Jornada primera |
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Salen DON JUAN ZÚÑIGA, galán y NEBLÍ,
gracioso.
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JUAN | Seas, Neblí, muy bien venido. | |
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NEBLÍ |
¡Ea!, Don Juan, ya me tienes | | en Pamplona. | Galán
vienes. | |
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NEBLÍ | Eso siempre yo lo he sido. | |
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JUAN | ¿Cómo
en la Francia te ha ido? | 5 |
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JUAN | Ojalá su flor de lis | | dé a España
dichoso fruto. | |
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NEBLÍ | Por tu ausencia visten luto | |
las damas de aquel país, | 10 | ¿cómo te va de
Costanza? | |
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JUAN | Ya no puedo querer yo | | a Costanza. |
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JUAN | Porque con feliz mudanza | | de Don Jaime,
esa esperanza | 15 | que logra siempre conmigo, | | la dejo; ya
no la sigo, | | y adoro a un sol. No te asombre; | | sol digo,
y Sol es su nombre; | | ya me declaro contigo. | 20 | Mucho tengo
que contarte: | | casado estoy en secreto. | |
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NEBLÍ | ¡Jesús!,
¿tú eres el discreto? | | ¿tú, el valiente como
un Marte? | | ¿tú, el navarro Durandarte | 25 | a quien
vi en Francia llamar | | el Non de España y no Par? | |
Aunque digo neciamente: | | ahora eres más valiente, | | pues te atreviste a casar. | 30 | Y¿a quién es de tantos
modos | | tan pesada compañía, | | que si es fea,
es sólo mía, | | y si es hermosa, es de todos? | | ¿Yo metido hasta los codos | 35 | en empeños y cuidados? | | Mas, tente allá tus enfados, | | que yo, aunque me hables
de ello, | | o pienso decirte aquello | | de suegros y de cuñados
| 40 |
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JUAN | Calla hasta saber después | | la mujer que yo
elegí | | ¡Lo que he pasado, Neblí, | | de penas
en sólo un mes! | | Mas razón es, razón
es, | 45 | que cueste dificultades | | bien de tantas calidades: | | sol que sale, luna llena | | y cielo en noche serena, | | ¿no
son tres grandes beldades? | 50 | Pues mayor es la que adoro. | | El sol es un rey tan bello | | que de su mismo cabello | | hace
su corona de oro; | | mas depone su decoro | 55 | en su ocaso,
e introducen | | astros que de noche lucen. | | Si otras damas
son estrellas, | | mi Sol siempre luce, y ellas | | siempre con
él se deslucen. | 60 | La luna, luz plateada | | del cielo,
hermosa es sin duda; | | pero hermosa que se muda, | | porque es
su beldad prestada: | | ya está llena, ya menguada; | 65 | mas mi esposa celestial, | | astro que está siempre
igual, | | es con luz propia, no ajena, | | luna que está
siempre llena | | de su beldad natural. | 70 | Hermoso es todo
ese velo | | estrellado, mas no vive; | | ser más perfecto
recibe | | cualquier viviente del suelo: | | mi esposa también
es cielo, | 75 | mas tan viva en cada acción, | | que alma
todas ellas son; | | y así es con gloriosa palma, | | supuesto
que todo es alma, | | cielo sin imperfección. | 80 | Luego
tal belleza alcanza, | | que es cielo y cielo viviente, | | sol
y sol sin occidente, | | luna y luna sin mudanza. | | Logróse,
pues, mi esperanza, | 85 | y gozo, sin duda alguna, | | tres hermosuras
en una, | | tan sin defecto y tan bella, | | que se han enmendado
en ella | | el cielo, el sol y la luna. | 90 |
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NEBLÍ | Por
Dios, que lo has dicho bien, | | hayas hecho mal o no; | | mas
voy al caso, que yo | | sé hablar de veras también: | | ¿qué sol es éste con quien | 95 | casado, Don
Juan, te hallo? | |
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JUAN | No sin causa te lo callo; | | pero, en
fin, ya estás aquí, | | y aunque es tan secreto,
a ti | | y a Don Jaime he de fiallo. | 100 | Aquí vendrá,
aquí le espero, | | que a eso he venido a palacio; | | a
Don Jaime, pues, despacio | | contar esta historia quiero. | | Y así no te la refiero, | 105 | porque tú la oirás
con él. | |
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NEBLÍ | Jaime es tu amigo fiel; | | mas
él y Costanza vienen. | |
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Salen DOÑA COSTANZA,
con manto, y DON JAIME DE ARAGÓN.
