Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.

  —fol. 82v→  

ArribaAbajoActo II

 

Por una puerta CUATRO CABALLEROS, el CONDE DE PENAMACOR, DON BASCO, DOÑA MARÍA, JUAN DE ULLOA. Por otra CUATRO LABRADORES con el pendón de Castilla y los primeros con el de Portugal.

 
ULLOA
¡Oíd, oíd, Castilla por Alfonso
y Doña Juana!
CABALLEROS
¡Vivan muchos años
rigiendo propios, conquistando estraños!
 

(Esto se ha de hacer sobre un tablado alzando tres veces los pendones, con clarines y trompetas.)

 
LABRADOR 1.º
¡Oíd, oíd, Castilla por Fernando
y Isabel!
LABRADORES
¡Felices años vivan,
5
Imperios gocen, su laurel reciban!
ULLOA
Labradores, hombres buenos,
oficiales, que la plebe
desta ciudad populosa
moráis leales y fieles.10
¿Qué desbocado furor
os ciega, para que leves
constituyáis pueblo aparte,
y amotinéis tanta gente?
Las ciudades de Castilla,15
cuando alzan por sus Reyes
pendones, a los principios
al Regimiento dan siempre
el derecho desta acción,
y la nobleza es quien tiene20
por oficio el aclamar
al Príncipe que sucede.
Alférez mayor de Toro
soy, a quien solo se debe
esta ceremonia ilustre:25
¿quién pues se opone a su Alférez?
—fol. 83r→
Los nobles en forma y cuerpo
de ciudad festivos vienen
a justificar acciones
de Doña Juana, que reine30
con su esposo Alfonso el Quinto,
siglos felices y alegres
desatinos refrenad,
que barbaramente os pierden.
Hasta agora, ¿quién ha visto35
los plebeyos, oponerse
a los nobles en alardes
generosos y solemnes?
¿Cómo sabrá el labrador
entre el hazada y los bueyes,40
puntos que el jurisperito
con dificultad entiende?
Comprometed vuestras dudas
en cabeza que os gobierne,
Regimiento tenéis sabio,45
vuestro sosiego pretende.
Hombres buenos reducíos,
y lo que no os pertenece
dejad a quien tiene el cargo:
Alfonso es santo y prudente,50
Doña Juana, hija de Enrique;
divinas y humanas leyes
en Castilla los amparan.
LABRADORES
No queremos portugueses.
 

(Sale DOÑA MARÍA SARMIENTO.)

