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ArribaAbajoVíctor Alfaro sentado en el patíbulo


ArribaAbajo   Alfaro el gran criminal
con su existencia pagó
autor de su muerte fue
el crimen que cometió.

   Víctor el gran desgraciado  5
por cumplir su mala suerte,
hoy va condenado a muerte
al banco del acusado
triste y descorazonado
marcha a la senda del mal;  10
de la pena capital
con acompasado tranco
llega y se sienta en el banco
Alfaro el gran criminal.

   Por la justicia chilena  15
después de que le probaron,
los consejeros negaron
el indulto de su pena
al reo en aquella escena
tristeza mucha le dio.  20
Cuando ya se le anunció
a desecharla hizo esfuerzo;
el hombre malo y perverso
con su existencia pagó.

   Le firmaron la sentencia  25
relacionada a su crimen
porque fuerte los oprimen,
nuestras leyes sin clemencia
la Divina Providencia
lo ha de salvar les diré  30
como claro bien se ve,
os digo con sentimiento
que su mismo pensamiento
autor de su muerte fue.

   Pensando en su abatimiento  35
no ser un buen ciudadano,
dijo hoy por mal cristiano.
Voy a dar mi último aliento
con más de pesares ciento
a morir se preparó,  40
su alma a Dios encomendó
para cumplir su destino;
pagó en el cadalso indino
el crimen que cometió.

   Al fin llegó sin parar  45
hacia el banquillo marchando,
que allí lo estaba guardando
con un precioso manjar.
De balas en mi pensar
eran las que tenía  50
en aquel horrendo día
viendo el momento funesto,
estaba el reo dispuesto
a dar su última agonía.357

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ArribaAbajoCarta del reo Carlos Cubillos antes del fusilamiento al público en general


ArribaAbajo   Doy al público esta carta
triste y descorazonado,
antes de pasar señores
al banco del acusado.

   Pueblo chileno, atención,  5
oye que te voy hablar,
sin algún punto faltar
de mi lóbrega prisión;
les hago esta narración
con furia y rabia harta,  10
aunque el pecho se me parta
de pena y ya se desquicia
porque veo la injusticia
doy al público esta carta.

   Maldito sea el licor  15
y las malas compañías,
que quita al hombre alegrías
privándolo del honor;
hoy que por ser malhechor
a muerte estoy sentenciado,  20
la gracia se me ha negado
de indulto, como aquí digo,
por eso a Chile maldigo,
triste y descorazonado.

   Me llamo Carlos Cubillos,  25
no puedo negar mi nombre,
porque soy hombre y buen hombre
no me amedrentan los grillos;
ni la barra y los anillos
me hacen echar clamores;  30
a la luz de los albores
con arrogancia y contento
voy hablar lo que yo siento
antes de pasar señores.

   En mi oscuro calabozo  35
he escrito yo esta esquela,
la cual mi vida revela
desde cuando yo era mozo;
muy luego, pronto y forzoso,
tendré que ser destrozado  40
con Alfaro acompañado,
para dar la cuenta a Dios;
nos verán ir a los dos
al banco del acusado.

   Al fin, yo hice el cajón  45
para Prat, allá en Iquique,
cuando la Esmeralda a pique
fue en aquel encontrón;
y hoy me358 ha negado el perdón
la celosa autoridad;  50
hágase su voluntad
digo aquí con señoríos:
el hechor del joven Ríos
ya se encuentra el libertad.359




ArribaAbajoLamentos del reo Alfaro en sus últimos momentos


ArribaAbajo   Ayer me hallaba en la vida
contento, alegre y ufano
hoy me encuentro sentenciado
a morir como cristiano.

   ¿Dónde yo lo pensaría,  5
ni lo había imaginado,
verme en un banco sentado
próximo a dar mi agonía?
Con la mayor sangre fría
digo con mi alma afligida  10
penosa y enternecida,
la muerte estoy esperando;
solo y con ella gozando
ayer me hallaba en la vida.

   Pues ni en imaginación  15
tenía ni en pensamiento,
ver este fatal momento
que me llena de emoción;
casi me da turbación
al ver el plazo cercano,  20
que estaba antes tan lejano
de mí no me amenazaba;
por eso entonces me hallaba
contento, alegre y ufano.

   Les digo, y es natural  25
yo con arrepentimiento,
de un momento a otro momento
se hace un hombre criminal;
tal vez yo para fatal
fui en este mundo criado,  30
para ser acriminado:
digo claro y lo repito,
que sin cometer delito
hoy me encuentro sentenciado.

