Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.

  —307→  
Carta

Del ejército libertador a un miliciano del Nacional


Campamento de Yeruá a 23 de setiembre, año de la libertá de ochocientos treinta y nueve



ArribaAbajo   Querido amigo Ricardo,
Me alegraré que estés bueno
gozando de la salú
que yo para mí deseo.

    Sabrás que aquí nos hallamos  5
con el general Lavalle,
y que pronto enderezamos,
a la fija, a Buenos Aires.

    Ayer a la madrugada
topamos la montonera  10
que tenía un tal Villagra,
maula viejo donde quiera.

    Eran mil y setecientos;
y nosotros la mitá;
pero al RUBIO ni por esas  15
se le hizo dificultá.

    Y al punto que los clarines
nos tocaron a degüello,
—308→
ahí no mas a los Chanases
se les atajó el resuello.  20

    Pues nuestros lanceros viejos
se empezaron a floriar,
y ya comenzó el gauchaje
en chorrera a disparar.

    Algunos que presumían,  25
quisieron medio sentarse;
y a Hornos con unos poquitos
se le hizo bueno agacharse.

    ¡Ah, cosa! si fue una gloria
verlos en el entrevero...  30
sin recularles nadita,
a éste quiero, a éste no quiero.

    Luego el coronel Montoro
atropelló, y al istante
lo mismo que bagualada  35
se los llevó por delante.

    De ahí los demás escuadrones
siguieron dándole juerte
más de tres leguas seguido,
y siempre echándoles suerte.  40

    Les quitamos los caballos,
las armas y municiones,
y luego fueron cayendo
a presentarse a montones.

    Ya por acá no hay cuidao,  45
está muy linda la cosa,
porque en toda la provincia
nos tratan como la rosa.
—309→

    ¡Si vieras al general
cómo trata a los paisanos...  50
con un agrado! ¡Bien hayga
el hombre guapo y cristiano!

    De todas partes, da gusto,
se le vienen a ofrecer
con moneda y con caballos...  55
¡Ricardo, si es un placer!

    El gobernador Ferré
le ha escrebido al general,
que se viene con su gente...
que es un pucho rigular.  60

    De aquí a unos días, de cierto,
tendremos dos mil soldaos,
sin contar los Correntinos
que también se han ofertao.

    Todos nuestros oficiales  65
se han portado con primor,
y estamos deciplinaos
de lo lindo lo mejor.

    Con que, será hasta la vista,
que ya tocan a formar;  70
y presumo que nos vamos
derechos al Paraná.

    Memorias a los amigos
compañeros orientales,
y a todos los que se acuerden  75
de...

José Antonio Olivares.



  —310→  
Carta

De un soldado de los coraceros del general Lavalle, dirigida de Entre Ríos a la campaña Oriental


Campamento en la Concordia mes de octubre día trece: año de la libertá de ochocientos treinta y nueve.



ArribaAbajo    Mi más querido Jacinto:
me alegraré que ésta te halle
buenazo sin novedá,
y lo mesmo a mi comadre.

    Ésta sólo se dirige  5
a darte algunas noticias,
pues sé que te han de agradar
porque son puras delicias.

    Aquí está la división
con el cuartel general,  10
y pienso que marcharemos
muy pronto a Mocoretá.

    El coronel Chilaver
ya se nos ha reunido;
y tiene otra división  15
de ochocientos Correntinos.
—311→

    ¡Ah, gente, bien haiga Dios!
que está brava y decidida;
no tengas duda, hermanito,
por Lavalle dan la vida.  20

    Toda la Correntinada
de golpe se ha levantao,
y el gobernador Romero
del julepe ha renunciao.

    Ya la Junta de Corrientes  25
ha hecho publicar un bando
y manda que don Ferrer
caiga a recibir el mando.

    Sabrás que este general
es hombre muy patriotazo,  30
y que con el RUBIO nuestro
ha sido siempre amigazo.

    Y así dende la redota
de Estrada en el Pago Largo,
el gobernador Ferrer  35
a monte no más ha andado.

    Pero ya ha vuelto a Corrientes
a recibir el gobierno
con todos sus camaradas
que lo han andado siguiendo.  40

    Ya también la mesma Junta
de Corrientes ha mandao
que el gobernador Ferrer
junte cuatro mil soldaos;

    Y que el general Lavalle  45
—312→
se haga cargo de esta gente,
porque la Junta lo aclama
el protetor de Corrientes.

    Los cuatro mil, por supuesto,
son para ir a Güenos Aires;  50
fuera de dos mil que dejan
como Guardias Nacionales.