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JAIME | ¡Ay, Costanza,
igualdad tienen | | en ti lo hermoso y cruel! | 110 |
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COSTANZA | Don
Jaime, vos sois galán, | | y os estimo de manera | | que
a vos sin duda quisiera | | si no adorara a Don Juan; | | todos
los gustos están | 115 | contrarios, que él me
aborrece | | al paso que mi amor crece; | | pero a vos os satisfaga | | que quien vuestro amor no paga, | | a lo menos lo agradece.
| 120 | Con esto dadme licencia, | | que a ver al rey sólo
espero. | | Allí está Don Juan, no quiero | | hablarle
en vuestra presencia; | | no porque habrá competencia,
| 125 | que eso puede asegurar | | amistad tan singular, | | sino
porque de mi gusto | | tendréis vos celos, y es justo | | no daros este pesar. | 130 |
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JAIME | ¿Podréis lograr el
intento | | de hablarle al rey? |
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COSTANZA | Yo
tendré | | orden de verle, aunque sé | | su perpetuo
encerramiento, | | y que vuestro valimiento | 135 | podrá
introducirme. Adiós. | | Vase. |
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JUAN | Jaime, yo os espero
a vos; | | mas no llego cuando os veo | | con Costanza, que deseo | | no estorbaros a los dos. | 140 |
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JAIME | Don Juan, yo lo creo
así. | | Al rey quiere hablar ahora, | | quizá de
vos, que os adora | | tan ciega como hasta aquí. | |
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JUAN |
No tengáis celos de mí, | 145 | que si ella en
cruel ha dado, | | yo os tengo ya asegurado. | |
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JAIME | Ya sé,
Don Juan, lo que os debo. | | Decidme lo que hay de nuevo, | |
que me tenéis con cuidado. | 150 |
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JUAN | Escuchadme, pues,
que es deuda | | a obligaciones pasadas | | en el peligro presente | | hablaros con confianza. | | Yo suelo amar tan secreto, | 155 | que esa fineza ordinaria | | de no decírselo a nadie, | | porque otros también lo usaban, | | me pareció
vil, y a solas | | andaba yo dando traza | 160 | cómo poder
esconderlo | | de la mitad de mi alma; | | y hallé el modo
que un amante | | que como yo se recata, | | ni aun a vos su amor
os dijo, | 165 | no porque de vos se guarda, | | sino por poder
preciarse | | que el secreto de su dama, | | si a la media alma
lo fía, | | a la otra media lo calla. | 170 | Casado estoy
en secreto; | | con esta primer palabra | | os digo que ya, sin
duda, | | seréis dueño de Costanza. | | No penséis
que me he casado | 175 | secretamente por falta | | de méritos
en mi esposa, | | que más urgente es la causa; | | ni por
ser tan desvalido, | | que he visto apenas la cara | 180 | al rey
Don Sancho, que hoy reina, | | siendo yo Zúñiga,
rama | | de Íñigo Arista, y pudiendo | | en mi capilla
y mis armas | | ser, por número de estrellas, | 185 | tantas
lunas otomanas; | | bien que al rey, por su retiro, | | Castilla,
Aragón y Francia | | ya comúnmente Don Sancho | | «el encerrado» le llaman; | 190 | y así, Don Carlos,
su hijo, | | con libertad más bizarra, | | ya casi dueño
gobierna | | la corona aún no heredada. | | Yo, Don Jaime
de Aragón, | 195 | miré a Doña Sol Abarca, | | a quien sabéis que dio sangre | | la casa real de Navarra. | | Vila, y fuéronse tras ella | | los ojos que la miraban;
| 200 | tras los ojos, los afectos; | | tras los afectos, las ansias; | | tras las ansias, los suspiros; | | tras los suspiros, el alma, | | y tras el alma, un deseo | 205 | de tener muchas que darla. | | Sol, con ser sol de mi estrella, | | quizá igualmente
inclinada, | | con un precepto inviolable | | me dio licencia de
hablarla; | 210 | porque me mandó imperiosa, | | aunque