   Pruebo yo con mi honradez  35
y mi conducta a la vista
que figuro en primer lista
a la presencia del juez;
hoy que me hallo en esta vez
acusado de inhumano,  40
con un dolor soberano,
por tener algún consuelo
me encuentro ya sin recelo
a morir como cristiano.

   Al fin, en mi parecer,  45
les advierto a mis lectores:
nadie está libre, señores,
que le pueda suceder;
experiencia han de tener,
les digo con voz serena,  50
en tan horrorosa escena
ahora que me hallo aquí,
si les pasa lo que a mí
sufrirán la misma pena.360

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ArribaAbajoDespedida del reo Carlos Cubillos


ArribaAbajo   Adiós mi hermosa nación,
se te va un parroquiano
con un Señor en las manos
pidiendo a todos perdón.

   Adiós, Chile, patria mía;  5
Carmela, bella patrona,
por tu preciosa corona
pido que seáis mi guía
háceme, pues, compañía
en esta triste aflicción  10
con tu lindo pabellón,
hoy que me voy a ir;
primero voy a decir:
adiós mi hermosa nación.

   Adiós cárcel con alhago,  15
¡oh! mi suerte estrafalaria,
por una acción temeraria
lector, con mi vida pago.
Este recuerdo les hago
a todos con pecho ufano,  20
con un sentir soberano
sin detenerme un segundo,
de esta tierra al otro mundo
se te va un parroquiano.

   Adiós justicia chilena,  25
corte, tribunal sagrado,
porque ninguno ha fallado
en darme la cruel condena.
Adiós grillos, adiós cadena,
adiós nobles ciudadanos,  30
adiós todos mis hermanos,
hoy cesa mi padecer,
me voy para no volver
con un Señor en la mano.

   Adiós mundo engañador  35
que a mí me habéis engañado,
hasta hacerme desgraciado,
asesino y malhechor
adiós, digo, con valor,
porque llegó la ocasión;  40
con rendido corazón,
penoso y atribulado
muero en el banco sentado
pidiendo a todos perdón.

   Al fin, dijo el desdichado,  45
a la concurrencia, así:
no les pase lo que a mí
que voy a ser fusilado
todos vivan con cuidado
cuando se hallen en la escala,  50
porque si toca la mala,
dice el refrán, por entero,
que en casa del jabonero
el que no cae, resbala.361




ArribaAbajoFusilamiento de dos reos en Valparaíso Carlos Cubillos y Víctor Alfaro. Cubillos en el banco


ArribaAbajo   Luego que al banco llegó,
se vio al reo muy penoso:
en el cadalso afrentoso
ya con la vida él pagó.

   Tristeza es ver al mortal  5
de la suerte maldecido,
contrito y arrepentido
en el momento fatal.
¿Habrá otro tormento igual?
Aquí les pregunto yo,  10
nadie me dirá que no
y por ganarse la palma,
a Dios encomendó su alma
luego que al banco llegó.

   Con humilde corazón  15
iba a cumplir su destino,
clamándole al Unitrino
que le diera su perdón;
de tu celestial mansión,
le dice, sed bondadoso  20
que a tu presencia con gozo
iré porque estoy dispuesto;
y pensando en todo esto
se vio al reo muy penoso.

   Triste y muy acongojado  25
llega al lugar del suplicio,
en completo y sano juicio
corrido y avergonzado,
de verse que acriminado
es por un hecho horroroso,  30
y sin remedio forzoso
si su estrella lo abandona,
pagará con su persona
en el cadalso afrentoso.

   Se sienta sin ni un temor  35
en el patíbulo, ufano,
porque mira que en su mano
llevaba a Nuestro Señor;
pidiéndole con fervor
contra el pecho lo atracó,  40
después que un beso le dio
dijo el pueblo entre impasible:
el asesino temible
ya con la vida él pagó.

   Por fin con mucha sensación  45
el piquete en ese día
le fijó la puntería
medio a medio al corazón.
Se oyó la detonación
de la descarga que se hizo  50
porque era justo y preciso,
y su alma con eficacia
al darle el tiro de gracia
voló hacia el Paraíso.362

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ArribaAbajoDiálogo entre Cubillos y Alfaro en la capilla


ArribaAbajo   Hermano estamos los dos
condenados a morir,
sin haber apelación
dejaremos de existir.


Cubillos

Compañero, yo arranqué  5
harto, pero al fin caí
y ahora me encuentro aquí
muy triste como me ve.
Con humillación y fe
hemos de clamarle a Dios;  10
el plazo viene veloz
a cortarnos la existencia;
pidiéndole a Dios clemencia
hermano estamos los dos.


Alfaro

   Yo caí primeramente  15
a la cárcel por sospecha
y en esta prisión estrecha
sufro como penitente;
conozco, soy delincuente
no lo puedo desdecir;  20
toda afrenta he de sufrir
con mi conciencia sencilla
y ahora estamos en capilla
condenados a morir.