 
MARÍA
¡Bárbaros, que sin discurso,55
con desordenadas leyes,
siendo vulgo desbocado,
no hay persuasión que os enfrene!
¿Qué rústica ceguedad
con descaminos os mueve60
a despeñaderos locos,
que os pronostican la muerte?
¿Entendéis lo que aplaudís?
¿Conocéis lo que os conviene?
¿Qué derechos estudiastes?65
¿Qué escuela os dio pareceres?
Los surcos del tosco arado,
¿son claúsulas suficientes
que mano rústica escriba,
y la aguijada margene?70
¿Sabéis quién es Don Alfonso;
la justa acción con que viene,
el valor de sus vasallos,
los héroes de quien desciende?
¿Conocéis a Doña Juana?75
¿Oístes jamás, que hereden
a Castilla, habiendo hijos,
hermanas que los ofenden?
Pues escuchad sosegados,
si la razón os convence,80
que para acción tan notoria
basta aclamarla mujeres.
La Casa de Portugal
del tronco es un ramo verde
de los Reyes de Castilla,85
y su primero ascendiente,
Don Alfonso Magno el Sexto,
que al Conde Enrique el valiente,
ilustre en virtud y en armas,
Sol de los Lirios franceses.90
Dio a su hija Doña Elvira,
y en dote el Condado fértil
de Portugal, hasta entonces
estrecho, pobre y estéril.
Mas ya Reino dilatado,95
tanto, que invencible estiende
su diadema a la Etiopía,
que sus quinas obedece.
Con la sangre de Castilla,
sin esta, otras doce veces100
sus príncipes se casaron.
Siendo esto, ansi, ¿habrá quién niegue
ser Alfonso castellano
en la sangre, descendiente,
por todo un lustro de siglos,105
—fol. 83v→
de nuestros invictos Reyes?
Por sola esta acción pudiera,
a pesar de los rebeldes,
pretender la sucesión
que la malicia divierte.110
Vuestra Princesa es su esposa,
por hija suya la tiene
Enrique el Cuarto, jurada
por los mismos que la venden.
Si a las Portuguesas Quinas115
con que el cielo favorece
aquel Reino, pues bajaron
de sus esferas celestes.
Los Castillos y Leones
se juntan, ¿qué imperio puede120
contrastarnos? ¿qué nación
ha de haber que no nos tiemble?
Abrid los apasionados
ojos, pues la verdad vence
nubes de apariencias falsas125
que eclipsar su luz se atreven.
Vivan y Reinen los dos,
que por diez años prometen
haceros francos y libres,
sin que los de Toro pechen.130
Zamora humilde y leal
los recibe y con solemne
demonstración los aclama
por sus naturales reyes.
Vuestra vecina es Zamora,135
razon será que os afrente
la fe de vuestros vecinos,
y que la ventaja os lleven
en la lealtad que blasonan:
la nobleza toda viene140
a persuadiros verdades;
permitid que os aconseje.
Las letras los adjudican
el Reino y los más prudentes
de Castilla se conforman145
con sus sabios pareceres.
Las armas en su defensa,
si razones no convencen,
a costa de vuestras vidas
mostrar su valor prometen.150
Nuestros vecinos sois todos,
derramar el amor teme
sangre, de su cara patria:
unos muros y paredes
nos hospedan, unos frutos155
nos sustentan y una gente
república nos conforma,
solo en esto diferentes.
Vuestra ruina amenazan
vecinos de Toro, cesen160
guerras civiles, Alfonso
y su esposa reinen.
CABALLEROS
Reinen.
LABRADOR 1.º
Si los dos nos hacen libres,
deudos, amigos, parientes,
y ha de quedar franca Toro,165
necio es quien tal dicha pierde.
LABRADOR 2.º
Juren que nos harán francos.
PENAMACOR
Yo os lo aseguro.
TODOS
Pues Reinen.
 

(Sale ANTONA.)

 
ANTONA
¿Quién ha de reinar,cobardes
si, Fernando y Isabel?170
Soltad el pendón, que en él

 (Quítasele). 

hará mi lealtad alarde.
Infame interés aguarde
quien de sus promesas fia,
que si vuestra villanía175
avarienta se rindió
al oro, no al menos yo,
que soy Antona García.
A ellos digo los de allá,
que porque son Caballeros180
se precian de argumenteros,
—fol. 84r→
por lo que Alfonso les da.
Sepan que no es tiempo ya
de arguciones; porque es clara
la razón que mos ampara,185
defiéndanlos sus dotores,
que acá somos labradores,
y yo no he sido escolara.
Soldemente sé decillos,
que no hay ley que el Reino dé190
a Doña Juana, el porqué
pescúdenlo a los corrillos,
no oso yo contradecillos,
voz del puebro es voz de Dios,
si sois de otro bando vos,195
Mari hidalga bachillera,
contradecildo acá fuera,
y avendrémonos las dos.
A no dudar de ofender
honras,que acata el respeto,200
de Doña Juana el defeto,
yo vos le hiciera entender.
Soy mujer y ella es mujer,
yo honro mi naturaleza,
mas ¿cuál, diga la nobleza,205
es mijor que al Reino acuda,
una hija de Enrique en duda,
o una hermana con certeza?
¿Quién puede saber mijor
esto que el Duque leal210
de Alburquerque? o ¿qué señal
busca el dudoso mayor?
Su vida, hacienda y valor
a nuestra Isabel ofrece,
y a la vuesa no obedece.215
Privado del Rey difunto,
cuenta con aqueste punto,
que es más de lo que parece.
Por más que estodie, responda
quien fuere Letrado aquí,220
si puede, que para mí
esta razón basta y bonda.
La verdad nubes esconda
de engaños, ¿el Duque deja
a Doña Juana y se aleja225
della por Doña Isabel?
Pues aténgome con él
como Castellana vieja.
MARÍA
Pues ¿tú te atreves, grosera,
a contradecir Letrados230
tan doctos?
ANTONA
Tan sobornados
diréis mijor Caballera.
Bajad, salid acá fuera.
¡Veamos qué esfuerzo cría
la nobreza y hidalguía!,235
y quede esta duda llana.
PENAMACOR
¿Quién reina, Isabel o Juana?
LABRADORES
Dígalo Antona García.
ANTONA
Digo, que quien fuere fiel
a Doña Isabel reciba240
por señora.
LABRADORES
¡Isabel viva!
ULLOA
Temed vuestro fin cruel.
ANTONA
A Fernando y a Isabel
se les debe la Corona:
esto la lealtad pregona.245
ULLOA
¡A ellos, pues, Caballeros!
ANTONA
¡Ánimo, mis compañeros,
que aquí tenéis vuesa Antona!
LABRADOR 1.º
Mal podremos, desarmados,
pelear.
ANTONA
¿No hay palas, bieldos,
250
trancas, arados? Traeldos,
que aquí bondan los arados.
ULLOA
Daldos por desbaratados,
sin orden y sin milicia.
ANTONA
Donde reina la codicia,255
vence siempre la razón,
con el hasta del pendón
defienda Dios mi jostiscia.
—fol. 84v→

