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Anotaciones y acotaciones de Azorín a los textos de Galdós

Enrique Rubio Cremades


Universidad de Alicante



En la biblioteca particular de Azorín1 encuentra el lector y estudioso en general un rico y copioso material inédito referente a escritores, ensayistas e intelectuales de la más diversa ideología. Desde cartas a familiares y amigos hasta libros dedicados a Azorín por los escritores pertenecientes tanto a generaciones anteriores o posteriores como a su mismo grupo intelectual y ámbito literario.

En nuestra comunicación intentamos desvelar a un Azorín íntimo, paciente anotador que temeroso de que sus juicios personales o impresiones fueran olvidados con el correr de los años, decide, tras la lectura de determinadas obras, escribir en los márgenes, anverso y reverso del papel de aguas, su opinión íntima y reservada. Es curioso observar en el escrutinio de anotaciones que con anterioridad hemos realizado -Larra, Clarín y Valera- como Azorín, ya por pudor o por evitar ciertas susceptibilidades de la crítica, calla o se reserva por distintos motivos juicios personales que aparecen anotados en los correspondientes ejemplares. Esta conclusión nace del cotejo realizado2 entre lo publicado por Azorín y lo anotado en los ejemplares de su biblioteca particular. Tal vez el caso más significativo sea el relacionado con la novela de Clarín, Su único hijo, anotada y acotada con profusión y que, sin embargo, ningún juicio de los allí transcritos vieron la luz pública.

En lo que respecta a Galdós, Azorín sintió una profunda admiración por sus novelas, Episodios y piezas teatrales, admiración vertida en las copiosas anotaciones y en el epistolario mantenido entre ambos autores3.

En lo que concierne a las anotaciones y acotaciones azorinianas a los Episodios Nacionales observamos que Azorín sólo anotó de forma parcial este corpus literario, pues únicamente aparecen anotados o acotados Episodios Nacionales pertenecientes a la tercera, cuarta y quinta series. Esto no indica que Azorín no leyera los pertenecientes a la primera y segunda series, puesto que figuran en la biblioteca particular del propio autor; anotando aquellos que consideró más importantes o pudieran servir para la obtención de una mayor comprensión e interpretación de los hechos, sucesos que abarcan desde el inicio de las guerras carlistas hasta la época del Gobierno provisional, asesinato de Prim y contexto social de Cánovas. Ausencia, pues, de las series protagonizadas por Gabriel Araceli y Salvador Monsalud y mayor incidencia en la tercera y quinta series.

Azorín realiza ligeras anotaciones en los Episodios Nacionales Zumalacárregui, La campaña del Maestrazgo y Vergara; por el contrario, el titulado Montes de Oca presenta mayor número de anotaciones que los precedentes. En los tres primeros Azorín escribe de su puño y letra las siguientes palabras: Aragón, España; 1837 y Abadiano, anotaciones correspondientes a Zumalacárregui, La campaña del Maestrazgo y Vergara, respectivamente. La primera anotación guarda relación con la acalorada conversación protagonizada por Saloma y el señor de Fago, conversación en la que se alude a la valentía y patriotismo del aragonés, acotando Azorín el siguiente párrafo «Y está dicho todo. El día que se desbarata España, para volver a jacerlatendrán que poner por pedernal de cimiento los corazones de Aragón»4. La segunda anotación -1837- se relaciona con el topónimo Fuentes del Ebro, marco geográfico citado por las Cronologías del año 1837 y que figura al comienzo del citado episodio de Galdós. La tercera anotación de Azorín -Abadiano- alude al texto galdosiano que hace referencia a la venta del Abadiano, sita entre Durango y Elorrio, y punto de reunión de los principales mandos militares representantes de las ideas liberales y conservadoras. En la venta del Abadiano se reunirán, por un lado, Espartero, el brigadier Linaje y el coronel inglés Wilde -representante de las ideas constitucionales-; por otro, los militantes del absolutismo: Maroto y el general Urbistondo.