    Esto no es chanza, Jacinto;
es la purita verdá:
ver la gente que se junta  55
¡es una temeridá!

    Cada día está cayendo
gente de todo pelaje
a ofrecerse al general...
y sobre todo el gauchaje.  60

    ¡Qué pingos lindos tenemos!
relumbrosos como espejo;
y armamento superior,
todititos por parejo.

    En Entrerríos, mentira,  65
no hay un gaucho alborotao
de punta a punta a Lavalle
todos le siguen el lao.

    De balde por allá dicen
que por aquí hay reuniones,  70
y que ya se viene Oribe;
mienten esos chapetones.

    Ojalá se le antojara
a ese López Mascarilla,
—313→
que gobierna en Santa Fe,  75
venirse con su pandilla.

    El general don Ricardo
y el coronel Felipillo...
¡si vieras las reuniones
que han hecho en el Entre Ríos!  80

   Y al tiro se han presentao
pidiéndole al general
que, si acaso López viene,
quieren salirlo a topar.

    ¡Pero qué, si eso es velorio!  85
Mascarilla está en su tierra
juntando Santafecinos
y aguardando la tremenda.

   Además, aquí sabemos
que al mismo Restaurador  90
con el susto del Yeruá
se le ha quitao el humor.

    Citando supo la noticia,
se quedó como cuajada
blanco... y ahí no más lueguito  95
se le cayó la quijada.

    Y ansí anda como culebra
averiguando de Urquiza
o de Echagua, porque dicen
que no tiene ni noticia.  100

    Aquí hasta tenemos gente
venida de Güenos Aires;
¡los vieras contar primores
de Rosas y sus parciales!
—314→

    Ya verás de aquí a unos días  105
por diciembre a más tardar,
el amigo Juan Manuel
donde p...uchas va a parar.

    Con que, será hasta otro día,
que ya vamos a marchar,  110
porque estoy viendo a la escolta
que ha comenzao a ensillar.

    Soy tu amigo hasta la muerte,
y no gasto veleidades:
con que así, nunca te olvides  115
de...

José Antonio Morales.



  —315→  
Parte

Del general don Pascual Echagüe al restaurador de las Leyes, dándole cuenta de la derrota y disparada de Caaguazú, en donde fue completamente batido y hecho prisionero todo el poderoso ejército Rosista a las órdenes del restaurador del Sosiego público


Al Exmo. Señor brigadier general don Juan Manuel Rosas - Ilustre Restaurador de las Leyes - Héroe del Desierto - Defensor del Continente americano - Miembro de la Sociedad Numismática de las cinco partes del Mundo - Conde de Poblaciones - General en jefe de los ejércitos federales, y gobernador y capitán general de la Confederación Argentina con Mashorca y todo, etc., etc., etc.

Paso del Infiernillo a 1º de diciembre de 1841.



ArribaAbajo    Juan Manuel: no extrañarás
que hasta ahora te haiga escrebido,
porque a corral me ha tenido
cerca de tres meses Paz.
¡Ah, diablo! pero sabrás  5
que me escapé a lo ñandú343,
el día que en Caaguazú
me echó la correntinada
con la marca recaldeada
a quemarme el caracú.  10
—316→

    A sujetar a Alegrete344
vine a dar con el jabón,
y pensaba del tirón
juir hasta Portugalete:
pero ya el número siete,  15
lo creo en siguridá:
y en esta conformidá
te escribo la relación
del cómo perdí la aición
por una fatalidá.  20

    El 26 del pasado,
frente a Capitaminí345,
caliente me resolví
a guasquiarme al otro lado
pero el río estaba a nado,  25
y el diablo que atravesara:
así, tomé una tacuara346
esa noche, y redepente
se azotó Paz con su gente,
que son como capiguara347.  30

    Y allá al rayar el lucero,
estando yo en el fogón,
al tragar un chicharrón
recién sentí el avispero:
salté a caballo ligero,  35
y ya mandé a tirotiarlos,
y conseguí el sujetarlos;
y así hasta de noche oscuro
—317→
les hice arrimar del duro,
con intención de tantiarlos.  40

    La noche del veintisiete
toda los hice pelear,
y luego empecé a tratar
de asigurar el rosquete.
Le hice una pregunta al flete348,  45
y, al sentirlo tan liviano,
dije entre mí muy ufano;
«no hay miedo que aquí se ofrezca:
¡ya verán cuanto amanezca
lo que es un amor tirano!».  50

    Así fue que al aclarar
del veintiocho, me trepé
a una carreta, y logré
desde la tolda vichar.
Después entré a meditar  55
cómo saldría de allí;
cuando, en esto, colegí
que Paz se me iba atracando
muy suavemente, y largando
avispas del camuatí349.  60

