguido por una autocrítica en la que Gabriel descubre que es honrado (315a-319a y 319a, b).120

(67) y (68) La narrativa, el diálogo y los textos de las cartas escritas por Fernando y publicadas en la Gaceta de Madrid. El pueblo madrileño sigue creyendo en Fernando y en las buenas intenciones de Napoleón. Su credulidad contrasta con la agudeza del amolador Pacorro Chinitas, que ya prevé la lucha del pueblo español contra los invasores franceses. Estas dos escenas constituyen un comentario preliminar importante sobre la Guerra de la Independencia y sus orígenes (334b-335b y 336a, b).

(70)-(79) Revelan lo que pasó durante la noche del 6 de noviembre de 1807. Estas diez escenas constituyen la crisis de la acción novelesca principal. Se trata primero de los preparativos y diálogos preliminares que preceden la representación de una obra teatral, Otello, por Teodoro Lacalle, adaptación de una traducción francesa por Ducis de la tragedia de Shakespeare. La obra, al ser presentada, está intercalada en el relato del narrador, de modo que la acción está concentrada en los amores y los celos del gran actor Isidoro Máiquez, de la González y de la duquesa Lesbia, tanto en el escenario como en la realidad de la narración de Gabriel (336b-350a).

Ya se ha mencionado la dicotomía fundamental del concepto galdosiano, los aspectos históricos y novelescos que constituyen la doble base del Episodio nacional. En La corte de Carlos IV cada uno de estos elementos se puede dividir en dos,   —99→   así que tenemos en este Episodio cuatro hilos de acción. Sin embargo, se puede ver que hay puntos de contacto entre ellos en ciertas escenas.

Algo ya se ha dicho del primer hilo, de la primera o principal acción novelesca, en la que Gabriel desempeña su papel de criado y actor, y encuentra a Pepita González y a Isidoro Máiquez. Es el mundo artístico y cultural que está en contacto con la esfera de la nobleza, es decir con Amaranta y Lesbia, don Juan de Mañara, el Marqués y la Marquesa. Este hilo se desenvuelve de la manera siguiente:

- las escenas (1)-(8) (caps. I y II) y (14)-(20) (caps. IV y V) constituyen la exposición, en la que se da a conocer el asunto;

- las escenas (21)-(30) (caps. VI-IX),121 (34) y (35) (cap. XI),122 (39) (fin del cap. XI), (43)-(52) (fin del cap. XII-cap. XVIII),123 (55)-(61) (fin del cap. XVIII-primera parte del cap. XX), (63) (primera parte del cap. XXI), (65) y (66) (cap. XXI)124 forman la complicación o desarrollo de la acción;

- las escenas (70)-(79) (caps. XXII-XXV), de las que ya se ha hablado, constituyen el clímax, la crisis, o el punto culminante;

- las escenas (80)-(85) (caps. XXVI-XXVIII) son el desenlace.

El segundo hilo (o segunda acción novelesca) es en el que Gabriel está en contacto con gente humilde, con Inés, doña Juana y el cuñado de ésta, el padre Celestino Santos del Malvar:

- las escenas (9)-(13) (cap. II) son la exposición;

- las escenas (36)-(38) (cap. XI),125 (50) (última parte del cap. XVI), (54) (cap. XVIII)126 y (56) (principio del cap. XIX) forman la complicación;

- las escenas (62) (cap. XX),127 (64) (cap. XXI),128 (69) (principio del cap. XXI) y (85) (cap. XXVIII), escenas en las que se narran la enfermedad y muerte de doña Juana, y en las que se revela que Inés es en definitiva hija de una gran señora. Estas escenas constituyen el clímax o la crisis de este hilo de la acción novelesca;

- la escena (85) contiene también el desenlace;

- la escena (86) (cap. XXIX) es la conclusión.

El tercer hilo (o primera acción histórica) es en el que Gabriel sigue los acontecimientos políticos y aprende algo de la corrupción en Palacio y de la influencia de la camarilla. Es la esfera de los gobernantes, de la nobleza. En él se desarrolla la conjuración del príncipe Fernando:

- las escenas (5) y (8) (cap. II),129 donde se habla de Godoy por primera vez, constituyen la exposición;

- las escenas (22) y (23) (cap, VI),130 (25) (cap. VII)131 y (40) (principio del cap. XII) forman la complicación;

- las escenas (41) y (42) (cap. XII),132 (44)-(49) (caps. XIII-XVI), (51) (cap. XVII), (53) y (54) (cap. XVIII)133 constituyen la crisis, en la que se revelan el descubrimiento de la conjuración de Fernando y el castigo de éste;

- las escenas (67) (cap. XXI)134 y (83) (cap. XXVII)135 son el desenlace;

- la escena (86) (cap. XXIX) es la conclusión.