Mayor número de anotaciones presenta, como ya habíamos indicado, el episodio Montes de Oca, transcribiendo las siguientes palabras: Valencianos, mujer española, Las Miau, comercio (política), guerra (negocios) y Diálogo (modelo). Las dos primeras anotaciones definen el peculiar comportamiento de dos formas o actitudes de pensar y actuar. Con frecuencia Azorín anota en los márgenes de los libros o en el dorso del papel de aguas palabras que guardan relación con tipos pertenecientes a distintas regiones españolas, como de hecho ocurre con el corpus novelístico de Valera, Clarín o el mismo Gil y Carrasco. La anotación mujer española hace alusión a Rafaela, apodada por Galdós la Perita en dulce que con su arte en el vestir y arreglarse convertía su trajecillo de pobre en ropaje engalanado: Azorín siente especial predilección por este personaje acotando todas las páginas en las que aparece; heroína galdosiana que según Azorín se identifica con las de la novela de Galdós Miau. Las tres mujeres que Villaamil tiene a su cargo -Pura, su esposa; doña Milagros, su cuñada y Abelarda, su hija- reflejan esa sociedad hambrienta del «quiero y no puedo». Con anterioridad Galdós habrá escrito La de Bringas, novela que describía con toda suerte de detalles este tipo de personajes, aunque Azorín, a tenor de lo consultado en su biblioteca particular, no prestó atención a este relato.

Las siguientes palabras anotadas en Montes de Oca guardan relación con la añoranza de un tiempo pasado -época del moderantismo y de la camarilla- y con la astucia de ciertos tipos que en épocas de guerra consiguen pingües beneficios, de ahí la anotación azoriniana guerra (negocios). A partir del capítulo XV de Montes de Oca vemos numerosos párrafos subrayados, en especial aquellos en los que Galdós introduce a sus personajes de ficción en animada conversación. En el sentir de Azorín y por lo aquí anotado, Galdós es un auténtico maestro en el arte del diálogo.

Las anotaciones a la cuarta serie de los Episodios Nacionales son escasas, destacan, por ejemplo, ciertas frases o giros que llaman la atención a Azorín, como aquella anotación que figura al margen del episodio Narváez y que dice textualmente la mosca en la oreja como queriendo rebatir a Galdós al afirmar que Narváez «estaba con la pulga en el oído, temiendo que en Palacio armaran la zancadilla» (1902: 28). En el resto de los Episodios Nacionales no encontramos ninguna anotación, aunque sí numerosísimas acotaciones, en especial en el titulado Narváez, ejemplar que aparece por duplicado en su biblioteca particular. En uno de los ejemplares observamos la afectuosa dedicatoria de Galdós que dice así: A Martínez Ruiz [Azorín]. Su cariñoso amigo B. Pérez Galdós, Madrid, Septiembre de 19125. Este ejemplar no presenta ninguna acotación ni subrayados. El segundo ejemplar, por el contrario, ofrece numerosas acotaciones relacionadas con posteriores trabajos publicados por Azorín, como el aparecido en Escritores al calificar este episodio como empresa sumamente delicada y difícil. Según Azorín «el estilo de Galdós en su último episodio es una perfecta equivalencia del de Cervantes en su gran novela» (1902: 54), palabras que pueden sintetizar el tono elogioso de lo publicado en torno a Galdós en Escritores

Mayor número de anotaciones apreciamos en el corpus novelístico de Galdós. En la primer de ellas, Gloria, Azorín escribe en los márgenes de varías páginas y en la contraportada la palabra falso varias veces. Incluso en distintos párrafos aparece un lacónico y expresivo falso todo, como es el caso del capítulo IX de la novela galdosiana. Es curioso el paciente escrutinio que realiza Azorín en ciertos pasajes de la novela, rebatiendo al atento observador que era Galdós en detalles nimios y que normalmente pasan desapercibidos para el lector. Un ejemplo sería el capítulo tercero de Gloria, cuando Galdós describe y registra el lento y pausado recorrido de unos caracoles «que se subían por las faldas de doña Serafina, y la observaban con sus ojuelos, y movían ante ella sus expresivos tentáculos, como diciendo: ¿que habrá venido a hacer aquí esta buena señora?» (1901: 23). En este párrafo Azorín escribe la palabra falso. Otro tanto ocurre en el símil que Galdós realiza entre los pasos de una joven y un gato. De igual forma, y creemos que esto es más interesante, anota la palabra falso todo en dos ocasiones cuando analiza el capítulo noveno de Gloria. Con especial énfasis subraya, acota y anota Azorín estas lacónicas pero expresivas palabras para indicarnos que la reacción de los habitantes de Ficóbriga es absurda y no corresponde a la realidad. El pavor, miedo y prejuicios sociales de estos personajes galdosianos ante la presencia de Daniel Morton contrastan con el sentir de Azorín que pone en tela de juicio la reacción del mendigo que no sólo rechaza las monedas de Daniel Morton sino que, incluso, pronuncia estas significativas palabras: «Tome usted sus doblones, que ningún cristiano recibe el dinero por que fue vendido el Señor» (1901: 98).