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Cubillos

   Bastante se trabajó  25
por darnos la libertad,
y el gran Consejo en verdad
el indulto nos negó.
Nuestra condena firmó
a nombre de la Nación;  30
¡qué terrible confusión
es para los desgraciados,
que van hacer fusilados
sin haber apelación!


Alfaro

   Para el pobre, compañero,  35
sólo se ha hecho la bala,
y el rico tiene por gala
librarse con su dinero.
Nuestras leyes considero
son malas hay que advertir;  40
entrando aquí a definir
hago esta propuesta sobre,
que nosotros por ser pobre
dejaremos de existir.


Cubillos

   Al fin a los magistrados  45
les encargo por favor,
que no me manchen nuestro honor
con sus códigos malvados
se niegan los abogados
para un pobre defender,  50
y al rico con gran poder
lo defiende con premura
la ley pareja no es dura
según mi humilde entender.363

  —206→  


ArribaAbajoEl reo puesto en el banco


ArribaAbajo   Ya está sentado en el banco
para ser, pues, fusilado;
el indulto de su pena
negó el Consejo de Estado.

   El reo Núñez Manuel 5  5
en el cadalso afrentoso,
¡Dios eterno y poderoso
compadécete de él!
Llega al suplicio cruel
con acompasado tranco  10
para allí servir de blanco;
digo, escribiendo abatida,
dispuesto a rendir su vida
ya está sentado en el banco.

   Se encomendó el pobre reo  15
al Poderoso infinito
que le borre su delito,
con un justo devaneo.
Yo tengo el mismo deseo
al ver al ajusticiado;  20
penoso y atribulado,
con trémula mano atienta
el banquillo, y se sienta
para ser, pues, fusilado.

   Pensó en la Soberana  25
al entrar a la capilla;
con tristeza se arrodilla
para orar con tanta gana;
desde esa hora temprana
se arrepintió en su condena  30
cual si fuera Magdalena,
es un hecho al contemplar,
pues no se le quiso dar
el indulto de su pena.

   La Corte con el Fiscal,  35
dio la primera sentencia
al reo, que sin clemencia
por el código penal
a la pena capital
por la ley fue condenado.  40
Habiéndose ya probado,
según Pública opinión,
la gracia de su perdón
negó el Consejo de Estado.

   Al fin, cuando llegó el día,  45
después de que comulgó
el reo se encomendó
a Jesucristo y María.
De ver su cruel agonía
se me turbó la memoria;  50
pero lo apunté en mi historia
como justo y perdonado
Dios le dé un lugar sagrado
allá en la santa gloria.364




ArribaAbajoEl reo puesto en capilla


ArribaAbajo   Ya me dieron la sentencia
a muerte estoy condenado;
en capilla me pusieron
para ser allí auxiliado.

   Desde que se me anunció  5
que estoy condenado a muerte,
me lamento de la suerte
por lo mal que me pagó.
Con tristeza digo yo,
si llego a pedir audiencia  10
no podré encontrar clemencia
en este trance fatal;
por el código penal
ya me dieron la sentencia.

   El susto será tremendo,  15
que tendré, es muy verdad,
el cuerpo me temblará
cuando el banco vaya viendo;
la gente estará diciendo,
qué triste va el desgraciado,  20
con grillos y encadenado,
dirá, lágrimas derramo
para morir, sin reclamo,
a muerte estoy condenado.

   No tengo yo sentimiento  25
ni me da ningún pesar,
sé que me van a balear
pero yo cumplí mi intento;
ahora me hallo contento
porque todos me dijeron  30
que mi sentencia leyeron,
según ha tenido aviso,
por ver si me atemorizo
en capilla me pusieron.

   Cuando ya vea venir  35
los que me van a sacar,
los tendré que acompañar
sin poderme resistir;
conmigo tendrán que ir
un padre por cada lado,  40
recitando lo sagrado,
por si arrepentido estoy,
hasta llegar donde voy
para se allí auxiliado.

    Al fin, me queda el decir  45
con sentimiento extraño
este mundo es un engaño
todos tienen que morir.
De uno en uno han de seguir
por la huella que les dejo,  50
aunque la parte es tan lejos,
espero que he de llegar;
y me han de acompañar,
el niño, el joven y el viejo.365

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ArribaAbajoLos reos en el banco


ArribaAbajo   Por Dios que dará366 tristeza
ver en el banco a un cristiano
pidiendo a todos perdón
con un Señor en la mano.