cuerda y recatada, | | que por forzosos respetos | | que a nuestro
amor importaban, | | ni aun a vos os lo dijese; | 215 | era el
caso de importancia, | | y yo juré la obediencia; | | si
fue culpa, perdonadla. | | Hablábame, pues, y viendo | | la nota o la vigilancia | 220 | de unas vecinas curiosas, | |
quizá malintencionadas, | | (que hay en las guerras de
amor | | quien sin trabajo y sin paga | | se estará toda
una noche | 225 | siendo posta a una ventana), | | dejó
de hablarme en la calle, | | Y por una puerta falsa | | me entró
un amor verdadero | | a clausura tan sagrada. | 230 | Es la ocasión
entre amantes | | áspid que muerde y halaga, | | hiena que
mata y que llora, | | sirena que duerme y canta. | | Yo, amante
y favorecido, | 235 | ella, fina y obligada; | | yo, importuno
a los favores, | | ella, a las porfías blanda. | | La resolución
postrera | | no es menester declararla, | 240 | que hay sucesos
que se dicen | | con lo mismo que se calla. | | Ya, pues, ambas
voluntades | | últimamente empeñadas | | con favores,
que a los fines | 245 | groseras dichas alcanzan, | | supe que
el príncipe (¡ay, triste!), | | tan loco a Sol adoraba, | | que habiendo de ser su esposa | | la serenísima infanta
| 250 | de Aragón, con quien están | | sus bodas
capituladas, | | a pesar del rey su padre, | | ni lo atiende, ni
se casa | | su alteza, pues que de noche | 255 | la misma calle
rondaba, | | porfiando amante o ciega | | mariposa de su llama. | | Supo mi amor, que una noche | | me vio salir de su casa | 260 | de mi Sol, y conocióme, | | pues luego, con voz turbada, | | me dijo: «Don Juan, teneos, | | el Príncipe es quien
os habla, | | hijo soy de vuestro rey. | 265 | Yo, yo adoro a Sol,
ingrata; | | yo no puedo más, yo muero. | | Si alguna dicha
os dio entrada, | | Ícaro de tanto rayo, | | el mismo príncipe
os manda | 270 | que no volváis más a verla; | |
pues yo la adoro, olvidadla». | | Aquí, Jaime, quedé
muerto, | | heláseme en la garganta | | la voz y en la tierra
inmobles | 275 | fueron de mármol las plantas; | | mas ya,
en fin, cuando en el pecho | | respiró la vital aura | | y usó de sus facultades | | con el calor desatadas,
| 280 | empecé a hablar, y atajórne | | diciéndome:
«Don Juan, basta, | | esto ha de ser sin respuesta, | | aunque
más razones haya». | | Fuese, y yo quedé sintiendo
| 285 | violencia tan temeraria, | | como deudor tan forzoso | | de
obligación tan honrada. | | Díjele a Sol el suceso | | y, temerosa, dio traza | 290 | en secreto a nuestras bodas, | | por quedar asegurada. | | Yo, por el Príncipe, quise | | excusarme y excusarla, | | temiendo quizá las quejas
| 295 | aún más que las amenazas; | | mas lágrimas
de mujer, | | sol con justicia tan llana..., | | yo convencido,
y la deuda | | a honor de sangre tan alta, | 300 | caséme
con tal secreto | | que sola Inés, una esclava | | de Sol,
confidente, sabe | | que está conmigo casada. | | Adorámonos
los dos, | 305 | y aunque son muy limitadas | | mi hacienda y la
suya, Jaime, | | entre unas pobres alhajas, | | estoy tan rico
con ella, | | que si es la mujer honrada | 310 | corona de su marido, | | no envidio al mayor monarca; | | y ¡vive Dios!, que a Castilla | | dispusiera una jornada | | por ver un deudo de Sol, | 315 | si
no temiera dejarla. | | Y si no me voy, porfía | | su alteza
con tal instancia, | | que en celos averiguados | | temo iras ejecutadas
| 320 | y aun otros futuros males. | | Figurad entre las ramas | | que forman en una selva | | verdes techos de esmeralda | | dos
pajarillos amantes | 325 | que con unas pobres pajas | | van fabricando
su nido | | a los polluelos que aguardan, | | y que un cazador
astuto, | | cuando todo el nido saca, | 330 | quita a los padres
que vivan | | y a los hijos que a luz salgan; | | pues veis aquí
mi retrato | | en las verdes esperanzas | | de un matrimonio secreto.