Existe una última anotación en el capítulo octavo que hace referencia a los «libros montañeses» de Pereda. Azorín anota una fecha, 1877, alusión a la publicación de los Tipos trashumantes, serie de cuadros o bocetos costumbristas que apareció, precisamente, en esta fecha.

La siguiente novela galdosiana anotada por Azorín es El amigo Manso (1910). Tres son las anotaciones. La primera -Discurso- acompaña a las palabras pronunciadas por doña Javiera cuando encomienda la educación de su hijo a Amigo Manso. La siguiente se relaciona con el capítulo séptimo de la novela al hablar el protagonista de la actitud, dotes y peculiar comportamiento de su discípulo Manuel Peña al cual «le seducían las cuestiones palpitantes y positivas» (1910: 49). Es posible que Azorín subrayara estas palabras por su relación con la obra de E. Pardo Bazán -La cuestión palpitante- pues supone un auténtico manifiesto teorizante del naturalismo español. La última anotación, Estados Unidos-España, guarda relación con el pasaje galdosiano que compara la mezcla y confusión de clases sociales. El ascenso social es consecuencia de países democráticos, de ahí que la etapa democrática que disfruta España en este mundo galdosiano favorezca este hecho. El subrayado y la anotación de Azorín es en este sentido muy elocuente.

En Tormento (1906) cinco son las anotaciones: Reinado de Isabel II, ¿en vena?, casa, 1876 y cocinas. Las acotaciones sin llegar a ser numerosas preceden o continúan estas anotaciones. La primera anotación se refiere al entorno político y social de Isabel II, época que en el sentir de Galdós era propicia a las camarillas, cambios políticos y a la empleomanía. La segunda anotación supone una corrección de estilo ante el error gramatical de Galdós. No es la primera vez que observamos esta actitud de Azorín, pues ya en los artículos periodísticos de Larra anota en el margen los errores gramaticales cometidos por el autor o, tal vez, por el propio linotipista. Las siguientes palabras transcritas por Azorín insisten, como es común en él, en las peculiaridades descriptivas de Galdós. Todo aquello que Azorín considera interesante lo anota, bien para analizarlo y publicarlo en artículos dados a la prensa -cuyo protagonismo lo ocuparía Galdós- o bien para adaptarlo a su mismo arte narrativo. No debemos olvidar que Azorín confesó públicamente la deuda literaria de su generación en relación a la obra de Galdós:

«La nueva generación de escritores debe a Galdós todo lo más íntimo y profundo de su ser: ha nacido y se ha desenvuelto en un medio intelectual creado por el novelista [...] La idealidad ha nacido del mismo conocimiento exacto, del mismo amor, de la misma simpatía por una realidad española, pobre, mísera, de labriegos infortunados, de millares y millares de conciudadanos nuestros que viven agobiados por el dolor y mueren en silencio. Galdós -como hemos dicho- ha realizado la obra de revelar a España a los españoles»


(1947-54, II: 629-630).                


En la novela Miau (1907) tan sólo aparecen escritas dos palabras -Las cosas-, referencia al escrutinio que el personaje galdosiano, Víctor, realiza en torno a la disposición y situación de objetos decorativos que aparecen en una habitación, descripción que produce una sensación de abandono y soledad.