   Cuando el juez y el secretario  5
les leen al triste sentencia
claman a la Providencia
con un dolor temerario
reciben los necesario
sacramentos de la Iglesia  10
inclinada la cabeza
marchan ya perdido el juicio
y al verlos ir al suplicio
por Dios que dará tristeza.

   Estando bien confesados  15
con el corazón contrito
les piden al Infinito
que les borre sus pecados
y salen bien auxiliados
llevando a un Cristo en la mano  20
pero al ver su fin cercano
y que la hora ya suena
¡a quién no le dará pena
ver en el banco a un cristiano!

   Salen llevando los grillos  25
cuando se les cumple el plazo
les hace acortar el paso
la barra y sus dos anillos
hombres, mujeres y niños
hacen una exclamación  30
que les dé la salvación
por el que expiró en la cruz
puesto que murió Jesús
pidiendo a todos perdón.

   El martes por la mañana  35
en la capilla estuvieron
los auxilios recibieron
de la religión cristiana
después del toque de diana
estaban con pecho sano  40
¡oh! Madre del Soberano
consuela a un hijo querido
mira que está arrepentido
con un Señor en la mano.

   Al fin, cuando ya salieron  45
la gente se contristó
el verdugo los vendó
cuando en el banco estuvieron
a los tiradores vieron
tirar con gran prontitud  50
el sargento con quietud
fue el que los vino a ultimar
y esto sirva de ejemplar
a toda la juventud.367

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ArribaAbajoDeclaración de los reos y la sentencia del juez


ArribaAbajo   Salas y el reo Bermal
se encontraban procesando
por el Consejo de Estado
como cualquier criminal.

   Qué pena y qué confusión  5
sufrirá un encarcelado
al verse mortificados
en una dura prisión
sin hallar apelación
se lamenta aquel mortal  10
porque va a hacerse fatal
con una muerte afrentosa
y sufrirán igual cosa
Salas y el reo Bermal.

   Aquel que roba lo ajeno  15
debe pagar su ignorancia
pues por buscar la bonanza
pierde lo más por lo meno
mayormente en el chileno
cualquier hecho es castigado  20
y pasa a ser fusilado
para escarmiento del pueblo
y por su mal desarreglo
se encontraban procesando.

   Por cumplir su mal intento  25
ha sufrido este perjuicio
que los conduce al suplicio
y esto sirva de escarmiento
en un oscuro aposento
no sé si se habrán fijado  30
donde fueron encerrado
se lamentan de su suerte
siendo condenado a muerte
por el Consejo de Estado.

   Uno de ellos declaró  35
que a la vieja y la muchacha
de que el otro con un hacha
ha sido el que las mató
todo esto lo confesó
en el mismo tribunal  40
por el Código penal
de aquel salteo que hicieron
y el castigo recibieron
como cualquier criminal.

   Por último el compañero  45
contó lo más necesario
que era todo lo contrario
lo que decía el primero
declaró que un forastero
en la casa lo encontró  50
dijo de que él les abrió
la puerta y se fue a la calle
y por dar este detalle
solo el pobre se vendió.368




ArribaAbajoFusilamiento del reo Faustino Palma


ArribaAbajo   Al banquillo ultimador
el reo va caminando,
pensando sólo en morir
hacia el cadalso marchando.

   Ya va en viaje el cautivo  5
pidiendo a todos perdón,
rezando en su corazón
muy penoso y pensativo;
yo también en lo que escribo
me da tristeza y horror,  10
saco fuerzas de valor
para explicarles ya
que se fijen como va
al banquillo ultimador.

   De la celda el desgraciado  15
a salir se preparó,
después que ya recibió
el sacramento sagrado;
a donde era destinado
trata de irse acercando,  20
pensativo imaginando
solo a avanzar se previno,
al lugar de su destino
el reo va caminando.

   Con paciencia y sencillez  25
la gente lo estará oyendo,
a cada paso pidiendo
perdón por última vez;
ya no lo verán después,
porque pronto va a partir  30
sin poderse resistir,
pues, ya esto le convino;
irá por todo el camino
pensando sólo en morir.

   De su lúgubre aposento  35
sacaron al desdichado
para ser ya fusilado
en el crítico momento;
con pena y abatimiento
a Dios se iba encomendando,  40
en su desgracia pensando,
digo aquí con tierna voz,
ya va, ¡Jesús! ¡Santo Dios!
Hacia el cadalso marchando.

   Al fin, Palma ya pagó,  45
dirá la gente afligida,
sólo con su triste vida
el crimen que cometió;
el padre que lo auxilió,
y su salvación implora,  50
al amanecer la aurora
se le atracó y le dijo:
«Prepárate a morir, hijo,
que ya va a llegar la hora».369

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ArribaAbajoDespedida del reo Palma


ArribaAbajo   Adiós, Chile floreciente,
adiós, justicia y rigor,
se te va un defensor
de tu ejército valiente.