| 335 | Deseo yo entre las alas | | o los rayos de mi Sol | | ver
felizmente abrigada | | sucesión dichosa, cuando | | a estas
prendas esperadas | 340 | conformemente, aunque pobres, | | fabricamos
nido o casa; | | siguiendo al padre y queriendo | | con ocultas
asechanzas | | coger la madre en el nido, | 345 | consorte amorosa
y casta, | | el Príncipe, que cruel | | todo de una vez
lo acaba, | | hará a los padres que mueran | | y a los hijos
que no nazcan. | 350 | Yo vengo, pues, a pediros, | | pues sois
toda la privanza | | del Príncipe, que si acaso | | llega
a saber lo que pasa, | | que yo sé que está celoso,
| 355 | nuestra antigua amistad haga | | su oficio en las ocasiones, | | pues ésta es tan apretada. | | Tened lástima,
Don Jaime, | | si no de mí, que me agravian, | 360 | de
una hermosura inocente, | | de una virtud soberana. | | Un desdichado
dichoso, | | que con tantas veras ama | | y con tanto amor padece,
| 365 | os ruega, y de vos se ampara, | | cuando ya ampararme es
deuda, | | porque la nobleza hidalga | | debe al ruego de justicia | | lo que a la piedad de gracia. | 370 |
|
|
JAIME | Don Juan, yo os
buscaré luego; | | idos, que ahora a esta sala | | el Rey
y el Príncipe salen, | | y porque se persuada | | que vos
no me habéis hablado, | 375 | conviene a la misma causa | | el que conmigo no os vea. | |
|
|
JUAN | Adiós, pues, hasta
mañana. | | Ven Neblí. |
|
|
NEBLÍ | Vamos,
que quiero | | besar los pies a mi ama, | 380 | que si es Abarca
y es Sol, | | pienso que cuando levanta | | ese mismo sol del suelo | | dos átomos con que anda, | | abarca de luz se ajusta
| 385 | y rayos de oro se calza. | |
Vanse.
|
|
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Salen el REY y el PRÍNCIPE.
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PRÍNCIPE | Vuestra Majestad, Señor, | | no me apure,
que me cansa | | todo lo que no es matarme. | |
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REY | Toda esta vida
es batalla | 390 | Don Jaime, ¿qué decís de eso? | |
|
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JAIME | Digo, Señor, que me espantan | | en un príncipe
tan sabio | | tristezas tan ordinarias. | |
|
|
REY | Carlos, yo os tengo
casado | 395 | con Doña Violante, hermana | | de Don Pedro
el Cuarto, feliz | | de Zaragoza y España; | | y rey y padre,
pues tengo | | valor juntamente y canas, | 400 | tendré
entre consejos cuerdos | | resoluciones gallardas. | |
|
|
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REY | Don Jaime, Doña Costanza | | me refirió todo el caso, | 405 | y que Doña Sol
Abarca, | | que ama en secreto a Don Juan, | | con quien de casarse
trata, | | la misma Costanza inquieta | | al Príncipe, muy
humana. | 410 |
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|
PRÍNCIPE | Hable vuestra majestad | | de este
Sol con más templanza, | | que no es más puro
el del cielo, | | aunque a mí su luz me abrasa. | |
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REY | (Aparte.) | ¡Qué bien parece entre el regio | 415 | esplendor esta
bizarra | | generosidad! Que el hombre | | que con sus celos infama | | la mujer que quiere, y más | | cuando no piensa dejarla,
| 420 | o no tiene entendimiento, | | o buena sangre le falta. | |
|
|
JAIME | (Aparte.) | Don Juan está en gran
peligro. | |
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|
REY | A caza saldréis mañana, | | que quiero
que os divirtáis. | 425 |
|
|
PRÍNCIPE | Veré
allí representada | | en las fieras mayor fiera, | | mas
me entristece la caza. | |
|
|
|
PRÍNCIPE |
Digo que iré donde manda | 430 | vuestra majestad, Señor. | |
|
|
REY | No me volváis las espaldas, | | que os quiero más
que a mi vida; | | escribid porque se parta | | el correo a Zaragoza,
| 435 | que esto sólo es lo que aguarda. | |
|
|
|
REY | ¿Cómo ha
de ir sin vuestras cartas? | |
|
|
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|
PRÍNCIPE | Vuestra majestad se vaya, | 440 | o yo me iré. |
|
|
REY | Bueno
está, | | que arguye poca constancia | | rendirse a pasión
tan necia, | | que por serio es porfiada. | | Casaos, pues, y obedecedme
| 445 | con el rigor y observancia | | que debéis a un rey,
y padre, | | que más que a sí mismo os ama; | | o
por el siglo dichoso | | de la reina, que, elevada | 450 | a mejor
corona, pisa | | zafir del supremo alcázar, | | que a pesar
de vuestro afecto, | | que así la razón arrastra, | | os castigue riguroso, | 455 | si no en vos, en quien lo causa.