De las novelas psicológicas de Galdós, Azorín sólo anota parte de las cuatro novelas que forman el ciclo de Torquemada, prescindiendo de Torquemada en la cruz y de Torquemada en el purgatorio. La primera novela de este ciclo anotada por Azorín es Torquemada en la hoguera (1889), utilizando para ello la edición princeps, de ahí que anote en la cabecera del libro una fecha -1889- que no es otra que la correspondiente a la primera edición de dicha novela. Los numerosos subrayados y corchetes, así como las palabras transcritas por Azorín hacen alusión a Isidora y a Martín, su esposo, cuando reciben la visita de don Francisco, el avaro, que en un rasgo de generosidad regala al infortunado matrimonio veintiocho mil reales. Las súplicas de Isidora y la enfermedad de Martín conmueven, como ya hemos indicado, al avaro, capítulo al que Azorín prestó gran atención, pues en el resto de la novela no observamos ni una sola puntualización. La novela Torquemada y San Pedro (1895) sólo presenta una anotación -Cuchilleros- escrita en la contraportada de la primera edición y en el margen de la página correspondiente. No existe ningún subrayado y ni una sola acotación en el resto de dicho corpus novelístico.

Si en la novela La incógnita (1889) sólo anota la palabra Viera y subrayados que hacen alusión a la difícil situación y carácter de este personaje, en la novela dialogada Realidad (1890) anota en el reverso del papel de aguas de la contraportada varias palabras: Amasar, su infidelidad, pobreza, Federico y Quijotismo de Federico. Tal vez le resultara extraña o curiosa la utilización o construcción de la frase galdosiana puesta en boca del personaje Orozco que en conversación con Augusta le dice que «disfruto del capital que se amasó con aquel negocio» (1890: 74). La siguiente anotación, su infidelidad, va precedida de numerosísimas acotaciones y subrayados en gruesos trazos de lápiz rojo. Azorín, al igual que hiciera en la novela Su único hijo, de Clarín, anota y acota insistentemente todos los párrafos que hacen alusión a las relaciones sexuales de los amantes o a las relaciones donde la infidelidad juega un papel importante. Párrafos subrayados y pertenecientes a la heroína galdosiana Augusta son los que destaca entre corchetes, como por ejemplo aquel que dice «Declaro que hay dentro de mí [...] una tendencia a enamorarme de lo que no es común ni regular» (1890: 76-77) o aquel otro párrafo anotado profusamente por Azorín: «Tengo antipatía al orden pacífico del vivir, a la corrección [...] Bendito sea lo repentino, porque a ello debemos los pocos goces de la existencia» (1890: 77). Si todas estas puntualizaciones realizadas por Azorín, fruto de una lectura meditada y pausada, no salieron a la luz pública como hemos tenido ocasión de comprobar, no quiere decir ello que no prestara atención a estas situaciones y sintiera una especial debilidad e íntima inclinación por aquellos personajes protagonistas de unas relaciones que rompían toda una norma social en contraste, precisamente, con el vivir del propio Azorín.

Las siguientes anotaciones hacen alusión a la pobreza española disimulada y llevada con gallardía y al quijotismo de Federico, anotaciones que guardan relación con los artículos dados a la prensa y que analizan la influencia cervantina en el corpus novelístico de Galdós. Su estudio Cervantes y Galdós es ciertamente elocuente cuando Azorín afirma que «Galdós, en el siglo XIX, en plena posesión de su personalidad, crea un paralelismo del Quijote» (1947-54, IX: 223).

Si la admiración por esta novela, la primera de la serie de novelas dialogadas, es patente, no menos revelador es lo escrito por Azorín en el encabezamiento del drama Realidad, representado en el Teatro de la Comedia la noche del 15 de marzo de 1892: «En esta obra hay que renunciar a señalar las frases felices y rasgos inspirados porque sería necesario señalarlo todo». Esta es, tal vez, la anotación más expresiva de Azorín que como íntimo lector siente una profunda admiración por el texto de Galdós.

La novela Ángel Guerra es otro de los relatos preferidos por Azorín. En Lecturas españolas tras elogiar el magisterio de Galdós llega al máximo de su ponderación cuando analiza el tomo segundo de Ángel Guerra, novela que describe con todo tipo de detalles Toledo, «con sus callejuelas enrevesadas y pinas, sus conventos de monjas con sus huertos, en que crecen cipreses y rosales; sus sosegadas iglesias, de cuyos muros enjalbegados con nítida cal, penden cuadros del Greco» (Azorín 1947-54, II: 630). En la primera parte de Ángel Guerra, Azorín anota las palabras fusilamientos y Fausto. La primera anotación hace alusión a los fusilamientos del año 1866, dantesco espectáculo que impresionó vivamente a Azorín a tenor de los trazos marcados que figuran en estas páginas. La siguiente anotación se refiere a un párrafo galdosiano que nos indica que las apariencias engañan y que tal vez «el más criminal es el más honrado» (1891: 308). En la segunda parte de Ángel Guerra aparece una escueta anotación -su mundo- que guarda relación con el personaje galdosiano Tirso, excelente guardador de cabras, que tan sólo había estado en Toledo dos o tres veces, y no conocía más mundo que el que se extiende desde el puente de San Martín hasta la sierra de Nambroca (1891: 212).