   Adiós, prisión donde estaba  5
solo esperando la muerte,
para yo hacer mi suerte
con deseo la aguardaba.
Adiós, el que me auxiliaba
por don del Omnipotente,  10
le agradezco hasta el presente
por hacerme tal servicio;
antes de ir al suplicio
adiós, Chile floreciente.

   Adiós, celda solitaria  15
donde estuve prisionero
pagando el crimen tan fiero
por mi suerte estrafalaria;
adiós, hora victimaria,
digo, sin tener rencor,  20
concédanme por favor
mi crimen sea borrado,
antes de ser fusilado
adiós, justicia y rigor.

   Adiós, digo al tribunal  25
y a los que están abogando,
que lo pasan sentenciando
al justo y al criminal;
sólo yo fui tan fatal,
digo con tierno dolor,  30
acusado de traidor
muy pronto voy a morir,
por no darte que sentir
se te va un defensor.

   Adiós, religión cristiana  35
consuelo del cristianismo,
que por ti fue mi bautismo
allá en la Iglesia romana;
mi alma se halla muy ufana
porque ni una angustia siente,  40
cada instante se arrepiente,
diré con pecho angustiado,
ya se te va un desgraciado
de tu ejército valiente.

   Al fin, adiós, los chilenos  45
que en Chile sean nacidos,
serán con mi patria unidos
que es la gloria de los buenos;
adiós, semblantes serenos
que me están mirando a mí,  50
de verme que me hallo aquí
en trance tan apurado,
para ser ajusticiado
de todos me despedí.370




ArribaAbajoLa carta del reo Palma a su hermana


ArribaAbajo   Adiós, hermana querida,
muy pronto voy a morir,
que soy un gran criminal
y no merezco vivir.

   Cuando ésta que yo os dirijo  5
llegase a vuestras manos,
entre vivientes humanos
no contesta este mal hijo;
porque el día ya está fijo
del término de mi vida,  10
el banco del homicida
ya empiezan a prepararme,
por eso antes de balearme
adiós, hermana querida.

   A la una en pleno día  15
en ese banco afrentoso
pagaré el crimen odioso
que cometí, hermana mía;
a otro hermano le envía
otra carta, es de advertir,  20
dice voy a sucumbir
ante mi intento feroz,
por un hecho tan atroz
muy pronto voy a morir.

   Veintisiete años no enteros  25
tenía yo cuando el hecho
cometí, porque en mi pecho
ya almacenaba los fieros
instintos, y los groseros
signos de un mal natural,  30
que en el camino del mal
me ha hecho ganar la palma;
ya veis hermana de mi alma
que soy un gran criminal.

   Pero aquí pregunto yo,  35
de mi fin, hermana amada,
¿no serás culpada en nada
de los que a mí me pasó?
Mi madre no me enseñó
ni me quiso corregir  40
por lo bien y a qué seguir
recordando lo pasado,
dice que soy un malvado
y no merezco vivir.

   Al fin, tenga compasión  45
de este infeliz criminal
mientras que el trance fatal
llega de su ejecución;
imploro vuestro perdón
y me despido de vos.  50
Que hoy cesan entre los dos
nuestros afectos humanos,
adiós, queridos hermanos
adiós, para siempre, adiós.371

  —210→  


ArribaAbajoDos reos en Valparaíso. Amador Beltrán y Lorenzo Salinas


ArribaAbajo   Dos infelices mortales
a muerte están condenados;
pero falta todavía
el gran Consejo de Estado.

   Los que a la Viña del Mar  5
fueron a hacer el salteo,
por su ruin y mal deseo
los tendrán que fusilar.
Espero se han de salvar
en los momentos fatales;  10
a los tales criminales
yo digo aquí con clemencia:
pagarán con su existencia
dos infelices mortales.

   El Fiscal los condenó  15
y los reos apelaron;
a la Corte, y ya pasaron
y no sé si les probó.
Detalle el diario no dio
del hecho, si está probado,  20
lo cierto es que apresurado,
heroicamente sereno,
salió diciendo El Chileno
a muerte están condenados.

   Desde que ya les dijeron  25
que están condenado a muerte,
renegaron de su suerte
y muy tristes se pusieron.
El apelar consiguieron
los dos ese mismo día.  30
Con la mayor sangre fría
tendrán que servir de blanco
y que caminar al banco;
pero falta todavía.

   Uno es Amador Beltrán,  35
el otro es un tal Lorenzo,
y me creo que suspenso
en sus celdas estarán.
Al Señor le clamarán
al hallarse encadenados,  40
penosos y acongojados
cada uno en su corazón,
esperan les dé el perdón
el gran Consejo de Estado.