El cuarto hilo (o segunda acción histórica) es en el que Gabriel está en contacto con el pueblo y aprende lo que piensa de Godoy, de los reyes padres, de Fernando y de Napoleón.

- las escenas (9)-(11) (cap. III)136 son la exposición;

- las escenas (31)-(33) (cap. IX y X) y (62) (cap. XX)137 constituyen la complicación;

- la escena (67) (cap. XXI)138 es la crisis, en la que se describe (a) la incredulidad   —100→   del pueblo madrileño ante las cartas reveladoras de Fernando, publicadas en la Gaceta de Madrid, y (b) su empeño en creer en la inocencia del príncipe;

- las escenas (67) y (68) (cap. XXI)139 forman el desenlace;

- la escena (86) (cap. XXIX) contiene la conclusión de este hilo también.

Se debe notar finalmente que en cada uno de los sectores analizados -tanto en el privado y novelesco como en el público o histórico- estos hilos de acción se desarrollan en la alta esfera social de la nobleza y en la baja del pueblo. Es un aspecto significativo de la visión total de la realidad que nos proporciona Pérez Galdós.

Otro aspecto significativo de esta visión total es la riqueza de los temas que se desarrollan en La corte de Carlos IV, temas que están asociados con muchísimas actividades de la sociedad contemporánea. Así, el tema de la vida cultural y artística de la época tiene su importancia: está basado no sólo en la discusión de los méritos del neoclasicismo -y en particular, de la obra de Moratín- sino también en la descripción del trabajo que hizo Goya al decorar la casa del Marqués y pintar el telón antes de la representación de Otello (288b-289a y 324b).

Más importante desde el punto de vista histórico es el tema de la corrupción en Palacio. Gabriel, embelesado por la bella Amaranta, vacila en sus sentimientos de amor hacia Inés pero, a pesar de ser ambicioso, se decide finalmente en favor del amor verdadero y del honor, después de haber expresado su repugnancia con respecto al espionaje (324b). Su anhelo es poder siempre decir: «No he hecho nada que ofenda a Dios ni a los hombres. Estoy satisfecho de ti, Gabriel» (318a). Lo más significativo es que el concepto del honor está enlazado en su mente con la figura de Inés. La virtud atrae la virtud. En cuanto al tema de la corrupción, éste se desarrolla en las varias facetas de la vida política del país. Se muestra en la influencia funesta de la camarilla, constituida por personas como Amaranta y Lesbia. Según las explicaciones que aquélla da a Gabriel, el espionaje y el conocimiento de secretos vergonzosos están enlazados con el ejercicio del poder político. A veces una preferencia personal puede conseguir puestos, canonjías o destinos: en tales asuntos, la doncella de Amaranta tiene ciertas ventajas -sabe peinarla tan bien (318b y 356a) -y el padre Celestino es nombrado- con justicia, según parece -para el puesto de ecónomo de la iglesia parroquial de Aranjuez después de una larga espera de catorce años y sólo debido a la intervención de Gabriel y Amaranta (336a). Las carreras de Godoy y del marqués Caballero son ejemplos de lo que se puede conseguir de esta manera. Lesbia, don Juan de Mañara y el licenciado Lobo también esperan asegurar sus carreras o su felicidad personal no por sus propios méritos sino por alguna protección, intriga o influencia secreta. De todo esto, y del retrato del rey Carlos IV, se destaca la impresión de la debilidad desastrosa del soberano y del gobierno frente al poder de Napoleón. Al desarrollar su tema Pérez Galdós revela otro aspecto de la vida política de la época: la falta de juicio de los gobernantes, y aun la falta de patriotismo verdadero. Godoy, por ejemplo, busca un trono en Portugal. Carlos IV y Fernando -padre e hijo- luchan casi abiertamente para conseguir el apoyo de Napoleón. En estas circunstancias no nos extraña que Pacorro Chinitas, amolador madrileño y filósofo callejero, diga con respecto a la lucha futura contra los franceses «todo lo hemos de hacer nosotros», es decir, el pueblo.

El desarrollo del cuarto hilo (o segunda acción histórica) en el que Gabriel está en contacto con varios representantes de la población de Madrid revela la   —101→   impaciencia del pueblo para con los gobernantes egoístas, corrompidos y políticamente poco inteligentes.