 (Quita el hasta y pelean unos con otros.) 

¡A ellos, mis labradores,
que ya se van retirando!260
¡Nuestra Isabel y Fernando
vivan con sus valedores!
 

(Retíranse y vuélvese a salir ANTONA contra tres soldados y sale el CONDE DE PENAMACOR.)

 
PENAMACOR
Soldados, haceos a fuera,
no maltratéis el valor
que ha visto España mayor:265
guerreadora hermosa, espera,
deten la mano severa,
pues aunque airada y ofendida///
muerte intentas dar en vano,
si a cuantos mata tu mano270
dan luego tus ojos vida.
Si vida mirando quitas,
¿para qué las armas tratas?
o ¿por qué los hombres matas,
si luego los resucitas?275
Mata una vez, no permitas
dar vida para tornar
segunda vez a matar,
a quien vencerte porfía;
que no es para cada día280
morir y resucitar.
ANTONA
¡A buen tiempo a fe de Dios
me resquiebra y enamora!
¡Pelead seboso agora,
que mala Pascua os dé Dios!285
PENAMACOR
Oye.
ANTONA
Si os alcanzo dos,
apostemos que vos quito
el mal.
PENAMACOR
Eso solicito.
ANTONA
Atendedme, pues, un rato,
veré si esta vez os mato,290
después cómo os resocito.
MARÍA
Mientras viva la villana,
poco Toro se asegura,
adiéstreme la ventura
de Alfonso y de Doña Juana.295
 

(Arriba DOÑA MARÍA con una piedra grande que arroja sobre ANTONA y cae en el suelo desmayada.)

 
ANTONA
¡Ay cielo, a traición me han muerto!
MARÍA
Hidalgos de Toro, aquí
con la vitoria salí,
murió Antona.
PENAMACOR
Si eso es cierto,
no viva yo, pues sin ella300
ya no tengo que esperar.
MARÍA
Acabalda de matar,
y perderán con perdella
el ánimo los villanos.
TODOS
¡Muera Antona, Alfonso viva!305
MARÍA
En eso mi suerte estriba.
 

(Quieren acabarla los soldados.)

 
PENAMACOR
Tened las violentas manos,
dadme a mí muerte primero.
 

(Defiéndela el CONDE.)