De las anotaciones realizadas a la novela Nazarín suponemos que Azorín leyó en varias ocasiones la presente novela, pues las notas escritas en una misma columna no siguen el orden de las páginas del texto. Es posible, en nuestra opinión, que en la primera lectura le preocupara más la actitud del protagonista y su situación frente a la iglesia oficialista y, en un segundo plano, la influencia cervantina en Nazarín, pues acota y subraya ciertos párrafos que se asemejan a la actitud de don Quijote. En una posterior lectura Azorín anotaría las palabras hipérbaton innecesario y a continuación una extensa lista numérica que le remitiría a varios ejemplos de esta figura retórica. Por ejemplo: «Una ventana estrecha que al corredor daba» (1895b: 16), «aquella ventanucha en que asomado le vimos» (1895b: 17). En total ocho páginas con hipérbaton innecesario según el juicio de Azorín.

En Misericordia observamos una vez más el elogio de Azorín por la novela galdosiana. Anota un expresivo admirable cuando Galdós describe las pormenorizadas notas de la agenda de D. Carlos, personaje que contrasta con doña Francisca por su actitud, minuciosidad y cicatería. La segunda y última anotación tiene como protagonista a Frasquito Ponte Delgado, personaje que en su apariencia externa podía competir con las momias de Egipto. Este personaje es, en el sentir de Azorín, de lo más logrado por Galdós.

No menos interesantes son las anotaciones y acotaciones de Azorín a la producción dramática de Galdós, como, por ejemplo, las del drama en tres actos titulado Los condenados, representado en el Teatro de la Comedia la noche del 11 de diciembre de 1894. Las anotaciones de Azorín se refieren al extenso prólogo que el mismo Galdós escribió para la publicación de dicha obra (1920). Las anotaciones guardan relación con la actitud del público y de la crítica, de ahí que Azorín anotara las palabras Crítica, El Público y Garrulería impertinente. Azorín parece estar de acuerdo con Galdós, sobre todo en la afirmación de este último cuando en el Prólogo escribe que «comúnmente vemos que periódicos poderosos mandan al estreno de una producción literaria al revistero de toros, sujeto muy apreciable sin duda, pero que no puede, con la mejor voluntad del mundo, desempeñar su cometido» (1920: 18). No menos significativas son también las palabras público y Garrulería impertinente, utilizadas por Galdós y anotadas por Azorín en la portada de la citada edición. Azorín parece estar de acuerdo con el autor de la obra, en caso contrario y como ya hemos observado en anteriores anotaciones, hubiera rebatido a su autor con anotaciones en el margen, como, por ejemplo, en ciertos prólogos críticos a los artículos de Larra. En el caso que analizamos las diatribas galdosianas contra la crítica del momento parecen encontrar feliz eco en Azorín, palabras que aunque lejanas a los tiempos de Larra se asemejan mucho.

Doña Perfecta, drama en cuatro actos y arreglo teatral de la novela del mismo título, se representó en el Teatro de la Comedia la noche del 28 de enero de 1896. Esta obra que figura en la biblioteca particular de Azorín nos hace pensar que fue representada, al igual que las comedias caseras de antaño, por familiares y amigos del propio Azorín. En los márgenes figuran nombres de personas que en su día representaron dicha obra, como María Cruz Hernández, Lola, Remedios, etc. y palabras que hacen alusión a la entrada en escena de estos actores caseros. Creemos que Azorín actuó en esta ocasión como director de escena, anotando profusamente su libreto a fin de evitar descuidos y posibles errores de interpretación.