El pueblo tiene su propio punto de vista, no siempre bien fundado. Ejemplo: su preferencia por el heredero del trono, Fernando. Lo que se puede discernir aquí es el tema de la importancia naciente del pueblo. Se prepara un período de guerra, de inestabilidad histórica, de movilidad social ejemplificada por la carrera de Gabriel. En la Primera Serie de los Episodios nacionales Pérez Galdós demuestra que la lucha por la independencia está basada sobre todo en la unidad nacional y la energía del pueblo.

En este clima social Gabriel, al ver el éxito de otros, se muestra muy ambicioso. El tema de la ambición y de sus límites se desarrolla sobre todo en sus contactos con Amaranta y sus conversaciones con Inés, quien representa el honor, la sencillez y el buen sentido.140

Esto nos conduce a la discusión del tema del amor. Según la narrativa de Gabriel, él encuentra muy distintos tipos de amor: el amor-ilusión que se insinúa en su ánimo cuando piensa en Amaranta (288b-289a), su amor sincero y correspondido con Inés, el amor materno de doña Juana, el amor-pasión de la González (345a-346b y 351b-352a), el amor-vanidad de Máiquez (344b-345b), los amores de Lesbia y de don Juan de Mañara, el amor culpable de Amaranta (342a), el amor adúltero de la reina. El amor tiene una importancia fundamental en la vida de Gabriel.

Para él, y en la entera Primera Serie de los Episodios nacionales, todo se relaciona con el amor: su patriotismo, su concepto del honor, su éxito final, sus bodas y su felicidad durante tantos años.141 El tema del amor está enlazado con el de los celos, que se desarrolla sobre todo en los capítulos VI y XXIII-XXVI, y con el del honor. La diferencia entre el honor verdadero y la apariencia del honor se ve al comparar el comportamiento de Gabriel con el de Amaranta y Lesbia.

En ambos aspectos fundamentales de La corte de Carlos IV, el histórico y el novelesco, el tema de la Providencia tiene una importancia que no se puede negar. Es, según dice Hans Hinterhäuser, «el principio que dirige la Historia... y no sólo determina el proceso de la Historia grande y "externa", sino también la pequeña e "interna" de los personajes novelescos».142 La Providencia puede significar «Dios» o «el Cielo», y en su primera conversación con Inés, ya habla Gabriel de sus proyectos y de su éxito posterior «Dios mediante» (268b). Más tarde agrega: «Eso será lo que Dios quiera» (269a y 270b), y así atribuye a Dios la influencia decisiva en su propia vida. Sin embargo, es ambicioso, y frente a su ambición, Inés defiende un punto de vista mucho más fatalista: «en el mundo, al fin y al cabo, pasa siempre lo que debe pasar» (269b). El fatalismo de Inés es un tipo de determinismo, puesto que niega la influencia personal sobre la determinación y atribuye un papel decisivo a los motivos, considerados como elementos externos que actúan sobre la voluntad humana. El aspecto histórico de la Providencia no aparece tan claramente en la obra, sino más bien en el desarrollo de la Historia en toda la Primera Serie.

Es un proceso más lento y se mezcla con la idea del Progreso. Las últimas líneas de La corte de Carlos IV nos dejan entrever algo de este proceso histórico. La nación española, basándose en los sentimientos patrióticos y las virtudes militares del pueblo, tendrá éxito en su larga lucha contra los invasores franceses. Pero después de la Guerra de la Independencia, el progreso hacia la democracia   —102→   y la justicia social, preconizado por Pérez Galdós, es mucho más lento. Con la desaparición del peligro extranjero desaparece la unidad nacional, y la energía del pueblo se disipa en una serie de luchas políticas, religiosas y sociales que durarán hasta la última parte del siglo. En el pensamiento de Pérez Galdós, el proceso histórico, tal como se desarrolla en los Episodios nacionales, está enlazado con la dicotomía fundamental de las virtudes militares y las flaquezas políticas de la nación.

Finalmente, podemos decir que La corte es un buen ejemplo de un Episodio cuyo examen con respecto a la estructura y el significado nos facilita la comprensión del proceso creador en la obra de Pérez Galdós. Nuestro estudio nos ha ofrecido detalles valiosos sobre su preocupación con distintos aspectos de los elementos histórico y novelesco, sobre sus métodos de organización, y sobre su instinto dramático, revelado en las escenas dialogadas. La grandeza de Pérez Galdós reside tanto en su inspiración creadora como en su maestría en cuanto a los aspectos técnicos del arte de novelar.

School of Humanities. La Trobe University. Melbourne, Australia





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