 
MARÍA
Conde de Penamacor,
¿qué es esto?
PENAMACOR
Tener amor,
310
ser portugués caballero:
al rendido, es villanía
injuriarle, yo la adoro.
Hidalgos nobles de Toro,
¿qué es de vuestra cortesía?315
Ya huyen los labradores,
—fol. 85r→
¿qué queréis de una mujer
casi muerta?
CABALLERO 1.º
No ha de haber
en nuestra ciudad traidores:
si a vuestro Rey sois leal320
mirad a quien dais favor.
PENAMACOR
Yo sirvo al Rey mi señor,
y quien reina en Portugal
no se da por agraviado
de una mujer, cuya fama325
para su alabanza llama
plumas, que han eternizado
otras que menos han hecho.
MARÍA
Acabalda de matar.
PENAMACOR
Si hacéis eso han de pasar330
vuestras armas por mi pecho.
MARÍA
Pues vaya presa.
PENAMACOR
Eso sí,
mas su alcaide he de ser yo,
porque de los que ofendió
pueda estar segura ansí.335
CABALLERO 2.º
Si la tenéis voluntad
libraréisla.
MARÍA
Haced primero,
como noble y caballero,
pleito homenaje.
CABALLERO 1.º
Jurad.
PENAMACOR
Por la Cruz de aquesta espada340
juro, pena de caer
en mal caso, de tener
su persona tan guardada,
como el mayor enemigo,
mientras Toro se sosiega,345
y como el traidor que entrega
castillo o fuerza, me obligo
a pasar por cualquier ley
de menosprecio y afrenta,
si della no diere cuenta,350
que ansí cumplo con mi Rey,
con mi hidalga inclinación,
y el fuego con que me abrasa.
MARÍA
Su cárcel es vuestra casa.
PENAMACOR
Su esfera mi corazón.355
MARÍA
Ponga el regimiento en ella
gente de guarda.
PENAMACOR
¡Ay de mí,
ponga el cielo guarda en mí
que no me deje ofendella!
¡Pobre de vos alma mía,360
si muere el daño que adoro!
MARÍA
Nunca Alfonso entrará en Toro
viviendo Antona García.
 

(Vanse, llevando el CONDE en brazos a ANTONA, desmayada.)

 
 

(Salen la REINA CATÓLICA, ANTONIO DE FONSECA, el ALMIRANTE, el MARQUÉS DE SANTILLANA y soldados.)

 
REINA
Alfonso está en Zamora
con Doña Juana y este trato ignora,365
Alcaide es de su puente
Pedro de Mazariegos, tan valiente
como fiel, persuadido
por Don Francisco de Valdés, que ha sido
de mi casa criado,370
entregarnos la puente ha concertado.
Si el Rey mi señor lleva
—fol. 85v→
gente de noche, que a fïar se atreva
de su palabra, es noble,
no temo que nos haga trato doble.375
ALMIRANTE
Si al Portugués prendemos
con su esposa en Zamora, no tenemos
a quien tema Castilla.
REINA
Antes espero que podré en la silla
suceder Portuguesa,380
si mi derecho anima nuestra empresa:
puesto que airado el cielo
se la negó a Don Juan, mi bisabuelo.
ANTONIO
Todo el tiempo lo trueca.
REINA
Tío Almirante, Antonio de Fonseca,385
esto se nos ofrece:
Marqués de Santillana, ¿qué os parece?
MARQUÉS
Que importa la presencia
del Rey, nuestro señor, cuya asistencia
hará seguro y cierto390
lo que hay que recelar deste concierto
REINA
Ya el Rey está avisado,
y puesto que el Alcázar ha sitiado
de Burgos, no habrá duda,
que con secreto y brevedad acuda395
a lo que tanto importa.
ANTONIO
Si toma postas la jornada es corta.
REINA
Esta noche en efeto
le aguardo.
ALMIRANTE
En tales casos el secreto
y ejecución, señora,400
a la fortuna sacan vencedora.
REINA
Esta pequeña aldea
alojamiento nuestro agora sea,
que de Toro vecina
a Zamora, mejor nos encamina,405
pues, si cual pienso, viene
esta noche Fernando, cierta tiene
su dicha la vitoria,
y si se tarda, gozaré la gloria
yo sola desta hazaña.410
ALMIRANTE
¡Valor de la Semiramis de España!
  —fol. 86r→  
 

(Sale BARTOLO.)