   Al fin, les voy a advertir,  45
de la pena capital:
aquel que mata a puñal,
a bala debe morir.
Pero yo voy a pedir
para la acción temeraria,  50
con memoria involuntaria,
a nuestras leyes chilena,
más bien que cumplan condena
allá en la Penitenciaria.372

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ArribaAbajoEl padre que ultimó al hijo en Rengo está condenado a muerte


ArribaAbajo   El padre que ultimó al hijo
a muerte está condenado,
sólo falta la sentencia
del gran Consejo de Estado

   La justa corte de Rengo  5
le dio sentencia de muerte,
bueno que lo atraque fuerte
digo, pero no convengo.
Con la pluma me prevengo
para cuando ya esté fijo  10
el día, el verso hoy dirijo,
muy triste y con pecho franco,
tendrá que marchar al banco
el padre que ultimó al hijo.

   En Talca el hijo al padre  15
lo asesinó por dinero,
y el padre al hijo ahí, pero
lo victimó aunque cuadre.
Su esposa porque es madre
en su contra ha declarado,  20
y habiéndosele probado
el hecho, según comprendo,
por el crimen tan horrendo
a muerte está condenado.

   Por el artículo tres,  25
ley del Código penal,
lo condenó el fiscal
a muerte por esta vez;
en seguida firmó el juez
en contra de él sin clemencia,  30
también de Su Excelencia
digo aquí con sacrificio;
para que marche al suplicio
sólo falta la sentencia.

   Creo que este padre cruel  35
a la verdad, ¡quién creyera!
Sufrirá aunque no quiera
lo que sufrió Ismael.
Por lo sin alma y sin hiel
se encuentra hoy encadenado,  40
en una celda encerrado
sufriendo un grosero insulto,
espera el pobre el indulto
del gran Consejo de Estado.

   Al fin, tendremos que ver  45
otra nueva ejecución;
yo pido la abolición
de la pena, en mi entender.
Si esto llega a suceder
todos lo tendrán a mal.  50
Decirlo es muy natural
con un sentimiento pródigo,
que borren de nuestro Código
la ejecución capital.373




ArribaAbajoReclamo de la mujer de José Domingo Briceño pidiendo su libertad


ArribaAbajo   Al gran Consejo de Estado
pregunto yo con razón,
por qué le negó el perdón
a Briceño, el esforzado.

   La mujer presentó escrito  5
adonde el juez sumariante,
y él le contestó al instante
señora, yo no le admito;
que firme yo, no es bonito
lo que ya está decretado,  10
le dijo el señor Prado
tranquilo y con mucha pausa;
pregúntele por su causa
al gran Consejo de Estado.

   La mujer dijo, yo apelo  15
a la Corte, y apeló
pero allí nada ganó
dijo con calma y consuelo;
doble fue su desconsuelo
que sintió en el corazón,  20
os diré en este renglón
con la pluma angelical;
que no es la ley general
pregunto yo, con razón.

   Después presentó al Consejo  25
en otro escrito la bella,
sobre la misma querella
sin mirar en ningún riesgo;
donde quiera que me quejo
dijo, no hallo protección,  30
y el señor don Jorge Montt
sin que nadie me lo obliga,
espero aquí que me diga
por qué le negó el perdón.

   Dicen que lo sentenciaron  35
por la muerte del guardián,
no lector minando van
porque a él no le probaron;
cuando preso lo tomaron
lo encontraron desarmado,  40
con otros acompañado
esta es la pura verdad;
le niegan su libertad
a Briceño el esforzado.

   Al fin, con moralidad  45
voy diciendo en lo presente,
que se muestre más clemente
nuestra leal autoridad;
ténganle al hombre piedad
no son tantos sus delitos,  50
la conciencia pide a gritos
que deje el suplicio cruel;
no lo hagan tanto por él
háganlo por sus hijitos.374

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ArribaAbajoOcho reos condenados a muerte por la Tercera Sala de Apelación de la Corte de Santiago


ArribaAbajo   El dieciocho del presente
nuestro digno Tribunal,
condenó a ocho chilenos
a la pena capital.

   No se ha visto en los anales,  5
hablo, digo y me confundo,
desde que este mundo es mundo,
hechos que sean iguales.
Con bríos sentimentales
voy a avisar a la gente  10
para que quede al corriente
de esta inicua sentencia,
que se firmó sin clemencia
el dieciocho del presente.