Vase. | |
|
|
JAIME | Señor, ved que vuestro padre... | |
|
|
PRÍNCIPE |
Jaime, no me digáis nada; | | yo estoy resuelto: Don
Juan | | de Zúñiga ha entrado en casa | 460 | del
sol que adoro, después | | que con paciencia excusada | | le avisé que la olvidase, | | pues que yo no la olvidaba; | | traidor fue, pues volvió a verla: | 465 | su muerte
es justa venganza | | de mis celos. Ya es de noche: | | id luego
y ejecutadla. | |
|
|
JAIME | Señor príncipe, sois justo, | | y a vos Don Juan no os agravia, | 470 | porque yo sé... |
|
|
PRÍNCIPE | No
sabéis | | cosa que importe a mis ansias | | ni a mis celos.
¡Vive Dios | | que ha de morir! |
|
|
JAIME | Si
se igualan | | la piedad y la justicia | 475 | en las deidades
humanas, | | como a tal... |
|
|
PRÍNCIPE | Esta
es sentencia | | que pasó en cosa juzgada: | | no ha lugar
la apelación. | |
|
|
JAIME | Sí, mas hay cuando es contraria
| 480 | súplica a vos de vos mismo. | |
|
|
|
JAIME | Señor,
vinculada | | os tengo a vos mi obediencia. | |
|
|
PRÍNCIPE |
Pues no repliquéis palabra: | | acabad su vida, o dad
| 485 | la vuestra por acabada. | |
|
|
JAIME | Sí daré
si se la quito, | | pues en la suya están ambas. | |
|
|
|
Vanse.
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Salen DOÑA SOL e INÉS, esclava.
|
INÉS |
¿Qué es lo que escribe Costanza | | en este papel? |
|
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SOL |
Ignora
| 490 | mi casamiento, en que ahora | | ni de ella haré
confianza, | | y, así, me escribe que quiere | | ser mi
huéspeda unos días. | |
|
|
INÉS | Tú ¿qué
respuesta le envías? | 495 |
|
|
SOL | Inés, bien claro
se infiere: | | ¿cómo he de tenerla en casa | | siendo ya
Don Juan mi esposo, | | y el secreto tan forzoso? | |
|
|
INÉS |
¿Tú no sabes lo que pasa? | 500 | Don Juan la quiso muy
bien, | | y pienso, si a casa viene, | | que es de celos que de
él tiene. | |
|
|
SOL | Yo lo presumí también; | | mas Don Juan me satisface | 505 | tan leal, que mis recelos | | aún no han llegado a ser celos; | | con todo, si Don
Juan hace | | a Castilla su jornada, | | traeré a Costanza
conmigo, | 510 | aunque ignora, como digo, | | que con él
estoy casada. | | Temo al príncipe, en efecto, | | que no
dudo, Inés, que acabe | | la vida a Don Juan si sabe
| 515 | que es mi marido en secreto, | | pues dirá que se
casó | | a pesar suyo Don Juan. | |
|
|
INÉS | ¡Ay!, señora,
¡qué galán | | vi ayer al príncipe yo!
| 520 | El suele decirme a mí | | sus penas, y yo le digo | | que pierde el tiempo contigo. | |
|
|
SOL | No, Inés, no ha
de ser así. | |
|
|
INÉS | Luego, ¿gustas que le dé
| 525 | alguna esperanza? |
|
|
SOL | Necia, | | en mí tuviera Lucrecia | | menos flaqueza y más
fe. | |
|
|
INÉS | A quejas muy repetidas | | le despido yo; ¿qué
quieres? | 530 |
|
|
SOL | Inés, si al príncipe vieres, | | no quiero que le despidas, | | porque esto es llegarlo a oír, | | sino que huyendo te vengas | | tan apriesa, que no tengas | 535 | a quien poder despedir. | |
|
|
INÉS | En vano a su honor resisto. | | Sufra el príncipe el desdén, | | que no puedo
más. |
|
|
|
Salen DON JUAN y NEBLÍ.