 
BARTOLO
¡Ay, el mi amo malogrado,
la mi Antona mal herida,
la mi borrica prendida,
yo el solo y desmamparado!415
Jumenta de el alma mía,
sin vos ¿qué ha de hacer Bartolo,
pobre, sin amos y solo?
La flor de la barreria,
¿qué es de vos?
REINA
Ved lo que tiene
420
ese pobre labrador,
sin borrica, sin señor,
y sin Antona: no viene
un daño solo.
ANTONIO
¿A quién lloras?
BARTOLO
A la metá de la mi alma,425
con la jáquima, la enjalma
se la llevan. En dos horas
perdida la Antona nuestra,
el amo y la burra mía.
Si es castellana, ¿podía430
ser mi burra portuguesa,
señor?
ANTONIO
Pues Bartolomé,
sosiega, ¿no me conoces?
BARTOLO
Si la viera tirar coces,
quédeme desde hoy a pie:435
¿no es el señor Antón
de Fuenseca? ¡Ay! si sopiera
mi mala ventura y viera
a nuestra Antona en prisión,
a Juan de Monroy morido,440
y a mi burra caitivada,
Tagarabuena quemada,
el ganado destroído,
y todo en menos de una hora,
no me conortara ansí.445
ANTONIO
Sosiégate, que está aquí
la Reina, nuestra Señora.
REINA
¿Qué hombre es ese?
ANTONIO
Es un pastor
que sirve a Antona García.
REINA
¿A mi amiga?
BARTOLO
La servía,
450
mas desde hoy más, ay dolor,
no la serviré, esta guerra
todo lo vino a asolar.
REINA
¿Murió?
BARTOLO
Ya debe de estar
hendo bodoques de tierra.455
Levantaren los de Toro,
los que son hidalgos digo,
pendón por el enemigo.
Diga, el Portugués ¿es moro?
o cristiano?
ANTONIO
Cristiano es.
460
REINA
¿Hay mayor simplicidad?
BARTOLO
¿Cristiano? Creo que es verdad.
Saliéronlos al través
los labradores y Antona
con las armas de Aragón465
y Castilla, en un pendón;
y al tiempo que uno pregona
¡viva Alfonso y Doña Juana!
la nuestra Antona García,
¡que viva Isabel! decía,470
y con su gente aldeana,
arrancando del pendón
el asta y dando tras ellos,
hizo a todos retraellos
al puro del coscorrón.475
Sin estorbarla la ropa
diez mata y tantos heridos,
que para quedar guaridos
no tien Portugal estopa.
Y cuando ya los tenía480
casi a pique de vencer,
un dimuño de moger
llamada Doña María
—fol. 86v→
Sarmiento, de una ventana
medio tabique arrojó,485
con que en la cholla la dio,
¡hazaña, pardiez villana!
Y dando en tierra con ella
a no guardalla un señor,
Conde de Espinamelchor,490
dobrado hubieran por ella.
Juró de guardarla presa,
dioren tras los labradores,
como no eran guerreadores,
y en prisión la Antona nuestra.495
Fuera los echoren hoy
de la ciudad desterrados,
muertos o descalabrados,
y entre ellos Juan de Monroy
nuestro amo, que ya estará500
donde ni comen ni beben:
con esto a robar se atreven
lo que quedado mos ha.
Fueron a Tagarabuena
los sebosos y robaron505
cuanta hacienda dentro hallaron:
más lo que me da más pena
es mi burra la berrueca,
la mitad de el alma mía:
¡Ay Dios! bien la conocía510
el buen Antón de Fuenseca.
Llévala el bando cruel
sin culpa, esto es cosa llana,
que ni ella vio a Doña Juana,
ni a Fernando, ni a Isabel.515
Ni en su vida se metió
en que una o otra quedase
vencedora, o que reinase:
soldemente, pienso yo,
por no ser de nengún bando,520
que diría en tal baraja,
Dios me ayude con mi paja,
y Reine Alfonso o Fernando.
¿Qué ha de her Bartolo agora
viudo sin tal compañía?525
REINA
¿Presa está Antona García?
BARTOLO
Herida y presa, señora.
REINA
Pesárame que se muera
tan valerosa mujer.
BARTOLO
Pues mi burra ¿qué ha de her,530
que Castellana vieja era,
si renegar y tornarse
de enojo Portuguesera?
REINA
No se qué diera ,Almirante,
por ver esta labradora535
libre.
ALMIRANTE
Paga, gran señora,
sentimiento semejante,
su fe y amor justamente.
BARTOLO
¡Ay mi burra!
ANTONIO
Yo os daré
una yegua.
BARTOLO
No hallaré
540
desde Leviante a Puniente
quien desta pena me escurra,
que era muy linda mi burra,
no quitando lo presente.
Yo sé, si la conociera,545
que al punto la enamorara,
si el hocico, si la cara,
si el diente de a geme viera,
si el pescuezo, si la cola:
mal año para abanico,550
de dama oloroso y rico,
con una colada sola
mataba diez moscas juntas.
¿Pues que, cuándo rebuznaba?
Cuatro barrios atronaba555
aguzando dambas puntas.
Llegose el tiempo importuno,
perdila para más daños
en el abril de sus años,
que aun no llegaba al veintiuno,560
que veinte este marzo hiciera.
MARQUÉS
¡Donoso pastor, por Dios!
—fol. 87r→
ANTONIO
Yo os daré con que otras dos
compréis.
BARTOLO
Pues desa manera
consuélome, que otra mente565
¡pardiez! que pudiera ser
que hiciera...
ANTONIO
¿Que habéis de hacer?
BARTOLO
Ahorcarme sofatamente
por el alma de mi parda.
ANTONIO
¿Qué decís?
BARTOLO
¡Qué me sé yo!
570
ANTONIO
¿Vos sois cristiano?
BARTOLO
O si no...
ANTONIO
Decildo.
BARTOLO
Vender la albarda.
 