   Siete años, digo por suerte,  15
a que estos pobres sufrían,
dónde se imaginarían
ser condenados a muerte.
La ley opulenta y fuerte
para castigar el mal,  20
por el Código Penal
los condenó de improviso;
y no es justo lo que hizo
nuestro digno Tribunal.

   Es una sinvergüenzura  25
digo hoy que se me ofrece,
que en Chile, según parece,
nadie la tiene segura.
La vida, en tal amargura
no vale en nuestros terrenos,  30
sabiendo de que son buenos,
honrados y trabajadores
la injusticia, pues, señores
condenó a ocho chilenos.

   Después de que los condena  35
no hallando qué es razón,
pide al Consejo el perdón
a nombre de la chilena.
Esto es una cosa buena
que se hizo, digo en lo actual,  40
y un ministro muy formal,
cuando la lectura oyó
firmó y los sentenció
a la pena capital.

   Por último descendieron  45
del Olímpico los dioses,
con muy inhumanas voces
su tarea concluyeron.
Ya la sentencia la dieron
¡ay! Jesús, ¡Virgen María!  50
con la mayor sangre fría,
según lo que se malicia,
digo que en Chile hay justicia
pero sin sabiduría.375




ArribaAbajoEl crimen de la calle de Riquelme. El asesino es condenado a muerte


ArribaAbajo   Entre Moneda y Cañada,
un perverso criminal
con un agudo puñal
le dio muerte a su cuñada.

   Llegó el hombre en mi entender  5
furioso y muy enojado,
donde estaba el concuñado
buscando a su mujer.
Y no pudiéndola ver
la dicha fiera malvada,  10
como iba a mano armada
más feroz que un tigre hambriento,
cometió el crimen sangriento
entre Moneda y Cañada.

   Número sesenta y seis  15
es la señal de la casa,
la que hoy en duelo se abrasa
como que aquí lo veréis,
y si a mí no me creéis
lee algún diario formal,  20
él te da cuenta cabal
del hecho, porque está impreso,
y es el autor del suceso
un perverso criminal.

   El señor Nefralí Caña  25
como magistrado serio,
con un enérgico imperio
dio ya fin a la campaña.
Lo condenó con hazaña
a la pena capital;  30
gana Urzúa, el fiscal
también le atracó bien fuerte,
porque le ha dado la muerte
con un agudo puñal.

   Para el hechor es decir  35
hay un dicho muy sencillo,
que aquel que mata a cuchillo
a bala debe de morir.
Sin poderse resistir
morirá y esto no es nada,  40
él por una humorada
con voz y con tono altivo
sin que le diera motivo
le dio muerte a su cuñada.

   Al fin, la corte parece,  45
sin que le tenga clemencia,376

  —213→  


ArribaAbajoCarta del reo Salas


ArribaAbajo   Una carta a una tía
el reo Salas dejó,
en la cual se despidió
al tiempo de su agonía.

Con pena y abatimiento  5
empezó a contar su historia,
pues tenía en la memoria
todo su padecimiento.
Para dar su último aliento
ya estaba próximo el día,  10
cuando a toda sangre fría
le escribió este infeliz,
sin olvidar un desliz,
una carta a una tía.

Cuando ya narró su vida  15
con cuidado y atención,
para Angol en dirección
dijo fuera remitida.
Esta fue la despedida
que a su familia dejó;  20
pero un hermano llegó
y tuvo un dolor intenso:
tal vez lo que yo no pienso
el reo Salas dejó.

Cuentan que aquel hombre cruel,  25
viéndolo que estaba pobre,
no le dio siquiera un cobre
de lo que ganó con él.
Y al decir en el papel
del modo que se portó,  30
cosa por cosa contó,
aunque nada le consuela,
en aquella triste esquela
en la cual se despidió.

Su hermano, al ver el delito,  35
lo contempló muy sereno,
y viendo que no era bueno
a la madre en su amargura
se fue a buscar con premura.
estando en su compañía,  40
todo se lo refería
con benigno corazón,
y le pidió su perdón
al tiempo de su agonía.

Al fin, la madre es causante  45
de este pobre fusilado,
pues lo hizo desgraciado
por mostrarle mal semblante.
Siendo él con ella constante,
lo quiso ver en desgracia;  50
y al fijarme en lo que pasa
con justa pena me aflijo...
Al ver que esta madre a su hijo
lo botó hasta de la casa.377




ArribaAbajoEl reo marchando al suplicio


ArribaAbajo   Sale rezando formal
el infeliz Manuel Pozo,
desde el mismo calabozo
hasta el banquillo fatal.

   El día de su tormento  5
con muy apacible cara
en la celda se prepara
a entregar a Dios la cuenta.
El morir no le amedrenta
ni lo entristeció al mortal,  10
porque era de natural
con un valor sobre humano;
a expirar como cristiano
sale rezando formal.