|
JUAN | Mi
bien, | | un siglo ha que no te he visto; | 540 | habla a Neblí
sin recelo, | | que es un antiguo criado | | de quien siempre me
he fiado. | |
|
|
NEBLÍ | Neblí soy, pues al sol vuelo. | |
|
|
SOL | Por leal a tu señor | 545 | te estimaré. |
|
|
NEBLÍ |
Ahora
sí | | puedo llamarme Neblí | | con alas de ese favor. | |
|
|
|
NEBLÍ
Y | con hambre eterna estoy | 550 | temblando siempre, que soy | | Neblí pollo de Don Juan. | |
|
|
INÉS | ¿Neblí
pollo es todavía? | | Pensé que mudado de aire... | |
|
|
NEBLÍ | La esclava tiene donaire | 555 | y es docta en
volatería. | | Dime tú tu nombre a mí. | |
|
|
|
NEBLÍ | Alto,
pues, | | garza parece la Inés | | que ha de volar el
neblí. | 560 |
|
|
INÉS | Luego es consecuencia clara | | que
algo quieres darme. |
|
|
NEBLÍ | Niego | | la consecuencia y el luego. | |
|
|
INÉS | ¿No tiene Sol buena
cara? | |
|
|
|
INÉS | Ella
es mujer | 565 | de buena vida y costumbres, | | mas sólo
da pesadumbres. | |
|
|
|
INÉS |
No serlo, pues es tan bella; | | ¿date a ti mucho Don Juan?
| 570 |
|
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NEBLÍ | Ya los señores no dan; | | son muy pobres
él y ella. | |
|
|
SOL | Don Juan, ¿no es aquél don Jaime? | |
|
|
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Sale DON JAIME.
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JAIME | ¡Que desdichada hermosura! | | Señora
Sol, Dios os guarde. | 575 | Don Juan, mal se disimula | | el sentimiento
en los ojos. | |
|
|
JUAN | Gran mal su tristeza anuncia. | |
|
|
|
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NEBLÍ |
No
me gusta | 580 | la prevención. Inés, vamos. | |
|
|
|
Vanse.
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SOL | Don Juan, pues aquí te busca | | Don Jaime, que soy
tu esposa | | le habrás ya dicho sin duda, | | y si no,
yo se lo digo, | 585 | porque menos se aventura | | en revelar
el secreto | | que en juzgar él, si él lo juzga, | | que pudo hallarte en mi casa | | no siendo yo esposa tuya.
| 590 |
|
|
JUAN | Sol, ya Don Jaime lo sabe, | | pero su tristeza es
mucha, | | pues a los ojos se viene. | |
|
|
JAIME | No sé, Don
Juan, cómo cumpla | | con tantos respetos juntos | 595 | entre penas tan confusas.: | | su alteza manda que os mate, | | y, aunque entre miedos y dudas | | a tanta resolución | | hice réplicas algunas, | 600 | quiso tomarlo a su cuenta, | | cuando ve que si lo rehúso | | se lo encargarán
a otro | | que fácilmente concluya | | con mi vida y con
la vuestra, | 605 | que ninguna está segura | | si peligra
la del otro, | | pues es de ambos cada una. | | El príncipe
es el juez | | que esta sentencia pronuncia, | 610 | y el delito
es vuestro amor | | (¡vive Dios, que es feliz culpa!), | | y pienso
que mi desdicha | | es el fiscal que os acusa, | | pues me han
hecho a mí el verdugo | 615 | que la sentencia ejecuta. | | Este es el caso; yo vengo | | sin resolución ninguna | | a ponerle en vuestras manos. | | ¿Vos calláis y Sol
se turba? | 620 | Don Juan, muchas vidas tengo, | | que ya la vuestra
y la suya | | tengo por propias, y ya | | no es mi desdicha tan
suma, | | que no queréis que sean más, | 625 | que,
porque será ventura | | tener muchas que daros, | | dejaré
de tener muchas. | |
|
|
JUAN | Yo no sé, por Dios, Don Jaime, | | con qué palabras reduzca | 630 | a brevedad tantas penas; | | y, así, vuestra amistad supla | | lo que falta a mi
discurso, | | que aunque la acción es injusta, | | si vos
para ejecutarla | 635 | no buscasteis coyuntura, | | corréis
peligro, y si dais | | noticia al rey, se disgusta | | con vos
el príncipe, y veo | | que el morir vos no se excusa.