(Sale ÁLVARO DE MENDOZA.)

 
ÁLVARO
El Rey está, gran señora
media legua de aquí.
REINA
Ya,
Marqués, el cielo nos da575
por conquistada a Zamora,
¿Quién viene con él?
ÁLVARO
Secreto.
Salió de Burgos ayer.
No ha cesado de correr
postas. Fingiose, a este efeto,580
enfermo y dejó mandado
que nadie en su tienda entrase,
sino que se divulgase,
que, porque estaba sangrado
a ninguno daba audiencia;585
y al tiempo que anocheció
disimulado salió,
teniendo la diligencia
de Fernando Álvarez puestos
en las Huelgas dos caballos,590
y con solos tres vasallos,
a morir por él dispuestos.
Que es el uno Don Rodrigo
de Ulloa, puesto que hermano
de Juan de Ulloa, que en vano595
en Toro es nuestro enemigo.
Yo el otro y su secretario,
Fernán Álvarez; se dio
tal prisa, que al fin llegó
donde si nuestro contrario600
no ha sabido este suceso,
o el alcaide no se muda,
Zamora es nuestra sin duda,
y Alfonso quedara preso.
Por lo que en serviros goza605
mi fe, delante he venido.
REINA
Digno de vuestro apellido
sois, Álvaro de Mendoza.
Marche el Campo a recibir
a Fernando, mi señor,610
que su presencia y valor
esta noche ha de rendir
la portuguesa porfía.
ANTONIO
Es suya propia esta empresa.
REINA
Mucho siento dejar presa615
a nuestra Antona García.
ANTONIO
Es gran mujer, no me espanto.
REINA
Yo premiaré sus hazañas.
BARTOLO
¡Ay burra de mis entrañas,
quien vos dijera otro tanto!620
 

(Vanse.)

 
 

(El CONDE DE PENAMACOR y ANTONA, presa.)