   Antes que llegue la hora  15
se pondrá en penitencia
pidiendo el reo clemencia
a María, gran señora,
como madre y protectora
en compañía de su esposo  20
San José, santo glorioso;
para que le den la palma
les encomendó su alma
el infeliz Manuel Pozo.

   Cuando ya vaya en camino  25
será tremendo el dolor;
al cadalso aterrador
llega a cumplir su destino
pensando en el Dios divino
irá contrito y penoso,  30
a su lado un religioso
con dulzura, y tierna voz,
lo irá encomendando a Dios
desde el mismo calabozo.

   Al salir del oratorio  35
caminaba sin temor,
a entregar su alma al Señor
y después al purgatorio.
Aunque es por demás notorio
roguémosle378 al Celestial  40
como Dios angelical,
por su379 santa providencia
le dé al reo resistencia
hasta el banquillo fatal.

   Al fin la gente miraba  45
al reo que iba marchando,
con los grillos caminando
de la prisión donde estaba.
Al momento que llegaba
la concurrencia exclamó,  50
el pobre a todos miró
en esta triste ocasión;
dijeron: por compasión
Santo Dios, perdónalo.380

  —214→  


ArribaAbajoDespedida del reo Manuel Pozo


ArribaAbajo   Adiós, mi hermosa nación,
se te va un parroquiano
con un Señor en las manos,
pidiendo a todos perdón.

   Adiós, Chile, patria mía;  5
Carmela381, bella patrona,
por tu preciosa corona
pido que seáis mi guía:
háceme pues compañía
en esta triste aflicción,  10
con tu lindo pabellón;
hoy que ya me voy a ir
primero voy a decir
adiós, mi hermosa nación.

   Adiós, cárcel de Santiago,  15
o triste penitenciaria;
por una acción temeraria
lector, con mi vida pago;
este recuerdo les hago
a todos, con pecho ufano,  20
con un sentir soberano
sin detenerme un segundo,
de esta tierra, al otro mundo
se te va un parroquiano.

   Adiós, justicia chilena,  25
corte, tribunal sagrado,
porque ninguno ha fallado
en darme la cruel condena.
Adiós grillo, adiós cadena,
adiós nobles ciudadanos,  30
adiós todos mis hermanos;
hoy cesa mi padecer:
me voy para no volver
con un Señor en las manos.

   Adiós, mundo engañador,  35
que a mí me habéis engañado,
hasta hacerme desgraciado
asesino y malhechor.
Adiós, digo con valor
porque llegó la ocasión,  40
con rendido corazón,
penoso y atribulado,
muero en el banco sentado
pidiendo a todos perdón.

   Al fin, dijo el desdichado  45
a la concurrencia así:
no les pase lo que a mí
que voy a ser fusilado.
Todos vivan con cuidado
cuando se hallen en la escala,  50
porque si toca la mala,
dice el refrán por entero:
en la casa del jabonero
el que no cae resbala382.383




ArribaAbajoLa ejecución del reo Manuel Pozo. El reo puesto en el banco


ArribaAbajo   Ya con la vida pagó
Manuel Pozo, el desgraciado,
y para ser fusilado
en el banco se sentó.

   ¡Qué terrible confusión  5
para el reo no sería
de ver que llegaba el día
que iba a ser su ejecución!
Se llenó de emoción
cuando al suplicio llegó;  10
el verdugo le vendó
la vista con sus ataranto,
al que aborrecían tanto
ya con la vida pagó.

   Siendo que va a fenecer  15
digo aquí según mi idea,
ni por más hombre que sea
se tendrá que entristecer,
y este infeliz en mi ver
fue de la celda sacado,  20
por cumplir lo decretado
como chileno valiente
miró al banco indiferente
Manuel Pozo el desgraciado.

   Con su alma pura y serena  25
recibió la comunión,
sin que le diera aflicción
el peso de la cadena.
Viendo que la hora suena,
dijo, ya estoy confesado  30
y me encuentro preparado
en completo y sano juicio
a marchar hacia el suplicio
para ser ya fusilado.

   Negó el Consejo de Estado  35
el indulto de la pena
a Pozo, y se le condena
a que muera fusilado.
A donde era destinado
del aposento marchó;  40
cuando el patíbulo vio
fiando en nuestro Señor
sin tener ningún temor
en el banco se sentó.

   Al fin cuando ya llegó  45
al banquillo el criminal,
su florete el oficial
por señal lo levantó;
la descarga se sintió
en esa horrorosa escena,  50
yo al explicarme con pena,
digo al ponerme a pensar
esto sirva de ejemplar
a la juventud chilena.384