Los volúmenes quinto y séptimo de las obras inéditas ordenadas y prologadas por Alberto Ghiraldo aparecen también anotadas por Azorín, no así el resto de los volúmenes que forman parte de esta colección. En el volumen quinto -Nuestro Teatro- y con letra un tanto ilegible se lee lo siguiente: Corrales, Ver esta carta, García Gutiérrez, teatro clásico, Selles y Vico.

La primera anotación -Corrales- alude al artículo de Galdós titulado «Nuestro teatro» y en especial a la historia y comienzo de los corrales de la segunda mitad del siglo XVI. La segunda anotación está motivada por las referencias que Galdós hace en un párrafo del artículo «Sectas literarias. Moratín y su época». En este párrafo que a continuación transcribimos Azorín anotará al lado, en su margen derecho, la frase ver esta carta:

«Como crítica literaria en estilo familiar, no hay nada comparable a la contestación que da desde París a los clamores del retórico Hermosilla, cuya colección de poesías condenaron los curas sólo porque en ella se hablaba de los pechos de no sé que Diosa»


(1923a: 31).                


Al final del citado artículo Azorín corrige un patronímico -Marco Celemi-, transcribiendo en el margen el correcto -Marco Celenio6. Las siguientes anotaciones -García Gutiérrez y teatro clásico- guardan relación con posteriores artículos de Azorín dados a la prensa, subrayando el autor parte del material analizado y utilizado por Galdós por considerarlo imprescindible y necesario. La admiración que siente por Galdós no sólo se limita a la obra de ficción, sino que también se extiende a los estudios y ensayos sobre la novela y el teatro en particular. Las dos últimas anotaciones corresponden al autor de los dramas Nudo Gordiano y Las vengadoras -Sellés- y al genial y conocido actor de la época, Vico.

Las dos últimas obras galdosianas anotadas por Azorín son Cronicón (Galdós 1923, VII) y Política española (Galdós 1923, III). En la primera tan sólo encontramos dos anotaciones que hacen referencia a la incorrecta utilización, por parte de Galdós, de la palabra interfecto, y una segunda la prensa que supone un duro ataque a los medios de comunicación. En Política española Azorín realiza seis anotaciones: Riego (todo apasionado), Humanidad, Villacampa - ineficacia, Problema, Predicción y Ruiz Zorrilla. Azorín considera admirable el enfoque que Galdós ofrece del ejército español, objetividad que le obliga a desmentir la generalizada opinión que considera a Riego como defensor de las libertades y de los fueros del pueblo. En lo que concierne al brigadier Villacampa la anotación hace referencia a la lentitud de la justicia militar y a las connotaciones políticas que han tenido en esta época las sublevaciones militares. Las restantes anotaciones aluden al problema que puede plantear una sublevación militar y sus repercusiones en la sociedad española, sociedad que se debate entre la condena o el perdón de la sublevación.

Azorín sintió siempre una gran admiración y respeto por los novelistas de su generación anterior. Leyendo a Azorín quedan cada vez más lejos los tópicos denigratorios contra los escritores de la segunda mitad del siglo XIX. Tanto las anotaciones como los estudios sobre Galdós publicados por Azorín pondrán de manifiesto esta sentida y profunda admiración. Nada más oportuno en este sentido que recordar las palabras de Azorín en El paisaje de España, al afirmar que Galdós representa una de las más grandes y fecundas direcciones de la vida española moderna, iniciador de la conciencia de España y maestro de generaciones posteriores.