| 640 | Vos mirad por vos, Don Jaime, | | viendo también
esta lluvia | | que tiene al sol tan nublado, | | esas perlas de
alba pura | | que en azucenas y rosas | 645 | ni el mismo sol las
enjuga. | | No me pesa a mí por mí | | esta verdad
que se encumbra | | sobre sí misma y tan alta | | pisa fueros
de fortuna; | 650 | siento no más que si muero | | como
tórtola viuda | | que ahora con su consorte | | tan dulcemente
se arrulla, | | no posará en ramo verde, | 655 | y entre
las selvas oscuras | | pedirá endechas prestadas | | a las
aves más nocturnas, | | maldiciendo entre sus ansias, | | entre sus penas y angustias, | 660 | los arroyos que lo ríen, | | las fuentes que lo murmuran. | | Esto quiero que os lastime; | | a mí, sin nuevas consultas, | | dadme a fieras que me
coman | 665 | o a llamas que me consuman, | | o echadme al mar,
donde el sol | | cada noche se sepulta | | y cada mañana,
en quien | | de lo mortal se desnuda, | 670 | Fénix del
agua renace | | de entre las ondas profundas, | | que allí
a mi bien la fe viva, | | si la esperanza difunta | | en todo aquel
alabastro | 675 | de infaustas cenizas urna, | | consagrará
monumentos | | a las edades futuras. | |
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SOL | Señor Don Jaime,
en los ojos | | donde la elocuencia es muda, | 680 | mucho mejor
que en los labios, | | oran dos almas ocultas; | | sobre la gloria
de darse | | una por otra la usurpa, | | cada cual tan ambiciosa
| 685 | de hacer la fineza suya, | | que en la misma resistencia | | con que están luchando a una, | | vienen a injuriarse
al tiempo, | | que obligarse más procuran; | 690 | mas no
luchan disconformes, | | porque si a luchar se juntan, | | no se
juntan por luchar, | | que antes por juntarse luchan; | | porque
hay no sé qué linaje | 695 | de paz en la misma
lucha, | | pues los mismos que pelean | | se abrazan cuando se
injurian; | | no las departáis, Don Jaime: | | antes una
misma punta | 700 | saque ambas almas la fuerza | | de la mano
más robusta. | | De una vez rompa ambos pechos, | | y si
esto se dificulta, | | y morir de un golpe solo | 705 | no pueden
dos vidas juntas, | | os ruega una desdichada, | | pues la crueldad
y la astucia, | | quizá contra lo inocente | | lo inexorable
vinculan, | 710 | que cuando ya en ambos cuellos | | deis dos heridas
tan duras, | | me deis a mí la primera | | y a mi Don Juan
la segunda. | |
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JAIME | Don Juan, bien podrá en vos mismo
| 715 | mataros quien lo procura, | | pero no en Sol, vuestra esposa, | | que estáis en su alma, en cuya | | inmortalidad tenéis | | otra vida no caduca | 720 | que, a par de la eternidad, | | mayor
que los siglos dura. | | Salid de Pamplona luego, | | que yo daré
por disculpa | | que érades ido a Castilla; | 725 | a los
riesgos que resultan | | me expongo yo. |
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JUAN | ¿Vos
sabéis | | por qué el príncipe promulga | | ley contra mí tan severa? | | Pues, ¿cómo queréis
que huya | 730 | y deje en peligro a Sol? | | Si el cielo de piedad
usa, | | dad lugar a que la lleve. | |
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JAIME | Dadle vos a que discurra | | la razón y a que obre el tiempo, | 735 | pues ponéis
en aventura, | | si lleváis a Sol ahora, | | nuestras vidas
y la suya. | |
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SOL | Pues Don Juan no ha de ir sin mí, | |
que quiero que nos conduzca | 740 | a un fin una misma vida | | o una misma sepultura. | | Figurad casa movible | | del mar, a
quien aseguran | | los cabos que la apuntalan, | 745 | las áncoras
que la fundan, | | edificio tan viviente | | sobre la salada espuma, | | que impulso propio le alienta | | y aura vital le estimula;
| 750 | que ave de pino con alas, | | bajel del viento sin plumas, | | por regiones de agua vuela | | y piélagos de aire surca; | | tan movible albergue, cuando | 755 | de fino y leños
se ayuda, | | que va caminando siempre | | con los mismos que la
ocupan, | | porque es a sus moradores | | casa siempre tan conjunta,
| 760 | que ellos no pueden mudarse | | si ella también
no se muda; | | tan leal siempre y tan firme, | | sin desampararlos