 
PENAMACOR
El cirujano os espera.
ANTONA
Bóndame una telaraña,
yo soy de buena calaña,
no hayáis miedo que me muera.
Basta que hayáis porfiado625
en que me sangre.
PENAMACOR
La herida
pone a riesgo vuestra vida.
ANTONA
La Sarmiento me la ha dado,
poco mal hace un sarmiento.
—fol. 87v→
Si la cojo, pobre della.630
PENAMACOR
Creed, mi valiente bella,
que con tanto estremo siento
vuestro mal, que no me atrevo
a daros cierto pesar,
que mi amor ha de alegrar.635
ANTONA
Ya sé que la vida os debo,
y que si no lo estorbaran
tres cosas, pudiera ser,
que deudas de un buen querer
mis deseos os pagaran.640
PENAMACOR
¿Y son?
ANTONA
El tener marido
la primera y principal;
el ser vos de Portugal
la segunda, que he aburrido
gente de vuesa nación;645
la otra, el ser yo villana,
y vos Conde, que no gana
cosa con vos mi afición.
Porque pretender de mí
lo que el bien querer procura,650
sino es por mano del cura,
es, ya lo veis, frenesí.
Y imaginar que los dos
hemos de hacer compañía,
yo villana y señoría655
en Portugal, Conde, vos.
Vuestro oro junto a mi paja,
la seda junto al sayal,
fuerza es que parezca mal,
porque ni pega, ni cuaja.660
Y asi será lo mijor
no cansaros sin provecho.
PENAMACOR
Como esas mezclas ha hecho
el artificioso amor.
De las tres dificultades,665
la mayor está ya suelta,
que la fortuna, resuelta
en ejecutar crueldades,
a vuestro esposo dio muerte.
ANTONA
¿Qué decís?
PENAMACOR
Juan de Monroy
670
murió. La pena que os doy,
aunque en favor de mi suerte,
me llega hasta el corazón.
ANTONA
Si murió, venturoso él,
pues como vasallo fiel675
dio a su Rey satisfación,
de que era en fin dueño mío.
No le imagino llorar
lágrimas, trueque el pesar
en venganzas, que yo fío680
que mi mudo sentimiento
por su muerte, ha de encender
a Toro, aunque soy mujer:
yo haré, abrasando el sarmiento
que estas desdichas apoya,685
que quien le ofendió lo pague.
Yo, sin que el mundo lo apague,
convertiré a Toro en Troya.
Andad, Conde, idos con Dios;
si hasta agora quise mal690
la gente de Portugal,
agora a toda y a vos
aborrezco de tal modo,
que si no os vais, aunque herida...
PENAMACOR
Advertid, que en vuestra vida695
se cifra mi alivio todo,
no añadáis con el enojo
peligros a ese accidente.
Creed de mi amor ardiente,
que pues por dueño os escojo,700
mejore, si vos queréis,
la suerte que el vuestro llora.
ANTONA
Idos, Conde, en la mala hora.
PENAMACOR
Pues sola, ¿qué pretendéis?
ANTONA
Que os vais antes de apurarme705
la paciencia que me queda.
PENAMACOR
Dadme permisión que pueda
curaros.
—fol. 88r→
ANTONA
Ya no hay curarme,
mientras que sobre la herida
que me dieron a traición,710
no me ponga el corazón
de la Sarmiento homicida,
mas presto hacerlo presumo.
PENAMACOR
Vuestro daño reparad.
ANTONA
Conde portugués, mirad715
que ya se me sube el humo
a las narices: ¿queréis
verme sana?
PENAMACOR
Eso deseo.
ANTONA
Pues entre tanto que os veo
presente no lo esperéis.720
Idos, acabemos ya.
PENAMACOR
Condición tenéis estraña,
la pasión Antona os daña
más que la herida. Si os da
alivio el que yo me ausente,725
no pretendo yo añadiros
pesares a los suspiros,
que os causa tanto accidente.
Cama tenéis, reposad
mientras os hago traer730
de cenar. ¿Hay tal mujer?

 (Vase.) 

ANTONA
Sola estoy: Antona dad
a vueso Juan de Monroy
venganza, pues ya se ha muerto;
durmiendo a la gente advierto,735
guardada con llave estoy.
Valerme pienso del vino
que sepulta a los soldados,
con mi herida descuidados,
quemar la puerta imagino,740
que me impide la salida.
El bálago de la cama
podrá dar prisa a la llama,
y su madera encendida
me abrirá franca la puerta.745
No teme mi enojo al fuego,
que el de mi venganza ciego
hará que esotro divierta:
envolvéreme en las mantas,
y entre llamas y centellas,750
arrojándome por ellas
saldré, que no serán tantas,
que estorben lo que presumo.
Ea, injurias vengadoras,
vamos, que entre labradores755
suele ser afeite el humo:
el candil voy a pegar
a la paja y la madera
podrá con venganza fiera
estas puertas derribar.760
Buscaré a la luz del fuego
la Sarmiento que me incita,
que en esotro cuarto habita,
y si a descobrirla llego,
podrá la cólera mía765
vengarse de la pedrada
sabrá, aunque descalabrada,
quién es Antona García.

 (Vase.) 

 

(DOÑA MARÍA SARMIENTO y el CONDE DE PENAMACOR.)

