11
Plano de la ficción.
12
Para el poder ejemplificador del arte, cf. Nelson Goodman, Maneras de hacer mundos, Madrid, Visor, 1990, pp. 30-31.
13
Así por ejemplo en «Casa del contrabajo A-Casa del contrabajo B» la infidelidad es vista a partir de una situación absurda: Annabella deja a Santiago porque prefiere vivir en su contrabajo. Abandona al esposo y vuelve a vivir en su instrumento, esta vez acompañada por el otro término del triángulo: Rolando Fortuna. Cuando el narrador cuestiona a su amada los motivos de sus acciones, ella responde con una metáfora sobre el sentido profundo de su infidelidad:
La acusé de haberme abandonado por ese hombre. Me contestó que no, que por el contrabajo.
-No has nacido para habitar una casa decente. Conmigo la tenías...
-Pero, Santiago... -quiso hacer valer-. Yo amo mi instrumento.
-¡Amas la promiscuidad en el contrabajo!
Me miró con su dulzura y su serenidad, como para deponer mi enojo y conseguir que la entendiera:
-No, Santiago, te equivocas...
-y entonces, ¿qué haces con él, apretados dentro de un vulgar contrabajo?...
-Música.
(p. 41)
14
Wolfgang Iser, «La ficción: dimensión antropológica de las ficciones literarias», en Antonio Garrido Domínguez (comp.), Teorías de la ficción literaria, Op. cit., pp. 43-65.
15
Gunter Lorenz, Diálogo con América Latina; panorama de una literatura del futuro, Valparaíso (Chile), Ediciones de la Universidad de Valparaíso, Pomaire, 1972, p. 125.
16
Cf. Césare Segre, Principios de análisis del texto literario, Barcelona, Crítica, 1985, pp. 258-261.
17
Gunter Lorenz, Op. cit., p. 126.