nunca, | | que hasta hundirse o deshacerse | 765 | no hay peligro
que no sufra. | | Pues, Don Jaime, yo y Don Juan, | | en dos almas
que son una, | | somos nave y marinero | | que en tanto golfo fluctúa,
| 770 | yo soy la casa portátil | | en que él vive
y en que él triunfa | | de tantas suertes de miedos, | | de tantas olas de injurias. | | En la tierra es ya mi llanto
| 775 | océano que la inunda, | | y a donde fuere yo ha
de ir; | | ya embarcación no se excusa, | | y es fuerza
que con él vaya | | su pobrecilla chalupa | 780 | contra
quien tanto elemento | | en tanto mar se conjura. | | Mas no importa,
él vive en mí | | y yo soy casa tan suya | | que
tengo de ir donde él fuere | 785 | a pesar de mayor furia; | | porque no le he de dejar | | hasta que en igual fortuna | | las
rocas me hagan pedazos | | o los abismos me hundan. | 790 |
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JAIME |
Ved, señora, que a quedaros | | os obliga la cordura; | | si os vais los dos, es fuerza | | que os sigan y que os descubran, | | y que Don Juan muera entonces. | 795 |
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JUAN | Don Jaime, nadie
presuma | | que el deseo de la vida | | tan engañoso me
adula | | que yo me vaya sin ella | | y deje mi honor en duda.
| 800 |
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SOL | ¿Cómo en duda? Luego, ¿en mí | | son posibles
las calumnias? | | Luego, ¿este sol tendrá eclipses | |
por mudanzas de la luna? | | Luego, ¿escuadrones formados | 805 | que vibrado fresno empuñan, | | que ciñen luciente
alfanje | | y visten morisca aljuba, | | Etna que incendios aborte, | | nube que rayos escupa | 810 | con truenos que al firmamento | | estremezcan las columnas, | | osarán a mi constancia? | | Vete y verás cuán segura | | armadas huestes
desprecia | 815 | y fuerzas de reyes burla. | | Yo quedo conmigo
misma. | | Vete digo, y no atribuyas | | este aliento a confianza, | | ni este valor a locura. | 820 |
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JUAN | Muy bien dices, pero advierte... | |
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JAIME | Don Juan, sin tardanza alguna | | os habéis de
ir. |
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JUAN | Yo
iré donde | | por unos días me encubra, | | con que
vos os encarguéis | 825 | de mi bien. |
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JAIME | Don
Jaime os jura | | ser guarda de su recato, | | de atenta, tan importuna, | | que, siendo ella sol y yo | | águila que no se ofusca,
| 830 | examinarán mis ojos | | a rayos de sol tan pura. | |
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JUAN | Pues yo buscaré, luz mía, | | ocasión
más oportuna | | para llevarte conmigo; | 835 | tú
verás qué poco dura | | la ausencia. Abrázame
ahora. | |
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SOL | ¡Ay, Don Juan, que el sol se anubla! | |
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JAIME | Porque
vuestra ausencia crean, | | pudiera Sol con industria | 840 | traer
consigo a Costanza. | |
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SOL | Sí, la traeré,
que ella gusta | | de estar conmigo unos días. | |
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SOL | Suban | | hasta el cielo mis suspiros: | 845 | ¡justicia! ¡amor!, que
me hurtan | | el mejor tiempo a mi vida. | |
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JUAN | En habiendo coyuntura | | vendré a verte; adiós, mi bien. | |
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SOL | Mira,
que a mi centro acudas. | 850 |
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JUAN | Tú eres un sol que
me abrasas. | |
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SOL | Tú, un astro que al sol ilustras. | |
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JUAN | Tú, la causa de mis dichas. | |
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SOL | Tú, el
dueño de mis venturas. | |
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JUAN | Yo soy tu esposo y tu
amante. | 855 |
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SOL | Yo, esposa y esclava tuya. | |
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