    Al punto a mis escuadrones
de punta a punta aclamé;
y después que les mandé
que pelaran los latones350,
yo me saqué los calzones  65
y me puse medio atrás,
—318→
pues como soy ¡tan voraz!
no quise compromisarme,
y creí mejor apartarme
por no calentarme más.  70

    Núñez se vino adelante
y me comenzó a toriar,
y cuando empieza a chanciar
¡el demonio que lo aguante!
Yo me enojé, y al istante  75
mandé que doce cañones
y veinticinco escuadrones
salieran a escarmentarlo;
¡que a ese tape el sujetarlo
no es cosa de dos tirones!  80

    Así al amigo Servando
le dije: «vaya adelante,
y atropelle, que al istante
van a salir apagando351»;
dio vuelta Núñez chanciando,  85
porque ahí no mas se empacó;
Gómez de eso se asustó
y ya me lo atropellaron.
¡Cristo! lo que le aflojaron352:
¡y que aguantaban! ¡pues no!  90

    Disparando en pelotones,
cayeron a una cañada,
donde estaba de emboscada
—319→
López con sus batallones353,
que salieron como leones  95
del pajonal ¡a la carga!
y en la primera descarga
el tendal allí quedó,
y Gómez nunca se vio
en situación más amarga.  100

    Mi izquierda y centro que vieron
disparar a mis dragones
y que otros dos batallones
de los bañados salieron,-
«¡para los pavos! dijieron»,  105
tratando de disparar;
pero no les dio lugar
Ramírez354 el salvajón,
que a bala, chuza y latón
nos hizo pericantar.  110

    Entonces yo rebenquié
juyendo a los malezales,
—320→
y entre unos tacurusales355
cuasi me descogoté.
Hasta las botas largué,  115
chaqueta, poncho y justillo356:
y de ahí le metí cuchillo
a la cincha, porque al fin
se me aplasta allí el rocín,
si no salgo en calzoncillos.  120

    ¡Pu...cha la correntinada,
que se ha explicao esta vez,
cuando a lo gato montés
me sacó de disparada!
¡maldita sea la espada  125
y el cargo de general!
pues temo ¡a fe de Pascual!
que el día menos pensao
me han de dejar estirao
en algún calcagüesal357.  130

    ¡Si vieras el aguacero
de bolas que hemos sufrido!
la fortuna mía ha sido
que yo puntiaba el primero,
pues si no ando tan ligero  135
me prienden las tres marías358,
y a esta fecha lo tenías
al Restaurador Badana
boleao y con la picana
al sol para muchos días.  140
—321→

    Al amigo Algañarás,
el más terne que yo traíba,
se le atravesó un tal Paíba359
y se las prendió de atrás.
Boliaron a otros mil más,  145
que mataron a lo perro;
y hasta le sonó el cencerro
a mi pobre cirujano,
que como andaba orejano360
también le atracaron yerro.  150

    Galán y su infantería,
sin escaparse un soldao,
a discreción se ha entregao
junto con la artillería.
Luego en la musiquería  155
que nos dieron hasta el fin,
por supuesto, hubo violín,
y también hubo violón,
contrabajo, serpentón,
fagote, trompa y clarín.  160

    Prisioneros, ¡Virgen mía!
raro será el que ha escapao,
pues todo bicho ha quedao
en el pantano ese día.
Pueden tener fantasía  165
del triunfo los Correntinos,
que se han hecho tan ladinos
para eso de menear hacha361,
—322→
que le limpian la caracha
al diablo en esos destinos.  170

    La caballada todita
la dejé a Paz a invernar,
porque él los ha de cuidar
para hacerte una visita.
¡Ya verás la gentecita  175
que te larga el Cordobés!
Conmigo ya no contés,
porque si vuelve a la cancha
Pascual Cristóbal Cagancha362,
la embarra, bien lo sabés.  180

    En fin, yo para otra empresa
me siento muy incapaz:
puede que te sirva más
Oribe, el Corta Cabeza:
pero, si se le atraviesa  185
López el de Santa Fe,
tendrá que hacer hincapié,
o que dejar de mojón
el mate363 en algún horcón,
ahí no más por Melincué364.  190

    Con que, será hasta la vista
pronto iré a darte un abrazo,
si Dios quiere, y por si acaso,
tené la jeringa lista.
Me alegraré que te asista  195
—323→
conformidá, compañero;
ya ves que no es el primero
Badana en darte disgustos,
aunque puedan estos sustos
apretarte el tragadero.  200

Pascual Cristóbal de Banada y Cagancha.