 
MARÍA
Conde, vos habéis de ser
causa de perderse Toro,770
si contra vuestro decoro
amparáis esta mujer.
Muerta ella, los labradores
que en sus locuras se fían,
aunque rebeldes porfían,775
siguiendo avisos mejores.
Con temor de sus castigos
defenderán nuestro bando,
por Isabel y Fernando
domésticos enemigos.780
—fol. 88v→
han de morir, mientras viva
la que su parcialidad
defiende.
PENAMACOR
Menos crueldad
ha de tener quien estriba
en la nobleza, señora,785
que vuestro valor ampara.
MARÍA
Eclipsa su sangre clara
quien como vos se enamora
de una rústica villana,
y ponéis en opinión790
vuestra fe y reputación,
siendo tal la Lusitana.
PENAMACOR
Mi Rey sabe lo que tiene
en mí y por ser vos mujer,
no me tengo de ofender795
de ese agravio, ni conviene
a la opinión portuguesa
que muestre temor liviano,
más que al Campo Castellano,
a una labradora presa.800
Herida está y a la muerte,
¿qué más honroso blasón
deseará vuestra nación
desluciendo nuestra suerte,
que decir, que una mujer805
nuestro crédito atropella
y que por librarse della,
presa y en nuestro poder,
su sangre un Conde derrama?
¿Qué opinión con esto crece,810
si nuestro nombre envilece,
y nuestra nación infama?
MARÍA
Pues resolveos vos en eso,
Conde de Penamacor,
y veréis si era mejor815
prevenir cuerdo el exceso:
que temo mientras Antona
nos diere desasosiego.
 

(Grita y alboroto dentro.)

 
UNOS
¡Traigan agua!
OTROS
¡Fuego, fuego!
MARÍA
¿Qué es esto?
PENAMACOR
Fuego pregona
820
la confusión desta casa.
UNOS
¡Favor, que todo se quema!
MARÍA
¿Quién hay que morir no tema?
TODOS
¡Agua, que todo se abrasa!
UNO
Las puertas nos han cogido.825
OTROS
¡Ayuda, cielos, favor!
PENAMACOR
Fuego es más vivo el amor,
pues el alma me ha encendido.
 

(Sale ANTONA con un palo de cama.)

 
ANTONA
Yo soy quien, no alevemente,
como quien piedras arroja,830
del fuego, presa, me valgo,
elemento que acrisola
como el oro las lealtades,
prueben tocas contra tocas
la fe que a sus reyes deben.835
Las como vos generosas,
no desde las altas rejas,
con piedras, armas traidoras,
que pues vos fuerzó a tirarlas,
mi envidia vos tiene loca.840
A mis manos pagaredes
la viudez, que lastimosa
sin mi amada compañía,
a vengarse me provoca.
Antona soy, la Sarmiento,845
que quiere poner Antona
(mientras sarmientos abrasa)
en fe de tanta vitoria
luminarias a Isabel
y a Fernando: aquí las obras,850
y no las palabras soberbias
remedio al peligro pongan.
—fol. 89r→
MARÍA
Mujer, ¿qué intentas?
ANTONA
Matarvos.
MARÍA
¡Ayuda soldados, postas,
criados, gentes, ayuda!855
ANTONA
La del cielo buscad sola.
 

(Defiéndela el CONDE.)

 
PENAMACOR
Parad Antona, templad
Semiramis belicosa,
el ímpetu vengativo,
que es fuerza que yo socorra860
mi bando, pagadme cuerda
la vida que me es deudora,
pues defendí yo la vuestra:
huid en tanto,señora,

 (A DOÑA MARÍA.) 

que yo me opongo a su furia.865
ANTONA
Aunque el infierno se oponga.
MARÍA
Mirad si fue profecía
mi recelo.
 

 (Vase DOÑA MARÍA.)  

 

(Tocan de dentro a rebato.)

 
PENAMACOR
Idos, Antona,
que contra vos la ciudad
toca alarma y se convoca.870
ANTONA
Por vueso favor se escapa
la Sarmiento, mas no importa,
que para vos y para ella
mis fuerzas y brazos bondan.
Más días hay que longanizas.875
PENAMACOR
¿Hay mujer más prodigiosa?
ANTONA
Labradores, nuestros Reyes
vivan, pues vive su Antona.