Bibliografía

  • Azorín [José Martínez Ruiz]
    1947-54 Obras completas. Introducción, notas preliminares, bibliografía y ordenación por Ángel Cruz Rueda, 9 vols., Madrid: Aguilar.
  • Azorín: Artículos que hacen referencia a B. Pérez Galdós
  • —— «Alrededor de Galdós». En Escritores (57-63).
  • —— «Avisos de Este». En El Progreso (4-XII-1897).
  • —— «Benito Pérez Galdós». En Literatura (I: 235-236).
  • —— «Carrizales y Garrido». En Con permiso de los cervantistas (Obras completas, IX: 231-232).
  • —— «Castilla». En El paisaje de España visto por los españoles (Obras completas, III: 1158-1163).
  • —— «Cervantes y Galdós». En Con permiso de los cervantistas (Obras completas, IX 223-224).
  • —— «Ciencia y fe». En Artículos olvidados de José Martínez Ruiz (184-188).
  • —— «En la Princesa. La de San Quintín». En El Mercantil Valenciano (1-III-1894).
  • —— «En la Princesa. La loca de la casa». En El Mercantil Valenciano (13-11-1894).
  • —— «En San Quintín. Con el maestro Galdós». En Los clásicos futuros (Obras completas, III: 9598).
  • —— «Galdós». En Lecturas españolas (Obras completas, II: 627-630).
  • —— «Galdós». En Varios hombres y alguna mujer (197-210). «Instantánea». En El País (31-1-1901).
  • —— «Leandra y Augusta». En Con permiso de los cervantistas (Obras completas, IX: 245-246).
  • —— «Los ciegos». En Escritores (65-71).
  • —— «Los cinco Cánovas». En Escritores (53-56).
  • —— «Los maestros». En Madrid (258-259).
  • —— «Obras de tesis». En Ante las candilejas (Obras completas, IX: 67-70).
  • —— «Tres españoles de España. Galdós. En El paisaje de España visto por los españoles (Obras completas, III: 1215-1219).
  • Pérez Galdós, Benito
  • 1884 La de Bringas. Madrid: Imprenta La Guirnalda.
  • 1889a La incógnita. Madrid: Imprenta La Guirnalda.
  • 1889b Torquemada en la hoguera. Madrid: Imprenta La Guirnalda.
  • 1890 Realidad. Madrid: Imprenta La Guirnalda.
  • 1891 Ángel Guerra. Madrid: Imprenta La Guirnalda.
  • 1893 Torquemada en la cruz. Madrid: Imprenta La Guirnalda.
  • 1894 Torquemada en la cruz. Madrid: Imprenta La Guirnalda.
  • 1895a Torquemada en la cruz. Madrid: Imprenta La Guirnalda.
  • 1895b Nazarín. Madrid: Imprenta La Guirnalda.
  • 1897 Misericordia. Madrid: Est. Tip. de la viuda e hijos de Tello.
  • 1899a La campaña del Maestrazgo. Madrid: Est. Tip. de la viuda e hijos de Tello.
  • 1899b Vergara. Madrid: Est. Tip. de la viuda e hijos de Tello.
  • 1900a Montes de Oca. Madrid: Est. Tip. de la viuda e hijos de Tello.
  • 1900b Zumalacárregui. Madrid: Madrid: Est. Tip. de la viuda e hijos de Tello.
  • 1901 Gloria. Madrid: Est. Tip. de la viuda e hijos de Tello.
  • 1902 Narváez. Madrid: Est. Tip. de la viuda e hijos de Tello.
  • 1905 Aita Tettauen. Madrid: Est. Tip. de la viuda e hijos de Tello.
  • 1906a Casandra. Madrid: Librería de Perlado, Páez y Cía.
  • 1906b Tormento. Madrid: Librería de Perlado, Páez y Cia.
  • 1907 Miau. Madrid: Librería de Perlado, Páez y Cia.
  • 1910 El amigo Manso. Madrid: Librería de Perlado, Páez y Cía.
  • 1911 De Cartago a Sagunto. Madrid: Est. Tip. de la viuda e hijos de Tello.
  • 1912 Cánovas. Madrid: Est. Tip. de la viuda e hijos de Tello.
  • 1920 Los condenados. Dramas en tres actos, precedido de un prólogo, Madrid: Librería de los sucesores de Hernando.
  • 1923a Nuestro teatro. Madrid: Renacimiento (Obras inéditas ordenadas y prologadas por Alberto Ghiraldo, vol. 5).
  • 1923b Cronicón. Madrid: Renacimiento (Obras inéditas ordenadas y prologadas por Alberto Ghiraldo, vol. 7).
  • 1923c Política española. Madrid: Renacimiento (Obras inéditas ordenadas y prologadas por Alberto Ghiraldo, vol. 3).
  • Pérez López, Manuel María
    1974 Azorín y la literatura española. Salamanca: Universidad.
  • Riopérez y Milá, Santiago
    1979 Azorín íntegro. Estudio biográfico, crítico, bibliográfico y antológico. Iconografía azoriniana y epistolarios inéditos. Madrid: Biblioteca Nueva.


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