Noticias

De un retazo de cierto mensaje monstruo del Ilustre restaurador de las leyes, a cuya lectura concurrió un gaucho bruto, enemigo del tirano; quien de lo poco que comprendió de tal mensaje lo informó a Brígida Gauna su esposa, residente en Montevideo


Buenos Aires, febrero 28 de 1846.

Mi queridísima Brígida.

Me alegraré que al recibo de ésta te halles gozando de la más cabal salú que yo para mí deseo.

Como te creo ganosa de saber algo de lo que pasa en tu tierra, te diré, china, que la semana pasada me encontré por casualidá en la Sala de los LIONES deputiaos de Rosas; y se ofreció que un ministro de Juan Manuel les echó una relación diciéndoles más o menos las coplas siguientes.

¡Hacete cargo de la esperanza que les queda a los salvajes! a pesar de que acá mesmo entre los deputiaos de Rosas   —324→   hay muchos salvajones que se hacen no más los sarnosos, pero que aborrecen mortalmente a los federales netos como yo, tu marido...

Mamerto Reventosa.

Posdata...

Velay cómo se explicó el hombre al platicarle a la junta de los deputiaos.




I.

ArribaAbajo    Señores: hoy que repunta
Juan Manuel su carnerada,
y sabe que ya encerrada
se halla esta Majada-Junta,
a mí me manda en la punta  5
de madrino cencerrero,
para que, a cuanto carnero
se encuentra aquí en el machaje,
la largue un Gauchi-mensaje
por el MASTÍN OVEJERO.  10


II.
    No puede serles extraño
que Ancafilú365 (hablando en plata)
acá les mande a Batata,
como acostumbra a fin de año;
—325→
pues ÉL sabe que me amaño  15
y que me sabré explicar
muy lindamente al echar
la relación que me ha dao:
con que así, ¡pongan cuidao!
que ya me voy a largar366.  20


III.

    ¡Rico, gordazo y potente,
se conserva con salú
el Ilustre Ancafilú,
defensor del continente!
y antes que le meta el diente,  25
otro que aspire a mandar,
la osamenta han de dejar
los gauchos de Sur a Norte,
sin que al Ilustre le importe
hacerlos exterminar.  30


IV.

    Dice, «que la Salvajada
en su último manoteo
está ya en Montevideo
hambrienta y acorralada,
esperando a la Gringada  35
que vendrá en este verano
a sacarla del pantano;
y que vengan de una vez,
—326→
entonces sabrán quién es
el Ilustre Americano!».  40


V.
    Que, «como a cueriar baguales
mandará cueriar Ingleses
y más inmundos Franceses
que bosta hay en los corrales:
y que ya los federales  45
saben que Rosas ha sido
gaucho que siempre ha sabido
sacando el cuerpo peliar,
y que, sin desenvainar
su sable, siempre ha vencido!»367.  50


VI.

    «Que así no más se ha tirao
a todos los unitarios,
como a los Cipotenciarios
que los han apadrinao;
que siente el haber dejao  55
—327→
que se escaparan de aquí
ese Osley y Dofodí,
sin que los mandara inflar
y en seguida refrescar
con lavativas de ají».  60


VII.

    «Que ésos eran dos bribones
como Lané y como Inglifes,
otra yunta de alarifes,
y los cuatro salvajones
que tuvieron intenciones  65
de cogerlo a Juan Manuel
y divertirse con él
a bordo de la Africana368,
préndiendole en la picana
trescientos con un cordel».  70


VIII.

    «Que ya no se hará la paz
sino cuando a él se le antoje,
y que no esperen que afloje
ni trate con naides más.
Pues, ni un ministro capaz  75
hasta el día ha recebido:
porque cuantos han venido
han sido unos salvajones,
razón por que las custiones
hasta ahora no se han concluido.  80
—328→


IX.

    Últimamente, señores,
dice Ancafilú (chanciando)
que «el aguantarse en el mando
le cuesta muchos sudores
y tan crueles sinsabores,  85
que pide con sumisión
le permitan que a un rincón
se retire a descansar,
y tiernamente llorar
a su amada Encarnación».  90
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

    A este tiempo, dos chiflidos
un mashorquero pegó,
y la majada empezó
a espantarse y dar balidos;  95
luego, al ver despavoridos
los carneros, me asusté
y a la calle disparé
atrás del campanillero369,
—329→
que salió como carnero  100
juyendo y gritando me... e... e... e!».

Con que, Brígida; lo que te informés de esta corresponden cia a respeuto del mensaje, echala al fuego carta por las dudas, ¿eh?...

Hasta la vista, chinita,

Tuyo siempre

Reventosa.